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LA ESCUELITA

dejando a veces perdida

mi labor de colegial.
A cocachos aprend
mi labor de colegial
en el Colegio Fiscal
del barrio donde nac.
Tener primaria completa
era raro en mi niez
(nos sentbamos de a tres
en una sola carpeta).
Yo creo que la palmeta
la inventaron para m,
de la vez que una romp
me apodaron mano 'e fierro,
y por ser tan mataperro

a cocachos aprend.
Juguetn de nacimiento,
por dedicarme al recreo
sacaba Diez en Aseo
y Once en Aprovechamiento.
De la Conducta ni cuento
pues, para colmo de mal
era mi voz general
chcala pa' la salida!

Campen en lingo y bolero!


Rey del trompo con huaraca!
Mago hacindome la vaca
y en bolitas, el primero...!
En Aritmtica, Cero.
En Geografa, igual.
Doce en examen oral,
Trece en examen escrito.
Si no me soplan repito

en el Colegio Fiscal.
Con esa nota mezquina
termin mi Quinto al tranco,
tir el guardapolvo blanco
(de costalitos de harina).
Y hoy, parado en una esquina
lloro el tiempo que perd:
los otros nios de all
alcanzaron nombre egregio.
Yo no aprovech el Colegio

del barrio donde nac...


(Nicomedes Santa Cruz)

Csar Vallejo
Piedra negra sobre una piedra blanca
Me morir en Pars con aguacero,
un da del cual tengo ya el recuerdo.
Me morir en Pars ?y no me corro?
tal vez un jueves, como es hoy, de otoo.

Y le dijo: "No mueras, te amo tanto"


Pero el cadver ay!, sigui muriendo.

Jueves ser, porque hoy, jueves, que proso


estos versos, los hmeros me he puesto
a la mala y, jams como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

Acudieron a l veinte, cien, mil, quinientos


mil,
Clamando: "Tanto amor, y no poder nada
contra la muerte!"
Pero el cadver ay!, sigui muriendo.

Csar Vallejo ha muerto, le pegaban


todos sin que l les haga nada;
le daban duro con un palo y duro
tambin con una soga; son testigos
los das jueves y los huesos hmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...

cesar vallejo
Masa
Al fin de la batalla,
Y muerto el combatiente, vino hacia l un
hombre

Se le acercaron dos y repitironle:


"No nos dejes! Valor! Vuelve a la vida!"
Pero el cadver ay!, sigui muriendo.

Le rodearon millones de individuos,


Con un ruego comn: "Qudate, hermano!"
Pero el cadver ay!, sigui muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
Le rodearon; les vio el cadver triste,
emocionado;
Incorporse lentamente,
Abraz al primer hombre; echse a andar.

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