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SEXTINA DE LOS DESIGUALES

Carlos Germn Belli


Un asno soy ahora, y miro a yegua
bocado del caballo y no del asno,
y despus rozo un ptalo de rosa,
con estas ramas cuando mudo en olmo,
en tanto que mi lumbre de gran da
el pubis ilumina de la noche.
Desde siempre am a la secreta noche,
eactamente igual como a la yegua,
una esqui!a por ser yo siempre da,
y la otra por mirarme no ms asno,
que ni cuando me cambio en u"ano olmo,
conquistar puedo a la equisita rosa.
Cunto he so#ado por ce#ir a rosa,
o adentrarme en el alma de la noche,
mas solitario como da u olmo
he quedado y aun ante rauda yegua,
inalcanzable en mis momentos de asno,
tan des!alido como el propio da.
$i noche huye mi ardiente luz de da,
y por pobre olmo ol!dame la rosa,
%c&mo me las !er luciendo en asno'
(ue sea como "uere, a)ena noche,
no huyis del da* ni del asno, +oh yegua,*
ni !os, "lor, del eterno inm&!il olmo.
-as s bien que la rosa nunca a olmo
pertenecer ni la noche al da,
ni un hbrido de m querr la yegua*
y s&lo alcanzo espinas de la rosa,
en tanto que la impenetrable noche
me esqui!a por ser da y olmo y asno.
.unque mil atributos tengo de asno,
en mi destino pienso siendo olmo,
ante la orilla misma de la noche*
pues si "ugaz mi paso cuando da,
o inm&!il punto al lado de la rosa,
que !i!o y muero por la "ina yegua.
+.y, ni olmo a la medida de la rosa,
y aun menos asno de la esqui!a yegua,
mas yo da ando siempre tras la noche.
/De Sextinas y otros poemas0

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