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LA HUERFANA

• TÍTULO ORIGINAL
Orphan  
• AÑO
2009  
• DIRECTOR
Jaume Collet-Serra  
• REPARTO
Peter Sarsgaard, Vera Farmiga,
David Leslie Johnson, Alex Mace, David Fine, Skye
Peters, David Leonard, Scott Dunn, Cassie Farren,
Isabelle Fuhrmam  
• GUIÓN
Robin Christian  
• NACIONALIDAD
USA  
• FECHA DE ESTRENO
16/10/2009
Argumento

• La Huérfana cuenta como Kate


Coleman es una joven madre
devastada por la perdida de su hijo
que decide, junto a su marido, alegrar
su hogar adoptando otro pequeño.
Sin embargo, apenas saben nada del
niño que han adoptado y no tardarán
en descubrir que tal vez, no es lo que
esperaban...
La Huérfana es la nueva película de
Jaume-Collet Serra
Critica
• Si en pocas palabras te resumen el argumento de La Huérfana (unos padres adoptan a una niña de aspecto angelical
pero que en el fondo es más mala que la Peste) uno puede pensar que va a ver otro título de “niño-cabrón-del-
infierno” al estilo de Mala Semilla o El Hijo del Mal. Sin embargo, a medida que el metraje avanza, el espectador
se sorprenderá viendo que es un título que va más allá, una nueva vuelta de tuerca que cuenta con unos de los
guiones más inteligentes que se han visto en el género en mucho tiempo.

Cualquiera hoy día con una videocámara y unos litros de sangre falsa puede hacer cine de terror. Sin embargo,
hacerlo de la manera tan elegante que lo hace Collet-Serra en La Huérfana está al alcance de muy pocos. Es un
título clásico en su forma pero no en su contenido. Collet-Serra no abusa de efectos especiales ni cámaras
parkinsonianas para asustar. Sus armas son una cuidada ambientación y decenas de planos fijos donde miradas,
gestos y diálogos (perfectamente calculados) realzan una película que recuerda por momentos al cine de
Shyamalan (e incluso de Hitchcock).

No obstante, y pese a todas sus virtudes, lo mejor de La Huérfana es el cara a cara entre Vera Farmiga e
Isabelle Fuhrmam. La primera está como siempre, magnífica. Su rol de madre deprimida y cuyo deseo de
adoptar es el principio del fin de su (casi)perfecta familia sirve como contrapunto perfecto a la joven Esther.
Isabelle es uno de los descubrimientos cinematográficos de los últimos años. Pocas veces un niño debe
enfrentarse a un papel tan complejo como el suyo. Es sobre sus hombros donde recae todo el peso de la película y
que el resultado final encaje a la perfección. La transformación de su inocencia y candidez inicial a la pura
maldad final, está al alcance únicamente de grandes actores. Y por ello, su futuro se presenta prometedor.

La Huerfana es, a día de hoy, la película de terror del año y un título que encumbra a Collet-Serra como uno de
los directores a tener muy en cuenta en el futuro. Además, no es su sorprendente final lo que hace de La
Huérfana una gran película. Es únicamente el toque final que adorna un plato perfectamente elaborado.

Lo Mejor: Isabelle Fuhrmam y la dirección de Collet-Serra.


Escenas
• La historia va así:una familia disfuncional, con un pasado
traumático, decide adoptar a una niña en un hospicio,
para superar sus complejos de culpa.
• La madre es una ex alcohólica anónima y el padre es un
arquitecto gris, cuyos dos primeros hijos son un mar de
conflictos. Una de las hijas es sordo muda. El otro niño
tampoco escucha a sus padres, literalmente, porque se
la pasa jugando “video games”. Encima, la madre tuvo
una perdida en medio de un parto complicado, todo lo
cual la tiene al borde de un ataque de nervios, entre
medicamentos, alucinaciones, visitas al psiquiatra y
sentimientos irrefrenables de autoflagelación. En
resumen, un cuadrito psicológico y dramático de
manualcito de autoayuda, de “Freud para Niños”, de
telefilm de domingo por la tarde escrito por Padrón y
compañía.
• Ellos tienen plata y son el emblema del sueño americano,
“pero no son felices”, porque el dinero “no garantiza la
estabilidad emocional”. No hay nada original aquí. Es
una visión moral antiquísima y desgastada.
• Ya se pueden imaginar el resto del plot: la esposa desesperada
comete el error de adoptar a una huerfanita maquiavélica de
“Europa del este”, específicamente de “Estonia”, quien llega al
hogar dulce hogar a sembrar la discordia y a servir de
catalizador de la trama, a golpe de efectismos, giros de tuerca
y sorpresas predecibles de último minuto.
• Por ejemplo, ¡y atención porque en adelante comienzo a contar el
desenlace!, la “Huérfana” en realidad es una esquizofrénica de
33 años, aquejada por un desorden hormonal sacado debajo de
la manga para justificar su “enanismo proporcionado”.
• Es decir, la huerfanita es una mezcla del “niño terrible” de “El
Tambor de Hojalata” con el síndrome infantil de “Baby Jane” y
“Lolita”, aunque sin el sentido del humor de Andy Milonakis. La
película hubiese sido mejor si la protagonista hubiese adoptado
a Andy Milonakis, o si el metraje hubiese sido tan cortico como
un clip “youtuberico” del show de Andy Milonakis.
• Y entonces, la señora disfrazada de niña empieza a hacer de las
suyas, al entrar en el círculo social de la familia americana,
causando muerte, destrucción y desolación, como una obvia
metáfora defensiva y nacionalista del miedo a lo desconocido,
del pánico ante la amenaza extranjera simbolizada en la
imagen de un personaje vampírico proveniente del mismo
contexto de Drácula.
• Para rematar, la niña descuartiza animalitos, pinta dibujitos macabros, se viste
como una refugiada polaca y toca piano a la perfección, cual solista prodigio
del sistema de orquestas. En síntesis, es una simplificación arquetípica de
chiquillos malditos como los de “Village of the Damned” y “The Omen”. El
clásico miedo de lo viejo ante lo nuevo.
• Así, el terror regresa a sus orígenes primitivos, cuando el mal era asociado con
el viejo continente, para reforzar estereotipos y clichés xenofóbicos, propios
de principios de siglo XX, característicos de la guerra fría y representativos
del nuevo aire de intolerancia hacia la diferencia impulsado por la caída de
las torres. Es más del “terror” post once de septiembre,en su vertiente
menos progresista y deconstructiva, a beneficio de un enfoque
reduccionista, reaccionario y conservador, donde la semilla de la discordia
no germina adentro, sino afuera, para acabar por contaminar y corromper el
alma pura de un pueblo hospitalario, caritativo y humanista para con sus
minorías foráneas.
• El mensaje de fondo, de crítica al altruismo ciego y políticamente correcto,
tiende a preservar fobias y tiende a complacer al público anglo, en su
manera binaria y maniquea de ver el globo.
• La casa, como alegoría bélica, debe ser protegida de los invasores de la Ex
Unión Soviética, en comunión y sin diferencia de edad, raza o condición.
Hasta los niños deben salir por la casa, y deben protegerla como la patria,
porque “no se puede confiar en los extraños”.


• A propósito, la ecuación étnica de la pieza es de terror. Los
blancos son víctimas de las meteduras de pata de los
negros. De hecho, la directora del orfanato es una
afroaméricana.
• Implícitamente, se la da razón a la campaña republicana e
imperial del nuevo siglo americano, según el
fundamentalismo religioso de costumbre.
• Por tanto, el uso de la violencia defensiva vuelve a quedar
justificada, de cara al enfrentamiento final con el
monstruo, con el chivo expiatorio carente de escrúpulos,
de afecto, de orden y de padres consagrados a velar por
sus impulsos.
• Hoy nos amenaza Estonia con sus inmigrantes locos, como
ayer fueron los Chinos y los comunistas proyectados
como alienígenas en la época de la cacería de brujas de
McCarthy.
• En tal sentido, la “Huérfana” es el detonante del temor
puritano hacia “el sexo”, el pecado y el placer,
respectivamente caricaturizados como síntomas de una
sociedad pérdida y confundida por las tentaciones de la
• Irónicamente, la cinta es dirigida por un español mercenario, mientras se
fotocopia una estética depurada al margen de Hollywood: la nueva ola del
pánico japonés. Por ende, las relaciones con “Ringu” y “El Orfanato” son
evidentes para cualquiera.  
• La clonación histórica también refleja la deuda con los hitos de la casa
productora del film: la Warner, la madre de “El Exorcista”, epítome del terror
reaccionario en la era del fantasma Watergate, cuando la juventud era
retratada, desde la represión ideológica,  como un factor de perturbación del
orden familiar. En consecuencia, había que sacarle el demonio a los chamos
de la contracultura, para que todo volviera a la normalidad.  
• Formalmente, hay un par de aciertos en la creación atmósferas pero muchas
dudas de la capacidad de realizador para alcanzar, en el futuro, un lenguaje
personal y un tono propio, a la vanguardia de la retaguardia de lo mismo. 
• Por lo pronto, la fórmula se sigue mordiendo la cola, y se replica por mero
interés economicista. Definitivamente, los españoles en la meca no vinieron
a cambiar la industria, sino en todo caso, a consolidarla en sus ademanes y
sus costumbres degradadas. Lástima. Será para la próxima. 
• Después de la autoconciencia desmitificadora de “Scream” y “Scary Movie”,
retornamos al infierno de la duplicación intrascendente y restauradora de
las series y franquicias reaganistas del género, con su satanización de la
otredad. Al final, Jason resucita en pequeña escala.  

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