Está en la página 1de 4

HAB A UNA VEZ UN HOMBRE J OVEN QUE ESTABA MUY

CELOSO DE UNA J OVEN MUCHACHA BASTANTE VOLUBLE.




UN D A LE DI J O: TUS OJ OS MI RAN A TODO EL MUNDO .
ENTONCES LE ARRANCO LOS OJ OS.
DESPUS LE DI J O: CON TUS MANOS PUEDES HACER
GESTOS DE I NVI TACI N . Y LE CORTO LAS MANOS.

Todava puede hablar con otros,
pens. Y le extirpo la lengua.

Luego, para impedirle sonrer a los
eventuales admiradores, le arranco todos
los dientes.
Por ultimo le arranco las piernas. De
Este modo -se dijo- estar mas tranquilo.
Solamente entonces pudo dejar sin
vigilancia a la joven muchacha que amaba.

Ella es fea-pensaba-, pero al menos
Sera ma hasta la muerte.

Un da volvi a la casa y no encontr a
La joven muchacha: ella haba
desaparecido, raptada por un exhibidor de
fenmenos.
Henri Pierre Cami

También podría gustarte