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REVISTANOMADAS Julio 2012, Nemeno 19,173-181 UNIVERSITY OF CALIFORNIA Gitical Theory Program ‘BERKELEY, CALIFORNIA 9720:2670 7405 Dwinelle Hall £2670 ‘noplicaltheorybeskelepedul 18 de Agosto 2011 Informe Amicus Curiae de la Dra. Judith Butler, Catedratica Maxine Elliot, Universidad de California, Berkeley: Les escriba como pensadora experta en sexualidad y género con el fin de abordarla cuestién de sila causa iniciada para privar aKa- ren Atala dela custodia de sus hijos depende de juicios aubitrarios y estereotipas discriminatorios. Me doctoré en Filosofia parla Univer- sidad de Yale en 1984y he publicado diversos libros que examinan las relaciones de géneto, entendido como la interpretacién cultural del sexo biolégico, los roles de género, la familia y el parentesco, y el reto que las nuevas formas sociales de homosexualidad plantean en selacién a estos conceptos basicos. He escrito un considerable ni mero de obras acerca dela discriminacién de género, asi como sobre Ia discriminacién basada en la orientacién sexual. Mi pensamiento se considera fundamental en los nuevos campos académicos de los estudios de género y sexualidad, y se ha utilizado en todo el mundo para apoyar la expansién de los derechos humanos al campo dela igualdad de género y las minorias sexuales. Soy la autora de diez (10) libros, entre los cuales se encuentran Gender Trouble: Feminism and the Subversion of Identity, publicado por Routledge en 1990, Bo- dies that Matter, publicado por Routledge en 1993, Undoing Gender, publicado por Routledge in 2005, y Antigone’s Claim, un estudio a3 ‘evita NOMADIAS N15, 2012 sobre las nuevas organizaciones del parentesco, publicado por Co- lumbia University Press, en 2000! Soy autora o coautora de més de ciento cincuenta (157) articulos. Mi trabajo ha sido traducido aveir- te (20) lenguas y he trabajado como consultora y asesora de diversas organizaciones, entre las cuales se encuentran la Comisién Interna cional delos Derechos Humanos de Gays y Lesbianas (International Lesbian and Gay Human Rights Commission), la Sociedad Intersex de Norteamérica (Intersex Society of North America), el Grupo de Trabajo Nacional de Gays y Lesbianas (National Gay and Lesbian ‘Task Force), el Forum Internacional contra la Transfobia y la Homo- fobia (International Forum against Transphobia and Homophobia) y Ia Asociacién para las Mujeres en la Filosofia (Society for Women in Philosophy). He formado paste delos comités editoriales demuchas revistas académicas que abordan el tema del género y la sexualidad (Signs, Feminist Studies, differences, GL). He abtenido diversas becas para mi investigacién, entre las cuales destaco las de la Fundacién Guggenheim, la Fundacién Rockefeller, la Fundacién Ford, el Ins- tituto de Estudios Avanzados de Princeton (Institute for Advanced Study, Princeton), la Academia Americana de Berlin (American Aca- demy, Beilin) y el Consejo Americano de Sociedades de ruditos (American Council of Learned Societies); actualmente he recibido al Premio ala Distincin en la Trayectoria Académica, dela Fundacién Mellon. Soy miembra electa de la Asociacién Americana de Filaso- fia (American Philosophical Society), he recibido tres (6) titulos ho- nosificos y he sido profesora en la Escuela Normal Superior (Ecale Normale Superieure) y la Escuela de Estudios Superiores (Bcole des Hautes Btudes) de Paris, Francia, y en el Departamento de Filosofia dela Universidad de Amsterdam (en la Catedra Spinoza). Actual- mente ocupo la Cétedra Hannah Arendt en la Escuela Buropea de Postgrado (European Graduate School) de Suiza. Mi trayectoria ha sido premiada por la Universidad dela Ciudad de Nueva York y la Universidad de Yale He tenido la oportunidad de leerla solicitud dela Comisién In- teramericana de Derechos Humanos ante el Tribunal Interamericano de los Derechos Humanos contra el Estado de Chile (caso 12.502) y quisiera dejar sentado mi més firme apoyo ala demanda por dis- criminacién en base ala orientacién sexual sufrida por Karen Atala, dado quela pérdida dela custodia de sus hijos se basd en afimaciones wa JUDITH BUTLER + Informe Anas Curse falsas y estereotipicas, las cuales deben ser corregidas para que se haga la justicia en este caso. A continuacién enumerasé los puntos principales que deseo argumentar en contra del razonamiento legal en el que explicitamente se basé la decisién de negarle la custodia de sus tres hijos: 1) Se presenté explicitamente la arientacién sexual de Karen Atala como argumenta para poner en duda su aptitud como madre 0, de un modo més general, camo progenitora con la capacidad de cuidar de sus hijos. Bn un segundo argumento diferente pero rela- cionado con el primero (Ib) se afismé que Karen Atala renunciaba asu derecho ala privacidad al cohabitar con una pareja del mismo género dando “a conocer” asi su orientacién sexual, induyendo a sus hijos. El primer argumento est totalmente desprovisto de fundamen- to pues los més recientes estudios sobre nifios criados por parejas gays o lesbianas demuestran daramente que los nifios no sufren ir justamente ni se enfrentan a problemas de desarrollo por el hecho de crecer en un hogar con un progenitor/a gay 0 lesbiana, o, induso, con dos progenitores gays o lesbianas. Hl reciente estudio en el Jo- ural of Marriage and Family del 2010 (véase la referencia en el Ad- junto 1], exploralos datos empiricos actualmente disponibles sobre nifios criados por progenitores gays o lesbianas (0 por un padse 0 madze gay o lesbiana). Los autores, los catedraticos Judith Stacey (Universidad de New York) y Timothy Biblarz. (Universidad del Sur de California), legan a las siguientes condusiones: “en resumidas cuentas, la ciencia demuestra quela proporeién de nifios criados por progenitores del mismo género alos queles va bien es lamisma que la de los nifios criados por progenitores de géneros diferentes. Esto es abviamente inconsistente con el extendido argumento que afirma que los nifios deben ser criados por una madre y un padre para que les vaya bien’. Dicho de otro modo, alos nifios les puede “ir bien” y les “va bien” con dos progenitores del mismo género. Ademés, los autores afiaden que no es necesario que los nifios tengan dos progenitores, mientras se de el caso que el progenitor que tenganles provea de un entorno que les apoye y les nutra. Hl estudio conduye: el mejor tipo de familia paralos nifios es una que tenga progenitores, responsables, comprometidos y estables. Bn general, dos progenitores 15 ‘evita NOMADIAS N15, 2012 sonmejor que uno, pero un progenitor/a realmente bueno es mejor que dos que no lo sean tanto”. Bs decis, la orientacién sexual del 0 los progenitores es finalmente menos importante que si pueden proveer o no al nifio de un entorno comprensivo. Los resultados de estos estudios legan practicamente alas mismas condusiones que un estudio que investigaba a 214 familias (induyendo familias con un progenitor gay o lesbiana y familias heterosexuales tradicionales) levado a cabo en Espafia en 2010 por el Catedeatico de Pricologia Evolutiva de la Universidad del Pais Vasco, Enrique Arranz, y por el Catedratico Alfredo Oliva, de Sevilla [véasela referencia completa en el adjunto 1]. No se hallaron diferencias significativas en el desa- rrollo delos nifios criadas en formas parentales diversas. Afirmar que la orientacién sexual de la madke afecta negative mente el desarrollo de sus hijos si, y Gnicamente en este supuesto, esa orientacién es homosexual y conocida (argumento al que me he referido anteriormente como 1b) se apoya en la idea errénea de que o bien los niftos sufrirdn por ver alamadre en una elacién con una persona del mismo sexo que ellamisma, 0 bien que dificultaré o con- fundird su propio desarrollo. Los estudios empiricos que tratan de ambas cuestiones refutan estas dos ideas. La postura reconocida de Ia Asociacién Psicalégica Americana (American Psychological Asso- ciation) es que alos niffos sdlo les perturbaria la orientacién sexual del progenitor cuando esa orientacién sexual misma es considerada como un tema angustiante. Es decir, los nifios reaccionan negative mente si son testigos de un trato discriminatorio hacia sus padres, pero en los casos en los que se fomenta que los nifios entiendan y acepten la diversidad de orientaciones sexuales, éstos son capaces de argumentar en contra de los estereatipos publicos asi como de reflexionar atentamente acerca de las razones y los modos mediante los cuales deben oponerse las actitudes y practicas discriminatorias. Una de dichas actitudes discriminatorias es el prejuicio que sostiene que un hombre y una mujer unidos en matrimonio deben presentar modelos de heterosexualidad alos nifios que se hallan en su propio proceso de desarrollo sexual. Los numerosos paises que actualmente permiten el derecho de ser padres y madres a gays y lesbianas han indicado daramente su negativa a tolerar dicho punto de vista, De hecho, muchos nifios crecen con una orientacién hetero- sexual dentro de familias gays y lesbianas, aunquela heterasexualidad 176 JUDITH BUTLER + Informe Anas Curse no haya sido daramente reflejada en sus progenitores. De modo si- milar, suxgen muchos adolescentes gays y lesbianas en estructuras familiares en las que los padres son parejas heterosexuales casadas. Hi desarrollo sexual, o lo que algunos prefieren denominar como el surgir sexual, no “copia” los modelos disponibles; lo que equivale a decir que al desarrollo sexual no ocurre de un modo automatico 0 predecible. Tanto si son heterasexuales, como si son bisexuales u ho- mosexuales, los adolescentes no sélo desarrollan su propia orient cién sexual, sino también un punto de vista social més amplio acerca de la diversidad sexual. Como resultado, los nifios heterosexuales que crecen con uno 0 dos progenitores gays que reconocen abier- tamente tanto su orientacién como sus relaciones, frecuentemente desarrollan una comprensién sabre la diversidad que constituye la sexualidad humana. Este punto de vista no puede més que contri- buir a fomentar un mayor entendimiento entre personas con orien- taciones e indinaciones diversas y operar en contra delos puntos de vista que, o bien prescriben cudl es la orientacién sexual necesaria, © bien patologizan las orientaciones sexuales minoritarias que no hacen dafio a nadie. Ciertamente, que se conozea y se hable dela orientacién sexual de un progenitor/a —como de hecho ocurre en familias en las que los padres son una pareja heterosexual es un modo de producir un entorno més abierta y comprensivo. Pero si uno delos progenitores patologiza activamente ala otra progenitora por su orientacién sexual, entonces esta misma accién constituye un perjuicio seguro, y sin duda inerementaré también el suftimiento en al nifio que es testigo de esta accién daramente agresiva por parte de un progenitor hacia el otro. Cuando esta agresién conduce a privar a lamadze del nifio, como manifiestamente ha ocusrido en el caso de Karen Atala, entonces podemos observar daramente que el perjuicio que se comete en contra dal nifio y lamadre ha sido llevado a cabo porel padre que persiste en esta acusacién basada en estereotipos ig- norantes. Si, aparte de su orientacién sexual, se hubieran presentado otras pruebas que pudieran dar a entender que Karen Atala no seria capaz de proporcionar a sus hijos un entorno amoroso y comprensi- vo, entonces quizas la demanda se podia haber basado en motivos no discriminatorios. Pero tal como est formulada, la demanda se sostiene en dos afismaciones interrelacionadas y ala par ilegitimas, es decis, que (1) la orientacién sexual de un progenitor es un factor Ww ‘evita NOMADIAS N15, 2012 relevante para determinar la concesién de la custodia infantil, y (2) que el hecho de que dicha orientacién sexual sea sabida produce un entorno dafino para el nifio. 2) Se han menoscabado los derechos de Karen Atala debido a decisiones legales que han atendido a la discriminacién en base a Ia orientacién sexual como algo legitima. Los propios argumentos aceptadas por los tribunales que han rehusado su derecho ala cus- todia constituyen en si mismos afirmaciones y acciones discrimina- torias. Quisiera llamar la atencién sabre la Convencién Americana, ratificada por el Estado de Chile el 21 de agosto de 1990, que prohi- be discriminar en base al “sexo” y acuerda “respetar los derechos y libertades que aqui se reconocen con el fin de asegurar a todas las personas sujetas a su jurisdiccién al libse y pleno ejercicio de estos derechos y libertades, sin sufric discriminacién alguna por cuestio- nes de raza, color, sexo, lengua, religién, opiniones politicas o de otro tipo, origen nacional o social, estatus econdmico, nacimiento o cualquier otra condicién social” En primer lugar, es viable angumentar que la discriminacién en base ala orientacién sexual es un tipo de discriminacién sexual, ya que asume que una persona nacida con un determinado sexo mani- festard o expresard dicho sexo de un modo convencional; es decis, que una chica creceré siendo heterosexual y formaré un matrimonio convencional. © que un chico crecer para manifestar los atributos masculinos que se esperan de él, sera heterosexual y formard unma- trimonio heterosexual. Porlo tanto, cuando las personas designadas como mujer desafian alos estereotipos predominantes sobre lo que unamjer o una chica deberia ser, aveces selas somete aacoso 0 cas- tigo debido a que se apartan de las nomas de género recibidas. De unmodo similar, un chico que se apasta delos estereotipos estableci- dos también puede ser sometido a acoso 0 discriminacién en base a ‘un comportamiento que se percibe como en disconformidad con las convenciones de género establecidas. Asi pues, el punto de vista que las mujeres deberian ser solo heterosexuales o, induso, la idea que las madres nunca deberfan ser lesbianas, se torna discriminatoria en aquellas ocasiones en las que dichos puntos de vista se utilizan concretamente como justificacién para privarles de sus derechos. Si un hombre no fuera un hombre, entonces su orientacién sexual y su v8 JUDITH BUTLER + Informe Anas Curse prdctica no serian objeto de discriminacién. Y si Karen Atala no fue- ra una mujer, entonces su relacién con otra mujer no se convertiria en el fundamento de la conducta discriminatoria hacia ella. En este sentido, la discriminacién en base ala orientacién sexual puede, y ha sido, entendida como discriminacién por razones de sexo. Pero induso si se desea distinguir entre la discriminacién por causa dela orientacién sexual yla discriminacién por causa del sexo, los documentos fundacionales de la Convencién Americana dejan daro que hay otras “condiciones sociales” en funcién de las cuales se pueden negar derechos y libertades, y que éstas pueden constituir labase de una demanda legitima por discriminacién. La orientacién sexual es una de dichas condiciones. La “orientacién sexual” es una “categoria sospechosa” como ya ha sido ampliamente demostra- do por el derecho internacional, induyendo diversas resoluciones adoptadas porlas Naciones Unidas, Resolucién 1728 dela Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, fallos legales y leyes adopta- das por diversos estados contemporaneos, induyendo Espaita, Pai- ses Bajos y SudAfrica. La cuestién es si esta importante disposicién de la Convencién Americana puede ser interpretada de modo que induya ala discriminacién por causa dela orientacién sexual como una violacién de su propio compromiso para ampliar los derechos de libertad y privacidad para todas las personas. ¢Qué significa am- pliar los derechos y las libertades a tantas minorias sin ampliaslos para todos, especialmente para aquellos cuya orientacién sexual ha comportado la pérdida del empleo, el acoso, la negacién de la cus- todiay otras formas de tratamiento desigual, y la violacién de las li- bestades fundamentales? Discriminar en base ala orientacién sexual es privar alos individuos de su derecho a una orientacién afectiva y sexual basica, de su derecho a formar asociaciones privadas y a ser protegidos en contra dela discriminacién piblica en base alas afilia- ciones que forman. Claramente, es un modo de regular o de negasle a alguien la posibilidad de vivir abierta y honestamente con su de- seo y modo de amar. Bste tipo de deseo no puede ser nilegislado ni proscrito -es parte dela diversidad y dela compleja gama humana de sexualidad y amor. Para ser consistente y justa, laley debe reconocer que aquellos a los que se discrimina negativamente en base a su orientacién sexual sufren de una privacién ilegitima de sus derechos. La cuestién es 19 ‘evita NOMADIAS N15, 2012 si el tribunal acepta un conjunto de proposiciones discriminatorias como legitimas o si ampliard sus propios principios de un modo igualitario, es deci, de un moda que rehise distinguir entre mino- sias quemerecen proteccién legal y derechos basicos, y aquellas alas que se considera que no las merecen. Bs en el nombre de lalibertad ylaigualdad y, ciertamente, dela justicia, que esta accién ostensible. mente discriminatoria debe ser revocada y reparada. Atentamente, Git ae Judith Butler Gatedsitica Maxine Elliot Departamento de Retoriea, Literatura Comparada y Estudios de las Mujeres y del Género Ge Directora, Programa de Teoria Critica Universidad de Califomia, Berkeley 180 JUDITH BUTLER + Informe Anas Curse Nota 1 Las traducciones al espafiol de los citados voltimenes son: Butler, Judith. El _género en disputa. El foninismo y ta subversion de la identidad. México: Paidés 2001 [1990]; Butler, judith. Cuerpos que importa. Sotre los linttes materiales y ‘iscursives del “sexo” Buenos Aires: Paidés, 2003 [1993]; Butler, judith. Deshacer el género, Barcelona: Paicés, 2006 [2004]; Butler, Judith. El grito de Antigona Barveloma: El Roure, 2001 [2000], (Nota de la T) Adjuntos: Amranz, Enriquey Alfredo Oliva. "Quality of family context and copnitive develop- ment: A cross sectional and longitudinal study”. En Journal of Family Studies, Volume 6, No. 2: 130-142, agosto 2010 (Este estudio fue evaluado por la Uni- versidad de Cambridge) Deslaraci6n de la Unidin Americana por las Libertades Giviles (American Givil Lib- erties Union, ACLU): http:/ /wwwracks org/Igbt rights parenting Kaplan, Morn. Sexual Justice: Danocratic Citizenship and the Politics of Desire. New York: Routledge, 1997, Resolucién 1728 del Parlamento Europeo consultable en http / /assemblycoe int/ ‘Mainf asp’link=/Documents/ AdoptedText/ ta10/ERES1728htm Stacey, Judithy Timothy Biblarz. “How Does the Gender of Parents Matter”. Journal of Marriage ana Fanily,volumen 72, no. 1: 32.ebrero 2010, (How) Does the Sexual Orientation of Parents Matter? Ameriam Sodologécal Review 66, n.2'159-83, abril 2001 Weston, Kath. Families We Choose: Lesbians, Gays, Kinship. Nueva York: Columbia University Press, 2001 181

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