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La realidad que te toca vivir posee una serie de características que deben parecerte muy
“naturales”: buscar información en Internet, que tu mamá tenga un trabajo remunerado
fuera de la casa, enterarte instantáneamente de los principales acontecimientos que están
ocurriendo en el mundo, escuchar la misma música que los jóvenes de Quito o de
Hamburgo, asistir a un espectáculo musical o deportivo masivo. Sin embargo, todas estas
situaciones tan propias del mundo contemporáneo, tienen una existencia muy reciente si la
comparamos con el largo camino que ha recorrido la humanidad a través de la historia;
más aún si consideramos la velocidad con que estas innovaciones fueron desarrollándose
en relación con otras importantes transformaciones de impacto mundial.
¿Te has preguntado qué fuentes consultaban tus padres cuando tenían que hacer una
investigación? ¿Sabes desde cuándo tuvieron teléfono tus abuelos en su casa, y cuánto les
demoró obtenerlo? ¿Cuál era el sistema a través del cuál llegaban las noticias
internacionales a Chile hace cincuenta años atrás?
Para comprender cómo nuestro mundo llegó a tener las características que hoy posee,
debemos remontarnos a los procesos que permitieron esos cambios y para ello una vez más
es necesario que recurramos a la ayuda de la historia. A la historia reciente, al pasado en
que naciste tú, tus padres y tus abuelos, es decir, a la historia del siglo XX.
Para comenzar...
• ¿Podrías señalar qué procesos históricos son propios del siglo XX?
• ¿Sientes que en tu vida has presenciado o participado de algún acontecimiento histórico
de relevancia para la humanidad?
1. Para comprender nuestra realidad actual
A lo largo de tus estudios de enseñanza media has pasado varias etapas que te han
permitido acercarte a tu realidad social. Aprendiste, por ejemplo, las características de la
región donde vives y conociste más la comunidad que integras a través de las historias
locales y de los relatos de vida; conociste los principales procesos de la historia de Chile y
el largo devenir de la historia de la humanidad.
Sabemos que el objeto de la Historia es el estudio de los hechos pasados, pero los
historiadores viven estudian y escriben en el presente. Por lo tanto, la historia es un
ejercicio de la memoria sobre el pasado, a partir de problemas, interrogantes,
preocupaciones y normas que elabora el historiador en su presente. Es por eso que la
memoria y la Historia están sujetas a cambios y variaciones a lo largo de las épocas.
Cuando un historiador estudia un hecho pasado, su objetivo es comprender por qué las
cosas transcurrieron de una manera y no de otra. El tiempo, el transcurso y el cambio son
componentes fundamentales del análisis del historiador. Para explicar con más detalle este
complicado problema, José Luis Romero, un destacado historiador argentino, elaboró un
esquema explicativo a partir de tres elementos que según él, deben integrar toda Historia:
los sujetos, las estructuras y los procesos.
• Los sujetos.
Cuando se hace una investigación histórica, es imprescindible definir quiénes son los
sujetos (individuos o grupos) del proceso estudiado, reconociendo sus características y los
componentes de su identidad; explicando, además, cómo estos van cambiando o se
mantienen a lo largo del tiempo. Los historiadores han definido distintos sujetos históricos
en sus estudios: desde los héroes y gobernantes hasta el pueblo, las clases sociales o la
nación, así como las etnias o las mujeres.
• Las estructuras.
Los sujetos actúan sobre una realidad que proviene de su pasado, y que recibe el
nombre de estructura. La estructura es el conjunto de elementos que componen esa
realidad y que interactúan y se modifican mutuamente y en forma constante, dando lugar a
un sistema que mantiene sus características esenciales por largos períodos de tiempo. Por
ejemplo si nos situamos en Sarajevo, el 28 de junio de 1914, la estructura estaría compuesta
por el conjunto de elementos que caracterizaban a Europa y que provenían del siglo XIX:
las relaciones económicas, sociales y políticas, los objetos materiales, las formas de vida,
así como las interpretaciones de esa realidad, sus representaciones, los valores, los
sentimientos y las ideas.
• Los procesos.
La historia no solo estudia hechos aislados, sino procesos, es decir, la lenta
transformación de las estructuras por la acción de los sujetos. Las acciones de los
sujetos modifican las estructuras y crean otras nuevas, que a su vez modifican a los mismos
sujetos que originaron los cambios. En otras palabras, el mundo cambia porque nosotros
cambiamos y viceversa. Pero las estructuras no cambian según el antojo de lo sujetos, pues
no siempre las acciones de las personas tienen un objetivo claro, además aún en los casos
que lo tienen, las consecuencias de esas acciones no coinciden muchas veces con los
objetivos propuestos. Los sujetos crean la historia al operar sobre las estructuras, pero no
siempre son conscientes de la Historia que están creando.
• Lo económico.
Incluye el estudio de todos los aspectos de la actividad humana relacionados con la
producción, circulación y consumo de bienes y servicios, así como de las relaciones que los
hombres establecen entre sí para desarrollar estas prácticas.
• Lo social.
Corresponde al análisis de las formas en que las personas se organizan en grupos dentro de
la sociedad. Esa organización está dada por la estructura económica (grupos diferenciados
según las instancias de producción) y en ese caso corresponde hablar de clases sociales. Se
pueden usar además otros criterios de organización, como los religiosos, nacionales, étnicos
o profesionales.
• Lo político.
Es el estudio de las relaciones de poder establecidas entre las personas o grupos sociales:
los tipos de gobierno, el modo en que los grupos construyen y consolidan su poder, los
mecanismos mediante los cuales buscan su legitimación frente a los gobernados, las luchas
por el poder, los mecanismos de exclusión y de participación.
• Lo cultural.
Estudia todas las representaciones simbólicas que los grupos sociales hacen de su realidad y
que expresan los valores, sentimientos e ideas de una comunidad. Estas representaciones
son las que dan origen a las llamadas visiones de mundo.
Para los historiadores dividir la historia en períodos es una necesidad constante. Estas
divisiones, que se denominan periodización, no existen en la historia real, sino que son
propuestas por el investigador considerando sus hipótesis de estudio. Por lo tanto, son
convencionales y pueden ser sometidas a crítica y discusión. Esto es especialmente
frecuente cuando se hacen periodizaciones de la historia reciente o contemporánea. Por
ejemplo, ¿cuándo podemos decir que termina el período histórico del siglo XX: hacia 1989
– 1991, con la caída de los sistemas socialistas, o en septiembre del 2001, con el ataque
terrorista a las ciudades de Nueva York y Washington?
1.4 Siglos largos y cortos
Todos sabemos que un siglo dura cien años, ni más ni menos; sin embargo, esto no es tan
cierto si queremos delimitar un siglo de acuerdo a las tendencias que lo caracterizaron
utlizando criterios históricos. Un ejemplo de esto es lo que propone uno de los más
importantes investigadores de la historia contemporánea, el británico Eric Hobsbawm, para
quien el siglo XIX fue un siglo largo, mientras que el siglo XX habría sido más bien un
siglo corto. Este historiador fundamenta su postura en la comparación de las estructuras de
ambos siglos. Las tendencias típicas que caracterizaron al siglo XIX habrían comenzado a
desarrollarse antes del inicio del siglo, en 1789, con el comienzo la Revolución Francesa, y
se habrían mantenido sin sufrir alteraciones importantes hasta quince años después de
finalizado el siglo, cuandose inició la Primera Guerra Mundial (1914). En cambio, las
principales características del siglo XX surgieron con la Primera Guerra y habrían
terminado anticipadamente en 1991 con la disolución de la Unión Soviética y el derrumbe
del bloque socialista.
Trabajemos ahora
SINTETIZANDO A PARTIR DE LA DESCRIPCIÓN DE ESTRUCTURAS
■ En Tercero Medio estudiamos con detención las características históricas del mundo
occidental durante el siglo XIX. Procura ordenar tus conocimientos completando el
siguiente cuadro de síntesis. Para ello redacta brevemente las características estructurales
del período para cada uno de los aspectos que se señalan.
Características de la sociedad
Antes de iniciar el estudio del siglo XX es importante conocer a grandes rasgos sus
principales características y períodos. Así podrás apreciar de manera general los grandes
procesos que más tarde esudiarás en detalle.
Para la generación que vivió la Primera Guerra Mundial, ese acontecimiento marcó un
antes y un después. Desde entonces nada volvió a ser igual, especialmente porque antes de
la guerra las memorias recordaban varias décadas de relativa paz y porque después de ella,
la violencia y la destrucción llegaron a ser situaciones permanentes en sus vidas. Pero más
allá de las percepciones de los protagonistas, para los historiadores del siglo XX, muchos de
los cuales vivieron también ese acontecimiento, la Primera Guerra marcó el fin de un
período histórico y el inicio de otro, pues significó la transformación de las principales
estructuras del siglo XIX y el surgimiento de otras nuevas.
A partir de 1914, las estructuras que se habían consolidado en el siglo XIX entraron en una
profunda crisis. Todas las certezas que sustentaron la sociedad occidental se hicieron trizas,
y con ellas se acabó un período histórico, el decimonónico, inaugurándose la historia del
siglo XX. Durante el primer período del siglo XX (1914 a 1945), Europa dejó de ser el
modelo que muchos países del mundo habían querido imitar. En su lugar, otros gigantes
pasaron a encarnar las aspiraciones de los pequeños habitantes del mundo.
Uno de los aspectos en el que se aprecia con mayor claridad la continuidad y el cambio de
la estructuras es el económico, pues el capitalismo, enfrentado a una crisis profunda en los
inicios del siglo XX, debió replantear sus postulados y aceptar compartir el mundo con el
modelo socialista, que durante el siglo XX surge y se expande. Este cambio fue
momentáneo, ya que hacia fines del siglo XX corto, tras el derrumbe del bloque socialista,
el capitalismo retomó la posición de liderazgo que había consolidado durante el siglo XIX.
En el plano político hay algunos cambios más evidentes que otros. La hegemonía que
Europa ejerció en forma indiscutida durante el siglo XIX, tras la primera Guerra Mundial
comenzó a debilitarse y después de la Segunda fue reemplazada definitivamente por
Estados Unidos y la URRS dando paso a un orden bipolar que tras la disolución de la
Unión Soviética pasó a convertirse en el actual orden unipolar hegemonizado por
Estados Unidos. Por otra parte, las experiencias totalitarias del siglo XX dieron por
resultado una importante revaloración de los sistemas democráticos en el mundo
occidental; sin embargo, esto no ha impedido que, hacia fines del siglo XX corto, el
florecimiento del nacionalismo y del neofascismo estén atentando contra los derechos y la
igualdad de millones de personas en el mundo.
Sin embargo, los mayores cambios se aprecian en el plano cultural y social. Ponemos dos
ejemplos que no tienen parangón con ninguna otra época histórica: el gran avance
científico y tecnológico que experimenta la humanidad durante el siglo y el proceso de
globalización, con sus expresiones económicas, sociales, políticas y culturales. Por otra
parte, un proceso, que de acuerdo a los especialistas constituye una de las transformaciones
más relevantes del siglo XX, es la configuración de una sociedad de masas, cuestión que
habría marcado una ruptura definitiva con las características de la sociedad del siglo XIX,
marcadamente elitista.
2.3 El fin de siglo: un tema en discusión
En agenda
DESCRIBIENDO EL CAMBIO A PARTIR DE CRITERIOS DADOS
El 11 de septiembre del 2001 el mundo fue testigo de un hecho que por su impacto y
magnitud tuvo todas las características de convertirse en un acontecimiento de quiebre
histórico. Más de una hipótesis señala que ese día se inició un nuevo período, y que por lo
tanto, el siglo XX corto se habría prolongado más de lo que planteábamos al comienzo de
este texto. En esos días, los medios de comunicación de masas en un importante número de
reportajes e investigaciones, indagaban el impacto y los cambios que los ataques a las
ciudades de Nueva York y Washington podrían ocasionar a nivel mundial.
■ Investiga los reportajes y estudios que tocaron ese tema entonces, y que seguramente hoy
lo siguen haciendo.
• Define uno o más criterios y elabora una síntesis de las principales transformaciones que
se proyectaba que ocurrirían o bien ya ocurrieron en el mundo. Te sugerimos algunos.
Para estudiar la historia de siglo XX, aceptaremos la propuesta que pone sus límites entre
1914 y 1991, es decir, entre la Primera Guerra Mundial y la disolución de la URRS. Si
analizamos las características de la economía, la relación de fuerzas entre las potencias en el
ámbito mundial, el desarrollo de los movimientos y actores sociales, los avances logrados
por la ciencia y la tecnología, y las características de los movimientos culturales, podremos
apreciar que los aproximadamente 80 años de historia del siglo XX corto, ofrecen
características muy disímiles entre sí, que permiten que podamos establecer entre ellos
distintos períodos históricos, marcados cada uno por elementos que les otorgan unidad o
divergencia.
Lee con atención la síntesis correspondiente a cada una de las etapas en que hemos dividido
el siglo XX.
A continuación encontrarás una lista con nombres de personajes y acontecimientos
políticos, tecnológicos y culturales desatacados del siglo XX.
■ Haz una línea de tiempo del siglo XX subdividida según las etapas que reseñamos en el
cuadro anterior.
• Localiza en tu línea de tiempo los acontecimientos y personajes del listado que damos a
continuación, indicando una fecha precisa en caso de ser necesario.
• Señala con qué país o región del mundo relacionas cada uno de esos acontecimientos o
personajes
• Completa esta lista con otros acontecimientos o personajes que a ti te parezcan relevantes.
• Compara tu línea de tiempo con las de tus compañeros y finalmente revisen con su
profesor(a) que sean correctas.
Unas de los rasgos distintivos del siglo XX que acompaña todo su desarrollo y que lo
distingue con claridad del siglo XIX es la aparición y desarrollo de la sociedad de masas en
remplazo de la sociedad elitista. La política, la economía, la producción cultural y los
medios de comunicación estarán fuertemente determinados por este nuevo fenómeno. Los
aspectos más característicos que alcanzará este fenómeno a lo largo del siglo XX tendrán
sus primeras expresiones en la primera etapa correspondiente a la Primera Guerra Mundial
y al período de entreguerras que le siguió.
Trabajemos ahora
CONSTRUYENDO CONCEPTOS A PARTIR DE SITUACIONES CONOCIDAS
Los conceptos de: espectáculos masivos, medios de comunicación de masas o masificación
del consumo, son utilizados con frecuencia como parte de nuestro lenguaje coloquial y
seguramente tenemos mucha claridad de qué queremos decir con ellos cada vez que los
utilizamos.
En esta oportunidad queremos proponerte que reflexiones en torno a esas ideas, para tratar
de elaborar enseguida, un concepto que explique qué es una sociedad de masas y por qué
este proceso corresponde históricamente a una característica propia del siglo XX.
4.1 La Guerra despertó a la masa
La Primera Guerra permitió crear las condiciones para que surgiera una sociedad de masas,
pues significó el reclutamiento y la movilización de millones de hombres a los frentes de
batalla y la integración de millones de mujeres a los puestos de trabajo que quedaron
vacantes y a los nuevos puestos que se crearon para satisfacer las demandas en armas,
municiones, ropas y alimentos de los combatientes.
La participación política masiva es un proceso histórico propio del siglo XX, engendrado
bajo el fuego de la Primera Guerra y parte fundamental de lo que se define como una
sociedad de masas. Después de la Primera Guerra, los partidos políticos que representaban a
la elite fueron derrotados progresivamente en el mundo occidental por partidos que se
definieron como “de masas”, es decir, que aspiraban a representar a sectores mayoritarios,
que hasta entonces habían sido excluidos de las decisiones y que podían ser identificados
como la nación, los trabajadores, el pueblo o el proletariado. La sobrevivencia de los
partidos políticos de la elite dependió de su capacidad para captar los intereses y
necesidades de “la masa” y de readecuar su discurso y práctica a las nuevas condiciones del
siglo XX.
En la última etapa del siglo XX, se ha sufrido una involución en este sentido y la
característica general en muchos países que experimentaron la ebullición por participar
políticamente, es la apatía y el escepticismo ante las verdaderas ventajas y logros que ofrece
dicha posibilidad.
4.3 Los medios de comunicación: cultura y poder
A fines del siglo XIX ya se había inventado el cine, y en los inicios del nuevo siglo, la
radio. Estos inventos se sumaban al periódico que tenía una forma similar a la actual desde
el siglo XVII. Eran los primeros medios de comunicación, llamados más tarde de masas, y
fueron los que dominaron la sociedad después de la Primera Guerra Mundial y durante el
primer período del siglo XX corto (1914-1945). En los períodos siguientes, el desarrollo
tecnológico fue aportando otros: la televisión en la Guerra Fría (1945-1989) e Internet en el
período post Guerra Fría. Sin embargo, fue durante las primeras décadas del siglo XX que
su uso se masificó, adquiriendo dos de las funciones sociales que caracterizan su desarrollo
a través de todo el siglo: la de difusión de expresiones culturales clásicas, herederas de la
culura elitista de los siglos anteriores, y las nuevas creadas por la cultura popular, y la de ser
poderosos instrumentos de propaganda y publicidad.
La radio transformó la vida de los pobres y especialmente la de las dueñas de casa pobres;
con sus transmisiones el mundo entraba en sus hogares y ponía a su alcance todo lo que se
podía decir, cantar o expresar por medio del sonido. Los noticiarios, los reportajes, las
entrevistas, los radioteatros, fueron creaciones culturales que surgieron con la radio, la
mayoría de ellas aún vigentes. También puso a disposición de las masas la misma
información, vinculando de esa forma a personas muy distintas. Pero el mayor aporte fue la
difusión de la música, característica que conserva hasta hoy. Una serie de expresiones
locales como el tango argentino, la zamba brasileña o el jazz afroamericano se expandieron
y desarrollaron junto con la radio.
Dos elementos incorporados a los periódicos permitieron que la gente común y corriente
fuera integrada como protagonista a la prensa y se sintiera reflejada en ella: el reportaje y
la fotografía. El primero alcanzó en los años veinte la condición de un género aceptado de
la literatura, con un contenido casi exclusivamente de crítica social. Importantes escritores,
como Ernest Hemingway, no solo se inspiraban en la vida real para su producción literaria,
sino que escribían reportajes en los periódicos. Por su parte, el triunfo del periodismo
gráfico se basó en la creencia ilusoria de que la “cámara no miente”, y en la tendencia
iniciada entonces de ver y comprender el mundo a través de las imágenes.
Desde su nacimiento el cine fue un entretenimiento netamente popular, y el primer intento
de producir arte para un público masivo, que, a diferencia del lector de periódicos, poseía
escasa instrucción. Su rápida difusión en casi todo el mundo y la gran popularidad
alcanzada en Europa y Estados Unidos lo convirtieron en el principal medio de
comunicación de masas del período de entreguerras. Países como Japón e India fueron
grandes productores de películas. Incluso en países alejados de los principales centros
industriales y culturales se producían una significativa cantidad de largometrajes al año. Por
ejemplo, en Chile, entre 1910 y 1931 se produjeron 78 filmes, 15 de ellos en 1925, siendo
hasta nuestros días la mayor producción anual. Uno de sus aportes fue la consolidación del
periodísmo gráfico y aunque estuvo influenciado por las elites artísticas y vanguardistas, su
principal característica fue recoger y expresar los gustos e intereses populares.
El cine fue utilizado como medio de propaganda ideológica por grupos o gobiernos o
puesto bajo el control y censura de los regímenes totalitarios. El cine hollywoodense
exportó en sus películas el “estilo de vida norteamericano”, un modelo idealizado de tipo
comercial, que fue cuestionado por el cine de Charles Chaplin y otros productores afines.
Sus personajes mostraban imágenes descarnadas, despojadas de idealismo: la dureza e
inhumanidad del mundo del trabajo, el hambre, la pobreza, y el abandono. A la crítica
social se sumó la abiertamente política, sobre todo en El Gran dictador, sátira del nazismo
y de Hitler, estrenada durante la guerra (1940).
Por otra parte, el gobierno revolucionario ruso creó una Escuela Cinematográfica en 1919
destinada a formar a los nuevos técnicos y artistas. El gobierno bolchevique comprendió
muy temprano la importancia del cine como entretenimiento popular, fuente de ingresos,
educador y transmisor de los nuevos valores revolucionarios. Con el director Sergei
Eisenstein (La huelga, 1924, El acorazado Potemkin, 1925; Octubre, 1929) el cine
soviético construyó cinematográficamente la historia de su revolución y alcanzó
reconocimiento mundial. En Alemania, el cine de producción independiente de los
tempranos años treinta (El Angel Azul, 1930) junto con el realismo social y político (Berlín,
Alexanderplatz, 1931) caracterizado por el drama psicológico y la decadencia de los
burdeles, desapareció bajo el nazismo, y solo se filmaba bajo la estricta supervisión del
régimen.
La radio, los diarios y el cine fueron los primeros medios de comunicación de masas, su
desarrollo seguirá siendo de gran importancia durante todo el resto del siglo, aunque
deberán compartir privilegios con nuevos medios que el avance de la tecnología pondrá a
disposición de la humanidad.
PAGINAS DE DESARROLLO
Las prácticas deportivas modernas tienen su origen en la Inglaterra de fines del siglo XIX.
En esta época, para las diferentes clases sociales británicas, el deporte se transformó en
parte fundamental de sus estilos de vida y en un mecanismo de identidad social: había
deportes aristocráticos (caza, tiro al blanco, esgrima, carreras de caballos), deportes de clase
media (rugby, tenis) y deportes propios de los obreros (fútbol). Las prácticas atléticas se
impusieron en escuelas y universidades, puesto que se consideraban esenciales para
promover la salud, la disciplina, el compañerismo y el espíritu de competencia individual,
aptitudes consideradas imprescindibles para los individuos de una sociedad burguesa y
capitalista, que por entonces vivía su época de esplendor.
“En la esfera de la cultura popular, el mundo era o norteamericano o provinciano. Con una
sola excepción [...] Esa única excepción fue el deporte. En esa rama de la cultura popular –
¿podría negarle la calidad de arte quien haya visto al equipo brasileño en sus días de
gloria?–, la influencia de Estados Unidos se dejó sentir únicamente en la zona de influencia
política de Washington. Al igual que el cricket solo es un deporte popular en las zonas de
influencia británica, el béisbol solo se difundió allí donde los marines norteamericanos
habían desembarcado alguna vez. El deporte que adquirió preeminencia mundial fue el
fútbol, como consecuencia de la presencia económica del Reino Unido, que había
introducido equipos con los nombres de empresas británicas, o formados por británicos
expatriados (como el Sao Paulo Athletic Club) desde el polo al ecuador. Este juego sencillo
y elegante, con unas normas y una indumentaria poco complicadas, que se podía practicar
en cualquier espacio más o menos llano de las medidas adecuadas, se abrió camino en el
mundo por méritos propios y, con la creación del Campeonato del Mundo en 1930 (en el
que venció Uruguay) pasó a ser predominantemente internacional.”
(Eric Hobsbawn, Historia del siglo XX, Crítica, Buenos Aires, 1998, página 201)
Un arte de raíces populares
“… desde finales del siglo XIX un auténtico torrente de innovación creativa autónoma
había empezado a fluir en los barrios populares y del entretenimiento de algunas grandes
ciudades.[…] y la revolución de los medios de comunicación difundió sus productos mucho
más allá de su medio originario. En ese momento tomó forma el tango argentino, que se
extendió del baile a la canción, alcanzando su máximo esplendor e influencia en los años
veinte y treinta. Cuando en 1935 murió en un accidente aéreo su estrella más célebre,
Carlos Gardel, toda Hispanoamérica lo lloró, y los discos lo convirtieron en una presencia
permanente. La samba destinada a simbolizar el Brasil como el tango la Argentina, es el
fruto de la democratización del carnaval de Río en los años veinte. Sin embargo el
descubrimiento más importante, y de mayor influencia a largo plazo, en este ámbito fue el
del jazz, que surgió en los Estados Unidos como resultado de la emigración de la población
negra de los estados sureños a las grandes ciudades del medio oeste y del noroeste: un arte
musical autónomo de artistas profesionales (principalmente negros).
Taller
Reflexionen
• Reúnanse en grupos de a cuatro para preparar una argumentación que pueda ser
presentada a modo de panel ante el curso con relación a uno de los siguientes temas:
– ¿Qué condiciones históricas y sociales permiten convertir el fútbol en un deporte de
masas?
– ¿Qué condiciones históricas y sociales permitieron convertir manifestaciones musicales
de carácter local, en expresiones que representaban a millones de personas en el mundo?
– ¿Comparten o no la apreciación del historiador Eric Hobsbawn, quien señala, que el
descubrimiento más importante, y de mayor influencia a largo plazo, en el ámbito musical
fue el jazz?
– ¿Cuáles son los orígenes históricos de la música que actualmente escuchan, y que cuenta
con su predilección?
• Cuando todos los grupos concluyan su reflexión, elaboren en conjunto una nueva
definición de sociedad de masas, y compárenla con la que habían elaborado
individualmente al inicio de esta unidad.