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Nuestra Actitud Marca la Diferencia

Por Rick Boxx

Algunas veces las explicaciones surgen em momentos inesperados. Hace poco


tiempo pasé por una experiencia vergonzosa al visitar un restaurante. “fast-food”.
El area de alimentación esta sucia y necesitaba desesperadamente una limpieza
profunda. El equipo de funionarios mostraba indiferencia y hostilidad. Me pregunté:
¿Cuál es el problema con este lugar?

Sin sombra de dudas los dueños habían pagado el mismo valor de franquia y los
funcionarios habían recibido el mismo entrenamiento que las demás tiendas de la
red. Ofrecian los mismos productos y los procedimientos eran idénticos que
cualquier otro restaurante de la franquía. Era verdad que la administración
ineficiente era uno de los motivos, pero no estaba convencido que este fuera el
único factor responsable por su mal desempeño. Entonces, se me ocurrió que el
problema fundamental fuese la actitud. Por alguna razón, aquel restaurante y sus
funcionarios parecian afligidos por la actitud negativa y por el espíritu de derrota.

Imagine a álguien criado en un ambiente en que siempre le dijeron que él era burro.
Al llegar a la edad de trabajar estaría convencido que realmente era burro e
incompetente. Todo lo que podría desear sería sobrevivir. Este restaurante parecía
lleno de personas así: meros sobrevivientes, no realizados. Convencidos de que
eran incapaces de ser exitosos, el único objetivo era llegar al día siguiente con el
menor esfuerzo posible.

Es increible como nuestra actitud marca la diferencia al enfrentar cada día y lo que
somos capaces de realizar. La Biblia dice: “Porque cual es su pensamiento en su
corazón, tal es él” (Proverbios 23:7). La perspectiva que tenemos sobre nosotros y
sobre las circunstancias que nos cercan pueden ejercer un tremendo impacto sobre
lo que hacemos, como lo hacemos y la manera como es considerado por otros.

¿Usted es un sobreviviente que desea tornarse un realizador, o abriga


pensamientos negativos y destructivos sobre el pasado? Haga un esfuerzo, con la
ayuda de Dios, para transformar su mente, adoptando una nueva actitud con
relación a sí mismo y a la situación en la que se encuentra. Usted puede comenzar
manteniendo el foco sobre la verdad: Filipenses 4:8 dice: “Por lo demás, hermanos,
todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo
amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de
alabanza, en esto pensad”

Años atrás los consultores y pre-lectores motivacionales hablaban mucho sobre el


“poder del pensamiento positivo”. Ese “poder” tiene sus límites. Es necesario mas
que solo pensar positivamente para tornarse un atleta a nivel mundial, un vendedor
de primera linea, o un ejecutivo altamente respetado. Pero, una actitud negativa,
sin duda, impide que las personas alcancen objetivos elevados.

Una historia cuenta sobre dos escultores a quienes les preguntaron que estaban
haciendo. Uno de ellos respondió: Ëstoy cortando piedras en bloques” El otro dio
una respuesta totalmente diferente: “Formo parte de un equipo que está
construyendo una catedral”

Al encarar su trabajo hoy, ¿qué estará haciendo: simplemente cortando piedras en


bloques, o participando de la construcción de una catedral?

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