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Juan Mari Bras y Otros v. Juan F. Casaas, etc., demandado y apelado. 1. PARTES DEL CASO: MARI BRS VS.

CASAAS 2. CITACIN OFICIAL: 96 DPR 15 [1968] 3. HECHOS DEL CASO: QU PAS CON LOS PERSONAJES DEL CASO? NARRELO COMO SI FUERA UNA NOVELA BIEN CORTA. SON LOS 'MUEQUITOS' DEL CASO. En cuanto a si las garantas constitucionales a que se refiere esta seccin son bice para la imposicin de un tributo municipal sobre el volumen de negocios que realizan las estaciones de radio, se concluye que, aun cuando se trate de la prensa, el Estado, o en su caso el municipio, puede imponer contribuciones a su negocio ( license taxes ), siempre que la medida que se adopte sea de carcter general, o sea, que se aplique a todos los negocios en la jurisdiccin territorial, por lo menos, a los que estn en igualdad de condiciones, sea uniforme en el tanto por ciento de exaccin que se impone y, a su vez, ste resulte razonable. Op. Sec. Just. Nm. 38 de 1963. Se viola la Libertad de palabra y de prensa; reunin pacifica; peticin para reparar agravios. 4. CONTROVERSIA: ES LA PREGUNTA O PREGUNTAS PRINCIPALES QUE DEBE CONTESTAR EL TRIBUNAL. Se restringir la libertad de prensa del pueblo en asamblea pacfica? 5. DECISIN: QU DETERMINACION TOM EL TRIBUNAL? PUEDE CONTESTESTARLO EN UNA ORACIN. No se aprobar ley alguna que restrinja la libertad de palabra o de prensa o el derecho del pueblo a reunirse en asamblea pacfica y a pedir al gobierno la reparacin de agravios. 6. FUNDAMENTO: SE REFIERE A LAS RAZONES LEGALES QUE OFRECE EL TRIBUNAL PARA RESPALDAR LA DECISIN QUE TOM EN ESE CASO EN PARTICULAR. ESTA DEBE SER LA PARTE MAS EXTENSA Y COMPLETA DE SU ANLISIS. De acuerdo al Tribunal Supremo, la razn por la cual se tom la decisin fue por la Libertad de prensa. La prensa en el desempeo de sus funciones no puede estar sujeta a limitaciones que le impidan hacer conclusiones o inferencias razonables de los hechos que da a da informan, pero esto no significa que un peridico pueda difamar de manera intencional o con negligencia crasa, deprimiendo as o denigrando la memoria de un muerto y desacreditando o provocando a los parientes y amigos sobrevivientes. Mndez Arocho v. El Vocero de P.R., C.A. 92-75A (1992).

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