Remembranza

Por un momento olvido dónde estaba y sintió una tranquilidad absoluta. En

algún lugar del cielo el sol brillaba con fuerza mientras las nubes se desplazaban
majestuosamente. El fuerte viento ondulaba su larga y rubia cabellera cuando
comenzó a recordar.
Había vivido su infancia en la opulencia, protegida por el cariño de su
padre y de su madre, pero su condición había hecho que su vida fuera difícil.
Tenía episodios de euforia desbordada alternados con periodos de postración ye
tristeza extrema. Durante su adolescencia había recurrido a las drogas y al
alcohol, lo cual no había hecho sino exacerbar su problema. En varias ocasiones
había intentado suicidarse, pero en cada una de las ocasiones había sido salvada
por la intervención de sus padres. Fue una época difícil. Y empeoró cuando cumplió
dieciocho años .Un accidente de tránsito segó la vida de su padre. Su vida se
convirtió en una onírica mezcla de eventos entremezclados: la euforia de las
fiestas y discotecas se combinaba de forma grotesca con su estancia en manicomios
y centros de rehabilitación. Estaba perdida.
Después, llegó él… y su vida cambió. La tristeza la abandonó por completo.
Cerró los ojos e inundó su mente en el recuerdo de su ser. Evocó la sensación de
sus cuerpos desnudos, su tersa piel perlada de sudor, moviéndose en un frenético
vaivén. Abrió los ojos. El viento arreciaba, las nubes comenzaron a moverse
rápidamente como en una vorágine. Se dejó envolver por la fuerza de los recuerdos
que la avasallaban: La boda había sido un suceso feliz, impíamente manchado por la
reciente muerte de su madre: el cáncer la había consumido unos meses antes de la
celebración. Durante la larga agonía el amenazador espectro de la depresión la
había vuelto a asolar, pero él había estado ahí, siempre a su lado, brindándole
apoyo incondicional durante el difícil trance.
Los años siguientes habían sido una larga luna de miel. Gracias al dinero de
sus padres viajaban a su antojo a cualquier lugar del mundo. Recordó como la noche
anterior se habían complacido con los viejos vicios de su adolescencia. Había sido
una noche desbordante de placer. Súbitamente se sintió mareada, abrió los ojos
solo para ver que el mundo giraba desenfrenadamente… algo estaba … ¿mal?. Las
imágenes se agolparon en su mente de forma vertiginosa. La noche anterior… el
éxtasis, el alcohol, las tachas, las horas de sexo sin fin, el despertar al medio
día , la varonil figura desdibujada tras las cortinas , la hermosa vista marina al
salir al balcón a saludarlo , su desconcierto ante la despiadada frialdad del
rostro del desconocido , el súbito pánico seguido por un contundente empellón
La comprensión la golpeó como un rayo justo antes de estrellarse con las
filosas rocas. El muy maldito se lo iba a quedar todo.