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Evangelina Chavez
Actividad del
Módulo:’Transformaciones
y Desafíos de la Educación’
Evangelina Chavez
Evangelina Chavez 2
Actividad del Módulo:’Transformaciones y Desafíos de la Educación’
Recuerdo el día que trajeron a casa el televisor color. No podíamos siquiera imaginarnos
con lo que nos íbamos a encontrar. Por eso para apoyarnos en ese momento y calmar las
ansiedades, nos agrupamos unos cuantos familiares y vecinos esperando la llegada del
“nuevo miembro de la familia”. Costó un poco pero pudimos sintonizar los dos canales
locales que en ese momento estaban al aire, y que son los que seguirían estando sino
hubiera sido por la feliz llegada de la televisión por cable. Nos quedamos hasta que la
programación terminó, nos quedamos hasta la media noche… y al otro día a las 12 am que
era cuando volvía a empezar la transmisión, el televisor ya estaba prendido! y por primera
vez podíamos diferenciar los colores de la señal de ajuste y ver el celeste de la bandera
nacional con los que iniciaba la programación.
Algo parecido pasó cuando después de un largo plan de cuotas elevadísimas nos avisaron
que nos iban a instalar la línea de teléfono y nos iban a dar ese aparatito gris que ya tenían
algunas familias amigas, y no íbamos a tener que ir más hacia el aparato anaranjado de la
esquina de casa para poder avisarle algo a alguien, igual sabíamos que era sólo para
emergencias porque el costo de la comunicación era terriblemente elevado. Todos los que
conocíamos fueron avisados personalmente para que ese día hicieran una breve llamada
para probar si el aparato funcionaba.
También recibimos con gran entusiasmo familiar al grabador con los casettes, en los
cuales podíamos grabar nuestras voces si apretábamos dos botones en vez de uno, y
luego escucharnos, pero algo raro había porque ciertamente la voz no era la misma! …
Pero con la llegada de la primera computadora, la CZ Spectrum 1500, varias de las
personas mayores que antes no faltaban a estos eventos dejaron de sentirse convocados
y ya no participaban demasiado. Había que conectar el nuevo aparato con el televisor,
con el grabador, aparecían en escena unos cuantos cables, se iba complicando… igual que
cuando trajeron la videocasetera para ver películas, era buena idea pero se debía calibrar
y además el negocio para alquilar las películas quedaba a siete cuadras y no eran
demasiado económicas.
Iban surgiendo cosas nuevas pero se iban complejizando un poco para los más grandes
que dejaron poco a poco que los más jóvenes se hicieran cargo de éstas cuestiones y así
en casa casi nadie se enteró del día en que llegó el reproductor de CD, varios siguieron con
casettes e incluso los discos de vinilo.
La vertiginosidad con la que empezaron a venir las novedades fueron relegando a los
mayores pero los jóvenes también estábamos sorprendidos con las cosas que aparecían y
las que escuchábamos que iban a venir. Cuando tuve el primer celular, que sobresalía
bastante de mis dos manos sosteniendo con fuerza el costoso aparato, pude notar que
algunos de los jóvenes no llamaban desde el lugar dónde decían estar… aún no se habían
percatado de la identificación de llamadas.
clase entera para ver cómo mandaba a pedir por e-mail a un laboratorio en Norteamérica
actualizaciones acerca de un trabajo de Investigación, nunca habíamos prestado tanta
atención en la clase … incluso al otro día, fuera del horario de cursada, fuimos a ver si
habían respondido.
Se pensaba en cuanto tiempo se ahorraría ya que la información iba a venir mucho más
rápido por la computadora que traída por el cartero, y en cuánto se simplificarían muchas
cosas, pero no pensábamos que era algo que podíamos llegar a tener en nuestras casas
algún día y menos que podía servir para tantas otras cosas, como conseguir música y
películas, buscar cómo hacer el nudo de una corbata o un trago, jugar a un video con
personas de otros países en tiempo real, estudiar y obtener un título de grado o posgrado,
planear revoluciones y guerras, conocer amigos, producir, comprar, vender, buscar
trabajo, amores y diversión.
Más allá de las experiencias personales y de cómo cada uno haya ido incorporando a su
historia personal, familiar y laboral el uso de las tecnologías que en muchos casos, pero no
en todos, han venido a simplificar algunos cosas, va surgiendo en el escenario de la
política internacional un nuevo “umbral de poder”1 difícil de escalar para aquellos estados
no hegemónicos, que ya no era el Estado Continente Industrial sino el Estado Continente
1
Marcelo Gullo, La Insubordinación Fundante, Editorial Biblos, 2008
Tecnológico, con una nueva herramienta para provocar la subordinación de aquellos que
no se hubieran desarrollado en los aspectos, quedando algo lejana la visión de Masuda
que en su obra Computopía (1966) postula a una Sociedad de la Información que ofrecerá
nuevos conceptos de libertad e igualdad en la que se favorecerá la creatividad ya que la
“… sociedad de la información será una sociedad sin clases, libre de un poder dominante y
cuyo núcleo serán las comunidades voluntarias…”
La historia de la humanidad nos muestra lo temerosos y reacios que nos hemos mostrado
frente a cambios como la Imprenta, el teléfono, la fotografía o el cine entre otros tantos,
pero es un hecho que estos cambios han venido para quedarse y atravesarlo todo y que
han replanteado por completo la forma en que realizábamos acciones cotidianas como
comprar, vender, socializar, producir, enseñar, aprender, ejercer la didáctica y la
pedagogía y otras tantas cosas que hoy llevamos a cabo poniendo a las tecnologías de por
medio y el desafío es el poder apropiarnos de los avances y seguir mejorando como
individuos y como sociedad y proponernos como fin lograr la “igualdad de oportunidades”
a la que Masuda hace referencia(Computopía, 1966) .