Está en la página 1de 2

Hacer Paz con el Pasado 2: Cultivar Gratitud.

Por Tom Moon MFT, terapeuta mental de San Francisco

Como escribí anteriormente, es una perogrullada que si queremos ser feliz hoy,
tenemos que encontrar alguna aceptación y paz con respecto al dolor y las
desilusiones del pasado; y que dos métodos poderosos para lograr esa aceptación
es el practicar el perdón y cultivar gratitud. La última vez hablé del perdón. Esta
vez el foco será en la gratitud.
A veces encuentro extraño que en mi profesión, que está supuesta ser acerca de
lograr la felicidad, tantos parecen pensar que podemos encontrarla centrándonos
en el dolor, los fracasos, las desilusiones, el abuso, y los traumas del pasado.
Es verdad que puede haber una curación poderosa al hablar de las injusticias que
nos fueron hechas, especialmente si las hemos mantenido en secreto, negado que
han pasado, o nos hemos culpados de ellas. Pero si perdemos vista del hecho que
el objetivo último de este trabajo es dejar ir y seguir hacia adelante, y si nos
atascamos en la victimización, la rabia y la revancha, entonces nos cerramos la
posibilidad de encontrar la paz. Eso es porque los pensamientos negativos intensos
sobre el pasado tienden a bloquear los sentimientos de contentamiento y
satisfacción.
La gran filósofa, Lily Tomlin (en realidad un comediante famoso estadounidense),
observó una vez: "La Humanidad inventó el idioma porque tiene la necesidad
profunda de quejarse". Los seres humanos estamos hechos de manera tal que nos
inclinamos a enfocarnos más en batallar, y en la desdicha, que en la felicidad y la
paz. Nuestros cerebros complejos evolucionaron como instrumentos para anticipar
y vencer los peligros, para evitar dolor, y para resolver problemas; así que los
peligros, el dolor, y los problemas son lo que capturan nuestra atención. Lo que no
es problemático, o es agradable y armonioso tiende a escaparse hacia el fondo.
Habiendo disfrutado de buena salud la mayor parte de mi vida, por ejemplo, yo lo
tomo generalmente como algo normal y sin importancia. Pero hace unos años
atrás, me afectó una enfermedad que duró seis semanas. Cuando pasó, y sentí que
mi fuerza volvía, experimenté una gratitud intensa. Pero unos pocos días después,
la conciencia sobre mi salud retrocedió de nuevo, y una vez más empecé a tomarla
como algo normal y sin importancia. La mayor parte de nosotros somos así:
pasamos por alto los aspectos no problemáticos de nuestras vidas.
Esto sugiere que si deseamos emociones más positivas en nuestras vidas, como la
gratitud, tenemos que cultivarlas deliberadamente. Hace unos años atrás, dos
psicólogos, Michael McCullough y Robert Emmons, empezaron una serie de
experimentos que ellos llamaron The Research Project on Gratitude and
Thanksgiving. El propósito fue ver si centrándose deliberadamente en gratitud
mejoraba el bienestar. Los estudios implicaron más de 2.000 sujetos. En un
experimento, cientos de personas en tres grupos diferentes mantuvieron agendas
diarias. El primer grupo llevó un registro de los acontecimientos que ocurrían
durante el día; el segundo registró sus experiencias desagradables; y el tercero
hizo una lista diaria de cosas por las cuales ellos estuvieron agradecidos.
Los investigadores estaban asombrados de los enormes efectos que observaron. Los
que hicieron los ejercicios diarios de gratitud reportaron niveles más altos de
vigilancia, entusiasmo, determinación, optimismo, y energía. McCullough informó
"En sólo dos a tres semanas ellos reportaron ser más felices. Las personas cercanas
a ellos pudieron ver también la diferencia". Ellos experimentaron menos depresión
y estrés, y mejor calidad y duración de sueño. Tenían más probabilidad de ayudar a
otros, ejercitaban más regularmente, e hicieron más progresos hacia el
cumplimiento de objetivos personales. Estaban más posibilitados de sentirse
amados, quizás porque la gratitud favorecía un ciclo positivo de bondad recíproca.
Emmons comentó "Si usted desea una estrategia que aumente su felicidad, hay
mucho alrededor de usted que lo puede ayudar. Puede tomar productos
farmacéuticos como Prozac. Pero la gratitud es algo que no tiene efectos
secundarios".
A consecuencia de esto, y proyectos de investigación similares, Psicólogos
Positivos, que se centra en aumentar las emociones positivas como la alegría y la
felicidad, prescriben a sus clientes practicar la gratitud regularmente. En su libro
Authentic Happiness, Martin Seligman, uno de los líderes del movimiento Positive
Psychology, recomienda dos ejercicios de gratitud. En el primero, las instrucciones
son reservar cinco minutos libres cada noche, preferiblemente al momento de la
hora de acostarse. Piense sobre las veinticuatro horas anteriores y anote, en líneas
separadas, hasta cinco cosas en su vida de las cuales usted está agradecido. Haga
esto a diario por dos semanas, y si lo encuentra útil, integre la práctica en su
rutina diaria. En el segundo ejercicio, las instrucciones son escoger a una persona
hacia la cual usted siente gratitud. Utilice algún tiempo escribiéndole a esta
persona un testimonio de su gratitud, que sea lo suficientemente breve para caber
en una página. Plastifique la página, y en una reunión cara a cara con la persona,
preséntesela a él, o a ella, y léala en voz alta. Seligman reporta que sus clientes
informan grandes beneficios de estas prácticas a menudo.
La religión y la filosofía han aceptado, desde hace mucho tiempo, que la gratitud
es un elemento imprescindible de la virtud, y un componente importante para la
salud, la integridad y el bienestar. Hoy en día, investigaciones psicológicas
confirman esa antigua sabiduría. Nuestro bienestar depende mucho más en nuestra
actitud hacia nuestras circunstancias, que en las circunstancias en sí mismas. La
felicidad es un trabajo interior.
Tom Moon MFT, terapeuta mental de San Francisco.
http://www.tommoon.net/articles/makingpeace2.html
Traducido del Inglés al Español por Gladiolo.
http://www.gladiolosoy.com

También podría gustarte