Tres acontecimientos históricos, preceden y sirven de marco a la celebración de
la COP-16 de Cancún: el aumento record en los precios del petróleo en 2008, la crisis financiera desatada en ese mismo año- provocada en parte por este mismo aumento de precios - y los históricos desastres climáticos de 2010. Los dos primeros acontecimientos conspiraron vigorosamente en contra de cualquier avance en los asuntos climáticos en Copenhague y en Cancún; en cambio, los desastres climáticos del 2010 fortalecieron las demandas sociales a favor de acciones eficaces en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y de cambios radicales en los estilos de vida y en el consumo de energía en la agricultura, la industria y la urbanización.
El fin de la era del petróleo barato
Un importante grupo de estudiosos de los asuntos energéticos (Peak Oil Assn
de NY) habían advertido desde el inicio de este siglo de la cercanía del final de la era del petróleo barato, concretamente pronosticaban el Pico del Petróleo hacia finales de la primera década de este siglo debido a muy diversas señales de la industria, entre ellas: la extracción de petróleo en aguas profundas y en arenas bituminosas, la apertura a la explotación petrolera de zonas ecológicas protegidas, el fracaso de la guerra de Irak y el comportamiento oscuro de Arabia Saudita. Advirtieron, también, de un posible disparo inesperado de los precios mundiales del petróleo en la segunda década de este siglo, por inesperadas fallas en la extracción petrolera, lo que podría acarrear consecuencias catastróficas para la economía y la política mundial (el petrocolapso). En 2008 los precios del petróleo escalan a niveles históricos y provocan la crisis financiera más importante de la era moderna; sin embargo, a consecuencia de la crisis económica que se desencadenó en 2009, los precios del petróleo descendieron unos meses, pero, retomaron en 2010 una consistente tendencia a la alza que se acelera en 2011 por las revoluciones en los países árabes, lo que dificultará mucho la recuperación de la economía mundial y amenaza con llevarla a otra recesión.
La crisis financiera más importante de la era moderna
La quiebra de Lehman Brothers y Bear Stearns, el rescate de la aseguradora
AIG y otros bancos de Wall Street entre 2008-2009 cambiaron radicalmente las prioridades de los gobiernos poderosos. Según Niall Ferguson, El 2009 fue el año en que por fin la gente dejó de esforzarse por predecir el año que viene. Fue el año en que cada pronóstico debió ser revisado-en general para abajo-como mínimo tres veces. Fue el año en que la paradoja de la globalización quedó al desnudo a la vista de todos, si es que no tenían los ojos totalmente cerrados. Los asuntos climáticos han sido una de las mayores víctimas de la crisis financiera y económica mundial de los últimos dos años: los países poderosos han hecho todo lo posible por sacar este tema de la opinión pública mundial; muy relevantes supermillonarios de EUA, como la infame familia Koch, han invertido grandes sumas para deslegitimar la ciencia climática; se inventaron turbias manipulaciones de los datos científicos (el climagate) y consiguieron que la COP-16 de Cancún pasara casi desapercibida en el mundo. El estrepitoso fracaso de la COP-15 de Copenhague y los deplorables Acuerdos de Cancún de la COP-16 tienen mucho de su origen en el desastre financiero en el que vivimos desde 2008. La prioridad de los gobiernos poderosos ha sido desde el 2009 rescatar el crecimiento económico al precio que sea, con la eliminación incluso de cualquier traba social o ambiental al desempeño de las grandes empresas (desregulación), como: restricciones a las emisiones con efectos climáticos o beneficios sociales a los trabajadores. Los gobiernos poderosos no están en posibilidad de abandonar su gran compromiso con el crecimiento económico y el pago de sus crecientes deudas, los grandes inversionistas mundiales no se los permiten, por lo que recurren a toda clase de estratagemas para descarrilar cualquier iniciativa climática que pudiera de algún modo frenar el crecimiento económico de sus países y a robustecer o inventar falsas soluciones que les permitan engañar a la población con acciones aparentemente destinadas a contener el desastre climático que les permitan continuar la depredación de los bienes comunes; promueven con nuevos bríos viejas falsas soluciones, como: la energía nuclear, los Mecanismos de Desarrollo Limpio, MDL, los agrocombustibles, las energías renovables súper industrializadas y las nuevas falsas soluciones, como los programas forestales REDD+, la geoingeniería, la captura de carbono, el Fondo Verde Climático (GCF), el capitalismo verde. La negativa del Congreso de EUA a legislar en los asuntos climáticos en los últimos dos años, a pesar de ser el país con mayor responsabilidad en la generación del desastre climático, revela la imposibilidad de conseguir en estos años acuerdos eficaces frente al desastre climático en el seno de las Naciones Unidas. En efecto, no se podía esperar ningún buen resultado de la COP-15 de Copenhague, ni de la COP-16 de Cancún; no nos defraudaron estas cumbres: el gran dinero está todavía muy por encima de cualquier consideración en torno a la supervivencia de la humanidad.
Los históricos desastres climáticos de 2010
El impresionante conjunto de eventos climáticos catastróficos de 2010 en el
mundo, como: las inundaciones de Pakistán con 20 millones de personas bajo el agua, y China, con más de doce millones de personas que perdieron sus hogares; la ola de calor e incendios en Rusia que provocaron en Moscú más de 300 muertos diarios en promedio por varias semanas, por el humo en el ambiente; diecisiete países con temperaturas máximas históricas; el desgajamiento del glaciar Petermann en el norte de Groenlandia: la mayor pérdida que sufrido el Ártico en 50 años; eventos climáticos históricos que confirmaron a decenas de millones de personas la presencia de un proceso climático ominoso que oscurece la convivencia humana y desquicia las bases de las economías locales. Por otra parte, los desastres climáticos de 2010 en México, superaron con mucho a cualquier otro año del que se tenga memoria: en febrero de 2010, se registran inundaciones extraordinarias, catastróficas, en Valle de Chalco, Atizapán de Zaragoza y Angangeo; meses después, el huracán Alex destruye parte de la ciudad de Monterrey y ocasiona graves daños a los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas; además, se registran devastadoras inundaciones en Veracruz, Tabasco, Oaxaca y Chiapas; los daños causados por estos eventos climáticos en 2010 pueden estimarse en unos 500 mil millones de pesos. Se acumulan cada día mas evidencias mundiales del desastre climático que puede acabar con la humanidad en este siglo.
La construcción de los deplorables acuerdos de la COP-16
Para descarrilar posibles soluciones eficaces al desastre climático que se
pudieron presentar en Copenhague, durante la COP- 15, EUA, China, la UE, Japón, India, Brasil, Rusia y Sudáfrica urdieron en 2009 el Acuerdo de Copenhague (AC) que por su improvisación fue rechazado en esa cumbre por muchos países; no obstante, rápida y sorprendentemente, este Acuerdo fue suscrito meses después por la gran mayoría de los gobiernos del mundo; para lograr este insólito resultado, los países poderosos decidieron en 2009 recurrir en gran escala al soborno, al chantaje y a la intimidación de países vulnerables; utilizaron toda clase de recursos financieros y políticos para conseguir la rápida suscripción del Acuerdo de Copenhague; para silenciar las reclamaciones de países en grave riesgo por el desastre climático (las islas amenazadas); para debilitar bloques como el G-77 o al grupo ALBA; para unir a su causa a las grandes ONGs verdes. A pesar del gran esfuerzo realizado en abril de 2010, por el Gobierno de Bolivia y muy destacadas organizaciones internacionales: indígenas, campesinas, sindicales, ambientalistas y otras, al suscribir los Acuerdos de Cochabamba, los países poderosos consiguieron anular esta iniciativa en la cumbre de Cancún y aislar a Bolivia en su rechazo a los ilegales acuerdos de esta cumbre. Por medio de una “diplomacia agresiva”, los países poderosos prepararon en 2010 las condiciones para que los términos del Acuerdo de Copenhague se impusieran en Cancún. El gobierno mexicano desplegó una intensa actividad diplomática previa a la COP-16, en apoyo a este AC, el que suscribió inmediatamente después de la COP-15, ya que este gobierno está centrado en la consecución del crecimiento económico y no son sus prioridades ni el medio ambiente ni los recursos naturales; seleccionó a Cancún como sede de la COP-16, para asegurarse una mínima concurrencia de la sociedad civil en esta cumbre; evitó darle la importancia que merecía esta cumbre ante la opinión pública mexicana: no recomendó a las universidades y al gobierno de Quintana Roo la suspensión de las clases, con el fin de facilitar la participación de jóvenes en la cumbre: los exámenes universitarios tuvieron lugar justo en los días de la cumbre; en cambio, preparó un gigantesco operativo militar y policiaco, con el propósito de aterrorizar a los asistentes y desalentar aún mas la participación ciudadana en Cancún. Por otra parte, las Naciones Unidas y el gobierno mexicano aplicaron disposiciones administrativas (acreditaciones y visas) para reducir radicalmente la participación de la sociedad civil en la COP-16. Al asumir la presidencia de la cumbre en Cancún, el gobierno mexicano operó una estrategia de reuniones paralelas que le ayudaron a construir los acuerdos que necesitaban los países poderosos en la COP-16. Representantes de gobiernos y organizaciones zombis aplaudieron con entusiasmo los acuerdos logrados en Cancún y el aplastamiento de la representación boliviana.
Que consiguieron los países poderosos en la COP-16
En Cancún, los depredadores mundiales consiguieron reducir las obligaciones
de los países poderosos en la restricción de emisiones; endurecer las obligaciones de los países vulnerables; lanzar en gran escala los desastrosos mecanismos de mercado, como REDD+ y MDL y otras falsas soluciones; preparar la muerte del protocolo de Kyoto; establecer un fondo para el soborno mundial: el Fondo Verde Climático (GCF) de 100,000 millones de dólares de aquí al 2020( una bicoca frente al desastre climático; un buen fondo para el soborno y el chantaje); colocar al mayor enemigo del clima en el mundo: el Banco Mundial en el centro de los asuntos financieros climáticos e impulsar el “capitalismo verde”. También los depredadores mundiales lograron desechar los Acuerdos de Cochabamba, aislar a Bolivia en su lucha por integrar dichos acuerdos a los acuerdos de la COP 16, integrar a su causa a WWF; OXFAM; Greenpeace y otras ONGS, y desorientar bastante a la población mundial en los asuntos climáticos. Consiguieron también que miles de activistas internacionales en los asuntos del clima no vinieran a Cancún y desalentar la asistencia de estudiantes, jóvenes, campesinos y trabajadores de Quintana Roo, Yucatán y otras partes del país, a las magníficas presentaciones sobre el desastre climático que se dieron en Cancún; pudieron reducir al mínimo la participación ciudadana en la COP-16. Un gran retroceso en la acción gubernamental frente al cambio climático.
¿Qué consiguió México?
México obtuvo un fatal diferimiento de los acuerdos necesarios frente al
desastre climático; logró sofocar las protestas ante la falta de acciones eficaces frente al desastre climático de los gobiernos y aislar a Bolivia en el proceso de negociaciones en Cancún; alcanzó a engañar a una pequeña parte de la población mundial en los asuntos climáticos; consiguió servir a los intereses de los banqueros mundiales, transnacionales; gobiernos de EUA, Canadá, España, Japón, Inglaterra; monopolios mexicanos incluyendo al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional; consiguió permanencia o sustentabilidad a “el negocio, como siempre” o al “bussiness as usual”
Frente a los resultados de la COP-16 de Cancún
Los resultados de la COP-16 confirman la gran falta de voluntad de: EUA,
China, la Unión Europea, Japón, Canadá, India, Rusia, Brasil, Australia, Sudáfrica, México, para enfrentar con acciones eficaces el desastre climático que empezamos a padecer; ratifican que los banqueros, los grandes empresarios y los inversionistas mayores hacen todo lo posible a su alcance para frenar cualquier cambio en sus negocios debido a políticas publicas apoyadas en consideraciones climáticas o sociales; para maquinar, diseñar, urdir toda clase de engaños políticos frente al desastre climático. Estos resultados ratifican que las clases medias mundiales viven drogadas por el consumismo, el endeudamiento, el trabajo alienante; están hundidas en lo cuantitativo, la competición, la rentabilidad, el tecnicismo y los hoyos de la especialización, condiciones que les impiden tomar conciencia de la gravedad del desastre climático y salir del sistema que las degrada; corroboran que la gran miseria e inequidad que invade al mundo moderno obstruye cualquier avance en los asuntos climáticos.
Debido al escandaloso descontrol gubernamental en la COP-16 (y también en la
COP-15), muy probablemente morirán o enfrentarán grandes miserias cientos de millones de personas; desaparecerán de la faz de la Tierra cientos de miles de especies; la vida humana será cada década más miserable que la anterior; aumenta la probabilidad de que la humanidad se extinga antes del final de este siglo. Las generaciones futuras pagarán un gran costo en su salud e integridad física, por la inestabilidad política, económica y social que resultará del irresponsable control que ejercieron los banqueros, empresarios e inversionistas sobre los gobiernos presentes en la COP-16. Los resultados de la COP-16 de Cancún prácticamente garantizan que la temperatura promedio de la atmosfera terrestre subirá al menos cuatro grados en este siglo, lo que puede ser considerado catastrófico para la vida en la Tierra, por la aceleración que puede adoptar el proceso del desastre climático en las próximas décadas. Los gobiernos, las transnacionales, los bancos, son parte del problema y no son parte de la solución del desastre climático. Si confiamos en los gobiernos, en las universidades y en las grandes ONGs verdes transnacionales, la hecatombe mundial será apocalíptica.
El Klimaforum10, condena sin reservas los Acuerdos de Cancún en la COP-16;
es decir: los mecanismos de mercado: programas forestales REDD+; Mecanismo de Desarrollo Limpio, MDL; compensaciones (offsets) y todos los créditos de carbono; los agrocobustibles; la energía nuclear; los Organismos Genéticamente Manipulados, OGM; la creación de un muy insuficiente Fondo Verde Climático, GCF, en manos del Banco Mundial; las transferencias de tecnologías a los países vulnerables por medio de prestamos.
El Klimaforum10 exhorta, conmina, a las organizaciones sociales y civiles a
realizar acciones eficaces para echar abajo los acuerdos de Cancún en la COP- 17 de Sudáfrica; apoyar a Bolivia en su contencioso sobre la ilegalidad de estos acuerdos y en la promoción de los Acuerdos de Cochabamba; trabajar localmente, con el propósito de frenar la aplicación de los acuerdos de Cancún: concienciar a los movimientos y organizaciones autónomas de la calamidad que representa la agricultura y la ganadería en gran escala (industrializados); del desastre que involucra la urbanización y el ecoturismo de nuestros días; de la desgracia que implican las sociedades de crecimiento; del azote que significa el consumo de petróleo . Hacer conciencia de que es necesario establecer severas restricciones al Libre Comercio, al consumo de carnes, al uso del auto, el avión y las autovías y en general, a las actividades industrializadas. Es indispensable realizar persistentes reflexiones para: Revalorizar la Tierra y las culturas; Relocalizar la vida y la economía. Iniciar la Transición serena hacia una época postpetrolera y sin crecimiento económico. Descolonizar el imaginario social; descolonizar el ambientalismo y el ecologismo nacional. Fortalecer las alianzas internacionales entre movimientos y organizaciones locales, por la Justicia Climática. Hoy más que nunca urge ¡Salir del Sistema! , para beneficio de nuestra salud y del Clima. No hacerlo es un suicidio para la humanidad.
El Klimaforum10 propone a todas las organizaciones sociales promover foros
del clima: Klimaforum o Climaforum o Foros Climáticos o como se quiera llamarlos, a nivel regional (cuenca o estado); nacional; internacional; mundial, con el fin de multiplicar las reflexiones, la concienciación social, las alianzas locales, nacionales e internacionales, con relación a los asuntos climáticos. Los ecologistas o ambientalistas deberían adoptar esta estrategia. En lo inmediato, promover alianzas con movimientos y organizaciones autónomas de Sudáfrica, para crear un foro de este tipo en la COP-17 en Durban.
Las nuevas generaciones esperan nuestro compromiso con su futuro.