salmantino, nacido en Vitoria y muerto en Salamanca. Profesor de Valladolid y poseedor de la cátedra de prima en la Universidad de Salamanca, fue uno de los más notables teólogos y juristas del renacimiento español; sentó las bases del derecho de gentes (derecho internacional). Sus obras fueron publicadas después de su muerte. Rebate la tesis del Papa como señor del orbe. Rebate la tesis del Emperador como señor del universo. Cuando se habla del consentimiento de los indígenas a la entrada de los españoles, no se puede aceptar su “libre elección” basada en el “requerimiento”: pues o no lo entienden o se les conmina bajo amenazas, No es lícito hacer la guerra o expropiar a los indígenas con el argumento de que no aceptan el Evangelio y la fe de Cristo. Tampoco es argumento para atacarlos el que no quieran aceptar la autoridad del Rey, aunque se lo presente como un ideal de justicia. • Es posible, justa y necesaria la comunicación entre los pueblos: es un derecho natural sobre las cosas de este mundo con la condición de que no se violen derechos ajenos • El intercambio cultural legítimo debe hacerse en igualdad de condiciones, reconociendo a ambas partes la capacidad de negociación. • Es lícito el intercambio y aun la penetración cuando se trata de la protección y defensa de los inocentes. Esto en virtud de la ley natural de solidaridad humana universal. • También se justifica por la defensa y ayuda a los aliados y amigos. Llega a postular una autoridad supranacional que supervise el diálogo. • La propagación de la fe católica y la defensa de los convertidos al Cristianismo es un argumento que se puede argüir en ocasiones como la presente: corrección fraterna de la idolatría y defensa de la verdad. • La promoción humana y social de los habitantes de un Nuevo Mundo que no tiene un nivel alto de cultura. Es el clásico argumento de llevar la “policía cristiana” allí donde existe y los beneficios de la civilización para una vida mejor y la erradicación de vicios como la antropofagia, el abuso de los más débiles, la poligamia, etc. Los pueblos indios constituyen repúblicas soberanas y no están propiamente subordinadas a España ni forman parte de ella. Y obraría injustamente el Emperador o rey de España si permitiera que fueran explotadas las fuentes de riqueza de los pueblos indios y saliera el oro del territorio indio en detrimento del desarrollo y progreso de los nativos. También los pueblos aborígenes pueden defenderse con las armas y rebelarse contra los extranjeros que injustamente se apoderan de sus territorios o administran la república en su propio provecho o de los suyos. PATIÑO, José Uriel, Historia de la Iglesia en América Latina: una mirada histórica al proceso evangelizador eclesial en el continente de la esperanza, San Pablo, Bogotá 2002, p. 53-56. Gutiérrez, Jaramillo Alberto. La Iglesia en Latinoamérica: entre la utopía y la realidad. Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Teología, Colección Apuntes, 2008, pp.31-36.