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EL CONSCIENTE PROCEDER

Rumbo al éxito arquitectónico


Ronan Bolaños∗

Debemos plantearnos en primera instancia ¿a quién pertenece el éxito en la arquitectura?,


¿pertenece al autor o a la creación?, ¿deberíamos considerar que éste reside en la respuesta del
colectivo público?

Sería justo pensar que el éxito reside en una equilibrada combinación de los tres elementos, al
ser estos partes inseparables del análisis arquitectónico.

Por un lado el arquitecto en la predisposición de hacer un proyecto que más tarde construirá, se
verá en la necesidad de reflexión y valoración de criterios tales que lo encaminen a proponer
una obra arquitectónica, que más allá de cumplir expectativas, o generar una nueva estética, le
supongan la apertura de puertas en un contexto social, con un aparato fundado en cuestiones
políticas y económicas. Esto quiere decir que debe hacer un planteamiento, que además de
responder a las demandas y requerimientos del proyecto, deberá proponer una aportación tal,
que le habilite un mercado, ya sea reincidente, es decir con el mismo cliente o, de captación
operado por las conexiones que surjan gracias a la propaganda generada por este proyecto
primario.
El arquitecto además de ser un diseñador, podrá ser un hombre de negocios, que persiga en la
satisfacción de los usuarios el éxito de su arquitectura, éste, no pretende conformarse, buscará
relacionarse dentro del entramado social y económico, en busca de más y mejores comisiones,
en aras de crear mejor arquitectura, puesto que el camino de un arquitecto es perseguir los
ideales de belleza y funcionamiento que operan en su trabajo, tiende a avanzar y mejorar.

El arquitecto deberá considerar ciertos elementos para poder entretejer una combinación de
belleza y utilidad en la arquitectura. Vitruvio proponía que la arquitectura tiene ocho partes, más
allá del resumido triunvirato, siendo estas: Solidez, Comodidad, Belleza, Ordenación,
Disposición, Proporción, Decoro y Economía1 que aún podríamos considerar vigentes en la
arquitectura.
La manera en que se van a relacionar estos elementos y el modo en el que se verán inscritos en
la arquitectura conforman la tarea original del arquitecto. De manera que la solución que el
arquitecto dé a esta relación que discurre entre belleza y utilidad, dará pie a la medida del éxito
de su creación.
¿Cómo serán ordenados estos elementos y en que momento se incluirán en el objeto
arquitectónico?
La codificación de estos elementos en la arquitectura, comienza en la proyección del diseño,
donde deberá manifestarse una intencionalidad consecuente con la filosofía y legalidad de su
tiempo y lugar, provocando con originalidad y sentido común, respetando el contexto con un
sentido ético, revalorando las tendencias propias y ajenas y ¡haciendo la mejor arquitectura que
se haya hecho!
Nos dice W. Benjamin, La arquitectura ha sido desde siempre el prototipo de una obra de arte
cuya recepción tiene lugar en medio de la distracción y por parte de un colectivo. Las leyes de
su recepción son de lo más aleccionadoras.2


Ronan Bolaños Linares (1977-) Investigador, egresado de la UNAM con honores y doctorando de la
UPC en Barcelona, ha participado en seminarios de crítica de arte, elaborado y publicado artículos sobre
arte y arquitectura, ha colaborado con firmas como TOYO ITO & Asoc. en la elaboración de proyectos.
1
Vitruvio, M., Compendio de los diez libros de arquitectura, ed. J.B. Gómez. 1981, Murcia: Colegio Oficial
de Aparejadores y Arquitectos técnicos de Murcia. 250 p 22.
2
Benjamin, W., La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica. primera edición ed, ed. Itaca.
2003, México DF: Itaca. 127 p 93
En medio de la distracción ¿por qué?, a este efecto podemos suponer que es una condición a la
que el objeto arquitectónico se tiene que someter, es una condición contextual, al no ser un
objeto aislado hay otros objetos que interfieren en su percepción, y es ahí donde encontramos la
distracción, que inmediatamente nos lleva a todo tipo de comparaciones.
Benjamín nos habla también de unas leyes de recepción aleccionadoras ¿qué acaso no estamos
nunca preparados para recibir lo que nos tiene preparado un arquitecto? Hemos de suponer que
la sorpresa nos ataja, porque no estamos familiarizados con el contenido que nos va a presentar
el autor, justo, por que es original e innovador.
Veremos entonces que nos encontramos con dos momentos básicos en el proceder
arquitectónico, la propuesta y la respuesta. En el primero, en la propuesta, se verá formulado el
mensaje que se pretende transmitir, que será a su vez el entretejido de los elementos
compositivos, en el segundo momento, la respuesta, estará establecida por la reacción a la
interpretación de este mensaje.
A partir de esta relación propuesta-respuesta, podremos ver que el éxito del objeto
arquitectónico se define, después del segundo momento, por la recepción que dé un colectivo a
éste, colectivo que estará conformado por individuos relacionados con esta edificación, ya sea
en conocimiento, percepción o uso. Hacemos esta distinción para entender que hay tres tipos de
interpretes, el que tiene ‘conocimiento’ del objeto arquitectónico a través de segundas fuentes,
el de ‘percepción’ que conoce el objeto arquitectónico de manera muy limitada, por ejemplo el
que lo conoce desde el exterior y, por último el que le da ‘uso’, que será aquel individuo que
este en directo contacto con el objeto arquitectónico y que sea quien realmente se beneficie de
su cualidad utilitaria.
Este colectivo evaluará dos condicionantes en esencia, 1. la respuesta que haya dado el diseño a
la demanda inicial en términos utilitarios, 2. el sentido estético y la capacidad de representación
que tendrá este objeto como símbolo del colectivo, es decir el valor estético individual y plural,
con el que podrá asociarse o no por medio de un sentimiento de pertenencia. Por un lado
tendremos una componente intelectual y por otra una sentimental.
Este proceso dónde se compaginan la creación y la valoración del contenido intelectual y
sentimental de un objeto arquitectónico es susceptible de un análisis a manera de proceso
comunicativo, proceso conformado por un emisor, un receptor, un mensaje, un código y un
contexto, donde veremos vinculadas mínimo a dos personas para la transmisión y recepción del
mensaje.

lenguaje . español comunicación > arquitectura


emisor > autor

receptor > intérprete


mensaje mensaje > objeto arquitectónico

lenguaje > arquitectura


emisor receptor
contexto > contexto

contexto
Fig.1 Proceso comunicativo
El arquitecto o autor, en función de emisor tiene la responsabilidad o preferiría decir ventaja de
aventurarse en la creación de mensajes ingeniosos, innovadores e interesantes, tiene esta gran
encomienda que deberá apreciar y respaldar, nunca malgastar, tiene que hacer llegar un legado
responsable e inteligible.
Dicho mensaje se leerá a partir del objeto arquitectónico configurado, este es la esencia de la
configuración, es aquello que lo hace intencionalmente diferente de otro, es lo que nos aporta o
nos hace recordar, es aquello que define la medida de lo original, lo único y la constitución del
objeto. Este será de importancia cuando presenta algo novedoso a nuestro conocimiento, de no
ser así podremos dudar del futuro éxito del objeto arquitectónico en el posterior momento de la
respuesta. La aportación estará dada por la intencionalidad original del autor, por el criterio y la
capacidad de transmitir este mensaje y de alguna manera, también por la transmisión del éxito
del autor a su obra.
Tenemos entonces por un lado al autor de este prototipo de obra de arte, un artista encargado de
formular mensajes quien será dentro del proceso comunicativo nuestro emisor, tenemos también
un receptor, quien Benjamin describe como el colectivo en medio de la distracción, el lenguaje,
que será la arquitectura y, por último, el mensaje o configuración del objeto arquitectónico.
Tanto emisor como receptor cuentan con subprocesos, de absorción y de liberación de datos,
‘input’ y ‘output’. El ‘input’ en el caso del emisor esta conformado por su bagaje cultural, que
será toda la información anterior asimilada, misma que procesará en un momento que
llamaremos cavilante, que será cuando comenzará a formularse el mensaje, aquí veremos que se
ha producido una idea base que empezará a definir el diseño, de acuerdo con lo que nos dice
Bolívar Echevarría al introducir la obra de Benjamin
El aura de una obra humana consiste en el carácter irrepetible y perenne de su unicidad o
singularidad, cáracter que proviene del hecho de que lo valioso en ella reside en que fue el
lugar en el que, en un momento único, aconteció una epifanía o revelación de lo sobrenatural
que perdura metonímicamente en ella y a la que es posible acercarse mediante un ritual
determinado.3
La obra se revelará en condición de mensaje codificado a partir el momento en el que el emisor
tenga la expectativa de que sea interpretado por alguien más. Aquí comenzará entonces la
segunda parte del proceso comunicativo, donde tendremos al receptor, que dentro de su
entendimiento arquitectónico recibirá información ‘input’, para también resolver tras un
momento especial, momento que llamaremos dilucidante, y dar respuesta, ‘output’, a la
interpretación del mensaje codificado en el objeto arquitectónico, aquí es donde el receptor
encuentra un entramado de valores de utilidad y belleza codificados y que, para poder formular
una respuesta tendrá que procesar comparando con todo aquello que conforma su bagaje
cultural anterior.

AUTOR

O. ARQUITECTÓNICO

INTÉRPRETE

PROYECTO CONSTRUCCIÓN USO DESTRUCCIÓN


PREFIGURACIÓN CONFIGURACIÓN REFIGURACIÓN DESFIGURACIÓN

Fig.2 Secuencia de momentos, interventores e intensidades en orden cronológico


Este proceso comunicativo arquitectónico, describe una linea de tiempo donde se ordenan una
secuencia de momentos de creación y valoración del mensaje codificado que nos llevarán a

3
Benjamin, W., La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica. primera edición ed, ed. Itaca.
2003, México DF: Itaca. 127 Introducción Bolívar Echeverría p16.
querer saber su contenido, para entender también la respuesta del receptor, quien según
Benjamin podrá ser aleccionado.

La tendencia de este mensaje es la de unificar todos los posibles criterios implicados y obtener
el mejor producto posible. Desde el punto de vista del autor, este mensaje estará condensando
todos los conceptos de su experiencia arquitectónica, donde articulará las mejores ideas que ha
visto y haya o no ensayado en otras creaciones para arremeter con una complejidad de ideas tal,
que le permitan exponer con originalidad los ideales de belleza y utilidad que pretende atribuir a
esta creación en particular.
Sabiendo que componentes rigen este proceso de comunicación buscaremos adentrarnos más, y
deconstruir estos componentes por sus características de tiempo y lugar.
De esta amalgama de belleza y utilidad se asomará un inquietante fondo metafísico que discurre
entre metáfora y metonimia, avanzando y retrocediendo entre una y otra para conectarnos dentro
de una contextualidad con caracteres espacio-temporales, es decir que el objeto arquitectónico
se abre a una asociación histórica y geográfica donde los elementos individuales nos irán
refiriendo y conectando con otros en diversos lugares y tiempos, siendo importante para nuestro
analisis si, la conexión entre estos elementos es intencionada por el autor, para así comprender
el grado de inquietud y razonamiento que él tuvo al establecer estas referencias, y entonces
poder responder como interpretes a la sabiduría codificada en el objeto arquitectónico en
cuestión.
Si encontramos una mayoria de referencias históricas y geográficas relativas con aquello que no
le pertenece en origen al objeto arquitectónico, es decir si estas referencias son lejanas y
pertenecen a otro tiempo, lugar o colectivo que no es el suyo, encontraremos seguramente que el
mensaje de este objeto arquitectónico arremete con un simbolismo externo, y veremos que lo
hace muy probablemente por medio de metáforas, en una actitud transitiva donde el contenido
del mensaje recae en lo ajeno.
También encontramos objetos arquitectónicos codificados con un mensaje donde se hace
referencia a lo local, a lo que tiene cerca, a lo que es suyo, referido por medio de la metonimia y
con una actitud reflexiva donde el contenido del mensaje evoca lo propio.

Foto: Ronan Bolaños


Foto: archiguide.free.fr

Fig.3 y 4 Prismáticos de Frank O. Gehry, Claes Oldenburg and Coosje van Bruggen . L.A./
Jorn Utzon . Can Lis Porto Pedro Mallorca

Frank O. Gehry diseña en 1991 este edificio para la firma de Chiat/Day/Mojo advertisement,
empleando materiales y formas que no pertenecen al contexto, como será evidente. Por otro lado
tenemos que conceder, a pesar de parecer un diseño totalmente metafórico que si hay
referencias locales, como la densidad, el nivel de detalle y la baja altura del contexto.
En el segundo caso, la casa Can Lis en Porto Pedro Mallorca, Jorn Utzon trabaja con la piedra
del sitio el ‘mares’, ajustandose a los metodos de construcción locales e incluso a un
ordenamiento extraído del contexto. Donde parece haber exclusivamente referencias locales nos
podemos encontrar seguramente con alguna reminiscencia de la cultura danesa de donde es
originario este arquitecto.
Lo que es claro en estos dos ejemplos, es que son construcciones que después de 15 años
permanecen inmutables, posiblemente por haber sido acogidas con éxito por aquellos que las
habitan.

Ya sea que el autor pretenda cargar el contenido del mensaje codificado en la arquitectura con
una actitud reflexiva o una transitiva, encontramos que para definir cualquiera de estos dos
criterios hará uso de ponderaciones paradigmáticas y sintagmáticas, de acuerdo con las teorías
de F. Saussure y R. Barthes.
En el caso paradigmático el autor establecerá una relación de algún elemento presente con
alguno que se encuentre ausente. Habrá demostrado entonces que este elemento presente sería
más importante que aquel que estuviera ausente y es por eso que puede ocupar el lugar de
ambos en ausencia del otro, sin dejar de hacerle referencia. En las relaciones paradigmáticas en
la arquitectura encontraremos mecanismos de suplantación, donde elementos específicos serán
configurados desechando otros relacionados aún con este.
En el caso de las relaciones sintagmáticas encontraremos que el autor hará ciertas decisiones
que lo llevarán a establecer la relación entre los elementos que componen la arquitectura y que
se encuentran presentes.

De esta manera describimos el siguiente nivel de nuestro análisis, dado por el tipo de referencia,
en la retórica del mensaje codificado, ya sea metafórico o metonímico y el uso de las relaciones
paradigmáticas y sintagmáticas en la poética del objeto arquitectónico. Esto nos ayudará a
entender la intensidad de uso de las referencias y su origen, que al ser comparados con la
intencionalidad primaria que pretendía el autor comprobaremos la continuidad de sus ideas y
nos llevará a elaborar una respuesta más justa como intérpretes.

Veremos que el mensaje además de disponer una sensibilidad por su origen, contiene
información relacionada con un pasado, presente o futuro en particular. El mensaje mismo
también estará codificado en un tiempo, y como todo tiempo se comunica en presente,
encontraremos que cualquier referencia en el mensaje habrá sido postulada en un tiempo
presente sin importar que la referencia sea al pasado, al presente o al futuro, puesto que estos
son parte innegable de la narración en presente como nos expone San Agustín:

Habría que decir con más propiedad que hay tres tiempos: un presente de las cosas pasadas, un
presente de las cosas presentes y un presente de las cosas futuras… el presente de las cosas
idas es la memoria. El de las cosas presentes es la percepción o visión. Y el presente de las
cosas futuras es la espera.4

Tras estas afirmaciones podemos resolver que el tiempo codificado del mensaje siempre estará
supeditado al presente ya que es un tiempo expresado y para que pueda ser expresado tiene que
ser en un tiempo presente específico a pesar de la referencia pasada o futura que haga..
Ahora de acuerdo con Agustín de Hipona las referencias que tendremos serán en el caso del
pasado referencias a la memoria, en el caso del presente a la visión y en el caso futuro
referencias a la expectación.
Estas referencias suelen ser tratadas en la arquitectura de la siguiente manera: en el caso de la
memoria, se han erigido monumentos, museos y mausoleos que ostentan mensajes con
contenidos de referencia exclusivamente pasada; en el segundo caso, el caso de la visión se
encuentra prácticmante cualquier otro proyecto, pues al no determinar una referencia exclusiva
al pasado abre el campo interpretativo a la comparación con la arquitectura de su tiempo, así
como también se basará en los fundamentos y conceptos vigentes de su época.
El último caso es un tanto especial, y menor conocido en la arquitectura, se trata de las utopías
llamadas así a partir de la publicación del libro con el mismo nombre en el año 1516 por Tomás
Moro. En una utopía, que en griego quiere decir el no lugar, se busca ingenuamente por el

4
Hipona, A.d., Confesiones. primera edición en esta serie ed. Humanidades Filosofía. 2005,
Madrid: Alianza. 402.p 312 (XI.20)
arquitecto desarrollar proyectos fantásticos que superan por mucho las posibilidades
constructivas de la época y que por lo general quedan al margen de su creación.

TIEMPO REFERENCIAL PRESENTE

< intensidad de representación >

METÁFORA

< intensidad de presentación >

METONIMIA

TIEMPO REFERIDO PASADO PRESENTE FUTURO


MEMORIA VISIÓN ESPERA

Fig.5 Caracteres de tiempo y referencia del mensaje codificado como obra arquitectónica
Cuando pensemos arquitectura nueva, podemos apoyarnos en las posibilidades de referencia
metafóricas y metonímicas, tanto que si versamos en reflexionadas decisiones bajo un criterio
paradigmático o sintagmático. El tiempo al que busquemos hacer referencia nos ayudará a
reforzar tanto el concepto como el carácter de nuestra edificación. El sentido común y la
intuición que suelen ser nuestros mejores guías, deberíamos reservarlos para particularidades del
proyecto.

Lo más importante es hacer arquitectura a conciencia, intencionada, llena de contenidos,


arquitectura que innove y transmita un mensaje original .El éxito es importante si empieza por la
acogida que de el interprete en cualquiera de sus facetas, si se contagia de ahí al autor, habrá
recibido una justa recompensa.

Al final el arquitecto solo podrá procurarse una buena gestión de decisiones, quien de la palabra
final sobre el verdadero éxito de su obra, será la opinión pública, que suele ser bastante rigurosa.

Bibliografía

Benjamin, W., La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica. primera edición ed,
ed. Itaca. 2003, México DF: Itaca. 127.

Bergson, H., Memoria y vida. 2004 ed. Área de conocimiento: Humanidades, ed. G. Deleuze.
Vol. H4452. 2004, Madrid: Alianza. 177.

Brand, S., How Buildings Learn. What happens after they´re built. First edition ed, ed. V.
Penguin. 1994, New York: Penguin Books. 243.

Hipona, A.d., Confesiones. primera edición en esta serie ed. Humanidades Filosofía. 2005,
Madrid: Alianza. 402.

Ricoeur, P., Tiempo y Narración; configuración del tiempo en el relato histórico. cuarta edición
en español ed, ed. S.X. editores. Vol. I. 1985, Ciudad de México: Siglo XXI editores.
371.
Vitruvio, M., Compendio de los diez libros de arquitectura, ed. J.B. Gómez. 1981, Murcia:
Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos técnicos de Murcia. 250.

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