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Reflexión acerca del consumo cultural

Por: Alexander Véliz Montero

Primeramente analicemos por qué la especie humana cada día se va alejando


de los abrazos sapientísimos de la cultura, las entidades culturales (museos,
bibliotecas, librerías, galerías, etc.) y los valores humanos. Sólo algunos
pensadores, verdaderos explotadores de la intelectualidad y la inteligencia, se
hicieron esa interrogante. En respuesta, yo, un humilde estudiante de
humanidades, pido la palabra para protestar y manifestar que esa condición de
aletargamiento y sedentarismo intelectual es consecuencia por dos causas que
vale la pena resaltar:

• Causa 1: El imperialismo televisivo y el consumismo televisivo.

• Causa 2: “La civilización del espectáculo” (Mario Vargas Llosa).

Dichas dos causas son responsables del ausentismo imperante en todas las
instituciones sociales.

Definición de la causa 1. Cada día somos testigos directos que la televisión


es parte fundamental de nuestro construir existencial, por ende, negar esta
tecnología (la televisión) sería un acto irresponsable e involucionado, ya que
esta tecnología televisiva posee un grandísimo potencial pedagógico, cultural y
concientizador. Para darnos cuenta de ello, sólo tenemos que observar los
canales Discovery Channel, The History Channel, NatGeo, TvPerú, entre otros.
Entonces, el problema reside en el tipo de programación que nos brindan las
distintas empresas comunicaciones. Pero, ¿qué tipo de programas televisivos
nos proporcionan las actuales empresas del poder mediático (medios de
comunicación)? Indudablemente, la respuesta es más que obvia y evidente, ya
que sólo transmiten “estiércol televisivo”, en donde la banalidad, la vulgaridad,
la ignorancia, el espectáculo de la ridiculización, el periodismo mortífero y el
amarillismo de la prensa son requisitos fundamentales para poseer el éxito
televisivo y, a la vez, el éxito popular.

De la misma forma, el imperialismo televisivo es real y somos espectadores


de ello a cada momento. La cuestión está en que esta preponderancia
televisiva produce inevitablemente un “consumismo televisivo crónico”
(adicción a la televisión) que a la larga atrofia nuestra maquinaria pensante y
minimiza nuestras actividades genuinas y potenciabilizadoras de nuestro
cerebro, como la abstracción, la imaginación y la simbolización. Es decir, nos
convertimos en ese concepto antropológico propuesto por Giovanni Sartori: el
Homo videns. Al respecto, el quien escribe postula que debemos diferenciar
dos tipos de Homo videns:
• El Homo videns positivo, aquel que sólo consume cultura y programas
extraordinarios (ya que es banal y ordinario ver programas chatarra).

• El Homo videns negativo, aquel que sólo consume incultura y chatarra


televisiva.

Ésta no es una satanización inmisericorde contra la tecnología televisiva (la


televisión). Por el contrario, y lo vuelvo a recalcar nuevamente, la televisión
posee una descomunal posibilidad educadora para desarrollar todas nuestras
inteligencias múltiples. Por ende, mi crítica endemonizadora recae en los
programas de televisión, mas no en la televisión en sí.

Definición de la causa 2. La civilización del espectáculo es un concepto


sociológico creado por el genial y extraordinario ensayista Mario Vargas Llosa.
Dicho concepto engloba o reúne todas las características de una sociedad
decadente, inculta, amarillista, apolítica y desconocedora de sus derechos y
deberes; por consiguiente, es la sociedad en donde todo gira alrededor del
espectáculo y la pavada y en donde el consumo cultural se encuentra rezagado
y olvidado.

En conclusión, son éstas dos causas que constituyen nuestro ausentismo en


las entidades culturales (bibliotecas, museos, librerías, galerías de arte, etc.) y
nuestra invisibilidad a la hora de consumir cultura.

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