Está en la página 1de 9

EL ARTE DE LA

DADIVOSIDAD 1
Capacitación Dorcas Asoc. Sureste de Ver.
“ En todo os he enseñado que,
trabajando así, se debe ayudar a los
necesitados, y recordar las palabras
del Señor Jesús, que dijo: “Más
bienaventurado es dar que recibir”

Hechos 20:35
La bondad
está siendo
borrada del
mapa de la
humanidad
¿QUÉ ES Cualquier actividad Es un medio de expresión

ARTE? humana hecha con esmero humano de carácter creativo.


y dedicación, o cualquier Obra viva que implica
conjunto de reglas sensibilidad e inteligencia,
necesarias para desarro por medio del cual se
llar de forma óptima una expresan emociones y
actividad sentimientos.
Dios y • Éxodo 25 muestra que Dios
estipuló la arquitectura
hermosa, junto con otras

el
formas de arte (trabajo en
metal, diseño de
indumentaria, tapicería, etc.),
en la construcción del

arte
tabernáculo.
• La poesía es otra evidencia
del amor por Dios por la
belleza y el arte.
Jesús y • Jesús era de profesión
carpintero, un hábil artesano
(Marcos 6:3).

el
• Pablo también alude a la
estética en Filipenses 4:8
cuando exhorta a los
creyentes a meditar y reflexio

arte
nar sobre todo lo puro, todo
lo amable, todo lo digno de
admiración, todo lo que sea
excelente o merezca elogio.
IASD y • CUADRO “NUESTRO
SALVADOR”

el
arte
¿QUÉ ES LA
DADIVOSIDAD?
Refiere a las personas
que tienen gran corazón,
y siempre dan ayuda,
regalan sin necesidad de
recibir nada a cambio.
“Me ha sido mostrada la razón por la cual el pueblo de Dios no está más
espiritualmente dispuesto y no tiene una fe más abundante; ello se debe a que está
apretadamente estrechado por el egoísmo. El profeta está hablando a los
observadores del sábado, no a los pecadores, no a los incrédulos, sino a aquellos
que tienen la gran pretensión de santidad. No son las muchas reuniones lo que Dios
acepta. No son las numerosas oraciones, sino el bienhacer: hacer lo correcto a su
debido tiempo. Es ser menos egoísta y más misericordioso. Nuestras almas deben
prodigarse. Entonces Dios las hará como jardines bien regados, cuyas aguas no
faltan”.
—Testimonies for the Church 2:35, 36.

También podría gustarte