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ECONOMÍA Y

ARQUITECTURA
• MUSEO CHOPO, PALACIO DE HIERRO CENTRO,
EDIFICIO CAPFCE Y BIBLIOTECA CENTRAL UNAM.

ING. ARQ. ARMAS CRUZ JONATHAN


MUSEO
UNIVERSITARIO
DEL CHOPO
ARMAS CRUZ JONATHAN 1AM11
MUSEO
UNIVERSITARIO
DEL CHOPO
• El Museo Universitario del Chopo
(coloquialmente El Chopo) es un
recinto museográfico de la ciudad de
México, dedicado a la promoción y
difusión del arte contemporáneo.
Sus actividades se enmarcan dentro
de la Coordinación de Difusión
Cultural de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM).
Durante décadas, el Museo del
Chopo fue la única opción de arte
joven, accesible y de calidad en el
centro de la ciudad que logró
consolidar un proyecto
multidisciplinario reconocido por su
carácter plural, crítico e
independiente.
HISTORIA DEL
MUSEO DEL
CHOPO

• La historia oficial del Museo del Chopo inició un 25 de noviembre de


1975, cuando el entonces rector de la UNAM, doctor Guillermo
Soberón Acevedo, inauguró el recinto ubicado en la colonia Santa
María la Ribera, de la Ciudad de México, como un centro cultural, un
espacio para difundir el arte y los esfuerzos culturales de los
universitarios.
• Originalmente fue construido por el arquitecto Bruno Möhring, uno de
los fundadores del Jugendstil –estilo arquitectónico alemán parecido al
art nouveau–, con el objetivo de ser un cuarto de máquinas para una
empresa minera alemana.
• La estructura fue la sede de la Exposición de Arte e Industria Textil, en
Düsseldorf, Alemania, para la edición de 1902, posteriormente partes
del edificio fueron adquiridas por el mexicano José Landeros y Coss,
quien las exportó a nuestro país –exhortado por Porfirio Díaz– con el
objetivo de albergar en su interior la Compañía Mexicana de
Exposición Permanente.
ARQUITECTO
DEL CHOPO
• Bruno Möhring fue un urbanista, arquitecto y
diseñador alemán, uno de los más importantes
miembros del movimiento artístico conocido
en su país como Jugendstil y en otros países
como modernismo o art nouveau, sobre todo
por obras como los puentes y las estaciones
del sistema de trenes de Berlín.

• Entre las obras notables de Möhring cuenta


un edificio que formó parte de la exposición
industrial y comercial de Düsseldorf de 1902,
el cual luego se trajo para la
Santa María la Ribera en la
Ciudad de México y ahora alberga el
Museo Universitario del Chopo de arte
contemporánea
DATOS…
• El edificio del museo es un icono de la zona
centro de la Ciudad de México. Se trata de
una estructura de estilo Jugendstil alemán
(equiparable al art nouveau francés)
prefabricada y desarmable, diseñada por
Bruno Möhring para ser cuarto de máquinas
de la metalúrgica Gutehoffnungshütte (Mina
de la Buena Esperanza), inscripción que, de
hecho, aparece en algunas de sus viguetas. El
edificio de hierro, tabique prensado y cristal
albergó en 1902 la Exposición de Arte e
Industria Textil, en Düsseldorf, Alemania.
• La técnica implementada para la creación del
edificio fue dos. La primera era con
hierro dulce, el cual se hizo con el primer
horno Bessemer que llegó a México en el año
de 1858; el segundo método que se empleó
para la construcción del museo fue la
implementación del alto-horno para hierro de
grado industrial que la Fundación de Fierro y
Acero Monterrey operó en el año 1900.
Entre 1901 y 1905, el hoy Museo
Universitario del Chopo fue armado bajo
la dirección del ingeniero Luis Bacmeister.
Su colocación representaba un signo de la
modernidad del Porfiriato, pues se
encontraba en la colonia Santa María la
Ribera, la cual había sido planificada.
Conocido en sus inicios como El Palacio
de Cristal, fue recuperado por la
Secretaría de Instrucción Pública y Bellas
Artes en 1905, cuando la empresa de
Landero y Coss quebró. Con los festejos
de la celebración del Centenario de la
Independencia, el edificio fue cedido a
una empresa japonesa para una
exposición de arte industrial. Debido a
ello, el museo fue conocido como
Pabellón. Al evento de inauguración
asistieron el presidente Porfirio Díaz y el
embajador de Japón en México, Kuma
Horigoutchi.

Como apunta Aranda, antes de cumplir su


destino como Museo, la estructura se usó
en 1910 para una Exposición de Arte
Industrial montada por una delegación
cultural japonesa con motivo de las
celebraciones por el Centenario de la
Independencia en México. Hasta
diciembre de 1913 abrió sus puertas el
Museo Nacional de Historia Natural, el
primero de su tipo en el país.
ESTILO
ARQUITECTONICO
• El edificio que lo alberga, de estilo art nouveau, fue armado entre 1903 y 1905 con
hierro, tabique prensado y cristal procedentes de Alemania. Fue traído a México por
la Compañía Mexicana de Exposiciones Permanentes, S.A., para presentar
exposiciones de tipo industrial. En aquellos tiempos era conocido como Palacio de
Cristal, debido a los grandes vitrales que dotan de luz a sus tres naves. Fue sede del
Museo Nacional de Historia Natural de 1913 a 1964 y albergó, entre otras piezas de
importancia, una reproducción ósea del diplodocus, dinosaurio del periodo jurásico;
por tal motivo, el espacio escénico isabelino que se encuentra en su interior lleva el
nombre de Foro El Dinosaurio.
PALACIO DE
HIERRO CENTRO
ARMAS CRUZ JONATHAN 1AM11
HISTORIA
• El Palacio de Hierro fue hecho a imagen
y semejanza de Le Bon Marché, el gran
almacén parisino fundado por Aristide
Boucicaut. Para ello, el 30 de enero del
año 1888, ante el notario Ignacio Burgoa
, se firmó el acta por la que El Palacio de
Hierro quedó legalmente constituido.
Luego, J. Tron y Cía. adquirió un terreno
de 625 m² en las calles de San Bernardo
y pasaje de la Diputación, actualmente
las avenidas Venustiano Carranza y
Veinte de Noviembre, en el centro de la
Ciudad de México, donde construyó un
edificio de cinco pisos, primer edificio
hecho ex profeso para ser comercio,
dotado de una estructura de hierro y
acero bajo los criterios de la escuela de
Gustave Eiffel, el creador de la famosa
Torre parisina que lleva su nombre. La
construcción demoró tres años. Cuando
ya iba bastante adelantada se formó la
leyenda de que el público pasaba por la
calle y al verla decía que ahí se estaba
construyendo un palacio de hierro y por
eso le pusieron ese nombre, aunque en
realidad la tienda ya se llamaba así desde
su escrituración. El 1 de julio del año
1891 fue la inauguración. El Dr.
José María Marroqui describió el edificio
en su libro de la Ciudad de México
• La historia del histórico edificio del Palacio de
Hierro se remonta al ocaso del siglo XIX en la
Ciudad de México. La segunda intervención
francesa y el advenimiento del imperio de
Maximiliano catalizaron la llegada de
numerosos ciudadanos franceses. Muchos de
ellos eran comerciantes que querían probar
suerte al otro lado del mundo. Fueron
precisamente dos jóvenes franceses con buen
ojo para los negocios quienes fundaron esta
legendaria empresa.
• El objetivo era construir una tienda enorme,
emulando a un almacén, que ofreciera de
todo a sus clientes. No se detuvieron en la
vestimenta o en artículos de novedad, sino
que se enfocaron en brindar una experiencia
mercantil integral. Así fue como el primero de
julio de 1891 se inauguró el primer Palacio de
Hierro. La estructura de hierro y acero de su
interior hizo gala a su nombre, y su fama se
disparó
INTERIOR
En su interior, llamaba la atención un elevador
hidráulico y transparente; los 350 focos
eléctricos que se encendían por las noches, los
500 mecheros de gas que estaban listos por si
fallaba la electricidad; que tuviera su propia
oficina de correo y de telégrafo y además su
teléfono, cuyo número era el 636 de la
Compañía Telefónica Mexicana. Los maniquíes y
el piso sin tarimas resultaron un éxito entre la
clientela, al igual que los estilizados mostradores
de madera donde se extendían cosas pesadas,
por ejemplo, rollos de tela. Lealtad, honradez y
eficacia es nuestro lema, anunciaba El Palacio de
Hierro.
El edificio original de 1891 es influenciado por
la corriente estilística “Escuela de Chicago” el
cual fue un estilo arquitectónico originado en los
últimos años del siglo XIX y comienzos del siglo
XX, en la ciudad de Chicago.
Se caracteriza por ser el primero en utilizar cierto
tipo de materiales y por implementar nuevas
técnicas para la edificación de grandes
construcciones, como la creación de ventanas
corridas, que eran las protagonistas de la mayoría
de las fachadas de las edificaciones, lo que luego
paso a llamarse muro de cortina.
• La volumetría fue resuelta en la esquina dos grandes marcos
pétreos que daban la idea de un gran cubo limpio desde los
límites de las calles hasta cubrir la altura de los cinco pisos con
los que contaba.
• El marco se habría logrado con el manejo como volúmenes
macizos de los ejes esquineros y el tratamiento similar del último
nivel con pequeñas ventanas, con lo que se lograba el elemento
horizontal superior, lo que provocaba que los marcos de piedra
acentuaran la transparencia de las ventanas: contaba con
balcones en el cuarto piso y unas verdaderas vidrieras en los tres
pisos restantes; de esta forma hacían una unidad aparente de
hierro y cristal, con lo cual se acentuaba la verticalidad del
edificio.
• En su interior se encuentra formado por un cubo geométrico;
estaba diseñado en base a un esquema de patio cubierto con un
tragaluz cenital transparente; cuenta con una elegante y
monumental escalera en zig-zag, la cual se levanta del centro del
patio y comunica con la azotea, junto a la escalera, se encuentran
dos ascensores, uno para las personas y otro para las mercancías.
Los materiales con los que estaba y está compuesto el edificio
son de hierro y piedra hoy en día de concreto también, ya que
tuvo muchas remodelaciones, una en 1901, que se basó en una
ampliación, pero siempre respetando la metodología que se
tenía, mismas proporciones, fachada y se repitió el esquema de
patio
ARQUITECTO
DEL PALACIO DE
HIERRO
• El arquitecto Paul Dubois, contratado para hacer el
nuevo inmueble, Hippolyte Signoret, sobrino de los
Tron y destinado a encabezar la tienda, y otros 26
empleados dejaron México y se fueron a luchar por
Francia en los batallones alpinos 157 y 159,
conformados por los más de 1200 jóvenes que
trabajaban en el país. Con dos locales localizados
frente a donde había estado la tienda, el llamado
Anexo y uno alquilado a una cuadra, en la calle de
Ocampo, El Palacio de Hierro siguió atendiendo a su
clientela. Además, unos carros hacían el servicio de ida
y vuelta de su terreno casi baldío a las grandes salas de
exhibición de muebles instaladas en los talleres.
• Cursó estudios de derecho para complacer a su familia,
y de arte para su placer personal. Tuvo honores y gloria
en su vida, hechos por una sociedad parisina que
reconoció la elegancia delicada de sus creaciones, y que
los editores difundieron ampliamente en copias
reducidas.
• El duque de Aumale (1822-1897) le encargó una
escultura ecuestre de Anne de Montmorency (siglo
XVI), que está en el centro de la explanada que conduce
a la entrada del Castillo de Chantilly (Oise), ahora
museo Conde.
EDIFICIO CAPFCE
(UNIFED)
ARMAS CRUZ JONATHAN 1AM11
EDIFICIO
CAPFCE
(UNIFED)
A unos cuantos pasos de Avenida Universidad, un
escondido entre grandes árboles, se encuentra
uno de los edificios públicos que mejor
representan el modernismo en México: el CAPFCE
(Comité Administrador del Programa Federal de
Construcción de Escuelas) de Francisco Artigas.
Aunque hace poco cambió de nombre, el edificio
de esta fábrica de escuelas se conserva intacto
por el tiempo y los cambios políticos.
La arquitectura fue uno de los principales medios
para consolidar el México moderno. Después de la
revolución y hasta la década de los 60 se crearon
grandes obras públicas como hospitales, la
Universidad Nacional y unidades habitacionales,
entre otros. La educación, por su parte, fue otro
de los proyectos posrevolucionarios más
importantes, pues se buscaba alfabetizar al mayor
número de personas, para ello era necesario
construir escuelas, así, tanto el proyecto
educativo como la arquitectura moderna en
México se unieron.
• Para lograr que el Comité pudiera cumplir con los
objetivos para los que fue creado, se tuvieron que
realizar investigaciones y análisis de problemas
variados, desde las condiciones económicas y
sociales de los lugares en los que se instalarían, así
como las demográficas y arquitectónicas, del país,
con lo que lograron que el programa comenzara a
dar frutos en la década de los cincuenta. Villagrán
García, José Luis Cuevas, Mario Pani y Enrique Yáñez,
quienes dieron un primer impulso a la obra del
comité en su aspecto técnico, llevando a la práctica
la primera planeación escolar.
• En la etapa inicial fueron construidos grandes
edificios escolares como la Normal Superior, el
Conservatorio Nacional de Música o la Escuela
Nacional de Maestros, construcciones que reflejaron
un afán de interés por comenzar la resolución de
problemas del tipo educativo, sin embargo según
reconocerían los propios participantes del comité
tiempo después, este tipo de edificios no
correspondían con las necesidades educativas del
país, que requería numerosos y pequeños centros de
instrucción como lo irían comprobando con el paso
del tiempo y las experiencias educativas que se
llevaron a cabo en distintos estados de la República
Mexicana.
CARACTERISTICA
S
• El pórtico se logra a través de columnas forradas de
mármol blanco mismas que sostienen la loza por
dentro lo que logra el efecto de que la fachada parezca
flotada.
• La altura de los entrepisos genera espacios amplios e
iluminados en todo el edificio, que, al estar planeado
como un lugar específico para albergar oficinas,
propicia la productividad y un buen ambiente laboral.
• Los pisos de madera, los grandes vidrios entintados en
color bronce y el mármol blanco, reafirman la
apariencia institucional de este edificio que aún
pertenece al gobierno federal pues alberga al Instituto
Nacional de Infraestructura Física Educativa, INIFED,
como se denomina en la actualidad al anterior CAPFCE.
ARQUITECT
O DEL
• UNIFED
Hijo del general del mismo nombre, Francisco Artigas quizá
sea el primer nombre de arquitecto que viene a la mente al
pensar en el estilo arquitectónico del Pedregal de San Ángel,
en los años cincuenta y sesenta. Estudió ingeniería en la
ciudad de México, abandonó la carrera un año después para
dedicarse a trabajar y, mediante viajes, lecturas y el estudio
de la obra de arquitectos como Richard Neutra, Rudolf
Schindler, Charles Eames y Raphael Soriano, se convirtió en
arquitecto autodidacta. Tras construir varias obras en
Culiacán, su primera casa en el pedregal fue la Chávez Peón
y, en 1952, la del número 240 de la calle del Risco: un par de
losas y una caja que se posan apenas sobre una formación de
lava donde está casi tallada la escalera de acceso
• Para 1962, el arquitecto Francisco Artigas era el responsable
de dirigir el Comité cargo en el que se mantuvo hasta 1972,
pero fue el año 1967 cuando se inició el proyecto para
reunir todas las oficinas del CAPFCE que se encontraban
dispersas en el centro de la ciudad en un solo edificio. El
terreno elegido para llevar a cabo la nueva construcción se
ubicaba en la colonia Florida, en la calle de Vito Alessio
Robles. Artigas y su equipo del CAPFCE fueron los
encargados de desarrollar el proyecto, quienes retomaron la
idea de mostrar la estabilidad y grandeza del Estado pero
ahora, a través de los materiales empleados y de una
estructura sencilla pero llamativa.
BIBLIOTECA
CENTRAL UNAM
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HISTORIA
• El 5 de abril de 1956 la Biblioteca Central de la Ciudad
Universitaria abrió sus puertas y puso en servicio sus
colecciones para apoyar las labores de una comunidad de
estudiantes, docentes e investigadores, que abandonaba los
edificios del centro de la Ciudad de México, donde había
trabajado durante cerca de 50 años, para trasladarse al sur,
en una nueva etapa de vida de la institución de educación
superior más importante del país, la Universidad Nacional
Autónoma de México. De esta manera se completó un ciclo
de trabajo que se inició en 1943 con la elección de terrenos
en el Pedregal de San Ángel, y la publicación de la Ley de
Fundación de la Ciudad Universitaria; y más tarde con el
Decreto de Expropiación de 1946, mediante el cual una
superficie de seis millones de metros cuadrados pasó a ser
propiedad de la Universidad.
• En el año de 1948 el arquitecto y pintor Juan O'Gorman fue
invitado para que proyectara, con los arquitectos Gustavo
Saavedra y Juan Martínez de Velasco, el edificio de la
Biblioteca Central, al que se había concedido una posición
preponderante en el Plano de Conjunto de la Ciudad
Universitaria. El programa constructivo se basó en estudios
hechos por el Mtro. José María Luján del funcionamiento de
las principales bibliotecas universitarias del mundo, y a partir
de ello se creó un edificio, dentro de las corrientes
funcionalistas dominantes en esos años, destinado a
almacenar un millón de libros; en él destaca una serie de
elementos distribuidos en dos volúmenes: uno desarrollado
en sentido horizontal, y el otro, superpuesto, en sentido
vertical
• El lado norte contiene la mayor cantidad de motivos ornamentales: próxima a la

Muro Norte: entrada de usuarios, está una monumental fuente de piedra volcánica, con una
estilizada representación de Tláloc, el dios del agua de la cultura prehispánica. En el
cuerpo del edificio, en los niveles correspondientes a las áreas administrativas y de
El pasado servicios, se observan tres franjas de murales que alternan con vidrieras. La primera
de ellas contiene, figuras de caracoles marinos y círculos, que en la iconografía

prehispánico prehispánica se denominan “chalchihuites” o piedras preciosas; la segunda franja


tiene como motivos ornamentales peces y signos calendáricos; la tercera, de
mayores dimensiones que las anteriores, presenta dos enormes serpientes a los
lados de un signo calendárico de fuego y agua. A partir del siguiente nivel se
despliega el gran cubo, que es la parte correspondiente al acervo, y donde se
concentraron los esfuerzos artísticos de Juan O'Gorman.
• Esta pared está marcada formalmente por la distribución de
Muro Sur: El figuras a partir de una faja o columna de motivos centrales, y
pasado de dos grandes discos a los lados; propone una visión del
mundo europeo en conjunción con el indígena, y desarrolla el
colonial esquema del mundo colonial novohispano. Presenta los
fundamentos del pensamiento español en ese tiempo,
marcados por la contradicción entre Dios y Demonio, entre la
religiosidad y la mundanidad, como bases de la cultura.
Muro Oriente: El
mundo contemporáneo

• Muestra en la parte superior dos símbolos referidos a


la realidad histórica del mundo contemporáneo: la
estrella roja del socialismo y el libro abierto de la
cultura. Una vez más O'Gorman recurre a las
oposiciones complementarias de la realidad mexicana;
coloca en el lado izquierdo al mundo obrero,
industrial, transformador, y lo opone al mundo rural,
tradicional, conservador. El lado izquierdo presenta la
imagen de las fábricas, la producción industrial y en
una banderola el lema “Viva la revolución”. En el lado
derecho se ve la imagen de la casa tradicional del
campesino mexicano, los frutos de la tierra y una
pareja de indígenas con su vestimenta típica, que sirve
de marco a la presencia del caudillo Emiliano Zapata,
quien avanza a caballo acompañado de un
revolucionario que enarbola una bandera con el lema
que identificaba la lucha agraria de ese caudillo,
“Tierra y Libertad”.
• En el centro, en una alegoría, reaparece el símbolo de
Cuauhtémoc, unido a la figura de la paloma de la paz,
integrado a la representación del átomo y del fuego,
creador y destructor. En la parte baja otra figura
hunde sus raíces en la tierra, uniendo estos dos
conceptos de la historia de México.
Muro Poniente: La
Universidad y el
México actual

• En la parte central, por encima del paisaje


del Valle de México, domina la composición
el escudo de la Universidad Nacional
Autónoma de México, creado en 1921
durante el rectorado de José Vasconcelos.
Arriba y a la izquierda, en las páginas de un
libro abierto, aparecen las iniciales de la
Biblioteca Nacional y en el lado derecho, a la
misma altura, están en un pergamino las de
la Hemeroteca Nacional. A este respecto
vale la pena mencionar que en algún
momento se propuso trasladar las
colecciones de la Biblioteca y la Hemeroteca
Nacionales, que se encontraban en edificios
del centro de la Ciudad, a esta enorme
construcción; sin embargo una serie de
cuestionamientos impidió el traslado, de ahí
la presencia de dichas iniciales en este lado
del mural.
ARQUITECTO
DEL MURAL DE
LA BIBLIOTECA
• La mejor imagen de Juan O'Gorman, el creador de la
Biblioteca Central, es su autorretrato fechado en 1950,
quizá la obra más original e imaginativa de la pintura
mexicana de la primera mitad del siglo XX.
• Juan O'Gorman nació en Coyoacán, Distrito Federal, el 6 de
julio de 1905. Estudió la carrera de arquitectura en la
Universidad Nacional Autónoma de México; aprendió
pintura con su padre el ingeniero de origen irlandés Cecil
O'Gorman. Uno de sus primeros trabajos de pintura mural
fue la decoración, en 1925, de tres pulquerías.
• Juan O'Gorman dejó el testimonio de su creación más
importante, la Biblioteca Central de la Ciudad
Universitaria, estas son sus palabras:
• “Desde el principio, tuve la idea de hacer mosaicos de
piedras de colores en los muros ciegos de los acervos, con
la técnica que ya tenía bien experimentada. Con estos
mosaicos la biblioteca sería diferente al resto de los
edificios de la Ciudad Universitaria, y con esto se le dio
carácter mexicano.
• Cuando traté el asunto con el arquitecto Carlos Lazo
(gerente de construcción del proyecto de la Ciudad
Universitaria) se entusiasmó con la idea del recubrimiento
de mosaicos de colores y me pidió que hiciera un proyecto.
Dediqué dos días y sus noches casi sin dormir y comer,
haciendo los primeros croquis, para tener las ideas
someras de este mosaico enorme que debería recubrir los
cuatro lados de la torre de acervos del edificio, que ya se
había comenzado a construir y se terminaría
aproximadamente en 1950.
TÉCNICA CONSTRUCTIVA
• “Por lo demás, la técnica con la que se logró cubrir cuatro mil metros cuadrados es muy importante, pues gracias a
ella este gran mosaico se ha conservado intacto sin necesitar por lo tanto la más mínima intervención
restauradora”.
• “Ordenamos hacer en una de las bodegas de materiales de la Ciudad Universitaria, un gran tablero vertical de
madera sobre el cual se hicieron las plantillas, o sea el dibujo al tamaño natural de los mosaicos. Decidimos hacer
lozas precoladas de un metro cuadrado, que podrían ser más o menos manuables para su colocación en el muro.
• Sobre el gran tablero de madera, colocamos clavos exactamente a un metro de ancho por un metro de alto,
conseguimos rollos de papel grueso de un metro de alto, de tal manera que las plantillas venían cortadas a la
medida necesaria. Colgamos tiras de papel entre los clavos y sobre ésta se dibujaba el mosaico, comenzando por la
parte inferior hacia arriba, de acuerdo con los proyectos a la escala de 5 cm. por metro. Claro está que en el
proceso de ejecución se hicieron muchas modificaciones al proyecto original, de acuerdo con cambios que fueron a
mí parecer necesarios para mejorar el diseño y la composición. Al mismo tiempo que se preparaban las plantillas y
los dibujos, en uno de los patios cerca del taller se almacenaban y se partían las piedras de colores, que, como dije
antes, logramos traer de diversos lugares de la República...
• A la vez se preparó en uno de los pisos de acervos del edificio de la Biblioteca en obra, una mesa especial de todo el
largo del acervo de 48 metros, para hacer sobre ella los precolados de concreto armado. Me transportaba a la obra
en bicicleta a las 7 de la mañana, llevando mi comida para trabajar durante todo el día, y terminaba generalmente a
las 9 o 10 de la noche. Los domingos y días de fiesta también trabajaba el mismo número de horas para acelerar la
terminación del mosaico en el menor tiempo posible.
• Sobre cada plantilla se indicaban los colores de las piedras que tenían que colocarse según el dibujo marcado.
Cada plantilla llevaba un número y letra que la situaba exactamente en el diseño general...El albañil encargado
de hacerlas colocaba la pedacería de piedras de colores sobre las plantillas y sobre esta pedacería de piedra se
hacía un pequeño colado de mezcla de cemento y arena con un poco de agua, para que la mezcla fuera un poco
dura, con el propósito de que no escurriera ni manchara la parte visible del mosaico, que llevaba el dibujo de la
plantilla, tal y como aprendimos en el Anahuacalli de Diego Rivera.

• Este pequeño colado servía simplemente para detener las piedras en su lugar y sobre ésta se colocaba la
cuadrícula de fierro de alambrón de un cuarto de pulgada, que servía de estructura del precolado. Después se
colaba el molde hasta llenarlo totalmente con revoltura de cemento, arena y gravilla, y se dejaba que estos
precolados fraguaran perfectamente en el mismo sitio en que se hacían. Este sitio estaba cerrado y sin ventanas
al exterior, y era muy húmedo para que fraguara el cemento con mayor dureza. A los dos días se levantaban los
precolados, se limpiaba la superficie de la piedra del mosaico y se almacenaba en una bodega, listos para
colocarlos en su lugar sobre los muros exteriores de tabique de los acervos de la biblioteca.

• El muro de tabique tenía una cuadrícula de varilla de fierro anclada, para detener las placas de mosaico. Cada
uno de los precolados se llevaba a su sitio y se colocaba en cuatro anclas amarradas al fierro de la cuadrícula del
muro. Posteriormente se colaba el espacio entre el muro y el precolado”.

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