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Un anticipo

de la
sanidad
(Juan 11:1-44)

eterna
I am the
Lord
who heals
you
Exodus 15:26
Un anticipo de la sanidad eterna

“Dios no conduce nunca a sus hijos de otra manera que


la que ellos elegirían si pudiesen ver el fin desde el
principio, y discernir la gloria del propósito que están
cumpliendo como colaboradores suyos… y de todos los
dones que el cielo puede conceder a los hombres, la
comunión con Cristo en sus sufrimientos es el más grave
cometido y el más alto honor”
(El Deseado de todas las gentes, 197).
Un anticipo de la sanidad eterna

“Jesús tenía un propósito de misericordia para con los


que no lo habían recibido. Tardó a fin de que al resucitar
a Lázaro pudiese dar a su pueblo obstinado e incrédulo,
otra evidencia de que él era de veras la resurrección y la
vida”
(El Deseado de todas las gentes, 487).
Un anticipo de la sanidad eterna

“Lloró porque muchos de los que estaban ahora llorando por


Lázaro maquinarían pronto la muerte del que era la
resurrección y la vida… Con ojo profético, Cristo vio la
enemistad de los fariseos y saduceos. Sabía que estaba
premeditando su muerte… Vio a Jerusalén rodeada por las
legiones romanas. Sabía que muchos de los que estaban
allí morirían en el sitio de la ciudad y sin esperanza… Su
corazón fue traspasado por el dolor de la familia humana de
todos los siglos y de todos los países”

(El Deseado de todas las gentes, 490-491).


Un anticipo de la sanidad eterna

“Cristo podría haber ordenado a la piedra que se


apartase, y habría obedecido su voz… Pero habría
de ser sacada por manos humanas. Así Cristo
quería mostrar que la humanidad ha de cooperar
con la divinidad. No se pide al poder divino que
haga lo que el poder humano puede hacer… Le
fortalece y coopera con él mientras emplea
facultades y capacidades que se le dan”.

(El Deseado de todas las gentes, 492)


Un anticipo de la sanidad eterna

Lázaro, ven fuera (11:43)


A. Lázaro salió victorioso de la tumba.
B. Allí estaba Lázaro. Sin signos de
enfermedad, fuerte y saludable.
C. De nuevo se le pide a la humanidad que
coopere con la divinidad (Juan 11:44).
“La resurrección de Lázaro fue el milagro
capital de Cristo y debido a ello muchos
glorificaron a Dios” (Hijas de Dios, 56).
Un anticipo de la sanidad eterna

¡Estás vivo! Vive tus horas, tus días, tus meses, tus años en gratitud al
Creador y disfruta de una relación plena con Él.

Este milagro también es un ejemplo de la gran alegría que tendremos


cuando Jesús regrese por segunda vez.

Será glorioso reencontrarnos con nuestros seres queridos que


resucitarán.
Vale la pena vivir con esperanza.

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