LA IMAGEN DE

ALGUNAS INTERPRETACIONES

• Para muchas JÓVENES, Dios es un

problema no resuelto.
• Dios es un misterio tremendo, ante el
que se siente respeto y temor
• Por lo tanto: la religión es una especie
de pesadilla o incluso una carga
intolerable.
Y la cosa llega a ser tan grave en
algunos casos, que hay quienes
piensan que serían mucho más
felices si supieran que Dios no
existe. Esto ocurre, con relativa
frecuencia, en la intimidad
secreta de algunos JÓVENES.
 LO QUE SI SE
SABE ES:

• Un desconocimiento profundo del verdadero sentido

de Dios.
• No se sabe ni quién es Dios ni cómo es Dios.
• Dios es el gran desconocido y, con mucha frecuencia,
el gran ignorado.
• La religión entonces se convierte en una serie de
prácticas, más o menos rutinarias, que se realizan sin
alegría y, por supuesto, sin amor.
 ¿Dios la palabra más
vilipendiada de todas?

• Las generaciones humanas con sus

disensiones religiosas han dilacerado
esta palabra; han matado y se han
dejado matar por ella.
• Los hombres dibujan un monigote y
escriben debajo la palabra 'Dios', se
asesinan unos a otros y dicen hacerlo
en nombre de Dios.
 Por lo tanto:
• Dios es un incomprendido, un desconocido
y un ser mancillado con toda la miseria de
los hombres.
• El evangelio entonces pierde su verdadera
significación.
• Y las palabras de Jesús no se entienden; o
se entienden al revés.
• En tal estado de cosas, la vida
auténticamente cristiana se hace
sencillamente imposible: todo son
dificultades, dudas, temores, inseguridades
profundas y hasta miedos atroces.
¿CÓMO PÓDEMOS
TENER UNA IMAGEN
CLARA Y GENUINA DE
DIOS?
 Juan nos dice:
"A Dios nadie lo ha vista jamás; es el
Hijo único, que es Dios y está al lado
del Padre, quien lo ha explicado"
(Jn 1,18).
Esto quiere
decir:
• Que ese Dios, inalcanzable e incomprensible, se ha
dado a conocer en la persona y en la obra de Jesús
de Nazaret. Por lo tanto, viendo y comprendiendo a
Jesús, se ve y se comprende a Dios.
Es justamente lo que el mismo
Jesús le dijo a Felipe en la
última cena: "Quien me ve a mí
está viendo al Padre" (Jn 14,9).
Por eso la carta a los Colosenses
dice que Jesús el Mesías es
Imagen de Dios invisible" (Col
1,15), es decir, el Dios
escondido (Is 45,15) y oculto,
absolutamente inefable (Sal
139,6; Job 36,26) y que habita
en una luz inaccesible (1Tim
1,17), se ha hecho presente y
patente entre los hombres por
medio de Jesús; o más
exactamente en la persona y en
la obra de Jesús.
La pregunta que aquí se plantea es muy clara: ¿Cómo
es el Dios que se revela y se da a conocer en Jesús
de Nazaret?
Los Evangelios nos muestran varios detalles

• Una mirada que

convoca, que invita, que
revela confianza, invita a
la amistad.
• Una mirada encarnada
que está atenta a las
necesidades de la gente.
• Mira con compasión,
capaz de “padecer- con”
el otro.
• Su postura corporal hablan de una
actitud de amor: “les toca”, “les mira”, “se
acerca”, “les limpia”, etc... son símbolos
de esa profundidad de encuentro.
• Convoca e invita a vivir una experiencia.
• Establece una relación muy cercana de
amistad “ya no les llamo siervos... Les
digo amigos...” (Jn. 15, 15)
• Dialoga con ellos, dando oportunidad a
que los apóstoles preguntan sobre el
sentido de su propuesta.
• Confronta sus ideas y forma de ver las cosas,
haciéndoles poco a poco entrar en la lógica del
Reino.
• Muestra que la experiencia del discipulado exige
sacrificios, perseverancia, tropiezos, etc.