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INHIBICION Y RECUSACION

La inhibición y la recusación buscan el apartamiento del


magistrado que incurre en una de las causales que permitan
dudar objetivamente de su imparcialidad, lo que le impediría
continuar conociendo del proceso y en consecuencia, ser
remplazado por otro magistrado.

Cuando nos encontramos envueltos en un proceso penal, sea


como imputado o querellante; debemos de tener pendiente que
nuestra situación jurídica depende totalmente de la apreciación
de un juez; el cual como encargado de impartir justicia debería
de tomar las decisiones con imparcialidad absoluta, es decir, sin
atender a prejuicios, a empatías o resentimientos que pueda
tener con algunas de las partes en el proceso, entre otras
innumerables razones, por cual la decisión de un juez puede
verse afectada por el subjetivismo.
En el proceso penal, está en juego unos de los derechos
fundamentales más apreciados por el ser humano: “La
Libertad”. Es por ello que el legislador a la hora de establecer
las disposiciones penales, toma en cuenta este aspecto y
crean dos figuras jurídicas que han garantizado muchas
decisiones justas. Estamos hablando de la inhibición y la
recusación.

Entendemos como inhibición la decisión propia de un juez,


de no conocer un caso en específico porque este entiende
que su decisión no sería totalmente imparcial, sino que la
misma podría verse afectada a inclinarse por alguna de las
partes por causa de subjetividades. Por otro lado tenemos la
recusación, es una figura jurídica en la cual una o ambas
partes envueltas en el proceso entiende que la decisión del
juez puede verse influenciada, y no buscar una solución
imparcial o subjetiva.
Para entenderlo de una forma más sencilla, cuando un juez se inhibe, por
cuenta propia él decide que no conocerá de un caso porque entiende que
no sería justo o imparcial; y la recusación ocurre cuando a pesar de que el
juez no se inhiba, una o ambas partes entienden que sí estaría afectada e
influenciada su decisión y por ello lo “recusan”; para que este no pueda
conocer dicho caso y pasen su conocimiento a otro juez.

Los motivos para la inhibición o recusación deben de estar debidamente


fundamentados; y los mismos se encuentran en la Norma adjetiva, estos
motivos son los siguientes:
Art. 53.- Inhibición
Art. 54.- Recusación

Las diferencias que existen entre el procedimiento de inhibición y


recusación.
La inhibición ésta se hará constar por medio de un acta que suscribirá el
funcionario inhibido: y la inhibición se diferencia de
las recusación en que mientras aquella es voluntaria, ésta es a instancia de
parte, pero las causales por las que proceden son las mismas.
La normatividad del proceso penal y su éxito en el logro de
objetivos, se sustenta principalmente en la actuación proba de la
autoridad judicial, su independencia e imparcialidad en sus decisiones
y el respeto a las normas de procedimiento judicial (rectitud y
honestidad de un Juez). Martínez Rave sostiene que “una de las
mayores ambiciones en el campo judicial consiste en que los
funcionarios que han de juzgar gocen de completa independencia y
además, actúen con absoluta imparcialidad eliminando toda causa
que pueda inclinar, aun inconscientemente, su decisión”, a lo que se
llama la capacidad subjetiva.”

Ello significa que desde el inicio o en el curso de un proceso penal


surgiera alguna circunstancia prevista en la ley procesal, que hiciera
dudar de la imparcialidad del juez que conoce del caso, éste debe
apartarse del mismo inhibiéndose, o en su defecto, las partes tendrán
el derecho de pedir su separación mediante la recusación. Estos
criterios de imparcialidad también implican a los Fiscales, por las
mismas circunstancias.
Consecuentemente la inhibición como la recusación constituyen
institutos procesales, que, bajo los mismos presupuestos, expresan la
necesidad de apartamiento o rechazo a la intervención del órgano
jurisdiccional o fiscal que conoce de un proceso por dudarse de su
imparcialidad en su actuación. Ambas instituciones son importantes
para el desarrollo armónico del proceso bajo la intervención de la
autoridad judicial y las partes.

Se puede esbozar una clasificación de las causas que dan lugar a la


inhibición o recusación:
a) La relación existente entre la autoridad judicial y el hecho delictivo
( si ha sido agraviado o afectado por el delito, o ha sido testigo del
mismo);
b) La relación de parentesco existente entre el Juez - Fiscal y las partes
procesales o implicadas en el procedimiento; y
c) La relación funcional que hubiera tenido la autoridad judicial con
anterioridad al hecho que conoce (haber sido Juez penal, o Fiscal, o
intervenido como perito, testigo o defensor del imputado o agraviado).
La imparcialidad no solo es un principio recogido por el C.P.P.,
sino también, es una garantía del debido proceso. Por ello, las
partes que acuden al Poder Judicial por una tutela
jurisdiccional efectiva, lo hacen confiando en que los
magistrados que conocerán su conflicto, se desempeñarán sin
inclinación ni sesgo subjetivo alguno.

En ese sentido, la función jurisdiccional debe ejercerse sin


sombras de sospecha o duda sobre la imparcialidad de los
magistrados, ni mucho menos, sobre su independencia
funcional.

Por tanto, si la imparcialidad y la independencia son propias


de una debida administración de justicia, ante una amenaza
contra alguno de estos principios, deberán activarse los
mecanismos procesales previstos por el CPP, denominados
recusación e inhibición.
Marco normativo
La inhibición es el acto procesal donde el fiscal o el juez
decide apartarse voluntariamente del conocimiento de una
causa, cuando advierte que incurre en uno de los supuestos
señalados en el art. 53 del CPP. Mientras que, la recusación
consiste en el acto procesal en el que las partes legitimadas
le solicitan al magistrado, quién omitió inhibirse, a que se
aparte de seguir conociendo del proceso, de conformidad a
lo dispuesto en el numeral 1) del art. 54 del CPP.

Por otro lado, la inhibición puede declararse de oficio. En


cambio, la recusación siempre se dará a pedido de parte. No
obstante, ambas acciones procesales pretenden apartar al
magistrado cuando sobreviene un motivo fundado que
afecta su imparcialidad, por ello comparten las mismas
causales para su configuración.
La Inhibición - Art. 53 CPP
La inhibición o abstención, es una institución jurídica, cuya
finalidad es, que, ante cualquiera de las causales
debidamente establecidas en nuestro ordenamiento jurídico
(Art. 53 CPP), el Juez o Fiscal que conoce de una determinada
causa, se aparte voluntariamente de seguir conociéndola,
debido a que dichas causales, cuestionan su imparcialidad, la
que podría conllevar a un entorpecimiento del proceso ya sea
de manera inconsciente o consciente, pues lo ideal será que
durante todo el proceso o al momento de resolver o dictar su
fallo el magistrado no se encuentre contaminado, ya que
debe gozar de absoluta independencia. Dicha abstención
debe presentarse por escrito, tan pronto se advierta que se
encuentra inmerso en una de las causales establecidas por el
Código.
Por ejemplo existiría temor, cuando el Juez desatiende el
deseo legítimo del imputado de nombrar un abogado de
su confianza, o cuando antes o en pleno juicio oral afirma
ante la prensa hechos que todavía no fueron probados,
cuando antes de la sentencia, deja entrever al defensor
del acusado con seguridad la condena, etc. De otro lado el
temor de la imparcialidad del Juez también puede darse a
favor del imputado, cuando por ejemplo fuera del juicio
oral sostiene frecuentes diálogos con el acusado, juega
con él, o se van a comer juntos, etc.

César San Martín Castro, señala “es un deber de los


magistrados de apartarse voluntariamente del
conocimiento de un proceso, cuando se percata que se
encuentra incurso en una causal de separación regulada
por la Ley”.
Sin embargo, la inhibición también puede ocurrir en una
situación que nada tiene que ver con un cuestionamiento a la
imparcialidad del magistrado, es así, que en la redacción
del CPP  podemos advertir el uso del término inhibición,
cuando se refiere a un conflicto competencial entre órganos
jurisdiccionales que conocen de una misma causa, afectando
de este modo, la independencia de su función jurisdiccional.

Tal y como ocurre cuando el juez advierte que otro juzgado


penal de igual jerarquía se encuentra conociendo del mismo
caso, supuesto regulado en el  numeral 1 del art. 45 del  CPP .

De igual modo, cuando el juez advierte que su superior


jerárquico se encuentra conociendo del mismo hecho punible
o viceversa, supuesto desarrollado en el art. 44 del CPP.
La Recusación – Requisitos.
Lo que se espera de un Juez o un Fiscal que se encuentra
inmerso en una de las causales de inhibición, es que ni bien lo
advierta, éste se inhiba. Pero si el magistrado aún siendo
consciente de que se encuentra dentro de una de las causales
previstas por el ordenamiento procesal penal, no se inhibe del
proceso que conoce, los sujetos procesales están facultados
para solicitar que dicho juez se aparte del conocimiento del
mismo, dando lugar a un procedimiento incidental – la
Recusación como lo señala el Art. 54 CPP.

La recusación en el instituto procesal en virtud del cual los


sujetos procesales busca el apartamiento –tacha- del Juez
respecto de una causa concreta cuando dude de su
imparcialidad y debe ser sustentada por causa cierta.
La recusación está íntimamente vinculada al principio del
juez legal, quien debe actuar con ecuanimidad, rectitud e
imparcialidad en su actuación funcional, es decir, idoneidad
en el cargo. Caso contrario el imputado o la parte civil, que
tienen duda fundada sobre estas cualidades, tienen
expedito el derecho de oponerse a aquel que conozca del
proceso instaurado mediante el planteamiento de la
recusación.

La norma establece los requisitos formales de admisibilidad,


los cuales van a determinar si la recusación es o no aceptada
y para ello es de obligatoriedad que la parte que plantea la
recusación, cumpla con formularla ante el Juez que conoce
de la causa y sobre del cual pesa el impedimento, que lo
haga por escrito y dentro del tercer día de conocida la causal
y que la misma se encuentre sustentada teniendo en cuenta
el ordenamiento procesal penal.
Consecuentemente si el magistrado no se inhibe, puede
ser recusado por cualquiera de los sujetos procesales
legitimados (imputado, actor civil o tercero civilmente
responsable) quienes deberán de: i) sustentar la causal
invocada con la correspondiente fundamentación
fáctica, ii) adjuntar las pruebas pertinentes, si hubiesen
y iii) respetar el plazo legal. De conformidad con el
numeral 2) art.54 del CPP.

Si el Juez recusado sin más trámite rechaza de plano la


recusación planteada, declarándola inadmisible, deberá
formar el incidente y elevará las copias pertinentes en el
plazo de un día hábil a la Sala Penal competente a quien
corresponde resolver la recusación o la inhibición del
Juez Art. 56 CPP.
Trámites especiales
Cuando la inhibición o recusación ocurra en contra de
un órgano colegiado, podrán aplicarse todos los artículos
citados hasta el momento. Sin embargo, al momento de decidir
la cuestión, le corresponderá ello al mismo órgano colegiado,
esta vez integrado por otro miembro distinto al magistrado
cuestionado. En cambio, si la inhibición o recusación se plantea
en contra de todos los miembros del órgano colegiado, el
procedimiento deberá ceñirse a lo establecido en el art. 57 del
CPP.

Es necesario precisar, que mientras se encuentre pendiente de


resolver la inhibición o recusación acontecida en el proceso, se
podrán realizar todas aquellas diligencias que sean irrealizables
ulteriormente o que no permitan ninguna prorroga, esto es,
aquellas de carácter urgente, siguiendo lo establecido en el art.
52 del  CPP.
Finalmente, producida la inhibición o recusación, el inhibido o
recusado deberá ser reemplazado de acuerdo a la
normatividad vigente del distrito judicial al que pertenecen.

Consecuencias procesales
Es necesario señalar que al dudarse de la imparcialidad del
Juez y en tanto se resuelve el incidente de recusación o
inhibición, el Magistrado está limitado en sus funciones, más o
suspendido en la totalidad de las mismas, y sólo podrá actuar
diligencias que por ser de urgencia, ameritan su actuación tal
como lo prevé el Art. 59 del CPP., como son:
1. Resolver sobre la libertad o privación de la libertad del
imputado.
2. Actuar diligencias de carácter urgente e irrealizables
ulteriormente o que no permitan ninguna prórroga siguiendo
lo establecido en el Art. 52 CPP.
Inhibición y Recusación de Secretarios y Auxiliares
Jurisdiccionales Art. 58 del CPP.

Tanto los Magistrados, Relatores, Secretarios, y Auxiliares jurisdiccionales


forman parte del Poder Judicial, y por lo tanto, todos son funcionarios o
servidores públicos que brindan o desempeñan actividades o funciones
a nombre y al servicio del Estado; por lo tanto nuestra norma procesal
no podía excluir de las causales de inhibición y de recusación a los
secretarios judiciales y a las demás personas que laboran en el Poder
Judicial y son quienes asisten en la función jurisdiccional del juez, es por
ello que el Art. 58 del CPP establece la aplicación a dichos funcionarios o
servidores, aplicándoles las mismas reglas que a los Magistrados; en
este caso es el mismo Órgano judicial quien decidirá inmediatamente
remplazándolo durante ese trámite por el llamado por ley. 

En tal contexto, además de regir las mismas reglas sobre interposición y


trámite en contra de magistrados, también deberá tenerse en cuenta lo
correspondiente sobre el plazo legal. Todo ello, desarrollado en el art. 58
del CPP.

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