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EL APARATO URINARIO

• El aparato urinario filtra la sangre, la libera de las sustancias de


desecho y participa activamente en el mantenimiento de la
volemia ajustando la cantidad de agua y de iones que expulsa del
organismo. Regula homeostasis.
• Los riñones
• Son un par de órganos que
tienen forma de judía y están
situados en las fosas lumbares a
ambos lados de la columna
vertebral.
• En la cara medial de cada riñón
está el hilio renal, una depresión
alrededor del punto de entrada
de la arteria renal y de los
puntos de salida de la vena renal
y del uréter.
•Estructura de los
riñones
•La cápsula renal. Es la capa externa
y está formada por una membrana
de tejido conjuntivo fibroso.
•La zona cortical. Tiene un color más
amarillento y aspecto granuloso
debido a que en ella se encuentran
los corpúsculos renales o de
Malpighi. La zona cortical forma
una capa continua bajo la cápsula
renal, con prolongaciones hacia el
interior, que se denominan
columnas renales.
• La zona medular. Se observa dividida
en sectores a causa de las columnas
renales; estos sectores se llaman
pirámides renales.
• La zona medular tiene color rojizo y
contiene las asas de Henle de las
nefronas y parte del túbulo colector,
que desemboca en una papila renal,
que continúa con un cáliz renal menor.
• Cada dos o tres cálices renales
menores convergen para formar un
cáliz mayor; todos ellos desembocan
en la pelvis renal, que se continúa con
el uréter.
Las nefronas
La nefrona es la unidad
estructural y funcional
del riñón. Cada riñón de
los mamíferos está
constituido por más de
un millón de nefronas, y
cada una de ellas forma
orina, que conduce hacia
las vías urinarias.
1. El corpúsculo renal o de Malpighi.
• Está formado por:
• El glomérulo, que es un ovillo de
capilares formado por las sucesivas
ramificaciones de la arteria renal.
• La cápsula de Bowman, que es una
especie de saco de doble pared que
rodea al glomérulo.
• Entre el glomérulo y la cápsula queda
un espacio que se denomina espacio de
Bowman.
• 2. El sistema tubular. Se forma como continuación de la cápsula de
Bowman y consta de:
• El túbulo contorneado proximal, que es la primera porción.
• El asa de Henle, con dos ramas; la ascendente y la descendente.
• El túbulo contorneado distal. Este tubo desemboca en un tubo
colector, que acaba en una papila renal.
•Las vías urinarias
•Las vías urinarias son las encargadas de conducir la
orina hasta el exterior del cuerpo.
•Están formadas por los uréteres, la vejiga y la uretra.
•Los uréteres son dos tubos que conducen la orina
desde los riñones hasta la vejiga.
•La vejiga es un depósito en el que se almacena la
orina. Su pared, que recibe una inervación vegetativa,
está dotada de tono para adaptarse al contenido y su
peristaltismo impulsa a este hacia la uretra.
• Un dispositivo valvular, situado en la desembocadura del uréter,
impide el reflujo de la orina.
• La uretra es un conducto que va desde la vejiga hasta el meato
urinario, por donde se expulsa la orina.
•Los vasos sanguíneos
•Las arterias renales derecha e
izquierda salen de la porción
abdominal de la aorta. La arteria
renal se va ramificando hasta formar
las arteriolas aferentes, cada una de
las cuales formará un glomérulo.
•La arteriola eferente sale del
glomérulo hacia la zona tubular de la
nefrona y forma la red capilar
peritubular. Los capilares venosos
recogen la sangre, y confluyen hasta
formar una vénula; las vénulas
confluyen hasta formar la vena
renal.
FISIOLOGÍA DEL APARATO
• URINARIO
1.La formación y expulsión de la
orina:
• El glomérulo está formado por
una extensa red capilar, por la
cual circulan 1,2 litros de sangre
cada minuto.
• La principal función de estos
capilares es filtrar el plasma,
filtración glomerular, para retirar
de la sangre todas aquellas
sustancias inútiles y nocivas para
el organismo.
• Las sustancias que se filtran desde
la sangre pasan al espacio de
Bowman y entran en la cápsula de
Bowman, en la que comienza el
sistema tubular de la nefrona.
• Este sistema tubular está rodeado
de una densa red capilar, la red
capilar peritubular.
• Las sustancias filtradas en el
glomérulo circulan por el sistema
tubular, donde se producen dos
tipos de procesos gracias a la red
capilar:
• Reabsorción. Se devuelven a la sangre las
sustancias que se han filtrado en el
glomérulo, pero que el organismo necesita.
Es el caso del agua, la glucosa o los
aminoácidos.
• Secreción o excreción activa: Algunas
sustancias presentes en la sangre, que no
se han filtrado pero que se deben retirar a
causa de su toxicidad, son secretadas de
forma activa hacia la red tubular.
• El agua y las sustancias disueltas que no
son recuperadas forman la orina.

• La orina pasa del túbulo contorneado


distal de la nefrona hacia el tubo colector
correspondiente, que acaba en una papila
renal; luego pasa a los cálices y finalmente
a la pelvis renal, desde donde abandona
el riñón a través de uréter. Los dos
uréteres desembocan en la vejiga, que es
una zona de almacenamiento.
2. La micción
• Es un proceso mediante el cual la vejiga
urinaria se vacía de orina cuando está
llena.
• Cuando la vejiga se llena (300-400 ml), la
distensión de su pared estimula, a través
de fibras sensitivas aferentes, el centro del
reflejo, que genera estímulos motores que,
a través de la vía eferente, estimulan la
contracción del músculo detrusor de la
vejiga y la apertura del esfínter interno de
la vejiga, que es músculo liso.
Seguidamente, el estímulo de la uretra
posterior por la orina desencadena la
apertura del esfínter externo.
• La orina abandona entonces la vejiga por la uretra y sale al exterior por el
meato urinario. En el hombre, mediante el orificio en el extremo del
pene; y en la mujer, mediante el orificio en la vulva, en su mitad superior.

• En niños pequeños, la micción se produce como respuesta refleja. En


niños mayores y personas adultas, la micción es voluntaria, y puede
inhibirse o precipitarse a través del control encefálico. En este caso, la
distensión de la vejiga produce un deseo consciente de orinar, que la
persona satisfará de forman voluntaria.
•3. Regulación del medio interno
• Esta regulación permite mantener más o menos constante la
composición del líquido intersticial y de la sangre. Se realiza
mediante distintos procesos:

• Mantener el equilibrio hídrico. Según las necesidades del


organismo se reabsorbe más o menos agua en las nefronas.
• Mantener el equilibrio iónico. A través de la sangre se pueden
retirar más o menos iones según las concentraciones presentes en
la sangre;
• Mantener el equilibrio ácido-base. Mediante la regulación de la
concentración de iones hidronio en el plasma sanguíneo.
• 4. Regulación de la presión arterial
• Algunas células renales segregan el enzima renina cuando el organismo
experimenta hipovolemia o hipotensión. La renina activa:
• El sistema renina-angiotensina, que contribuye a la regulación
mediante la constricción de paredes musculares de las arteriolas y la
retención de sodio en el riñón para retener más agua
• Estimula la síntesis de aldosterona en la glándula suprarenal, para
ayudar a controlar el equilibrio hídrico e iónico del cuerpo. Retiene
potasio en el riñón, favoreciendo la retención de agua.
• Estimula a la hipófisis para secretar vasopresina o ADH para retener
agua.
• 5. Regulación de la producción de
hemoglobina
• En el riñón también se secreta la hormona eritropoyetina (EPO). Si el
riñón percibe un descenso en la circulación de glóbulos rojos, libera EPO
con el fin de estimular la producción de glóbulos rojos en la médula ósea.
• 6. Formación de la forma activa de la
vitamina D
• Formas de absorción: D2 con el sol y D3 con la dieta. Ambas se
metabolizan en el hígado para dar lugar a calcidiol y en el riñón para dar
lugar a calcitriol, que son formas activas de la vitamina D.
FISIOPATOLOGÍA URINARIA
• 1. TRASTORNOS DE LAS VÍAS URINARIAS
• Los trastornos en las vías renales tendrán como consecuencia una
obstrucción total o parcial al paso de la orina. Esta obstrucción provoca
un dolor extremadamente intenso, que comienza en la región lumbar y
se irradia de forma típica hacia la región inguinal y los genitales.
• El cuadro de dolor que se produce como consecuencia de una
obstrucción en el paso de la orina se denomina cólico nefrítico.
• Causas:
• Litiasis, urolitiasis o nefrolitiasis, que es la presencia de cálculos o piedras en
el interior de los riñones o de las vías urinarias.
• Los cálculos renales se componen de sustancias normales de la orina, pero por
diferentes razones se han concentrado y solidificado.
• Se pueden formar cálculos porque la orina está saturada de sales y estas
precipitan, o porque la orina carece de los inhibidores que de forma natural
evitan este proceso.

• El 95% de los cálculos situados en el uréter se expulsan espontáneamente en


tres o cuatro semanas. Del resto, entre el 90% y el 95% se pueden eliminar
mediante procedimientos poco agresivos, como la litotricia extracorpórea por
ondas de choque o la extracción mediante ureteroscopia.
• Un coágulo, que puede quedar bloqueado en una vía urinaria.
• Un tumor, que dificulte el paso de la orina debido a su tamaño.
• Pielonefritis aguda. Es una infección bacteriana a nivel renal; es habitual que sea
una infección que se ha iniciado más abajo en el tracto urinario y que se ha
propagado por el tracto urinario hacia uno o ambos riñones.
• Traumatismo renal. Se puede producir una obstrucción a causa de un traumatismo.
Si la lesión incluye una rotura de vasos la situación es grave ya que provocará una
gran hemorragia interna.
• El síndrome de la unión pielouretral. Es una malformación congénita que provoca
una obstrucción en la unión que forma la pelvis renal con el uréter.
Alteraciones de la micción:
-Polaquiuria. Consiste en orinar muy a menudo, pero en pequeñas cantidades. Las causas
más comunes son: beber demasiados líquidos, la ansiedad, la diabetes, el embarazo y la
infección de las vías urinarias.
-Retención urinaria. Es la imposibilidad de orinar. Generalmente es consecuencia de una
inflamación uretral que llega a obstruir el conducto.
-Incontinencia urinaria. Es la incapacidad que tienen algunas personas para retener la
micción.
-Disuria. Es una micción dolorosa o difícil. La causa suele ser una infección urinaria.
-Tenesmo vesical. Sucede cuando la necesidad de orinar no desaparece con la micción.
Tras la micción, la persona tiene la sensación de que aún le queda más orina por evacuar.
Suele indicar una infección de las vías urinarias.
-Nicturia. Es la necesidad de levantarse tres o cuatro veces cada noche a orinar. Esta
situación puede tener muchos motivos, desde beber demasiados líquidos hasta tomar
diuréticos, una hipertrofia prostática, etc.
ALTERACIONES EN LA ORINA:
-Orina muy concentrada. Es de color ámbar oscuro y olor
intenso; el volumen es menor de lo normal. Las causas de esta
concentración pueden ser: beber pocos líquidos, sudar mucho,
padecer fiebre, vómitos, diarrea, etc.
-Orina muy diluida. Es de color amarillo pálido y olor débil; el
volumen es mayor de lo normal. Algunas causas de esa dilución
son el exceso de líquidos o una diabetes mellitus.
-Orina turbia. Es una orina que contiene mucha materia
orgánica. Los motivos más comunes de turbidez son una
infección urinaria y la eliminación de arena en calculos.
-Orina de color rojo vivo. La causa es la pérdida de sangre con la orina (hematuria). El
motivo es un sangrado en algún punto del aparato urinario.
-Orina oscura. Tiene un color parecido al coñac o a las bebidas de cola (coluria). Se
presenta en las primeras fases de la ictericia, una alteración del hígado.
-Orina rosada, rojiza o anaranjada. Se debe al tratamiento con algunos
medicamentos.
-Orina con olor dulzón. La orina tiene un olor como de manzana. Se debe a un exceso
de acetona en la orina, algo que ocurre en las personas diabéticas o en los niños o
niñas que llevan bastantes horas sin comer.
-Orina con olor de putrefacción. Suele estar causada por una infección urinaria grave.
2. TRASTORNOS DE LA VEJIGA
• La cistitis es una inflamación de la vejiga.
• Causas:
• -Una infección bacteriana, y se llama infección del tracto urinario
(ITU).
• Las ITU tienen tendencia a propagarse por las vías urinarias; si la
infección llega hasta los riñones, puede convertirse en un problema
de salud grave.
• -El uso prolongado de un catéter, algunos medicamentos, la radioterapia
o algunas sustancias potencialmente irritantes (higiene femenina).
• -También se puede producir como una complicación de otra enfermedad
subyacente.

• La cistitis provoca una necesidad fuerte y persistente de orinar,


sensación de ardor al orinar, sangre en la orina (hematuria), orina turbia
o con olor fuerte, molestias en el área pélvica, dolor de espalda o del
costado, fiebre, náuseas y vómitos, etc.
• Cáncer de vejiga:
• Esta enfermedad es cuatro veces más frecuente en hombres de más de
60 años, y tiene mayor incidencia en zonas urbanas.
• La evolución del tumor de vejiga se clasifica desde la etapa 0 o estadio
inicial, donde el tumor es muy superficial y afecta únicamente al
revestimiento interno de la vejiga, pasando por I, II, III y el IV, donde las
células cancerígenas alcanzan la pared del abdomen o los ganglios
linfáticos cercanos.
• El hábito de fumar se considera el factor de riesgo mayor.
• Otros factores son la exposición a tóxicos industriales como caucho,
cuero o pinturas, el abuso de analgésicos, las infecciones urinarias de
repetición, etc.
• La mayoría de los cánceres de vejiga empiezan con sangre en la orina
(hematuria) acompañada de molestias al orinar (disuria), estos
síntomas son frecuentes también en infecciones urinarias.

• Cuando el tumor se ha extendido a la pared vesical, causa un dolor


perineal intenso y puede provocar obstrucción e imposibilidad de
orinar (anuria).

• El tratamiento del cáncer de vejiga depende del estadio en que se


encuentre el tumor en el momento del diagnóstico. Se utiliza la cirugía,
la radioterapia, la quimioterapia y la inmunoterapia. Normalmente se
combinan varias técnicas debido al alto grado de recidivas de este tipo
de neoplasias.
3. Trastornos renales:
Podemos identificar tres grupos de trastornos: el síndrome nefrítico, el
síndrome nefrótico y la insuficiencia renal.

• Síndrome nefrítico

Es un conjunto de enfermedades caracterizadas por inflamación de los


glomérulos renales, con el consecuente deterioro de su función.
Clínicamente se caracteriza por una tríada de signos: hipertensión arterial,
edema y hematuria.
Además, provoca:
-Necesidad frecuente de orinar (polaquiuria),
-Sensación de ardor o dolor (disuria),
-Malestar general, etc.
A medida que aumenta el deterioro, habrá cada vez más síntomas generales
ya que no se producirá un correcto filtrado de la sangre y quedarán en ella
sustancias tóxicas que afectarán a distintas zonas del organismo.

Las causas se pueden agrupar en cuatro categorías:

Infecciones, enfermedades autoinmunes, trastornos metabólicos y


traumatismos.
Las más frecuentes son las infecciones urinarias altas.

-Una infección urinaria alta o pielonefritis es cualquier enfermedad de las vías urinarias
que ha alcanzado la pelvis renal.

Normalmente, los microorganismos ascienden desde la vejiga hasta el parénquima renal.


Existe mayor probabilidad en mujeres que en hombres;

La pielonefritis provoca fiebre y pus en la orina (piuria).

Las pielonefritis se pueden clasificar teniendo en cuenta la duración, si existen


complicaciones o no, y si afectan a uno o a ambos riñones.
• Síndrome nefrótico

El síndrome nefrótico es un trastorno renal caracterizado por un aumento de


la permeabilidad de los capilares de los glomérulos renales.

El aumento de permeabilidad provoca niveles altos de proteínas en la orina


(proteinuria), niveles bajos de proteínas en la sangre (hipoproteinemia o
hipoalbuminemia), edema y colesterol alto* (hiperlipidemia o hiperlipemia).

*Disminución de albúmina sérica + síntesis en hígado + síntesis de


lipoproteínas.
El síndrome nefrótico se puede deber a diversos trastornos.

Lo más frecuente es que se deba a un daño en los glomérulos:

Enfermedad renal (glomerulonefritis primaria)


Enfermedad extrarrenal (glomerulonefritis secundaria).
Las glomerulonefritis más frecuentes son:

-Enfermedad de cambios mínimos (ECM), enfermedad de Nil, nefrosis


lipoide o síndrome nefrótico idiopático de la niñez. Hay un daño en los
glomérulos que afecta a su funcionalidad, pero que no resulta visible al
microscopio óptico. Las causas pueden ser diversas: reacciones alérgicas,
uso de AINE, tumores, vacunas, infecciones virales, etc.

-Glomerulonefritis membranosa o nefropatía membranosa. Se debe a un


engrosamiento de parte de la membrana basal glomerular. La causa es con
frecuencia alguna enfermedad autoinmunitaria, aunque hay otros factores
que pueden causarla: algunas toxinas y medicamentos; infecciones como
hepatitis B, malaria, cánceres de colon...
• La insuficiencia renal es la pérdida de la capacidad de los riñones
para eliminar los residuos y ayudar con el equilibrio de líquidos y
electrólitos en el cuerpo.

-Insuficiencia renal aguda.

Las causas más habituales son necrosis tubular aguda (NTA), enfermedad
renal autoinmunitaria, disminución del flujo sanguíneo debido a presión
arterial muy baja, trastornos que causan coagulación dentro de los vasos
sanguíneos del riñón, infecciones que causan lesión directamente al riñón y
obstrucción de las vías urinarias.
La insuficiencia renal aguda ocurre cuando los riñones pierden de repente
la capacidad de filtrar los desechos de la sangre.
Cuando los riñones pierden la capacidad de filtración, pueden acumularse
niveles nocivos de desechos, y puede desequilibrarse la composición
química de la sangre.

La insuficiencia renal aguda provoca síntomas muy diversos:

-Cambios en la micción y edemas, mal aliento y sabor metálico en la boca,


-Cambios en el estado mental o en el estado de ánimo,
-Fatiga, dolor de costado,
-Inapetencia, náuseas y vómitos, movimientos letárgicos y lentos, etc.
-Insuficiencia renal crónica.
La diabetes y la hipertensión arterial son las dos causas más comunes y son
responsables de la mayoría de los casos, aunque hay muchas otras
enfermedades que pueden dañar los riñones.

La insuficiencia renal crónica cursa sin síntomas en las etapas iniciales;


después suelen aparecer síntomas inespecíficos (inapetencia, sensación de
malestar general y fatiga, náuseas, dolor de cabeza, picazón generalizada o
prurito, sequedad de la piel, etc.).

Cuando la función renal ha empeorado mucho, los síntomas pueden ser una
piel anormalmente oscura o clara, dolor óseo, calambres, mal aliento, sed
excesiva, susceptibilidad a hematomas o sangrado, sangre en las heces,
impotencia, problemas de sueño, edemas, etc.
• El cáncer de riñón es una neoplasia que se forma en la membrana que
recubre los conductos intrarrenales.

El adenoma renal es más frecuente en adultos y ancianos, y se suele


diagnosticar con una ecografía abdominal rutinaria, ya que generalmente no
presenta ninguna manifestación clínica debido a su pequeño tamaño.
El tratamiento se realiza mediante cirugía por laparoscopia, y algunos tumores
pequeños pueden incluso destruirse mediante radiofrecuencia.

En los niños, el tumor más frecuente es el tumor de Wilms, un tipo de


neoplasia que parece estar asociada a alguna alteración congénita y que se
suele manifestar antes de los diez años.
Gracias a las técnicas de tratamiento actuales, estos tumores tienen una
supervivencia cercana al 85%.
El carcinoma renal (maligno) es el tumor renal más frecuente en el
adulto, y suele afectar a hombres de edades comprendidas entre los 50 y los
70 años.

Son factores de riesgo los factores genéticos, las dietas ricas en grasa y
colesterol, la hipertensión, el tabaquismo, la obesidad y la insuficiencia renal
crónica.

El cáncer de riñón puede provocar lumbalgia y ginecomastia (mamas


agrandadas en hombres).
Además, se observan signos en orina (hematuria), en sangre, hipercalcemia,
anemia e hipertensión.

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