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Los minerales industriales son aquellos que, en función de sus características básicas principalmente,
se utilizan en la fabricación de productos, ya sea directamente o con un tratamiento previo.
A diferencia de las menas minerales, de estos minerales no se extraen metals como único fin, tampoco
se aprovechan por su contenido energético, ni tienen valor estético u ornamental, ni siquiera son áridos
para la construcción.
Los minerales industriales pueden considerarse todas las rocas y minerales, incluidos los sintéticos,
predominantemente no metálicos, que por sus propiedades físicas o químicas, y no por la energía
generada o por los metales extraídos, pueden ser utilizados en procesos industriales, de modo general
con múltiples funciones, como materia prima, componente especial de una formulación o aditivo,
directamente después de ser extraído o después de un tratamiento.
Entre las propiedades podemos destacar:
• Sólidos.
• Se pueden dar solos o asociados.
• Inertes.
• En general, necesitan tratamientos, no complicados, para su utilización.
• En general, son abundantes en la naturaleza, aunque algunos (sepiolita, zeolita, etc.) sólo se dan en
condiciones muy especiales y, por lo tanto, son escasos.
Las aplicaciones de los minerales industriales
⮚ El grafito expandido es una de las mejores alternativas libres de amianto para la estanqueidad de
gases y fluidos.
Ofrece un alto rendimiento de sellado en altas y bajas temperaturas, incluso en contacto con los
agentes químicos más corrosivos.
Conserva todas sus propiedades en altas temperaturas de hasta 450°c y posee una especial resistencia a
los cambios de temperatura.
⮚ Grafeno
Se trata de una sustancia compuesta por C puro, con átomos dispuestos en patron regular hexagonal,
similar al grafito, pero en una hoja de un átomo 100 veces más fuerte que el acero.
Densidad aproximada a la de la fibra de carbon y unas 5 veces más ligero que el Al.
Clasificación de los minerales industriales
La forma más común de analizar el negocio de los minerales y las rocas industriales es dividirlos en
grupos con usos finales similares. Así existe la tendencia de dividirlos en dos grupos básicos:
Los minerales químicos son utilizados principalmente como fuente de algún elemento químico
específico. Se venden basándose en su "contenido". Generalmente hablando, estos productos
reaccionan químicamente durante el proceso de utilización y no aparecen en el material vendible en su
forma original. Así, la composición química es determinante, quedando en segundo lugar sus
propiedades físicas o mineralógicas. Estos minerales van destinados fundamentalmente a las industrias
químicas, de fertilizantes, cerámica y metalúrgica.
Los minerales físicos son aquellos que no requieren de un proceso industrial sofisticado para su
utilización y, en consecuencia, estos productos se venden por las prestaciones que los mismos aportan a
cada uso específico. Así, por ejemplo, estos materiales pueden ser comercializados y distribuidos
basándose en factores tales como: blancura, propiedades reológicas, tamaño máximo de partículas,
curva de distribución de partículas y otras propiedades físicas, como resistencia, dureza, etc.
Minerales químicos
La industria química es un importante consumidor de minerales tales como: boratos, bromatos, caliza,
cromita, fluorita, ilmenita y rutilo, minerales de litio, fosfatos, azufre en todas sus formas, sulfato sódico,
yeso, etc.
La industria de los fertilizantes consume grandes cantidades de fosfatos, potasas, azufre, caliza, dolomía,
turba, yeso, etc.
La industria cerámica necesita grandes toneladas de una amplia variedad de minerales para producir:
abrasivos, vidrio, refractarios, porcelana cerámica, ladrillos, etc. Los materiales más importantes utilizados
son: arcillas, bauxita, boratos, cromita, dolomía, feldespatos, caolines, andalucitas, caliza, talco, magnesita,
sílice, wollastonita y otros.
Finalmente, la industria metalúrgica consume importantes cantidades de materiales fundentes. Así, por
ejemplo: criolita, fluorita, dolomía, etc., son ampliamente utilizados dentro de este sector.
Minerales físicos
Los minerales físicos son aquellos que no requieren de un proceso industrial sofisticado para su
utilización y, en consecuencia, estos productos se venden por las prestaciones que los mismos aportan a
cada uso específico.
Así, por ejemplo, estos materiales pueden ser comercializados y distribuidos basándose en factores
tales como: blancura, propiedades reológicas, tamaño máximo de partículas, curva de distribución de
partículas y otras propiedades físicas, como resistencia, dureza, etc. En general, para estos productos
existe un gran número de compradores pero ninguno adquiere grandes cantidades y raramente existe
una producción cautiva.
Desde el punto de vista práctico, los minerales físicos se dividen en siete clases, cada una con una
diferente utilización: minerales estructurales; materiales para carga, pigmento y extendedores;
abrasivos; materiales para fundición; minerales para la industria eléctrica; materiales auxiliares en los
procesos como filtros, catalizadores, etc.
Minerales estructurales son aquellos usados principalmente por la industria de la construcción. En este
grupo se incluyen: yeso, caliza, margas, agregados ligeros, arena y grava, perlita, puzolanas, áridos de
machaqueo, vermiculita, etc.
Los materiales para carga, pigmentos y extendedores, son el segundo grupo más importante, abastece a
industrias tales como pintura, papel, plásticos y caucho. Suelen ser consumidos en función de propiedades
tales como: blancura, dispersión -en agua o en aceite-, tamaño, forma y distribución de las partículas. Los
principales minerales de este grupo son: calizas y calcitas, caolines, talcos, óxidos de hierro, baritas,
dolomías y muchísimos otros.
Los abrasivos cada día son más sustituidos por productos sintéticos, pero todavía tiene importancia la
demanda de granates, esmeriles, trípoli y piedra pómez.
Los materiales para fundición son aquellos usados en la fabricación de los moldes y los machos. Aquí se
consumen: arena silícea, bentonita, cromita, andalucita, olivino, circón, etc. Las micas, las pizarras, etc., son
utilizadas por la industria eléctrica y las diatomitas, baritas, bentonitas, albiolitas, etc., se utilizan como
auxiliares en numerosos procesos.
En otro nivel se situarían las rocas industriales (granitos, pizarras y mármoles), que están formadas por
asociación de diversos minerales y que serán tratadas en la unidad temática "La piedra natural", su principal
uso.
Los abrasivos cada día son sustituidos por productos sintéticos, pero todavía tiene importancia la
demanda de granates y piedra pómez.
Los materiales para fundición son aquellos usados en la fabricación de moldes. Aquí se ocupa: arena
silícea, bentonita, cromita, andalucita, olivino, circón entre otros.
Las micas, las pizarras entre otros, son utilizadas por la industria eléctrica y las diatomitas, baritas,
bentonitas, etc, se utilizan como auxiliares en numerosos procesos.
Además, existen productos sintéticos provenientes de minerales o rocas que, por sí mismos, carecen de
interés económico, pero que, mezclados y procesados de una manera conveniente, llegan a producir
minerales industriales de iguales o mejores propiedades que el propio mineral natural. Algunos ejemplos
de este tipo son:
Las preocupaciones ambientales incluyen la alteración del suelo, vegetación y ríos locales durante la
preparación del sitio la contaminación atmosférica proveniente de la separación, concentración y
procesamiento (polvo fugitivo y emisiones de la chimenea); ruido del transporte, transferencia,
trituración y molienda del mineral; contaminación de las aguas superficiales por los derrames de los
molinos y plantas de lavado; contaminación de las aguas freáticas debido a las fugas de las pilas de
relaves y piscinas de lama; contaminación de los suelos, vegetación y aguas superficiales locales
debido a la erosión eólica e hídrica de las pilas de desechos; eliminación de los desechos; impactos
visuales; y conflictos en cuanto al uso de la tierra.
A menudo, las plantas de procesamiento de las regiones montañosas tienen dificultades para encontrar
las áreas adecuadas para represar los relaves del concentrador, y, por consiguiente, descargan estos
finos inertes a los ríos torrentosos aguas abajo, se asientan estos materiales en las curvas del río,
canales anchos, planicies de inundación y aguas costeras de poca profundidad. Los finos perjudican a
los organismos acuáticos, y pueden causar represamiento e inundaciones en las comunidades que se
encuentran aguas abajo.
Atmósfera
Emisiones sólidas:
El polvo emitido tiene su origen en las propias actividades extractivas, durante la tronadura y arranque
de material, o durante los procesos de carga y transporte, o en relación a procesos metalúrgicos.
Además puede haber una importante emoción eólica de material fino en escombreras y balsas
abandonadas.
Gases:
Los gases emitidos tienen su origen en la combustión de la maquinaria, la emisión natural durante el
proceso de extracción (CO2, CO, grisú —mezcla explosiva de metano y aire—), la emisión en
voladuras, y la emisión en procesos directamente relacionados con la actividad minera: combustión de
carbón (COx, NOx, SOx), pirometalurgia (SO2).
Aerosoles:
La formación de aerosoles tóxicos se producen durante la explotación, y sobre todo, durante procesos
de hidrometalurgia, que implican el riego por aspersión de pilas de mineral con compuestos a menudo
de alta toxicidad (sulfúrico para la extracción de algunos elementos, como el cobre; cianuro de sodio
para la extracción del oro).
Ruido:
Se genera por tronaduras, maquinaria pesada de arranque y transporte, maquinaria de molienda, etc.
Onda aérea:
Se produce por las explosiones de las tronaduras, y es una onda de presión, que se propaga por el aire
atenuándose con la distancia, generando vibraciones.
Terreno
Peligros geotécnicos:
• Desestabilización de laderas por sobrecargas y/o excavaciones y alteraciones en el nivel freático.
• Subsidencia por huecos. Subsidencia por depresión en el nivel freático.
Suelos
• Variaciones en el régimen hídrico del suelo por alteraciones en el nivel freático, y variaciones
texturales y estructurales.
• Pérdida física de suelo por extracción y arranque, acumulación de vertidos (escombreras y balsas) o
construcción de infraestructuras. Por erosión inducida.
Pérdida de propiedades físicas:
• Alteraciones en la horizonación por arranque y/o mezcla de horizontes, deposición de vertidos y
polvo. Pérdida de los horizontes superficiales por erosión inducida.
Variaciones del pH por el drenaje ácido de mina (“acid mine drainage”, AMD):