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La vocación

de ser catequista

os a
m ad
Lla er
s uistas
te q
ca
¡Soy “catequista”!

v«kat’ejo»
El catequista provoca en el
catequizando una resonancia
equ
cat - o eco espiritual.
- ista

«eco»
En la palabra «catequ
ista» está
escondido un verbo gr
iego que
significa “provocar un
eco”.
¡Soy “catequista”!

«kat’ejo» v katà
• = hacia abajo;

• = totalmente,
cat - equista enteramente,
completamente.
La parte “cat” en
la palabra “catequ
deja dudas de que ista” no
se trata de un llam
de una misión que ad o y
comprometen a to
da la
persona.
El catequista no es simplemente
un profesor de religión.
v Ni la catequesis es una clase
de una asignatura más...
v Se parece a la clase en algunos
aspectos.
v Pero es fundamentalmente
distinta.
Escuela — Catequesis

v La catequesis:
clase:
• quiere mover el corazón
• hace discípulos de Jesús
• ilustra la inteligencia
• hace alumnos de una escuela
Jesús se muestra como amigo,
y enseña a amar:
“Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes.


Permanezcan en mi amor.
Si cumplen mis mandamientos permanecerán en mi amor,
como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco
en su amor.
Juan 15,9-15. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese
gozo sea perfecto.
Este es mi mandamiento:
Ámense los unos a los otros, como yo los he amado.
No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando.
Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que
hace su señor;
yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo
que oí de mi Padre.”
Jesús es el espejo en el que ha
de mirarse todo catequista.

v Él es Amigo y Maestro.

v Es imposible ser catequista sin amar a


Jesús y a los que Él ama.

v ¿Cómo los catequizandos podrían llegar a


amar a Jesús, si no pueden observar que
el catequista lo ama?
San Pablo se compara
a un padre:
v “Hay un solo Dios y Padre
de todos.” Ef.4,6.
v “Aunque ustedes tengan
diez mil preceptores en
Cristo, no tienen muchos
padres. Soy yo el que los
ha engendrado en Cristo
Jesús mediante la
predicación del
Evangelio.” 1Cor.4,15.
San Pablo incluso se compara a
una madre:
v “Hijos míos, por
quienes estoy sufriendo
nuevamente los dolores
de parto hasta que
Cristo sea formado en
ustedes!” Gál.4,19.
San Pablo recurre simultáneamente
a ambas palabras:
v “Fuimos tan condescendientes
con ustedes, como una madre que
alimenta y cuida a sus hijos... Los
hemos exhortado y animado a
cada uno personalmente, como un
padre a sus hijos, instándoles a
que lleven una vida digna del Dios
que los llamó a su Reino.” 1Tes.2,7.11.
El catequista:

un padre
o una madre espiritual.
El catequista participa en el
misterio de un nuevo nacimiento:
v Se llama también
renacimiento espiritual, o
regeneración.
Jesús dijo a Nicodemo:
 “Te aseguro que el que no renace de lo
alto, no puede ver el Reino de Dios...
 El que no nace del agua y del Espíritu no
puede entrar en el Reino de Dios.” Jn.3,3.5.
El catequista participa en el
misterio de un nuevo nacimiento:
v La catequesis apostólica incluyó
el tema del “nuevo nacimiento”:

 “El que cree que Jesús es el Cristo ha


nacido de Dios.” 1Jn.5,1.
v Al catequista también se lo ha
comparado a un obstetra o una
partera espiritual,
v que colabora con la Madre Iglesia.
La paternidad y maternidad del
catequista:
v el arte de ayudar a dar a
luz a los nuevos hijos de
Dios Padre que el
Espíritu Santo engendra
en el seno de la Madre
Iglesia, esposa de Cristo;
v es un arte pastoral que
supone mucho amor al
Evangelio y al hombre a
catequizar.
La paternidad y maternidad del
catequista exige, por tanto:

v tacto,
v paciencia,
v humildad,
v oración,
v tiempo.
Recordemos cómo el apóstol Pablo
apartó a los tesalónicos del culto a
los ídolos:
“Fuimos tan condescendientes con
ustedes, como una madre que
alimenta y cuida a sus hijos.
Sentíamos por ustedes tanto
afecto, que deseábamos
entregarles, no solamente la
Buena Noticia de Dios, sino
también nuestra propia vida:
tan queridos llegaron a
sernos.” 1Ts.2,7s.
Como padre/madre espiritual no
excluye a nadie de la catequesis:

v todo hombre tiene


derecho a conocer el
Evangelio;
v por tanto, tiene el
derecho a la Catequesis.
Los Obispos han subrayado:
“que ningún bautizado quede
excluido y sea respetado su
derecho a ser plenamente
iniciado en la fe cristiana, a
través de la Confirmación y
la Eucaristía, con las
correspondientes
catequesis.”
Como padre/madre espiritual
incluye a todos en la catequesis:

v en la «Iniciación cristiana»
que es el fundamento de
todas las demás;
v en la Catequesis
permanente (Catequesis
orgánica para los adultos).
Como padre/madre espiritual
incluye a todos en la catequesis:
v “La Parroquia está llamada a ser
especialmente una comunidad
misionera, dado que
v la Parroquia es para todos los que
integran su jurisdicción,
v tanto para los ya bautizados,
v como para los que todavía ignoran,
prescinden o rechazan a Jesucristo.”
Como padre/madre espiritual
incluye a todos en la catequesis:
v ¿Cuáles son las circunstancias
difíciles en que viven muchos de
nuestros niños y adolescentes?:
v hijos de familias desunidas o
incompletas,
v trabajo infantil, deserción escolar,
v desnutrición, maltrato familiar...
Como padre/madre espiritual
incluye a todos en la catequesis:
La pastoral es el
cuidado personal
de cada una de las
ovejas de Jesús a
la luz de criterios
pastorales
comunes.
Como padre/madre espiritual
incluye a todos en la catequesis.
vPrincipio fundamental:
v que la comunidad cristiana
no desatienda a ninguno de
los niños, aun cuando las
propias familias no los
quieran acompañar.
El catequista trata de incluir a
todos en la catequesis:
v como una madre/un
padre que asume la
debilidad de su hijo;
v como el pastor que inicia
su tarea a partir del
extravío de la oveja;
v como el padre del hijo
“perdido”, dejándole la
puerta de casa siempre
abierta.
El catequista se siente
miembro de la Comunidad.
v Jesús encomendó la tarea de
evangelizar a todo el mundo,
en primer lugar, a toda la
Iglesia en cuanto comunidad
creyente y misionera.
v Los Apóstoles y los fieles
trabajaron en unidad y
armonía.
El catequista se siente
miembro de la Comunidad.
v La
evangelización/catequesis
es obra de toda la Iglesia.
v “La Comunidad cristiana es
el origen, lugar y meta de la
catequesis.”
El catequista vive
lo que enseña.
v “Vayan y hagan que todos
los pueblos sean mis
discípulos, ... enseñándoles
a cumplir todo lo que yo les
he mandado.” Mt.28,19s.
v La enseñanza de Jesús es
para ser vivida.
El catequista vive
lo que enseña.

El catequista da el testimonio
de ser un
buen ciudadano.
¡Soy “catequista”!

v«kat’ejo»
El catequista provoca
también en el cuerpo social
equ
cat - una resonancia
- ista o eco
espiritual.
«eco»
Condiciones humanas para ser
catequista:

vCapacidad de
escuchar a otros
vCapacidad de aceptar
críticas.
Condiciones humanas para ser
catequista:

vRespetar el ritmo de
cada hermano en su
caminar hacia la
madurez cristiana.
Condiciones humanas para ser
catequista:

vRESPONSABILIDAD y
CONSTANCIA para
superar las
dificultades.
Condiciones de fe para ser catequista:

Ser cristiano
practicante:
•Misa dominical;
•Catequesis;
•Oración diaria.
Condiciones de fe para ser catequista:

vEstar abierto a una


continua conversión.
Condiciones de fe para ser catequista:

vEstar abierto a la
vivencia de la
comunidad eclesial.
Condiciones de fe para ser catequista:

v Una vida cristiana


ascética:
• sencillez
• saber distinguir entre lo
importante y lo superfluo
• dedicación seria
Condiciones de fe para ser catequista:

v Formación básica como


cristiano y como
catequista:
• Misa dominical;
• Experimentar el Camino
del «Catecumenado de
adultos»;
• «Encuentros bíblicos»
• etc.
Conclusión de fe para ser catequista:

La finalidad cristocéntrica de la catequesis, que busca


propiciar la comunión con Jesucristo en el
convertido, impregna toda la formación de los
catequistas. (118) Lo que ésta persigue, en efecto, no
es otra cosa que lograr que el catequista pueda
animar eficazmente un itinerario catequético en el
que, mediante las necesarias etapas: anuncie a
Jesucristo; dé a conocer su vida, enmarcándola en el
conjunto de la Historia de la salvación; explique su
misterio de Hijo de Dios, hecho hombre por
nosotros; y ayude, finalmente, al catecúmeno o al
catequizando a identificarse con Jesucristo en los
sacramentos de iniciación. (119) En la catequesis
permanente, el catequista no hace sino ahondar en
estos aspectos básicos.

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