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Sociología

Sesión 1.3

Auguste Comte
evolución y sociedad
Auguste Comte nació en 1798 en Montpellier, Francia.
Se convirtió en 1818 en secretario de Saint-Simon.
Trabajaron juntos por años, en 1824 se distanciaron:
Comte pensaba que Saint-Simon no daba suficiente
crédito a sus ideas.

En 1826 Comte planificó un curso interrumpido después


de la tercera lección debido a una crisis nerviosa.
Padeció problemas mentales, en 1827 intentó suicidarse.

Sin tener título universitario, trabajó en un pequeño


puesto de lector en la Ecole Polytechnique, donde
escribió los seis volúmenes de su obra más conocida:
Curso de Filosofía Positiva.

Comte era excéntrico y creía que el mundo sería


finalmente gobernado por la sociología de futuros
científicos-sacerdotes.
Comte es un defensor del positivismo.

El positivismo es una postura filosófica


sobre la realidad como empírica o situada
“allá afuera” y regida por leyes naturales.

Para Comte, los pensadores positivistas se


plantean las cuestiones con el único objetivo
de averiguar el verdadero estado de las
cosas y reproducirlo con la mayor precisión
en sus teorías
En la sociología de Comte, los hechos
derivados de la investigación tienen una
importancia secundaria comparada con la
especulación reflexiva.

En este sentido, su positivismo no excluye


la investigación empírica, pero tal práctica
está subordinada a la teoría.

Comte se declaró a sí mismo el


“descubridor” de la Sociología en 1822 y la
mayoría de los historiadores de la sociología
aceptan su declaración.
“La sociología... es el término
que he inventado para
denominar la física Social”
(1830-42/1855:444).
Tres métodos sociológicos:

1. La observación, pero Comte enseguida


rechazó las observaciones ateóricas y
aisladas del mundo social.

2. La experimentación, aunque resulta más


adecuado para otras ciencias que para la
sociología.

3. La comparación, entre sociedades humanas


y el comportamiento animal, entre sociedades
separadas geográficamente y entre estadios
de las sociedades en el tiempo.
Para John Stuart Mill, la comparación temporal
es uno de los aportes más importantes de
Comte, porque sugiere que el estudio histórico
es la base de la especulación sociológica.

Sin embargo, Comte planteó leyes sobre la


evolución social que no indujo a partir de sus
observaciones; más bien las dedujo de su
teoría.
La ley más famosa es lade los tres estados.
Comte identificaba tres estados básicos
deducidos del proceso de madurez de las
personas, del desarrollo de las ramas del
conocimiento y de los avances en la historia
del mundo.

Todo atraviesa tres momentos que Comte


llama estado teleológico, estado metafísico y
estado positivo.
El estado teleológico: en donde la mente
humana busca la naturaleza esencial de las
cosas, particularmente su origen y su
propósito. Esto desemboca en la búsqueda
del conocimiento absoluto sobre seres
sobrenaturales, encargadas de crear, regular y
asignar propósito a los fenómenos. Comte
incluye aquí el fetichismo (el culto a los
objetos) y el politeísmo y en última instancia el
monoteísmo.
El estado metafísico: es transitorio, aquí las
fuerzas abstractas sustituyen a los seres
sobrenaturales para explicar las cosas, en
específico fuerzas naturales misteriosas o
fuerzas culturales invisibles. Por ejemplo,
pensar que el ascenso del agua por una
bomba se atribuye al horror al vacío de la
naturaleza (Aristóteles).

De manera similar (e inversa), un ejemplo


sobre lo social sería pensar que los seres
humanos tienen cultura porque está en su
naturaleza.
El estadio positivo: es final, el más importante
para Comte; se reemplaza la búsqueda de las
causas originales por el conocimiento de los
fenómenos en sí y las relaciones entre ellos.
Esto desemboca en el abandono de las ideas
no científicas por el descubrimiento de leyes
de la naturaleza y la sociedad.

Para Comte habían leyes concretas y


abstractas: las primeras se descubren
inductivamente con la investigación empírica,
las abstractas se obtienen deductivamente con
la teorización. A Comte le interesaba más
crear leyes abstractas que concretas.
Comte usó la expresión “positivismo” como
afirmación de las leyes naturales y sociales y
también en alución a los efectos positivos de
la ciencia, frente al desorden y el caos moral y
político que reinaba en Europa, a raíz de la
Revolución Francesa.

Para Comte, esta turbulencia se debía a la


decadencia de los estados teológicos y
metafísicos, solapada con el inicio del estado
positivo.

Lo que para Comte era un crisis de ideas, para


Marx era una crisis de clases.
Comte nombró el estudio de leyes sociales
como análisis de la estática social o la relación
entre las partes (estructura) y el todo (función).

Aunque tal perspectiva macro-sociológica


domina la obra de Comte, su visión micro-
sociológica sobre el egoísmo de las personas
justificaba el altruismo de una sociedad
positiva.
Tanto Comte como Durkheim piensan que las
personas son un problema para la sociedad.

El egoísmo o individualismo excesivo es una


preocupación clave para ellos y ambos
sugieren que la coerción es una solución
social a los impulsos negativos del ser
humano.

En este sentido, la verdadera libertad no es


más que una sumisión racional a las leyes de
la naturaleza.
Las personas para Comte no son sólo
egoístas, sino también débiles e impotentes.
En realidad, las personas no crean el mundo
social, más bien es el mundo social el que
crea a las personas.

“Como todo sistema se compone


invariablemente de elementos cuya naturaleza
es similar a la del propio sistema, el espíritu
científico nos prohíbe pensar en la sociedad
como si estuviera compuesta de individuos. La
verdadera unidad social es la familia”
(1830-42/1855: 502)
Las personas a través de las familias se hacen
miembros de la sociedad. La familia y la
religión serían instituciones que cumplen la
función básica de reducir el egoísmo de las
personas, según Comte.

Otras instituciones que cumplen un rol similar


son el lenguaje y la división social del trabajo,
dos cosas que permiten juntar y ordenar
personas.
Comte nombró el estudio del cambio de leyes
sociales como análisis de la dinámica social o
la evolución de los estados teleológico y
metafísico al estado positivo.

La sociedad seguiría invariablemente esta ley


del desarrollo progresivo, sólo puede variar el
ritmo al que se produce el cambio.

Según Comte, esta ley se basa en la evolución


de la mente humana siguiendo los tres
estados, cosa que “verificó” con su propia
mente.
Conversatorio
¿Para dónde vamos como
sociedad? ¿Qué rol tiene la
ciencia?

Lectura próxima semana

Tönnies, Ferdinand. Principios de Sociología.


Fondo de Cultura Económica,
México. (29 – 34 y 51 –104)

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