Es el conjunto de habitantes residentes en el territorio. Quienes integran la población
están sometidos a la autoridad política y, por tanto, forman el objeto del ejercicio del poder; asimismo, participan en la formación de la voluntad general y son, por ende, sujetos de la actividad del Estado. Este doble comportamiento se sintetiza en que actúa como el soberano, por una parte, y el pueblo, por la otra. La población esta conformada por miembros de nuestra nacionalidad, es decir los peruanos. Los hombres y mujeres que pertenecen a un Estado componen la población de éste. La población desempeña, desde el punto de vista jurídico, un doble papel. Puede, en efecto, ser considerada como objeto o como sujeto de la actividad estatal. En el año del Bicentenario de la Independencia del Perú, la población del país alcanzó 33 millones 35,304 habitantes, habiendo aumentado en 17.7 veces. El crecimiento de la población pasó por tres momentos diferenciados. El primero se caracterizó por un crecimiento lento en un periodo de 104 años, desde 1836 hasta 1940, lapso en que subió solo en 5 millones 149,375 habitantes. La población censada en los centros poblados urbanos1 del país es de 23 millones 311 mil 893 habitantes, la misma que representa el 79,3% de la población nacional. La población empadronada en los centros poblados rurales2 es de 6 millones 69 mil 991 personas que representa el 20,7% de la población censada del país. Los encargados para la seguridad de la población es el estado peruano De acuerdo a la autopercepción étnica de la población de 12 a más años de edad por sus costumbres y antepasados, el 25,7% se considera de origen indígena, principalmente quechua con 22,3%, aimara con 2,4%, y de etnias amazónicas con 1,0%, entre las principales. El 3,6% se autoperciben afrodescendientes; el 5,9% de origen blanco. En tanto, el 60,2% se identifica como mestizo.