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Estudiaremos el mensaje de los profetas a partir del siglo VIII a.C.

, que con ellos aparasen los profetas escritores,


estos profetas escritores tienen tres grande momentos:

Profetas del siglo VIII a.C. época de oro de la profecía de


Israel. Problemática: socio – económica, religiosa.
Entre ellos: Amós, Oseas, Isaías y Miqueas. Profecía dominada por el
castigo y la amenaza.
Profetas del siglo VII a.C. diferente problemáticas (religiosas,
políticas, etc..) entre ellos: Sofonías, Jeremías, Habacuc.

Profeta del exilio . Problemática religiosa, suspensión de


derecho. Entre ellos: Ezequiel y Deuteroisaías.
Profecía dominada por el
consuelo y la esperanza.
Profetas pos-exilio. Problemática: la reconstrucción.
Entre ellos : Ageo, Zacarías, tritoisais.

Profecía dominada por el aislamiento


Profetas del siglo IV y siguientes. Diferentes problemáticas.
de la situación presente y refugio en
Entre ellos: Joel, Abdías, Malaquías, Jonás.
el futro.
Injusticia social
La situación en Samaria a lo largo de sus dos siglos de existencia (931-720),
El Reino Norte, Israel, contó con tres capitales, que se fueron sucediendo
como residencia de los reyes. Tras un breve periodo en Siquén, la capital se
traslado a Tirsá, hasta que Omri, en el siglo IX, construyó Samaria. Esta fue la
ultima y la mas importante de todas, a demás de la mas lujosa.
Este lujo se consiguió inevitablemente a costa de los sectores mas modestos
de la población, especialmente del campesinado, que atravesó un momento muy dificil
en el siglo VIII a.C. (Amós 3.9-10). Amós 2.6-8.
Piensan bastantes comentaristas que todas estas injusticia tienen una meta: eliminar a los
campesinos pobres reduciéndolos a la miseria, para apoderarse de sus campos y
que los poderosos pueden hacerse con grande latifundios.
La situación en Jerusalén para conocer la injusticia de Samaria solo contamos con el testimonio
de Amós. En el caso de Jerusalén es distinto, porque Isaías, Miquea , Jeremías y Ezequiel nos
ponen en contacto con ellas. Cada cual lo enfoca a su manera, pero todos coinciden en
denunciar la situación.

LA CIUDAD INFIEL
(Is1.21-26)
Para Isaías, Jerusalén a traicionado a Dios porque a traicionado a los pobres.

LA CIUDAD CRIMINAL E INCORREGIBLE


(Sofonías 3.1-7)
Sofonías, como Isaías, concreta especialmente la « rebeldía» contra Dios en el terreno social.

LA CIUDAD SANGUINARIA
(Ezequiel22.23-31
Las causas que aduce el profeta en nombre Dios son preponderantemente de tipo social,
denunciando la injusticia de cinco grupos: príncipes, sacerdotes, gobernantes, falsos profetas y
terratenientes.
LOS PROBLEMAS CONCRETOS
Hasta ahora nos hemos fijado en la visión global que los profetas tienen de las dos capitales,
en cuanto a la injusticia que en ellas se cometen. Ahora centraremos nuestra atención
en algunos de los problemas concretos que denuncian. Estas son las cuestiones que mas
llaman la atención: administración de justicia en los tribunales, comercio, esclavitud,
latifundismo, Salario, tributos e impuestos, robos, asesinatos, garantías y préstamo, lujos.

Culto e injusticia al hablar de la situación en Samaria citamos Am 5,21-24 donde Dios,


En vez de una actividad cultual abundante, pide «que fluya el derecho como agua y
la justicia como arrollo perenne». (Is 1.10-17)
LOS PROFETAS Y LA HISTORIA
Los profetas, testigos de la historia
Los libros proféticos son un reflejo de la época
en que fueron escritos y, sobre todo, de las circunstancias que rodearon al profeta.
Durante la segunda mitad del siglo XIX se planteó de forma apasionante la intervención
de los profetas en la política; todavía en la primera mitad de este siglo siguieron apareciendo
trabajos sobre el profetismo como institución.

Los profetas, intérpretes de la historia


Los profetas no se limitan a testificar los acontecimientos
de los que son protagonistas o que les atañen más o menos directamente,
sino que profundizan en su sentido, califican a los actores y muestran hacia donde apuntan.
( Is 5. 10-15

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