abundantes en nuestro organismo, con aproximadamente 1 kg del mineral presente en un individuo adulto. Si bien el 99% del calcio se encuentra dentro de los huesos, el calcio que está circulando en otros tejidos es vital para numerosas tareas esenciales, como el funcionamiento de las células, la transmisión del impulso nervioso y la contracción muscular. Así, su relevancia en la composición de los huesos y en muchas funciones biológicas hace que mantener una nutrición adecuada de este mineral sea muy importante. El manejo de las reservas de calcio en distintos períodos de la vida cambia, y esto es el resultado de la acción del riñón, el intestino y los huesos. Los niños tienen un balance positivo, donde hay una ganancia neta de calcio, lo cuales asegura un crecimiento adecuado. Los adultos sanos se encuentran en equilibrio (lo que entra iguala a lo que sale), y los adultos mayores suelen tener pérdidas de calcio óseas, fenómeno que debe tratar de evitarse para prevenir la osteoporosis y así las graves consecuencias de fracturas por una mineralización deficiente de los huesos. Los factores que promueven un balance de calcio positivo en adultos son el ejercicio y algunos medicamentos. La inmovilización y la falta de hormonas esferoidales (como el estrógeno en la menopausia)promueven la pérdida de calcio. Las recomendaciones actuales de calcio están en un rango entre 700 y 1.300 mg diarios, dependiendo de la edad, y la principal fuente de calcio en la dieta son los productos lácteos. Regulación del fósforo Este nutriente es necesario y muy relevante para el funcionamiento de la célula, ya que por un lado forma parte del ADN y de las membranas celulares, y por el otro, selo necesita para actividades relacionadas con la producción de energía y numerosas otras funciones del metabolismo. También es un constituyente importante de los huesos y dientes, siendo el 85%del fósforo del organismo parte de estas estructuras. Dada la participación del fósforo en tantos procesos biológicos, niveles bajos en la sangre o bien pérdidas del mineral pueden causar enfermedades serias, aunque dado que está ampliamente disponible en la dieta, la deficiencia es poco común. Por otra parte, y dada la relevancia del control renal de los niveles de fósforo en la sangre, en pacientes con deficiencia renal crónica resulta muy difícil el manejo de este mineral. El sistema gastrointestinal lo sigue incorporando, y los riñones no son capaces de eliminar el excedente, con lo que hay una acumulación dañina, que afecta la regulación de calcio, y genera una elevación en la PTH, que termina dañan-do distintos órganos por acumulación de calcio y fósforo. En los pacientes con falla renal crónica, el control del fósforo que consumen en la dieta se vuelve muy relevante, ya que el exceso de fósforo circulante eleva su riesgo de mortalidad. El fósforo está presente en la mayoría de los alimentos, principalmente en aquellos ricos en proteínas, como los lácteos, carnes y pescados. En general las frutas y vegetales contienen poco fósforo, mientras que en algunas semillas, nueces, legumbres y cereales está presente en abundancia. Sin embargo, la forma química del mineral en estas fuentes es mucho menos fácil de absorber en el intestino que las fuentes animales. Es importante destacar que más allá del contenido original de fósforo en los alimentos, este mineral es componente de muchos aditivos y preservantes en alimentos procesados, que pueden constituir una fuente “oculta” e importante de fósforo dietario. Efecto de la vitamina D
La vitamina D participa en la homeostasis calcio-fósforo del organismo. Su deficiencia
mantenida origina el raquitismo en el niño y la osteomalacia en el adulto. Pero además, en los últimos años se ha observado que la vitamina D influye en un número importante de procesos fisiológicos, especialmente en relación con el sistema inmune. Así, diversas enfermedades como el cáncer, la esclerosis múltiple, la enfermedad inflamatoria intestinal, la hipertensión arterial y la enfermedad cardiovascular se han relacionado con niveles bajos de la vitamina. La vitamina D se encuentra en la naturaleza en dos formas: ergo calciferol o vitamina D2 y cole calciferol o vitamina D3. En el hombre la mayoría de la vitamina proviene de la transformación cutánea del 7-dehidrocolesterol en cole calciferol en presencia de la luz solar. Durante la exposición a la luz ultravioleta de longitud de onda entre 290-315 nm, los fotones son absorbidos por el 7-dehidrocolesterol de la membrana de las células de la epidermis y la dermis. La absorción de la radiación ultravioleta abre el anillo B del 7- dehidrocolesterol, formando el precolecalciferol. Esta sustancia es inestable y rápidamente se convierte en cole calciferol. A medida que la vitamina D3 se sintetiza, se libera al espacio extracelular y penetra en el lecho vascular de la dermis. Unida a la proteína transportadora de vitamina D, el cole calciferol llega al hígado. Actúa a través del receptor específico perteneciente a la supe familia de receptores nucleares hormonales. Regula la transcripción génica por homodimerización y heterodimerización con el receptor X, receptor específico del ácido 9-cis-retinoico. El elemento de respuesta al que se une el dímero VDR-RXR se denomina elemento de respuesta a vitamina D. El complejo se une al ADN y regula la transcripción de diversos genes. En el hueso la vitamina D estimula directamente, mediante su unión al receptor VDR, la diferenciación de osteoblastos y la producción de proteínas de unión al calcio óseo, como la osteocalcina y la osteopenia. También, actuando sobre los osteoblastos, induce la producción de citoquinas y factores de crecimiento, que estimulan la actividad y la formación de los osteoclastos. Además, promueve la diferenciación de condrocitos. En definitiva, por todas estas acciones, la vitamina D aumenta la actividad y el número de osteoclastos, movilizando calcio óseo. Por último, en el riñón aumenta la reabsorción de calcio por un mecanismo similar al descrito a nivel intestinal. El calcitriol incrementa los niveles del transportador de membrana, aumenta los niveles de carbónidas para el transporte transcelular y activa el paso de calcio a través de la membrana baso lateral. Participación de la hormona paratiroidea La regulación de las concentraciones plasmáticas de calcio es decisiva para la función celular normal, para la transmisión neural, estabilidad de la membrana, estructura ósea, coagulación de la sangre y señalización intracelular. Esta regulación depende de las interacciones entre la parathormona (PTH) producida en las glándulas paratiroides y del consumo dietético de vitamina D endógena. La PTH estimula la resorción ósea y la liberación de calcio hacia la circulación, en el riñón, la PTH favorece la reabsorción de calcio y la excreción de fosfato inorgánico en la orina; además, la PTH estimula la hidroxilación de 25-hidroxivitamina D en la posición 1, lo que da origen a la formación de 1,25 dihidroxi vitamina D, la forma activa de la vitamina D. La 1,25 ejerce sus principales efectos a través del incremento de la absorción intestinal de calcio en la dieta, además, en un grado menor, contribuye a la reabsorción renal de calcio filtrado y a la resorción ósea. El resultado general de las interacciones entre PTH y vitamina D es la conservación de las concentraciones normales de calcio plasmático.
Sana tu Cuerpo, Calma tu Mente: Desintoxicar Hígado, Intestino Permeable, Salud Hormonal, Curación Emocional, Relajación, Ansiedad y Sanidad mental, Atención Plena, Psicoterapia y Nutrición
Dieta Para El Reflujo Biliar y Gastritis Alcalina - Incluye 20 Deliciosas Recetas Libres de Gluten y de Lácteos Para Tratar y Aliviar el Reflujo Biliar y Sus Molestos Síntomas