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Universidad del altiplano

Nutrición humana

Segundo cuatrimestre

Fisiología

REGULACIÓN DEL CALCIO

Berenice Márquez González

Roxana Méndez García

15/abril/2021
Regulación del calcio

El calcio es uno de los elementos más


abundantes en nuestro organismo, con
aproximadamente 1 kg del mineral
presente en un individuo adulto. Si bien
el 99% del calcio se encuentra dentro
de los huesos, el calcio que está
circulando en otros tejidos es vital para
numerosas tareas esenciales, como el
funcionamiento de las células, la
transmisión del impulso nervioso y la
contracción muscular. Así, su
relevancia en la composición de los
huesos y en muchas funciones
biológicas hace que mantener una
nutrición adecuada de este mineral sea
muy importante.
El manejo de las reservas de calcio en distintos períodos de la vida cambia, y
esto es el resultado de la acción del riñón, el intestino y los huesos. Los
niños tienen un balance positivo, donde hay una ganancia neta de calcio, lo
cuales asegura un crecimiento adecuado. Los adultos sanos se encuentran en
equilibrio (lo que entra iguala a lo que sale), y los adultos mayores suelen tener
pérdidas de calcio óseas, fenómeno que debe tratar de evitarse para prevenir la
osteoporosis y así las graves consecuencias de fracturas por una mineralización
deficiente de los huesos. Los factores que promueven un balance de calcio
positivo en adultos son el ejercicio y algunos medicamentos. La inmovilización y
la falta de hormonas esferoidales (como el estrógeno en la
menopausia)promueven la pérdida de calcio. Las recomendaciones actuales de
calcio están en un rango entre 700 y 1.300 mg diarios, dependiendo de la edad, y
la principal fuente de calcio en la dieta son los productos lácteos.
Regulación del fósforo
Este nutriente es necesario y muy relevante para el funcionamiento de la célula,
ya que por un lado forma parte del ADN y de las membranas celulares, y por
el otro, selo necesita para actividades relacionadas con la producción de energía
y numerosas otras funciones del metabolismo. También es un constituyente
importante de los huesos y dientes, siendo el 85%del fósforo del organismo parte
de estas estructuras.
Dada la participación del fósforo en tantos procesos biológicos, niveles bajos en
la sangre o bien pérdidas del mineral pueden causar enfermedades serias,
aunque dado que está ampliamente disponible en la dieta, la deficiencia es poco
común. Por otra parte, y dada la relevancia del control renal de los niveles de
fósforo en la sangre, en pacientes con deficiencia renal crónica resulta muy difícil
el manejo de este mineral. El sistema gastrointestinal lo sigue incorporando, y los
riñones no son capaces de eliminar el excedente, con lo que hay una
acumulación dañina, que afecta la regulación de calcio, y genera una elevación
en la PTH, que termina dañan-do distintos órganos por acumulación de calcio y
fósforo.
En los pacientes con falla renal crónica, el
control del fósforo que consumen en la
dieta se vuelve muy relevante, ya que el
exceso de fósforo circulante eleva su
riesgo de mortalidad. El fósforo está
presente en la mayoría de los alimentos,
principalmente en aquellos ricos en
proteínas, como los lácteos, carnes y
pescados. En general las frutas y
vegetales contienen poco fósforo, mientras
que en algunas semillas, nueces,
legumbres y cereales está presente en
abundancia. Sin embargo, la forma
química del mineral en estas fuentes es
mucho menos fácil de absorber en el
intestino que las fuentes animales. Es
importante destacar que más allá del
contenido original de fósforo en los
alimentos, este mineral es componente de
muchos aditivos y preservantes en
alimentos procesados, que pueden
constituir una fuente “oculta” e importante
de fósforo dietario.
Efecto de la vitamina D

La vitamina D participa en la homeostasis calcio-fósforo del organismo. Su deficiencia


mantenida origina el raquitismo en el niño y la osteomalacia en el adulto. Pero además,
en los últimos años se ha observado que la vitamina D influye en un número importante
de procesos fisiológicos, especialmente en relación con el sistema inmune. Así, diversas
enfermedades como el cáncer, la esclerosis múltiple, la enfermedad inflamatoria
intestinal, la hipertensión arterial y la enfermedad cardiovascular se han relacionado con
niveles bajos de la vitamina.
La vitamina D se encuentra en la naturaleza en dos formas: ergo calciferol o vitamina D2
y cole calciferol o vitamina D3. En el hombre la mayoría de la vitamina proviene de la
transformación cutánea del 7-dehidrocolesterol en cole calciferol en presencia de la luz
solar. Durante la exposición a la luz ultravioleta de longitud de onda entre 290-315 nm,
los fotones son absorbidos por el 7-dehidrocolesterol de la membrana de las células de
la epidermis y la dermis. La absorción de la radiación ultravioleta abre el anillo B del 7-
dehidrocolesterol, formando el precolecalciferol. Esta sustancia es inestable y
rápidamente se convierte en cole calciferol. A medida que la vitamina D3 se sintetiza, se
libera al espacio extracelular y penetra en el lecho vascular de la dermis. Unida a la
proteína transportadora de vitamina D, el cole calciferol llega al hígado.
Actúa a través del receptor específico perteneciente a la supe familia de
receptores nucleares hormonales. Regula la transcripción génica por
homodimerización y heterodimerización con el receptor X, receptor específico del
ácido 9-cis-retinoico. El elemento de respuesta al que se une el dímero VDR-RXR
se denomina elemento de respuesta a vitamina D. El complejo se une al ADN y
regula la transcripción de diversos genes.
En el hueso la vitamina D estimula directamente, mediante su unión al receptor
VDR, la diferenciación de osteoblastos y la producción de proteínas de unión al
calcio óseo, como la osteocalcina y la osteopenia. También, actuando sobre los
osteoblastos, induce la producción de citoquinas y factores de crecimiento, que
estimulan la actividad y la formación de los osteoclastos. Además, promueve la
diferenciación de condrocitos. En definitiva, por todas estas acciones, la vitamina
D aumenta la actividad y el número de osteoclastos, movilizando calcio óseo.
Por último, en el riñón aumenta la reabsorción de calcio por un mecanismo similar
al descrito a nivel intestinal. El calcitriol incrementa los niveles del transportador
de membrana, aumenta los niveles de carbónidas para el transporte transcelular y
activa el paso de calcio a través de la membrana baso lateral.
Participación de la hormona paratiroidea
La regulación de las concentraciones plasmáticas de calcio es decisiva para la
función celular normal, para la transmisión neural, estabilidad de la membrana,
estructura ósea, coagulación de la sangre y señalización intracelular. Esta regulación
depende de las interacciones entre la parathormona (PTH) producida en las
glándulas paratiroides y del consumo dietético de vitamina D endógena.
La PTH estimula la resorción ósea y la liberación de calcio hacia la circulación, en el
riñón, la PTH favorece la reabsorción de calcio y la excreción de fosfato inorgánico en
la orina; además, la PTH estimula la hidroxilación de 25-hidroxivitamina D en la
posición 1, lo que da origen a la formación de 1,25 dihidroxi vitamina D, la forma
activa de la vitamina D. La 1,25 ejerce sus principales efectos a través del incremento
de la absorción intestinal de calcio en la dieta, además, en un grado menor,
contribuye a la reabsorción renal de calcio filtrado y a la resorción ósea. El resultado
general de las interacciones entre PTH y vitamina D es la conservación de las
concentraciones normales de calcio plasmático.

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