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Desarrollo

Comunitario
Psic. Darwin Azael Fernández Peraza
Universidad Latinoamericana del Caribe
Marcos teóricos de la psicología
comunitaria
La Psicología Comunitaria a través de sus corrientes teóricas, posee
orientaciones generales sobre el trabajo comunitario, conceptos
operativos y relaciones teóricas entre los mismos, a las que se
suman varias acepciones de comunidad, las que muchas veces se
superponen, reagrupándose bajo diferentes modelos, grados de
aceptación entre los profesionales, además de estar en permanente
cambio, debido a su fuerte nexo con otras formas de trabajo
psicológico
(Martín González, 1998).
No existe acuerdo absoluto respecto al significado y validez real
de "marco teórico", "modelo teórico" y "marco conceptual".

Marco conceptual: Conjunto de


lrma Serrano-García y Sonia Álvarez premisas básicas y valorativas,
(1992) desarrollan una concepción conceptos fundamentales, y
desarrollos metodológicos -tanto de
más amplia de lo que podemos intervención como de investigación-
que dan origen y orientan a una forma
entender como “marco conceptual” de hacer Psicología Comunitaria.
Marco de la psicología clínica
comunitaria
 En este marco es posible distinguir tres modelos diferentes, los cuales comparten un
núcleo en común, a saber; el énfasis en la salud mental.
1. Modelo de salud mental comunitario
2. Modelo conductual-comunitario
3. Modelo de estrés psicosocial

 Esto, sin duda, implica más problemas que ventajas a la hora de identificar un marco
conceptual, pues la salud mental es un elemento compartido con otros profesiones,
enfoques y programas. Sin embargo, este ha sido el elemento determinante y debe
considerarse de acuerdo a su evolución. Haciendo referencia a la práctica y no a la
relación entre salud mental y servicios de salud.
Modelo de salud mental comunitario

 Corresponde al enfoque de salud mental en el plano de intervenciones de la comunidad.


Esto último es entendido como una crítica a la forma tradicional de operar de los
servicios de salud, en torno a dos postulados:

1. Crítica a las definiciones de enfermedad mental como entidad intrapsíquica, haciendo énfasis
en el plano social para evaluar el origen del problema, al mismo tiempo que intenta ser
equitativa en la distribución de recursos, y
2. Entendiendo a la comunidad, fundamentalmente como una red de relaciones interpersonales
(Chacón y García, 1998).
 De esta forma, los principales métodos utilizados en este modelo son:
1. La intervención en crisis
2. La terapia breve
3. La consulta en salud mental

 Enfatizando una mirada empírica y epidemiológica en torno a la evaluación de impacto


de los programas.

 Los principales elementos conceptuales que se rescatan de esta propuesta son:


1. La salud mental positiva
2. El énfasis preventivo y promocional

 Entendiendo por el primero no sólo la definición de salud como "inexistencia" de


enfermedad si no como una orientación al desarrollo de la misma, y por el segundo,
una orientación en torno a la adopción de perspectivas integrales, que involucren
nuevas formas de accionar.
Modelo conductual-comunitario
 El énfasis principal de este modelo es conseguir cambios duraderos a nivel conductual
en individuos y colectivos, erradicando prácticas inadecuadas, e instalando otras más
adaptativas, a través de estrategias operantes de autocontrol y de aprendizaje social.
 Esto implica, además, la inclusión en los programas que siguen la orientación de no-
profesionales (por ejemplo, miembros de la comunidad), dando paso a nuevas formas
de intervención comunitaria en torno a la salud.
 Se reúne, entonces, el énfasis a nivel individual con un enfoque analítico e interventivo
de corte comunitario. Esto, a su vez implica complicaciones evidentes -y reducción de
la eficacia pues no siempre el comportamiento de uno es el comportamiento del grupo,
lo que da pie a pensar que este modelo se desarrolla más bien dentro del plano del
cambio individual -y microgrupal- dejando el plano propiamente social reducido a un
sumatorio de cambios personales. Es decir, si los individuos se adaptan, el colectivo
también.
Modelo de estrés psicosocial
 Bárbara Dohrenwend (1978) destaca que, en el fondo, todas las intervenciones
comunitarias estarían enfocadas a "socavar el proceso mediante el cual el estrés
psicosocial genera la patología, sea de salud mental o social, pero dada la complejidad
de este proceso puede ser abordado en puntos muy diferentes y esto explica las
diferencias entre las actividades desarrolladas por los psicólogos comunitarios".
 La dinámica del estrés psicosocial se inicia con un evento que produce una reacción
transitoria, cuyo efecto varía según la persona o las condiciones ambientales, pudiendo
mantenerse este efecto por causas secundarias, resaltando la importancia de lo que
ocurre posteriormente. De esta forma se amplía el foco sobre los aspectos contextuales
que rodean al individuo, permitiendo así mismo una reconceptualización de la acción
del mismo en torno a los eventos que le ocurren, o que podrían llegar a ocurrir
(Hombradas, 1996).
 El supuesto de base es que una persona con limitados recursos materiales y
económicos, producto de una vida estresante, obtiene peores resultados que otra con
recursos adecuados, pudiendo incluirse además, el "apoyo social" y las "estrategias de
afrontamiento" que la persona adopte frente a sus dificultades.

 De esta forma, son tres los escenarios posibles para una persona frente a esas
circunstancias:

1. Crecer psicológicamente como resultado de una evaluación positiva de su experiencia.


2. Ningún cambio psicológico sustancial.
3. Desarrollar una psicopatología, de carácter disfuncional, persistente y probablemente auto
mantenida (Chacón y García, 1998).
 La intervención, por lo tanto, implica los diferentes elementos mencionados en torno a
una evaluación situacional de los recursos de la persona y su entorno social y material.
Por esto, se prioriza la intervención en crisis, pues supone un corte en el proceso
transitorio de estrés psicosocial, lo que a su vez permite optimizar mejor los esfuerzos
profesionales en torno al problema.

 Al mismo tiempo la prevención y la promoción cobran sentido, por ejemplo, al intentar


mejorar las posibilidades de resolución de problemas de un determinado colectivo
social, a través de la creación o fortalecimiento de un sentido de comunidad, generando
amplitud en las redes sociales, o simplemente, aumentando el acceso efectivo a
recursos.

 El mayor reconocimiento que este modelo es que unifica los factores personales y
ambientales que inciden en la conducta, siendo su principal deficiencia, la dificultad
que dicha unificación tiene para incorporar elementos estructurales y macrosociales que
determinan la vida de las personas.
Marco organizacional

 El marco organizacional describe a la comunidad como un conjunto de organizaciones,


que interactúan para conseguir metas.

 En general, se acepta además que el ser humano puede estar motivado hacia la
(auto)realización, el desarrollo de sus potencialidades y el crecimiento personal.

 Por lo tanto, como resultado de este modelo, la comunicación eficiente es un elemento


fundamental; a mayor (apertura de canales, por ejemplo) y mejor comunicación (menos
ruido, más información significativa, mas apertura para el entendimiento), mayores
posibilidades de acceder a la consecución de metas.
 Es evidente que uno de los objetivos en la intervención será:
 compatibilizar los objetivos individuales y organizacionales.

 Utilizando para ello:


1. Dinámicas de grupo.
2. Estrategias de la Psicología de las Organizaciones como el desarrollo organizacional.
3. La consultoría organizacional.
4. El aprendizaje.
5. El entrenamiento de habilidades basado en la experiencia.
6. El uso de encuestas como forma de diagnóstico y evaluación.

 La principal característica de este marco es la de proveer una base operativa de trabajo,


a partir de las definiciones de organización y foco en las relaciones, permitiendo el
desarrollo de constructos y conceptos más allá de un nivel de análisis individual.
Lo anterior ha permitido una amplia utilización en torno
a trabajo con comunidades en un sentido diferente al
que suele dársele -comunidades pobres y marginales-,
pues reconceptualiza el campo de aplicación al plano
de las relaciones entre organizaciones.

Sin embargo esto plantea algunos problemas, pues el


énfasis en la eficacia de las organizaciones contradice,
en parte, una de las características más reconocidas y
aceptadas en torno a la Psicología Comunitaria; a saber,
la opción por el bienestar de las personas. Ello, sin
lugar a dudas, es materia de controversia.
 Además, es factible establecer diferencias entre los modelos que se encuadran en este
marco teórico. Así, hay modelos que están más centrados en los individuos y otros que
se centran más en las dinámicas relacionales que establecen los límites y funciones
dentro de la organización.

 Es decir, en los modelos centrados en el individuo se prima un análisis de


competencias, estilos de liderazgo, funciones individuales y formas de comunicación
entre quienes componen la organización, mientras que en los otros modelos se prioriza
los análisis centrados en las representaciones compartidas por los miembros del grupo,
la identidad comunitaria, su función institucional dentro de la sociedad, sus códigos y
pautas de comportamiento y los análisis de poder explícito e implícito dentro de las
relaciones (Asún, 2005).
 Al mismo tiempo, la noción misma de organización se refiere al orden más que a una
forma precisa, cerrada sobre límites claros y definidos explícitamente.

 En la actualidad, sirviéndose del análisis de sistemas sociales, muchas de las prácticas


de este marco conceptual han derivado en análisis de redes sociales.

 Estos análisis han sido utilizados con mayor frecuencia para referir lo que la sociología
moderna ha llamado "nuevos movimientos sociales", es decir movilizaciones de actores
sociales diversos que se destacan por tener marcos ideológicos de peso y por utilizar
diversas estrategias mediáticas para movilizar el interés y comúnmente la indignación.

 Son claros ejemplos de esto el conjunto de organizaciones que participan del foro social
mundial, pero también los grupos de organizaciones que se movilizan a propósito de
reformas legales, la defensa del medio ambiente y los derechos humanos (Castells,
1999). Si bien dichas prácticas forman parte de las nuevas formas de intervención
dentro de las Ciencias Sociales, la Psicología en particular se ha especializado en el
análisis de dichas redes sociales y sus formas de interacción.
Marco ecológico

 La premisa fundamental de este marco es el reconocimiento de la influencia de las


variables físicas y sociales en el comportamiento de las personas. El individuo y su
entorno son unidades de funcionamiento, conformando sistemas en cambio continúo, a
partir de cinco principios que orientan la intervención
A. Principio de interdependencia: los componentes de la unidad social (ambiente-personas) son
interdependientes. El modificar uno supone alterar al otro, estableciendo un nuevo "flujo"
entre ambos -una nueva forma de relacionarse- (Chacón y García, 1998). Esto implica que la
unidad de análisis e intervención es precisamente la comunidad (Hombradas, 1996).
B. Principio de adaptación: los organismos (personas) varían sus conductas en función de los
recursos disponibles, lo que determina que debe buscarse la congruencia entre las
capacidades de las personas y su entorno, tanto social, como material (Chacón y García,
1998; Hombradas, 1996).
C. Principio de sucesión (o evolución): la comunidad -y su ambiente- está en continuo cambio,
por lo que debe analizarse longitudinalmente a partir de la historia acumulada para intervenir
y evaluar resultados a largo plazo. Esto tiene una implicación fundamental, pues una
variación producto de la intervención puede provocar beneficios en una comunidad pero
desfavorecer a otras, por ejemplo, que compartan la misma área geográfica. De esta forma, el
principio orienta la acción, al mismo tiempo, hacia la utilización alternativa de las
posibilidades que proveen los recursos, intentando mantener la homeostasis -el equilibrio-
entre las poblaciones (Chacón y García, 1998; Hombradas, 1996).

D. Principio de recursos cíclicos (o de reutilización de recursos): que implica que el uso y


procesamiento de recursos depende de cómo cambien las demandas del problema y la
percepción del mismo, pudiendo reutilizarlos según sean las condiciones (Chacón y García,
1998; Hombradas, 1996). Se deduce de lo anterior que la intervención debe poner énfasis en
la detección de los mismos y de las condiciones que los determinan a nivel de su uso,
importancia y función.
 Este marco ha logrado amplia difusión en el campo de la Psicología Comunitaria.

 Hombradas (1996) y Alfara (2000), entre otros, consideran a este marco como una
perspectiva aplicada que permite entender globalmente el dinamismo que ha logrado la
Psicología Comunitaria al adoptarlo en sus prácticas, estableciéndose como un plano
sobre el que se adecuan otros marcos, como los que mencionábamos anteriormente.

 Se trata por tanto de un marco conceptual que ha logrado permear el campo de forma
transversal.
 Lo anterior supone que éste representa la base epistemológica sobre la cual la
Psicología Comunitaria actual se erige.

 Muchos son los autores que consideran que este marco es el que mejor se adapta al
ideal de Psicología Comunitaria mas allá de sus particularidades locales (pasando por
alto las diferentes condiciones históricas que dan sentido a la acción de profesionales y
a los proyectos políticos para los cuales trabajan).

 Evidentemente quienes comparten esta apreciación claramente considerarían la


propuesta de entender a la Psicología Comunitaria como un campo integrado por
marcos conceptuales diversos es inapropiada.
 En concreto, este marco supone algunos elementos significativos a tener presente en la
práctica. A saber; que los problemas surgen en un entorno que ayuda (y determina) a
desencadenar, mantener, incrementar o reducir su incidencia.

 Por lo tanto, una labor fundamental al plantear el trabajo comunitario es la localización


adecuada de la manifestación del problema y de su impacto -centrándose en el entorno
que los individuos indican como problemático. Por lo mismo, los objetivos deben ser
consistentes con los valores y objetivos del entorno -social y material-, pues de esto
depende la posibilidad del cambio y del impacto esperado.

 Además, una intervención adecuada proporciona las bases para que la comunidad se
desarrolle de forma autónoma a partir de sus propios recursos -y de la generación de
otros a partir de esos-, ya que el supuesto es que los "organismos [se desarrollan y]
varían sus conductas en función de los recursos disponibles" (Hombradas, 1996).
Marco transaccional
 Según Chacón y García (1988) este marco puede entenderse como una ampliación del
marco ecológico integrando principios de la Psicología Evolutiva, centrándose en la
dimensión temporal de los cambios que van ocurriendo a medida que se desarrolla la
intervención.

 De esta forma, el objeto de la Psicología Comunitaria que sigue este marco es "la
compresión de la disfunción y la salud emocional y conductual de las personas que se
desenvuelven en escenarios físicos, psicosociales y políticos", permitiendo así
comprender como se desarrollan determinados estados emocionales y patrones
conductuales, al mismo tiempo que sienta las bases para su modificación o prevención.
Según los autores los principios de este marco pueden resumirse de la siguiente forma:
 Según los autores los principios de este marco pueden resumirse de la siguiente forma:

A. Holismo, es decir, la afirmación de que las partes no pueden ser estudiadas


independientemente de un todo.

B. Directividad, en tanto los sucesos que ocurren en una comunidad están determinados por las
características y experiencias presentes y pasadas de los miembros de la misma y su entorno.
Esto implica que lo que ocurre se conceptualiza como un proceso, que debe ser adoptado en
el análisis del campo de trabajo.

C. Se deben diferenciar los medios de los fines de una comunidad, al analizar las comunidades
para intervenir en ellas ha de tenerse en cuenta que estas se orientan sobre objetivos
específicos, los que dan carácter y particularidad a las mismas. De esta forma, el proceso
mediante el cual se desarrolla la intervención implica, necesariamente, una flexibilización y
modificación de algunos de esos objetivos para adaptarse a las circunstancias concretas y así
poder concretar los fines esperados para con la intervención. La reorganización de recursos
bloqueados, mal empleados, no actualizados, resulta una tarea central.
D. Se debe insistir en la movilidad de las funciones conductuales. En el transcurrir de su
evolución las comunidades van incrementando su amplitud y diversidad de respuestas frente
al medio, lo que significa que cada miembro y grupo de la comunidad posee un cumulo de
estrategias para resolver las demandas que se le plantean (o que, directamente, él mismo se
plantea). Esto implica, entonces, que ese conjunto de conocimientos y prácticas acumulado
puede ser reutilizado, independientemente de que el contexto en el que han sido desarrolladas
cambie, haciendo necesaria una readaptación a las nuevas circunstancias. En este sentido, la
desadaptación se produce por el uso inflexible de respuestas anteriormente adaptativas, más
que por las respuestas en sí mismas.

E. Continuidad y cambio, la premisa fundamental de este marco es que el cambio y el proceso


de desarrollo. Cada cambio supone una modificación, en algún grado de importancia e
impacto en grupos, individuos, o en toda la comunidad. Por lo mismo, dichos cambios
suponen un continuo, en donde las estrategias a seguir cobran sentido y relevancia,
permitiendo además, el uso de metodologías de medición e identificación de los mismos
(Chacón y García, 1998).
A partir de estos puntos, se plantea la necesidad de
implementar estudios longitudinales para captar el
factor temporal, indicador fundamental en la
secuencia de la dinámica comunitaria.

Una de las principales áreas de aplicación de este


marco es la prevención, especialmente respecto de
conductas "no deseables", pues permite definir
formas adecuadas de intervención a partir de la
identificación y sistemática manipulación de
procesos desarrollados con respecto a la
desadaptación o adaptación de una determinada
comunidad.
 Así, son condiciones de este marco que,

A. Se desarrollen métodos efectivos para monitorear las relaciones individuo-contexto,

B. Validando los factores de riesgo y las conductas precursoras de los mismos,

C. A partir del establecimiento de criterios de riesgo adecuados en grupos y subgrupos, que


además permitan evaluar su desarrollo a través del tiempo, lo que requiere de un marco
temporal de la etiología del desorden que se desea prevenir.

 Esto permite, además, proponer modelos de desarrollo de la situación comunitaria a


futuro, en la medida que la complejidad del sistema lo permita (Chacón y García,
1998).
Marco de acción o cambio social
 Conviene aclarar que este marco corresponde a un conjunto de teorizaciones que, al
igual que en el caso del marco sobre la salud mental, no comparten supuestos teóricos
que permitan afirmar una cierta relación de unidad. Se trata más bien de un conjunto de
orientaciones a las que la categoría de marco es difícilmente aplicable de modo directo.
 El denominador común, si antes fue el énfasis en la reconceptualización de la salud
mental, ahora lo es respeto de la necesidad de contar con enfoques en torno a
problemas sociales que incidan en la vida de las personas en comunidades, bajo el
supuesto de que, en diversos aspectos, dichos problemas guardan relaciones entre sí,
apuntando la causa última a la estructura social dominante.
 Esto supone, en un primer momento, que los servicios y respuestas actuales frente a
dichas problemáticas, no dan abasto (son ineficientes) frente a las necesidades que
dichos problemas plantean. Una forma de actuar, frente a esta situación es la de suponer
que la organización de los residentes y miembros de la comunidad implicados en el
problema permite hacerle frente de mejor forma.
 Evidentemente, este marco -si podemos denominarlo así- critica las posibilidades que
la Psicología clásica tiene para explicar problemáticas que rebasan el campo de lo
intrapsíquico, o de "lo psicológico", pues su enfoque no está orientado hacia la
comprensión de los problemas reales con los que se enfrenta la sociedad, intentando
producir un marco (o un conjunto de marcos) que permitan entender cómo los sistemas
sociales producen reacciones psicológicas, y que, al mismo tiempo, posibilite
establecer una forma de intervención sobre dicha relación (Chacón y García, 1998).

 En este sentido este marco resalta la necesidad de "devolverle a grupos deprivados, el


sentimiento de autodeterminación, ya que el principal efecto de las relaciones de estos
grupos con la estructura social es un sentimiento de impotencia o indefensión
comunitaria" que impide la posibilidad de desarrollo y de enfrentar los problemas que
se le presentan cotidianamente (Chacón y García, 1998). Es claro, además, que de
preferencia este marco, al definir su grupo objetivo como "deprivado" opta por
intervenir en comunidades cuya condición de vida es genéricamente entendida como
"pobre", o bien durante el último tiempo como "vulnerable" o "carenciado".
 Todo lo anterior hace difícil definir algunos de los principios orientadores de la
corriente, pero existen -sin embargo- algunos elementos en común a todas estas
visiones que mencionamos a continuación:
1. El énfasis durante la intervención en la participación de los miembros de la comunidad, más
que una estrategia para mejorar la efectividad en la relación de implicación de la comunidad
con sus problemas cotidianos, es esencialmente una forma de redistribuir el poder, tanto
dentro de la comunidad como respecto de las relaciones que la misma tiene con su entorno
social (Chacón y García, 1998). Esto implica, evidentemente, que si bien existe un
profesional, diferente del miembro de la comunidad, su trabajo es cooperativo con el proceso
participativo que debe gestar y favorecer dentro de la comunidad. Esta participación implica,
además, que es la cultura y la historia la que se influye en el proceso de trabajo.
2. Se priorizan dos líneas de intervención paralelas, que se superponen a la hora de la
implementación, complementándose en la lectura que el profesional (y la comunidad) hace
del proceso. La primera supone un trabajo de reflexión, en donde se ponen en tela de juicio
algunos de los supuestos que fundamentan la acción del colectivo frente al abordaje de su
problemática, estableciendo alternativas posibles a la acción. La segunda línea supone la
generación y reformulación de habilidades, conocimientos y prácticas adecuadas a la
situación.
3. En general, y a partir de lo anterior, se utilizan paraprofesionales para fomentar el
desarrollo comunitario. Parte de este proceso se conoce como "Investigación-Acción",
que orienta el camino a seguir durante la intervención, permitiendo una explicación del
proceso, y en la que la misma comunidad se compenetra en la posibilidad del cambio
responsabilizándose, en parte, del proceso. Lo anterior redunda en una redistribución
del poder dentro de la comunidad, favoreciendo una transformación activa de la misma
(Chacón y García, 1998).

4. A nivel de metodologías, es evidente que se presta atención a las necesidades y a cómo


se involucra la comunidad en la intervención, pues la toma de conciencia crítica de la
situación, como decíamos, es el elemento clave, permitiendo además, independencia
del equipo interventor en su desarrollo futuro (Chacón y García, 1998).
 Dado el énfasis en la reconceptualización de los fenómenos por parte de la comunidad,
es decir, de la toma de conciencia crítica de su condición de oprimidos y marginados, le
ha dado a la práctica derivada de este marco un carácter fundamentalmente político,
muchas veces no diferenciando la función del profesional como psicólogo o como
militante. Esto, además, en determinados contextos histórico políticos, como los de
América Latina durante su pasado reciente, en donde -en palabras de Ignacio Martín-
Baró (1990)- la militarización, la injusticia estructural y los regímenes opresivos
acompañados de violaciones del orden institucional reconceptualizan los parámetros de
a quién se debe apoyar y de qué forma es posible dicha ayuda.
 Por lo mismo, y en la medida de que el clima político y social ha disminuido la
efervescencia de décadas pasadas, el apoyo directo de este marco ha ido en descenso,
priorizándose al rescate algunos de sus presupuestos, fundamentalmente aquellos que
permiten una lectura de cómo el proceso participativo se articula con la estructura
social, pero se han desechado otros, como el énfasis en la libertad de acción de la
propia comunidad.
Características en común de los diferentes marcos
teóricos
 Tras la exposición de los diferentes marcos de referencia de la Psicología Comunitaria,
a continuación trataremos de presentar las características comunes que comparten
entre ellos:

1. Contexto y ecología.
2. Las relaciones recíprocas entre el individuo y el sistema social o ambiental.
3. La dimensión temporal.
4. La directividad de los sucesos.
5. El conocimiento como fenómeno construido.
6. Las interrelaciones entre el observador y el observado.
7. La subjetividad y la perspectiva de los grupos implicados.
8. La investigación-acción.
9. La fiabilidad de las observaciones.

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