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UNIVERSIDAD CIENTÍFICA DEL PERÚ

FACULTAD DE CIENCIAS E INGENIERÍA

EL PARADIGMA DEL
DESARROLLO SOSTENIBLE

Docente: Ing. Gustavo F. Gamarra Ramírez, MSc


“En la ciencia un Paradigma es un conjunto de realizaciones
científicas universalmente reconocidas que, durante cierto
tiempo proporcionan modelos de problemas y soluciones a
una comunidad científica”.

Según Kuhn, estamos en presencia de un “Paradigma” cuando


un amplio consenso en la comunidad científica acepta los
avances conseguidos con una teoría, creándose soluciones
universales. Si se demuestra que una teoría es superior a las
existentes, entonces se produce una “revolución científica” y se
crean nuevos “Paradigmas”.

-  Todo cambio duele, por eso el miedo al cambio.


-  Todo cambia, nada esta fijo, todo fluye, todo está en movimiento.
-  El cambio es lo único estable, es lo único que no cambia.
La noción de Desarrollo Sostenible tiene su origen
contemporáneo en el debate internacional iniciado en 1972 en
Estocolmo y consolidado veinte años más tarde en Rio de
Janeiro. Pese a la variedad de interpretaciones existentes en la
literatura y en el discurso político, la gran mayoría de las
concepciones respecto del desarrollo sostenible representan la
definición sugerida por la Comisión Mundial sobre Medio
Ambiente y Desarrollo, presidida por la entonces Primer
Ministra de Noruega, Gro Brundtland (1987).
El desarrollo sostenible es aquel que satisface las
necesidades de las generaciones presentes, sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras
para satisfacer sus propias necesidades.
Donde el Desarrollo es:
Ambientalmente sostenible en el acceso y
uso de los recursos naturales y en la
preservación de la biodiversidad.

Socialmente en la reducción de la pobreza y


de las desigualdades sociales y que
promueva la justicia y la equidad.

Culturalmente en la conservación del


sistema de valores, prácticas y símbolos de
identidad que, pese a su evolución y
reactualización permanente, determinan la
integración nacional a través de los tiempos.

Y Políticamente al profundizar la
democracia y garantizar el acceso y la
participación de todos en la toma de
decisiones públicas.
Este nuevo estilo de desarrollo tiene
como norte una nueva ética del
desarrollo, una ética en la cual los
objetivos económicos de progreso
estén subordinados a las leyes de
funcionamiento de los sistemas
naturales y a los criterios de respeto
a la dignidad humana y de mejoría
de la calidad de vida de las
personas.
Conviene precisar más detalladamente las distintas dimensiones que
componen el paradigma de desarrollo sostenible. Desde luego, éste se
refiere a un paradigma de desarrollo y no de crecimiento, por dos razones
fundamentales.

En primer lugar, por establecer un límite ecológico al proceso de


crecimiento económico. Contrarrestando la noción de que no se puede
acceder al desarrollo sostenible sin crecimiento, el paradigma de la
sustentabilidad supone que el crecimiento (definido como incremento
monetario del producto y tal como lo hemos estado experimentando)
constituye un componente intrínseco de la insustentabilidad actual.

En segundo lugar, para que exista el desarrollo es necesario, más que la


simple acumulación de bienes y de servicios, se requieren cambios
cualitativos en la calidad de vida y en la felicidad de las personas, aspectos
que, más que las dimensiones mercantiles transaccionadas en el mercado,
incluyen dimensiones sociales, culturales, estéticas y de satisfacción de
necesidades materiales y espirituales.  
El año 1983 se dio un paso adelante en la
elaboración de un nuevo modelo de entender la
realidad ambiental, cuando la Comisión Mundial
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo
estimuló la filosofía del desarrollo sostenible.

A partir de todo ello se fueron asentando los


principios básicos del desarrollo sostenible, que
en su vertiente ambiental son los siguientes:
 Consumir recursos no renovables por debajo de
su tasa de substitución.
 Consumir recursos renovables por debajo de su
tasa de renovación.
 Verter residuos en cantidades y calidades
asimilables por parte de los sistemas naturales.
 Mantener la biodiversidad.
 Garantizar la equidad redistributiva de las
plusvalías.
La filosofía de sostenibilidad hace hincapié en el desarrollo integral,
un concepto mucho más ambicioso que el simple crecimiento
económico. El desarrollo integral implica:
• Crecimiento: el bienestar y la riqueza se identifican exclusivamente
con un aumento cuantitativo en el volumen de las economías (más
producción, más consumo, más riqueza). Por este motivo, el
indicador de crecimiento por excelencia es el PBI, que mide el
volumen de bienes y servicios producidos. No obstante, el
incremento del PBI no siempre va acompañado de una mejora de la
calidad de la vida humana.

• Desarrollo: el bienestar y la riqueza se asocian a la mejora


cualitativa de los servicios y de los recursos a los que tiene acceso
una persona. En este caso, los indicadores de desarrollo aún no están
completamente definidos, pero uno de los utilizados actualmente se
denomina, precisamente IDH. El IDH ha sido elaborado por las
Naciones Unidas y combina tres indicadores: esperanza de vida,
alfabetización y PBI.
Las relaciones Ambiente Desarrollo

Uno de los temas más relevantes en esta discusión son las relaciones
ambiente-desarrollo, la búsqueda de una base para que actúen
coordinadamente el mundo industrial y los países en desarrollo,
reconociendo que tiene necesidades mutuas e intereses comunes.

Desde el punto de vista del desarrollo sostenible aparecen tres formas que
se relacionan con ambiente y desarrollo.
La más relevante es la que relaciona pobreza con presión demográfica y
desarrollo.

La otra sería la que conforman los diferentes esquemas de crecimiento,


patrones de consumo y sus efectos sobre el ambiente.

La tercera tiene que ver con la dimensión financiera internacional, con
los problemas de la deuda externa, el deterioro de los términos de
intercambio comercial y los flujos financieros.
¿Cómo lograr, entonces, el reto de proteger el
ambiente y al mismo tiempo avanzar en el
desarrollo?

Está claro que esta función ya no puede dejarse


sólo en manos de los Estados o de los gobiernos.
Deben incorporarse a cada segmento de la
sociedad, a cada organización y a cada individuo
hasta constituir una amplia red de acciones que
hagan esto factible.

A nivel, global ya se han emprendido una


serie de acciones, entre las que destacan la Carta
de la Tierra, como también existe la Agenda 21,
detallado plan de acción para el próximo siglo.
Desde el punto de vista financiero se ha
establecido el Fondo para el Medio Ambiente
(GEF) con USD 1.300 millones para financiar
proyectos que solucionen problemas ambientales
globales.
EVOLUCIÓN
DEL DESARROLLO SOSTENIBLE
La idea de desarrollo sostenible surgió de la
necesidad de introducir cambios en el sistema
económico existente basado en la máxima
producción, el consumo, la explotación
ilimitada de recursos y el beneficio como único
criterio de la buena marcha económica.

Este modelo de desarrollo resultaba


insostenible y totalmente incompatible con el
mantenimiento ecológico del planeta, ya que un
planeta limitado no puede suministrar recursos
indefinidamente.
Desde los años sesenta, distintos foros internaciones se han ocupado de
estudiar estos temas, planteando los problemas ecológicos derivados del
modelo de desarrollo económico en el que estamos inmersos con la
intención de integrar las necesidades del medio ambiente con dicho
modelo de crecimiento.

Así, a principios de los setenta del pasado siglo, Ignachy Sachs, consultor
de Naciones Unidas para temas de medio ambiente y desarrollo, propuso
la palabra “Ecodesarrollo” para conciliar el aumento de la producción que
reclamaban urgentemente los países del Tercer Mundo, con el respeto a
los ecosistemas que permitiría la habitabilidad de la Tierra. Sin embargo,
el término no pareció ser del agrado de economistas y políticos más
convencionales, lo que llevó a que finalmente cayera en desuso y a que se
comenzara a utilizar el citado “desarrollo sostenible”.
En 1972 el informe Meadows del Club de Roma sobre "Los límites del
crecimiento" supuso la voz de alarma y el inicio del proceso de
concienciación, al plantear límites al crecimiento económico y cambio en
el manejo de los ecosistemas con efectos catastróficos para los sistemas
económicos y ecológicos.

Ya en 1987, el informe Brundtland “Nuestro futuro común” de la Comisión


Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo, definió por primera vez el
concepto de “desarrollo sostenible” como aquel que satisface las
necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad
de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias. Este concepto
pretendía compatibilizar los aspectos ambientales, económicos y sociales
desde una perspectiva solidaria.
Años más tarde, en 1992, en la Cumbre de la Tierra de Naciones Unidas en
Río de Janeiro se elaboró la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y
Desarrollo, que asume por primera vez, y a nivel mundial, el desarrollo
sostenible como guía para la formulación de políticas de desarrollo
racional y regional, es decir, la integración entre desarrollo y medio
ambiente.

El principal resultado obtenido de esta cumbre fue un documento titulado


Agenda 21, en el que se define una estrategia general de desarrollo
sostenible para todo el mundo, haciendo especial hincapié en las
relaciones Norte-Sur, entre los países desarrollados y los que están en vías
de desarrollo.
Finalmente, tras tantos estudios, informes, cumbres, reuniones, etc. se
obtuvieron una serie de conclusiones. La realidad es que la naturaleza
cuenta con unos recursos limitados, los cuales no sólo los tomamos, sino
que tras utilizarlos, son transformados y la naturaleza no es capaz de
absorberlos, tomarlos o incluirlos de nuevo en los procesos cuando se
devuelven al sistema. Esto produce grandes cambios a nivel global, el más
claro ejemplo se viene denunciando desde hace muchos años, es el
cambio climático, y la única manera de mitigar todos estos problemas y
reducir los impactos es alcanzar un modelo de desarrollo sostenible.

.
CONCLUSIÓN
En este trabajo se expuso un conjunto de acontecimientos que han
sucedido desde el origen del concepto de sostenibilidad hasta el actual
movimiento mundial que lo entiende, lo adecua y lo opera.
En concepto de la sostenibilidad no es nueva, en realidad es un antiguo
principio de la cultura humana y del comportamiento de los animales.
El mundo posmoderno presenta un potencial de prosperidad creciente
sin precedentes. En sentido inverso se agudizan las contradicciones
derivadas de las desigualdades económicas y sociales entre las regiones,
los países, las personas y en la relación del hombre con la naturaleza.
La conciencia ambiental, gestada por un proceso socio-histórico emerge
en contrapeso a las tendencias del modelo económico de los siglos XIX y
XX, hechos que condujeron a la formación del concepto de desarrollo
sostenible como una vía para acercar las tendencias opuestas y dispares
entre ambientalistas y productivistas.
Se resalta el hecho que el desarrollo debe centrarse en los seres humanos
y no sólo en los índices económicos; el objetivo debe ser preservar las
condiciones de vida a través de mantener un proceso armónico entre las
necesidades humanas y la capacidad de carga del planeta.
El desarrollo sostenible es un paradigma ineludible que se ha impuesto
progresivamente en las últimas décadas, sus objetivos influencian la
cooperación internacional.

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