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Conoce lo más valioso

del discipulado
- El discipulado cristiano es ayudar a otros a
seguir a Cristo de acuerdo con las instrucciones
que establecen las Escrituras.
- Implica ser un instrumento en las manos de Dios
que busca ver la vida de Cristo reproducida —
por el poder del Espíritu Santo— en la vida de
otro creyente.
- “Hijos míos, por quienes de nuevo sufro dolores
de parto hasta que Cristo sea formado en
ustedes” (Gá 4:19).
1
El discipulado nos enseña a
priorizar
-El discipulado implica una crianza
espiritual
-Pablo comienza diciendo “hijos” (Gá
4:19). Él usa esta palabra para hablar de
su verdadero hijo en la fe, Timoteo, y
también para describir la relación
esencial que él tuvo en el desarrollo de la
madurez de su discípulo (1 Ti 1:2).
“Mas buscad primeramente
el reino de Dios y su
justicia, y todas estas cosas
os serán añadidas”
(Mateo 6:33)
“Otro de sus discípulos le dijo:
Señor, permíteme que vaya
primero y entierre a mi padre.
Jesús le dijo: Sígueme; deja que los
muertos entierren a sus muertos”
(Mateo 8:21-22)
“El que ama a padre o madre
más que a mí, no es digno de
mí; el que ama a hijo o hija más
que a mí, no es digno de mí”
(Mateo 10:37)
2
El discipulado nos entrena a
servir
“Y al ver las multitudes, tuvo
compasión de ellas; porque estaban
desamparadas y dispersas como ovejas
que no tienen pastor. Entonces dijo a
sus discípulos: A la verdad la mies es
mucha, mas los obreros pocos”
(Mateo 9:36-37)
“Mas entre vosotros no será así, sino que
el que quiera hacerse grande entre
vosotros será vuestro servidor, y el que
quiera ser el primero entre vosotros será
vuestro siervo; como el Hijo del Hombre
no vino para ser servido, sino para servir,
y para dar su vida en rescate por muchos”
(Mateo 20:26-28).
“Entonces llamando a sus doce
discípulos, les dio autoridad
sobre los espíritus inmundos,
para que los echasen fuera, y
para sanar toda enfermedad y
toda dolencia” (Mateo 10:1)
3
El discipulado nos prepara a
resistir
“Bienaventurados los que padecen
persecución por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados sois cuando por mi
causa os vituperen y os persigan, y digan
toda clase de mal contra vosotros,
mintiendo” (Mateo 5:10-11)
“Bástale al discípulo ser como su
maestro, y al siervo como su
señor. Si al padre de familia
llamaron Beelzebú, ¿cuánto más
a los de su casa?” (Mateo 10:25).
“Vino luego a sus discípulos, y los halló
durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no
habéis podido velar conmigo una hora?
Velad y orad, para que no entréis en
tentación; el espíritu a la verdad está
dispuesto, pero la carne es débil”
(Mateo 26:40-41)
4
El discipulado nos disciplina a
renunciar
La salvación está abierta a
todos los que vienen por fe,
en tanto que el discipulado es
para los creyentes dispuestos
a pagar el precio.
La salvación quiere decir venir
a la cruz y confiar en
Jesucristo, en tanto que el
discipulado quiere decir llevar
la cruz y seguir a Jesucristo.
“Y el que no lleva su cruz y
viene en pos de mí, no puede
ser mi discípulo”
(Lucas 14:27)
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si
alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y
sígame. Porque todo el que quiera salvar
su vida, la perderá; y todo el que pierda
su vida por causa de mí, la hallará”
(Mateo 16:24-25)
“Así, pues, cualquiera de
vosotros que no renuncia a
todo lo que posee, no puede
ser mi discípulo.”
(Lucas 14:33)
- El discipulado cristiano es ayudar a otros a
seguir a Cristo de acuerdo con las instrucciones
que establecen las Escrituras.
- Implica ser un instrumento en las manos de Dios
que busca ver la vida de Cristo reproducida —
por el poder del Espíritu Santo— en la vida de
otro creyente.
- “Hijos míos, por quienes de nuevo sufro dolores
de parto hasta que Cristo sea formado en
ustedes” (Gá 4:19).

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