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EL TIEMPO GEOLÓGICO

EL TIEMPO GEOLÓGICO

En 1869, John Powell realizó una expedición al río


Colorado y lo describió como un “libro” en el
cual se había escrito parte de la historia de la
Tierra. Comprendió que las pruebas de una
Tierra antigua están escritas en las rocas y en
ellas los acontecimientos geológicos y las formas
de vida pasadas.
Interpretar la historia de la Tierra es un objetivo
fundamental de la Geología. Los acontecimientos
geológicos descifrados de las rocas tuviesen poco
significado o valor si no pudiesen ser ubicados en
un contexto de tiempo absoluto. Las principales
contribuciones que ha hecho la Geología Moderna
es la elaboración de una escala de tiempo
geológico que permite ubicar los diferentes
eventos.

Para poder asignar un lugar en la escala de tiempo


geológico a un determinado evento es necesario
estimar por algún método la edad relativa o
absoluta.
DATACIÓN RELATIVA

La datación relativa significa colocar a las rocas en


una secuencia de formación adecuada que
permita tener un orden lógico de creación. Esta
metodología no permite conocer hace cuanto
tiempo ocurrió uno u otro acontecimiento sino
que ocurrió antes y después del mismo. Las
técnicas de datación relativa establecen un
conjunto de principios y reglas básicas que se
desglosan a continuación:
• Ley de la superposición

Esta ley establece que en una secuencia no


deformada de rocas sedimentarias, cada
estrato es más antiguo que el que tiene por
encima y más joven que el que tiene por
debajo. Esta regla se aplica también a otros
materiales depositados en la superficie como
las coladas de lava y los estratos de cenizas de
las erupciones volcánicas.
• Principio de la horizontalidad original

Indica que las capas de sedimento se depositan en


general en una posición horizontal. Por lo tanto, si
se observan estratos rocosos en esta posición es
deducible que no han experimentado perturbación
y que conservan su posición original. Si las capas
se encuentran inclinadas se puede decir que han
sido movidas o rotadas de su posición original por
perturbaciones algún tiempo después del
depósito.
• Principio de la continuidad lateral

Un estrato tiene la misma edad a lo largo de


toda su extensión lateral aunque su
composición varíe notablemente.
• Principio de intersección

Cuando una falla o un cuerpo intrusivo


atraviesa o corta un conjunto de rocas, es
posible suponer que la falla o intrusión es más
joven que las rocas afectadas. Las fallas y los
cuerpos intrusivos deben haberse producido
claramente después de que se depositaran los
estratos sedimentarios.
• Principio de la sucesión de fósiles

Los organismos fósiles se sucedieron unos a


otros en un orden definido y determinable
y, por consiguiente, cualquier período
puede reconocerse por su contenido fósil.
• Inclusiones

Las inclusiones son fragmentos de una


unidad de roca que han quedado
encerrados dentro de otra. La masa de
roca adyacente a la que contiene las
inclusiones, debe haber estado allí primero
para proporcionar los fragmentos de roca.
Por lo tanto, la masa de roca que contiene
las inclusiones es la más joven de las dos.
• Discontinuidades estratigráficas
Los estratos que han sido depositados sin
interrupción se dice que son concordantes
entre sí, mientras que si el depósito de los
sedimentos se ha interrumpido por diferentes
motivos generando una ruptura en el registro
litológico se conoce como discontinuidad
estratigráfica. Este período durante el cual la
sedimentación se interrumpió y la erosión
eliminó parte de las rocas previamente formadas
está ligado con seguridad a un período de
levantamiento seguido de una subsidencia y la
reiniciación de la sedimentación.
Los cinco tipos principales de discontinuidades son
los siguientes:
– Discordancia angular

Es la discordancia más fácil de reconocer


debido a la diferencia en el ángulo de
inclinación entre las rocas deformadas y
plegadas de la parte inferior y las rocas
subhorizontales de la parte superior. Esta
discordancia indica que durante la pausa en
la sedimentación se produjo un período de
deformación y erosión.
– Discordancia progresiva
Se produce cuando la superficie de sedimentación
bascula, levantándose por un lado y hundiéndose o
subsidiendo por otro, sin que cese el depósito de los
sedimentos. El resultado es un abanico de capas
conocido como discordancia progresiva. Para la
génesis de este tipo de discordancias es necesario que
el borde de la cuenca sea tectónicamente activo y la
sedimentación continúa, con lo cual las capas que se
forman primero se van plegando, al mismo tiempo
que se sedimentan otras encima. Debido a su génesis,
las discordancias progresivas son claramente visibles
en el borde móvil de la cuenca, pero se atenúan hasta
hacerse irreconocibles, hacia el centro del área de
sedimentación.
– Paraconformidad
Es una discontinuidad estratigráfica en la que
se mantiene el paralelismo entre los
materiales inferiores y superiores, y la
superficie de separación es como un plano
de estratificación ordinario, sin que sea
necesaria la existencia de señales claras de
erosión. Se interpreta como una
interrupción de la sedimentación durante
un tiempo más o menos largo.
– Disconformidad

En este tipo de discontinuidad la serie


antigua se encuentra erosionada en su
parte superior, y sobre ella se ha
depositado la serie moderna, con lo que las
dos series están separadas por una
superficie irregular. La disconformidad lleva
consigo una interrupción de la
sedimentación y un proceso erosivo, sin
que por ello la zona haya sufrido ningún
movimiento que altere la inclinación original
de los estratos anteriores a la
discontinuidad.
– Inconformidad

En esta discontinuidad la serie estratigráfica


está depositada sobre un material no
estratificado tales como rocas metamórficas
o ígneas que quedan expuestas luego de
un período de levantamiento.
Posteriormente estas rocas son sometidas
a meteorización y erosión antes de la
subsidencia y reanudación de la
sedimentación.
APLICACIÓN DE LOS
PRINCIPIOS
UTILIDAD DE LOS FÓSILES

Para poder estudiar la historia de la Tierra es


imprescindible correlacionar rocas de edad
similar localizadas en regiones diferentes.
Esto se logra de manera sencilla con
trabajo de campo cuando las rocas están
separadas por distancias cortas, pero
cuando las distancias son mayores es
necesaria la utilización de fósiles u otros
métodos como la datación absoluta.
Los fósiles son restos de vida prehistórica
cuyo estudio permite conocer la evolución
de la vida en forma paralela con el
desarrollo de las distintas unidades
litológicas sobre las cuales actuaron una
variedad de climas y ambientes. Facilitan
la identificación de rocas de la misma
edad ubicadas en regiones diferentes y
lejanas.
La preservación de los restos fósiles
requiere de varias condiciones ideales
como un enterramiento muy rápido y la
posesión o remplazamiento de partes
duras. Los partes blandas por lo general
desaparecen por la descomposición y
actividad bacteriana, mientras que las
partes duras como huesos, dientes y
caparazones tienen más posibilidades de
preservación.
La petrificación es una manera de
conservación que implica el relleno de
poros y cavidades internas de la
estructura original con materia mineral
precipitada como sílice y carbonato. La
sustitución, en cambio, implica la
eliminación de las paredes celulares y
partes duras por materia mineral. La
carbonización es eficaz en la preservación
de hojas, plantas y partes delicadas de
animales.
Otra forma de preservación constituyen las
pruebas indirectas como (1) los moldes
internos y externos de un caparazón que
ha sido enterrado en un sedimento y
luego disuelto por el agua, (2) huellas de
pisadas en sedimentos blandos, (3)
madrigueras de animales que han sido
rellenas, (4) coprolitos o fósiles de
excrementos y (5) gastrolitos o cálculos
estomacales utilizados para la molienda de
los alimentos.
Para calcular las edades por medio de la
evidencia fósil se utilizan los fósiles índice
o fósiles guía, es decir, animales que
vivieron solamente por un corto período.
Cuando no existe un fósil guía es
necesaria la utilización de grupos de
fósiles que permiten restringir una edad
aproximada.
DATACIÓN ABSOLUTA
Este tipo de datación proporciona un valor numérico
confiable acerca de la edad en un determinado
punto de la historia de la Tierra utilizando la
radiactividad.
Radiactividad
La radiactividad se define como la emisión
espontánea y natural de partículas atómicas u
ondas electromagnéticas de los núcleos
atómicos inestables. Las fuerzas que unen los
protones y neutrones en el núcleo generalmente
son fuertes, pero en el caso de algunos isótopos
estas fuerzas son poco resistentes y se
descomponen o desintegran espontáneamente.
Los métodos radiactivos más utilizados son:
rubidio 87 – estroncio 87, torio 232 – plomo
208, uranio 238 – plomo 206, uranio 235
– plomo 207, potasio 40 – argón 40,
carbono 14 – nitrógeno 14 y actualmente
argón 40 – argón 39.
Para finalizar se puede acotar que no todas
las rocas se pueden datar por métodos
radiométricos sino únicamente las rocas en
las cuales los minerales que las conforman
se formaron al mismo tiempo. Este es el
caso de las rocas ígneas durante su
solidificación y las rocas metamórficas
cuando la presión y el calor formaron
nuevos minerales (se data el período de
metamorfismo, más no la edad de la roca
original). En las rocas sedimentarias existen
pocas probabilidades de utilizar este
método debido a que sus componentes no
se formaron al mismo tiempo.
ESCALA DE TIEMPO
GEOLÓGICO
La escala de tiempo geológico subdivide los
4500 millones de años en “eones” los cuales
se dividen en Precámbrico > 540 Ma y
Fanerozoico < 540 Ma. Durante el
Precámbrico se pueden localizar tres eones,
el Hádico (Hades = mundo subterráneo), el
Arcaico (archaios = antiguo) y el
Proterozoico (proteros = anterior, zoe =
vida). El detalle de la escala del tiempo
geológico empieza en el eón Fanerozoico y
este se divide a su vez en “eras”: la era
Paleozoica, Mesozoica y Cenozoica. Cada era
se divide en fracciones más pequeñas
denominadas “períodos”.
EL PRECÁMBRICO
(4500–540 Ma)
Este tiempo es representado por un grupo
complejo de rocas metamórficas e ígneas, las
cuales forman gran parte del volumen de la
corteza continental. Las rocas sedimentarias e
ígneas formadas en estos tiempos sufrieron un
intenso plegamiento y metamorfismo, lo cual ha
eliminado casi la totalidad de las pistas y huellas
tanto litológicas como vivientes de la época. El
registro fósil de estas rocas es muy escaso y los
fósiles encontrados pertenecen a las más
primitivas formas de vida como bacterias, algas,
hongos y algunos gusanos.
Figura 17. Algunas formas de vida del Precámbrico. (Izquierda) Gusano Anélido de
Australia. (Derecha) Alga Cianofícea de Canadá.
EL FANEROZOICO
(< 540 Ma)
1. LA ERA PALEOZOICA O
PRIMARIA (540 – 248 Ma)
También conocida como la era de los
Trilobites al ser estos fósiles los más
abundantes y representativos en las rocas
sedimentarias de las cuencas marinas de
la época. Los terrenos paleozoicos forman
el basamento o zócalo de la mayor parte
de los continentes sobre el que descansan
los materiales más jóvenes.
Esta era se caracteriza por la ocurrencia de
dos períodos orogénicos muy importantes
como son la orogenia caledoniana que
comprende desde el cámbrico al silúrico y
se ubica a ambos lados del atlántico norte
entre Norteamérica y Europa,
específicamente en la región de Escocia,
mientras que la orogenia herciniana que
comprende el período entre el carbonífero
y el pérmico se localiza específicamente
en Europa central a occidental.
– CÁMBRICO (540 – 490 Ma)

Se caracteriza por una serie metamórfica


compuesta por pizarras, cuarcitas y
mármoles (calizas) de origen sedimentario
caracterizado por transgresiones marinas
importantes. Los fósiles más
representativos de este período son los
trilobites, braquiopodos y arqueociátidos.
Figura 18. Fauna del Cámbrico. (A,B,C) Trilobites. (D,E) Braquiópodos. (F) Arqueociátidos.
– ORDOVÍCICO (490 – 443 Ma)
El ordovícico inicia con una importante
transgresión marina que afecta a toda
Europa dando origen a bancos
sedimentarios que actualmente se
encuentran metamorfizados a pizarras y
mármoles (calizas). Los fósiles más
característicos de este período son los
graptolitos (plankton), pelecípodos,
equinodermos cistideos, braquiópodos,
gasterópodos (moluscos) y trilobites. Los
primeros vertebrados constituyen los peces
“acorazados” con el cuerpo recubierto de
placas óseas.
Figura 19. Fauna del Ordovícico. (A,B,C) Trilobites. (D) Gasterópodos. (E,F) Pelecípodos. (G)
Graptolitos (H) Equinodermos cistídeos. (I,J) Braquiópodos. (K,L,M) Peces acorazados.
– SILÚRICO (443 – 417 Ma)

Las rocas del silúrico son más pizarrosas con


menores intercalaciones de mármoles
(calizas) y cuarcitas. Se desarrollan también
las primeras formaciones de caliza arrecifal.
La fase principal de la orogenia caledónica
se ubica entre el silúrico y devónico. Los
fósiles más importantes de este período
constituyen los nautiloideos, braquiópodos,
pelecípodos, gigantostráceos y trilobites.
Figura 20. Fauna del Silúrico. (A,B,C) Trilobites. (D) Gigantostráceos. (E,F,G,H) Nautiloideos. (I)
Pelecípodos (J,K,M) Braquiópodos. (L) Tabulados.
– DEVÓNICO (417 – 354 Ma)

Las rocas más características de este período


son las areniscas rojas de origen
continental en Escocia. Estas rocas son
discordantes sobre las del cámbrico –
silúrico. Los fósiles más representativos
constituyen los goniatites, crinoides,
coralarios, braquiópodos, trilobites y
pelecípodos.
Figura 21. Fauna del Devónico. (A,B) Trilobites. (C,D) Goniatites. (E,F) Pelecípodos (G,H,I)
Braquiópodos. (J,K) Crinoides. (L) Blastoideos. (M,N) Briozoos. (O,P,Q) Coralarios. (R) Tabulados.
(S) Peces acorazados.
– CARBONÍFERO (354 – 290 Ma)

Recibe este nombre por la abundancia del


carbón mineral. Las facies continentales
alcanzaron un desarrollo muy considerable
debido a la ocurrencia de la fase orogénica
herciniana. Los fósiles característicos del
período son los goniatites, coralarios,
trilobites, pelecípodos; algunos insectos y
crustáceos continentales. Árboles como las
coníferas y plantas como los helechos son
importantes.
Figura 22. Fauna del Carbonífero. (A) Trilobites. (B) Goniatites. (C) Gasterópodos (D) Pelecípodos
(E) Braquiópodos (F,G) Coralarios. (H,I) Insectos. (J) Crustáceos. (K) Mariápodos. (L) Pez óseo.
(M) Helechos (N) Coníferas.
– PÉRMICO (290 – 248 Ma)
Constituye una época de transición entre la era
paleozoica y mesozoica. Se caracteriza por la
presencia de rocas tipo areniscas rojas a la
base, seguidas de rocas evaporíticas de
ambiente desértico al tope. En esta época se
conforma el supercontinente Pangea y se
registran las últimas fases de la orogenia
herciniana. Los fósiles característicos de este
período son las fusulinas, goniatites y
braquiópodos. Los vertebrados inician su
evolución a partir de los peces y anfibios
(Cacops) para dar paso al desarrollo de los
primeros reptiles carnívoros como el
Dimetrodon de ambiente desértico.
Figura 23. Fauna del Pérmico. (A,B,C) Goniatites. (D) Anfibio Cacops (E) Fusulinas (F) Dimetrodón
2. LA ERA MESOZOICA O
SECUNDARIA (248 – 65 Ma)

También conocida como la era de los


Ammonites y los grandes Reptiles, al ser
estos los fósiles más representativos. Los
terrenos mesozoicos se superponen en
forma discordante a las rocas paleozoicas.
Estas rocas han sufrido la influencia de la
orogenia Alpina en Europa y la orogenia
Andina en América.
Durante este período abundan los
sedimentos marinos arrecifales (calizas),
sedimentos continentales entre los que
destacan los conglomerados y las
evaporitas, también existen abundantes
lignitos y principalmente los principales
yacimientos petrolíferos. Esta era se
caracteriza por una importante actividad
volcánica especialmente de tipo fisural
formando extensas llanuras basálticas
(plateau). En esta era además empieza la
fragmentación de la Pangea y la migración
continental.
Con respecto a la fauna, desaparecen los
trilobites y goniatites los cuales son
remplazados por los ammonites,
belemnites, gasterópodos, foraminíferos y
un predominio de los moluscos. El
desarrollo de los vertebrados es la
característica de esta era. Grandes reptiles
alcanzan tamaños gigantescos y se
diversifican en especies voladoras,
carnívoras y herbívoras. Los anfibios
desaparecen y solo se conservan ciertas
especies menores como las ranas.
Algunos mamíferos comienzan a hacer su
aparición y los peces se expanden de
manera importante. Las primeras aves
aparecen durante el Jurásico y
posteriormente durante el cretácico
superior. La flora se caracteriza por un
predominio de las gimnospermas y el
desarrollo a gran escala de las coníferas.
Las angiospermas (flores) predominan
durante el cretácico.
– TRIÁSICO (248 – 206 Ma)

Las rocas del triásico constan de tres pisos


muy claros, a la base areniscas rojizas de
ambiente deltaico seguidas de calizas
conchíferas de ambiente marino somero en
el tramo intermedio y margas con
evaporitas de ambiente lagunar hacia el
tope. La principal evidencia fósil de este
período está representada por los
ammonites, ceratites, crinoides y
pelecípodos.
Figura 24. Fauna del Triásico. (A) Ceratites. (B,C) Pinacoceras. (D) Crinoides. (E,F,G) Pelecípodos
del tipo Lamelibraquios (H) Braquiópodos.
– JURÁSICO (206 – 144 Ma)

La localidad tipo se encuentra en la localidad


de las montañas de Jura y está formada
por calizas y margas bien estratificadas de
ambiente marino somero. Los climas
dominantes fueron los tropicales que
permitieron un importante desarrollo de la
vegetación. Los fósiles característicos de
esta época fueron los ammonites y
belemnites considerados como fósiles
guías. El desarrollo de grandes reptiles y
aves también es importante durante este
período.
Figura 25. Fauna del Jurásico. (A,B,C,D,E,G,H) Ammonites. (I) Braquiopodos. (J,K,L,N,O,P,Q)
Pelecípodos (M) Crinoides. (R,S,T) Belemnites.
– CRETÁCICO (144 – 65 Ma)

La roca característica de este período es la


creta, un tipo de caliza pulverizada que
aparece en conjunto con otras calizas
cristalinas y margas. El inicio del cretácico
está marcado por una importante regresión
marina generada en Europa como
consecuencia de la orogenia alpina.
Durante este período empieza la separación
entre el continente sudamericano y africano
y la formación de la cadena montañosa de
Los Andes.
Figura 26. Fauna del Cretácico. (A) Ceratites (B,C,D,E,F) Ammonites. (G,H,I) Pelecípodos.
(J,K,L,M) Gasterópodos. (N,O,P,Q) Equínidos. (R,S) Ostreidos. (T,U) Corales. (V,W) Rudistas.
Los fósiles de Ammonites continúan siendo los
más importantes como guías estratigráficos.
Abundan los gasterópodos, los pelecípodos,
los ostreidos, los rudistas y los primeros
equínidos. Continúa el predominio de los
grandes reptiles y en la flora las coníferas. A
fines del cretácico se produce la más grande
extinción masiva que acabó con gran parte de
la flora y fauna desarrollada durante la era
mesozoica.
3. LA ERA CENOZOICA O
TERCIARIA (65 – 1.8 Ma)
Se la conoce también como la era de los Mamíferos
y se caracteriza por un importante desarrollo de las
rocas continentales. Durante este período continúa
el levantamiento de Los Andes (orogenia Larámica).
La formación de los montes Himalayas y Alpes
alcanza su máximo nivel debido a la colisión de la
India contra Asia. La actividad magmática y
volcánica andesítica son de gran magnitud
especialmente en la cordillera de Los Andes. El
clima comienza a cambiar progresivamente hasta
terminar en un período glaciar a fines del terciario e
inicios del cuaternario.
La fauna terciaria está dominada por los
mamíferos (mastodontes, mamuts, marsupiales,
primates, carnívoros felinos, rumiantes), peces,
aves e insectos similares a los de la actualidad.
Los invertebrados dominantes son del tipo
moluscos (pelecípodos y gasterópodos),
nummulites, cefalópodos y foraminíferos. La
flora se caracteriza por las plantas fanerógamas,
angiospermas, árboles con hojas y bosques de
coníferas.
– PALEÓGENO = PALEOCENO, EOCENO Y
OLIGOCENO (65 – 23.8 Ma)

El paso entre el cretácico y el paleoceno en


la mayor parte de lugares no es claro. Las
rocas características de este período son las
calizas con nummulites y las facies
deltaicas en ambientes continentales. La
fauna está dominada por los nummulites,
foraminíferos, coralarios y moluscos
(cefalópodos y pelecípedos).
Figura 27. Fauna del Paleógeno. (A) Nummulites (B,C,D,E) Foraminíferos. (F,G) Equínidos. (H,I)
Coralarios. (J) Cefalópodos (moluscos). (K,L,M,N,O,P,Q) Gasterópodos (Turritela=K). (R,S,T)
Pelecípodos.
– NEÓGENO = MIOCENO Y PLIOCENO
(23.8 – 1.8 Ma)

El límite entre el neógeno y el paleógeno se


basa en caracteres paleontológicos con la
desaparición de los nummulites. Durante
este período se acentúan las orogenias
alrededor del cinturón circum-pacífico. En
este intervalo los continentes ocupan
aproximadamente la configuración actual,
con el inicio del ensanchamiento del mar
Rojo y la emersión de América Central. La
fauna de este período está dominada por
moluscos (pelecípedos y gasterópodos),
equínidos, microforaminíferos y pectínidos.
Figura 28. Fauna del Neógeno. (A,B,C) Pelecípodos. (D) Pelecípodos del tipo Escafópodo. (E)
Pelecípodos del tipo Pectínido. (F,G,H,I,J,K,L) Gasterópodos. (M) Equínidos. (N,O,P,Q,R)
Microforaminíferos (Globigerina=N).
4. LA ERA CUATERNARIA O
NEOZOICA (< 1.8 Ma)

Se la conoce como la era Antropozoica por


la presencia del ser humano. Se la ha
dividido del terciario en base a criterios
climáticos (glaciaciones), paleomagnéticos,
faunísticos y antropológicos.
Las formaciones continentales son importantes
durante este período con materiales diversos
muy poco consolidados como aluviales,
coluviales, terrazas, morrenas glaciares y suelos.
La actividad volcánica es importante debido a la
presencia de depósitos jóvenes y poco alterados.
La fauna es similar a la actual con mamíferos,
moluscos y foraminíferos. Otras evidencias
fósiles constituyen las del ser humano en sus
diferentes etapas evolutivas.

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