MARIANO EL GUSANO

Érase una vez un gusano verde

precioso que por el campo iba
cantando: Mariano el gusano soy
Busco casa, busco amigos. Yo muy
solo estoy.
De pronto, a lo lejos, en un
campo de árboles frutales
vio colgando de un árbol
una gran manzana. —¡Qué
linda manzana! —exclamó
—. ¡Parece una casa grande
con cocina, baño y salón! Y
hacia la manzana se dirigió
y dentro se metió.
Mariano, el gusano, ya tenía
casa y vivía feliz dentro de su
manzana, pero recordaba su
canción y amigos necesitaba
de todo corazón. Así que
fuera de su casa salió y en el
campo otra vez cantó:
Mariano el gusano soy, tengo
casa, busco amigos. Yo muy
solo estoy.
 De pronto se oyó una voz,

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que a Mariano gran susto le
dio, diciendo: Tú eres UNO.
Búscate compañero y ya
seréis DOS.

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Mariano contestó: —No
sé quién eres, pero tu
consejo seguiré. Y dicho y
hecho, todas las mañanas
Mariano salía a pasear por
el campo hasta que un día
encontró otro gusano
buscando casa.
—¡Hola, bienvenido a esta
fruta! —dijo Mariano—.
¿Cómo te llamas?
Maximiliano el gusano soy.
Busco casa, busco amigos.
Yo muy solo estoy.
 A lo que Mariano contestó:
Tú eres UNO Y UNO MÁS
soy yo… Así que ya somos
DOS Mariano y Maximiliano
se hicieron grandes amigos.
Desde ese momento
compartieron vivienda
dentro de la gran manzana
y felices y contentos

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jugaron, pues ya eran DOS.
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