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LIBRO: CONSEJOS SOBRE LA SALUD E INSTRUCCIONES PARA LOS OBREROS MÉDICOS

MISIONEROS
CAPÍTULO:
Cuidado con la corrupción moral

BÚSQUEDA:
falta de pudor

Rehuid las familiaridades indebidas

Un beso en la mejilla, en un momento y lugar inoportunos, debiera haceros rechazar al emisario de Satanás con
disgusto. Si viene de alguien que detenta un importante puesto y se ocupa de las cosas sagradas, el pecado es diez
veces más grande, y debiera hacer que una mujer o joven temerosa de Dios se aparte con horror, no sólo del pecado
que os haría cometer, sino también de la hipocresía y bajeza de quien la gente respeta y honra como siervo de Dios.
Está manejando asuntos sagrados, y sin embargo ocultando la bajeza de su corazón con su vestimenta de ministro.
Temed cualquier manifestación de familiaridad semejante. Estad seguras de que el más mínimo atisbo de esta
familiaridad evidencia una mente lasciva y un ojo concupiscente.
Modestia y reserva
El Espíritu del Señor me impulsa a urgir a mis hermanas que profesan piedad a ser modestas en su apariencia y a actuar
con un apropiado recato, con pudor y sobriedad. Las libertades que la gente se toma en esta época de corrupción no
debieran ser norma para los seguidores de Cristo. Estas exhibiciones de familiaridad que están de moda no debieran
existir entre los cristianos preparados para la inmortalidad. Si la lascivia, la contaminación, el adulterio, el crimen y el
asesinato están a la orden del día entre los que no conocen la verdad, y se niegan a ser controlados por los principios de
la Palabra de Dios, cuán importante sería que el grupo que profesa ser seguidor de Cristo, aliado de Dios y los ángeles,
pudiera mostrarles un camino mejor y más noble. Cuán importante sería que por su castidad y virtud se ubicaran en
marcado contraste con el grupo que es controlado por las bajas pasiones.
Padres responsables
He preguntado: ¿Cuándo actuarán con corrección las hermanas jóvenes? Sé que no habrá un progreso decisivo hasta
que los padres se den cuenta de la importancia de poner más cuidado en educar a su hijos correctamente.
Enseñadles a actuar con recato y modestia. Educadlos para ser útiles, para ser ayuda y servir a los demás antes que
para ser atendidos y servidos.

Satanás controla las mentes de los jóvenes en general. No enseñáis a vuestras hijas a negarse y a controlarse a sí
mismas. Las mimáis y fomentáis su orgullo. Les permitís hacer su voluntad hasta que llegan a ser tercas y obstinadas,
y entonces no sabéis qué hacer para salvarlas de la ruina. Satanás las está llevando a ser objeto de escarnio en boca
de los incrédulos por causa de su descaro y su falta de recato y femenina modestia. A los jóvenes también se los deja
hacer su voluntad. Apenas tienen trece o catorce años y ya entablan relación con jovencitas de su edad, las
acompañan a sus casas y les hacen el amor. Y los padres están tan completamente atados por su propia indulgencia
y su amor equivocado por sus hijos, que no se atreven a actuar decididamente para cambiar y controlar a sus muy
precoces hijos en esta época disipada.
CONSEJOS PARA LOS MAESTROS, PADRES Y ALUMNOS ACERCA DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA

LA BIBLIA nos enseña la modestia en el vestir. "Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y
modestia" ( 1 Tim. 2: 9). Este pasaje prohibe la ostentación en el vestir, los colores chillones, los adornos profusos. Todo
medio destinado a llamar la atención a la persona así vestida, o a despertar la admiración, queda excluido de la modesta
indumentaria impuesta por la palabra de Dios.

Proverbios 31: 31. mujer virtuosa

Sus hechos.

Para los seres humanos, incapaces de leer lo que hay en el corazón, el único modo seguro de estimar la calidad de otro es
observando los frutos de la vida demostrados por medio de los hechos. En las puertas de la ciudad, donde se juzga a todos
sus habitantes, las obras de la mujer virtuosa hablan por ella, y no necesita que nadie abogue a su favor. Mientras viva,
gozará de los dulces frutos de su labor abnegada y de su buen ejemplo.
Efectos físicos de la indumentaria

Uno de los disparates más dispendiosos y perjudiciales de la moda es la


falda que barre el suelo, por lo sucia,
incomoda, inconveniente y malsana. Todo esto, y más aun se puede decir de la falda rastrera. Es costosa no sólo por el
género superfluo que entra en su confección, sino que se desgasta innecesariamente por ser tan larga. Cualquiera que haya
visto a una mujer así ataviada, con las manos llenas de paquetes, intentando subir o bajar escaleras, trepar a un tranvía,
abrirse paso por entre la muchedumbre, andar por suelo encharcado o por un camino cenagoso, no necesita más pruebas
para convencerse de la incomodidad de la falda larga.

compresión de la cintura
En estos últimos años los peligros que resultan de la han sido tan discutidos que
pocas personas puede alegar ignorancia sobre el particular; y sin embargo, tan grande es el poder de la moda, que el mal sigue
adelante, con incalculable daño a la mujer. Es de suma importancia para la salud que el pecho disponga de sitio suficiente para
su completa expansión y los pulmones puedan inspirar completamente, pues cuando están oprimidos disminuye la cantidad de
oxígeno que inhalan. La sangre resulta insuficientemente vitalizada, y las materias tóxicas del desgaste que deberían ser
eliminadas por los pulmones quedan en el organismo. Además la circulación se entorpece, y los órganos internos se encogen y
se apartan tanto de su lugar, que no pueden funcionar debidamente.

El corsé apretado no da esbeltez a la figura. Uno de los principales elementos de la belleza física es la simetría, la
proporción armónica de los miembros. Y el modelo perfecto para el desarrollo físico no se encuentra en los figurines de las
modistas francesas, sino en la forma humana tal como se desarrolla según las leyes de Dios en la naturaleza. Dios es autor de
toda belleza, y sólo en la medida en que nos conformemos a su ideal nos acercaremos a la norma de la verdadera belleza.
Otro mal que fomenta la costumbre es la distribución desigual de la ropa, de modo que mientras ciertas
partes del cuerpo llevan más ropa que la necesaria, otras quedan insuficientemente cubiertas. Los pies, las piernas y los brazos,
por estar más lejos de los órganos vitales, deberían protegerse especialmente del frío con abrigo abundante. Es imposible
disfrutar de buena salud teniendo las extremidades frías, pues si en ellas hay poca sangre, habrá demasiada en otras partes del
cuerpo. La perfecta salud requiere una circulación perfecta; pero ésta no se consigue llevando en el cuerpo, donde se encuentran
los órganos vitales, tres o cuatro veces tanta ropa como en los pies, las piernas y los brazos.

Para conseguir la ropa más saludable, hay que estudiar con mucho cuidado las necesidades de cada parte del cuerpo. El
clima, las circunstancias que rodean, el estado de salud, la edad y la ocupación, deben tomarse en cuenta. Cada prenda de
la indumentaria debe sentar holgadamente, sin entorpecer la circulación de la sangre ni la respiración libre, completa y
natural. Todo lo que se lleva puesto debe ir tan suelto, que al levantar los brazos, se levante también la ropa.
Las mujeres faltas de salud pueden mejorar mucho su estado merced a un modo de vestir razonable y al ejercicio. Vestidas
convenientemente, hagan ejercicios al aire libre, primero con mucho cuidado, pero aumentando la cantidad de ejercicio
conforme aumente su resistencia. De este modo muchas podrían recuperar la salud, y vivir para hacer su parte en la obra
del mundo (El hogar y la salud, págs. 68-73
MENSAJES SELECTOS TOMO 3
CAPÍTULO:
28 La Indumentaria y el Adorno

El vestido y su arreglo en la persona son generalmente el índice de lo que es el hombre o


la mujer (The Review and Herald, 30 de enero de 1900 [CN 388]).

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