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LA IGLESIA
PROCESO: LOS PRIMEROS CRISTIANOS
La vida de los primeros cristianos no fue nada fácil, tuvieron enemigos poderosos
que querían destruirlos. Durante los tres primeros siglos la Iglesia sufrió distintas
formas de persecución por parte de los emperadores romanos. Gran cantidad de
cristianos prefirió el martirio a la traición de su conciencia, dando el testimonio noble y
hermoso de la
fe que profesaban. Es en este tiempo que aparecen los mártires. Así, durante los tres
primeros siglos
de la Iglesia hubo diversas formas de persecuciones contra los cristianos, quienes
prefirieron el
martirio a la traición de su fe. El primer mártir de la Iglesia fue Esteban. La palabra
mártir significa
“testigo” (el que da fe de algo).
SIGLOS I-V
La historia la Iglesia primitiva del siglo I estaba formada por pequeñas comunidades
fraternales. La Iglesia se fue extendiendo por el imperio romano para cumplir su misión. Durante
este siglo comenzaron las persecuciones contra los cristianos.
Y los siglos II y III la Iglesia siguió creciendo y enseñando el mensaje de Jesucristo. Se celebraron
los primeros sínodos locales. Continuaron las persecuciones en medio de periodos de relativa calma, y algunos grupos cristianos se
separaron de la fe cristiana, dando lugar a diversos cismas y herejías como gnosticismo, el arrianismo, etc. En el año 34 Esteban
muere apedreado y en el 44 matan a Santiago el Mayor por orden de Herodes Agripa. Uno de los primeros problemas que se
toparon los apóstoles fue la de decidir si los gentiles estaban en la obligación o no de seguir la ley mosaica. Por lo que en el año 48
se convoca a un Concilio que le denominó “Concilio de Jerusalén” donde se decidió que no era necesario circuncidarse ni seguir la
ley mosaica para bautizarse. Los tres primeros siglos fueron años de una gran actividad evangelizadora, donde los cristianos
predicaban en todos los ambientes hasta lograr un gran número de cristianos en el pueblo romano.
En el año 64, Pedro muere crucificado en tiempos de Nerón. La tradición cuenta que pidió morir de cabeza abajo ya que se sentía
indigno de morir como el Señor. Sobre su tumba actualmente se encuentra la basílica de San Pedro.
Por este motivo, es decir, por la conciencia de mantener la unidad de la Iglesia y se acudía al Obispo de Roma (el papa), para que
determinara cuál era la verdadera fe cristiana. Así, se fue reafirmando la autoridad del papa como cabeza de la Iglesia, y Roma
como sede papal.
En el año 380, el cristianismo será convertido en la sección oficial del imperio romano. Esta situación produjo problemas entre la
Iglesia y el poder imperial. Muchos ciudadanos se hicieron cristianos no por la fe cristiana, sino para tener beneficios sociales y
políticos. Y el emperador se entrometía en las cuestiones de la Iglesia para sus intereses políticos (cesaropapismo) .
LAS PERSECUCIONES DURANTE EL IMPERIO
Las primeras persecuciones contra los cristianos las organizaron los mismos judíos
ya que los consideraban traidores. Los gentiles por otra parte no tenían ese
problema, el imperio permitía la libertad de culto en un inicio. Más adelante el
imperio decretaría la obligación de adorar al emperador (Nerón, 64 - 67 d.C.),
los cristianos se negaron y fueron declarados ateos por lo que comenzó una persecución. Los cristianos preferían morir
antes que caer en la idolatría.
Cuenta la tradición que el emperador Constantino en una batalla en el puente Milvio, vio una cruz a lo alto y una voz que
le decía: “con este signo vencerás”, mando a que su ejercito utilizara la cruz en sus armaduras y vencieron. Constantino
decretaría la libertad de culto para los cristianos en el edicto de Milán en el 313 d.C. A partir de ese momento iniciarían las
construcciones de templos.
CAUSAS DE LAS PERSECUCIONES:
SIGLO I: Persecuciones no sistematizadas, carecen de fundamento real, son producto del odio.
• Primera persecución desencadenada por Nerón (64-68), quien acusa a los cristianos del incendio de Roma. Principales mártires: San
Pedro y San Pablo.
• Segunda persecución realizada por Domiciano (95-96), quien acusa a los cristianos de ateos. Mártires: San Juan (Evangelista),
cónsul Flavio Clemente.
SIGLO II: Persiguen a los cristianos por considerarlos enemigos del orden legal.
• Tercera persecución ordenada por Trajano y Adriano Mártires: San Clemente (Papa), San Simeón (Obispo de Jerusalén), San Ignacio
de Antioquia.
• Cuarta persecución ordenada por Marco Aurelio. Mártires: Sta. Felicitas, San Justino. violencia total y sistemática.
SIGLO III- V: A la persecución latente y esporádica sucede la violencia total y sistemática.
• Quinta persecución: Septimio Severo (202-211) mediante edicto ordena la pena de muerte para el convertido y para quien había
inducido la conversión. Mártires: S. Irineo, Sta. Perpetua.
• Sexta persecución: Maximino (235-238) publica un edicto de muerte contra los jefes de la Iglesia. Mártires: San Ponciano y San
Antero (Papas), San Hipólito.
• Séptima persecución: Decio (249-251) ordena el tormento para conseguir la apostasía de los cristianos. Mártires: San Fabián (Papa),
Sta. Marta, Sta. Águeda.
• Octava persecución: Valerio (253-260) movido por la avaricia confisca bienes de perseguidos. Mártires: San Cipriano, San Lorenzo,
etc.
• Novena persecución: interrumpida por muerte del emperador Aureliano(270 –275).
• Décima persecución: Diocleciano y Galerio (303-311); superó en odio a las anteriores.
FIN DE LAS PERSECUCIONES:
El Edicto de Milán (313) puso fin a las persecuciones y fue dado por
Constantino. Se declara al cristianismo como religión oficial del imperio romano en el
año 380. Cuando
cesan las persecuciones la Iglesia se organiza para cristianización de las instituciones y
las leyes del
Imperio, se preocupan de la educación moral de los jóvenes, de mejorar las condiciones
de los siervos
y facilitó su liberación.
Con este suceso, la Iglesia crece y se extiende más como sociedad que como comunidad,
más como
poder que como comunión. Lo externo e institucional se resalta en detrimento de los
carismas. Así, a
pesar de la vida evangélica de unos pequeños grupos, de la aparición del monaquismo y
de la dura
predicación de los “padres de la iglesia” o de los apologistas, evangélicamente hablando,
el imperio
seguía siendo mayoritariamente pagano con formas culturales cristianas.