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EL USO DEL SUELO: UN GRAN

DESAFIO PARA BOGOTÁ

BOGOTÁ MAYO 9 DE 2007


TODO ERROR OBEDECE A FACTORES EXTERNOS
(TALES COMO LA EMOCIÓN Y LA EDUCACIÓN);
LA RAZÓN* POR SÍ SOLA NO YERRA

KURT GODEL
29 DE NOVIEMBRE DE 1972

* Para UN-Hábitat la razón se expresa en el ámbito físico-instrumental (lógico-científico) del Hábitat


CONTENIDO:
1. El Proceso de Urbanización
2. El Impacto del Proceso de Urbanización en la
Concepción del Suelo Urbano
3. El Hábitat y la Ciudad en el Marco de una
Concepción Neo-institucional
4. El Uso del Suelo en el caso de la Ciudad de
Bogotá
1. EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
Las ciudades son hoy el hábitat más representativo del ser humano:
Concentraban en el 2005, 3.172 millones de personas, es decir, el 49%
de la población mundial;

El acelerado proceso de urbanización observable en el mundo sugiere


que esta cifra aumentará notablemente en los próximos años; si la
población urbana mundial representaba en 1975 el 37% del total, se
estima que dentro de cincuenta años esté por encima del 75%.

Hoy por primera vez en la historia la mayoría de las personas viven en


ciudades; en el 2007 uno de cada tres habitantes del planeta no sólo
tendrán viviendas precarias sino que carecerán de muchos de los
servicios básicos pero, las ciudades, dadas las economías de escala,
aglomeración y alcance que las caracterizan, son la clave para llegar a las
poblaciones más pobres con bienes y servicios que eleven su calidad de
vida, aumentando sus activos individuales de capital humano y físico y
colectivos de capital social y simbólico, así como las posibilidades de tener
empleos e ingresos.
Esta tendencia, relativamente nueva en algunas regiones del mundo en
desarrollo, ya se desplegó en América Latina. Si en 1950 la población
urbana del subcontinente representaba el 50% del total, en 2003 era ya
el 77%; se espera que en el 2030 alcance el umbral del 85%.

100

90

80

70
P o rce n taje

60

50

40

30

20

10

0
1950 1975 2000 2003 2030
Años

África Asia Europa Latino América y el caribe Norteamérica Oceanía

Fuente: ONU-Hábitat. World Urbanization Prospects. 2004. Cálculos: ONU-Hábitat/Colombia


Esta predominancia se manifiesta también en el plano
económico, veámoslo en algunas ciudades de América
Latina:
Ciudad, País % de Población % de Producto Relación
Pro/Pob

Sao Paulo, Brasil 8,6 36,1 4,2

Buenos Aires, Argentina 35 53 1,5

Santiago de Chile, Chile 35,6 47,4 1,3

Lima, Perú 28,1 43,1 1,5

Guayaquil, Ecuador 13,1 30,1 2,3

Ciudad de México, México 14,2 33,6 2,4


Fuente: UN-Habitat, The State of the World`s 2004-2005
Bogotá, Colombia 15,5 22 1,4

San Salvador, El Salvador 25,8 44,1 1,7


Cambio Estructural de la Agricultura a la Industria:

En Colombia, en los años previos a la conformación del Sistema UPAC


(1972), el debate giraba en torno a una reforma agraria que mantuviera a
la población campesina en el campo.

Currie, por el contrario, creía que el problema era de productividad y que


había que llevar a los trabajadores hacia las fuentes de trabajo y no el
trabajo hacia los trabajadores.

Durante el período presidencial de Misael Pastrana (1970-1974) Currie


fue el asesor principal del Departamento Nacional de Planeación y
construyó las bases de lo que sería el Plan de Desarrollo durante el
cuatrienio: “El Plan de las Cuatro Estrategias”. Lo esencial del Plan era
poder canalizar los ahorros hacia sectores estratégicos claves o líderes
donde existiera una demanda virtualmente inagotable y poder transformar
esa demanda potencial en demanda efectiva. El sector de la construcción
de vivienda, al depender fuertemente del crédito, podría atacar ese
círculo vicioso y convertirlo en un círculo virtuoso.
Cambio Estructural de la Industria a los Servicios:

Ya a finales de la década de los ochenta y principios de los noventa se


había consolidado ese primer proceso de urbanización y se produjeron
cambios políticos profundos. Principalmente se implementó una nueva
Constitución que instituyó un Estado Social de Derecho y se produjo el
desmonte del sistema UPAC.

Como respuesta a ambos eventos y los traumatismos generados por la


inadecuada gestión urbana se dio vida a la ley 388 de 1997 como una
apuesta por realizar una acción coordinada de los agentes en los ámbitos
público, privado y comunitario; la ley buscaba el desarrollo eficiente y
equitativo del mercado por la vía democrática, a través de instrumentos
de política económica y de regulación.

La Ley se baso en un postulado elemental: la inversión privada tiene un


gran potencial para la ciudad, pero ella, sin las reglas de juego claras,
reglas que establece un sector público moderno, no se realizan. Es el
Estado quien pone reglas y limites para que el sector privado haga lo que
sabe: generar riqueza y oportunidades para una mejor calidad de vida.
La ley 388 se creó en el marco de la política urbana “ciudades y
ciudadanía”, cambiándose la concepción de una política viviendista a una
política de ciudad; igualmente, se empieza a formular ya no sólo la
importancia macroeconómica de la vivienda sino también la de la ciudad:
la ciudad, en términos económicos, es vista como motor de crecimiento y
en términos sociales se plantea la necesidad de un desarrollo urbano
sostenible; se buscaba en últimas generar mayor valor agregado de la
economía e integrarlo al conjunto de la sociedad, con énfasis en una
implementación democrática de la economía de mercado.
Cambio Estructural de la Industria a los Servicios:

Adicionalmente a los cambios mencionados, cada día más se evidencia


un tercer proceso de cambio estructural derivado de lo que hoy
conocemos como las Tecnologías de la Información y la Comunicación
(TIC), separándolo del sector más tradicional de los servicios,
ocasionando efectos profundos en lo que M. Castells ha denominado la
“ciudad informacional”, la ciudad donde lo esencial, esto es la producción
de la información y los conocimientos, se concentra alrededor de las
nuevas redes de comunicaciones. La globalización, la informalización y
la difusión urbana generalizada parecen converger hacia la desaparición
de la ciudad como forma específica de relación entre territorio y
sociedad: la deslocalización física y la localización en red informacional.
2. EL IMPACTO DEL PROCESO DE
URBANIZACIÓN EN LA CONCEPCIÓN DEL
SUELO URBANO
La presión poblacional sobre las ciudades hace que un bien como la tierra,
no reproducible a voluntad, sea merecedor de un tratamiento especial en
razón a que el sistema de precios, cuando actúa con una demanda
creciente sobre una oferta tendencialmente inelástica, genera una
transferencia de recursos del conjunto de la sociedad, hacia una minoría
de propietarios privilegiados que obtienen una renta; dicha transferencia
de recursos, denominada plusvalía, se produce como reflejo de la
escasez.

El tratamiento que se ha tenido sobre esas plusvalías urbanas, muy


distintas a las generadas por el suelo rural en el siglo XIX y sobre la cual
discutían los economistas clásicos (Smith, Ricardo, Marx, etc.), ha ido
cambiando frente al proceso de urbanización y la importancia dada al
suelo, la vivienda y la ciudad.

A continuación trataremos de plantear las más importantes posiciones en


cada uno de los momentos de cambio estructural.
Cambio Estructural de la Agricultura a la Industria:
Las grandes migraciones hacía la ciudad generaron una gran presión sobre el
suelo urbano ocasionando que un pequeño número de propietarios que poco o
ningún esfuerzo habían realizado, se enriquecieran capturando las plusvalías
generadas por la colectividad.

Oferta y Demanda del Suelo Urbano

P
La curva de oferta vertical representa el
caso extremo en que la tierra es
perfectamente inelástica como reflejo de la
escasez.

El desplazamiento de la curva de demanda


representa la presión creciente producto de
la urbanización, generando el aumento del
precio del suelo.

Q
Cambio Estructural de la Industria a los Servicios:
El precio del uso del suelo estará definido por la rentabilidad de la agricultura, si a
eso se dedica, o por la rentabilidad del alquiler de la vivienda, si se emplea para tal
fin. Esa rentabilidad está, a su vez, definida por la escasez relativa de la oferta
respectiva frente a la demanda correspondiente; su uso se orientará en función de
cual le ofrece mayor rentabilidad y del marco institucional que restrinja esa
selección. En una economía de mercado intensamente interrelacionada las
decisiones de inversión son un problema de rentabilidades relativas.

Oferta y Demanda del Suelo Urbano

Se debe entender que la escasez del suelo


urbano es relativa dado que se puede
“crear” suelo ya sea con construcción en
altura o con obra civil, en cuyo caso la curva
de oferta tendría una forma más parecida a
la convencional.

Q
En el caso de las ciudades, cuando el proceso económico lo
requiere y la limitación física de suelo es real, la ciudad
empieza a crear suelo y deja de ser una limitante, aunque
seguramente el aumento de su precio impone unos mayores
costos a los que se generan sin dicha limitación.

El desarrollo de la ciudad, generada por las fuerzas


económicas, no tiene necesariamente que estancarse, sino
que más bien tiende a encarecerse. Si la tierra nueva es cara,
la ciudad seguirá creciendo hacía arriba, aprovechando las
tierras urbanizadas previamente con un menor costo y
aumentando la densidad poblacional.

Realmente se puede generar una limitante importante, pero


más que por la carencia física, por una carencia económica,
estructural o inducida legalmente.
Las malas aplicaciones de la teoría pueden llevar a inadecuadas
intervenciones públicas; una cosa es razonar en términos teóricos y otra
muy distinta es encontrar soluciones prácticas; la teoría ofrece modelos,
pero estos no tienen que coincidir con la realidad. En sentido estricto, lo
excepcional es encontrar mercados económicos que reproduzcan las
condiciones exigidas por la teoría (en la realidad no existe ni la
competencia perfecta, ni el monopolio puro).

Para el caso de la tierra, dadas las características mencionadas no


existe competencia en el mercado; se puede crear la competencia por el
mercado, lo cual se hace a través de la política económica y su
regulación. En la ciudad hay mercados y funcionan de una forma
compleja, esto es, reconociendo sus agentes, alcances y limitaciones;
esto es importante subrayarlo. Hay aún mucho planificador físico-urbano
que ante la incomprensión del mercado como institución, muestran gran
afición en sobre-regular normativamente la ciudad.
Es importante comprender como, por ejemplo en la construcción de vivienda el
suelo no es sino uno de los determinantes.
Adicionalmente, se deben tener en cuenta los determinantes de la demanda.
Así como todos los otros factores que intervienen en una economía de mercado.
Los precios del suelo no son independientes de su uso (vivienda, oficinas,
comercio, espacio público, etc.); la norma existente, las condiciones del
mercado, el tipo de regulación ambiental, etc. Tampoco son
independientes de su marco de actuación en el entorno.
Lo anterior es obvio, pero no es visto por aquellos que ven la tierra como
un mercado en equilibrio parcial, omitiendo que los mercados no operan
aislado los unos de los otros.
Una aplicación del modelo de equilibrio general en el mercado del suelo
urbano y de la VIS, permitiría comprender las interrelaciones descritas*.

La falta de consideración de los precios relativos de los bienes, servicios y


factores y de los impuestos, y su consecuencia sobre la competitividad y
rentabilidad productiva es una práctica recurrente en el diseño de política.

Tal práctica induce a desconocer el comportamiento de los mercados.


Dicho enfoque ha privilegiado también el análisis de equilibrio parcial
sobre el de equilibrio general para analizar los problemas económicos
específicos, a pesar de las limitaciones reconocidas del primero: se pierde
comprensión de lo que ocurre en la economía y con ello se arriba, muchas
veces, a recomendaciones de política erradas.

Para decirlo en términos más precisos: No es que se deba abandonar la


macroeconomía (siempre es útil tener una visión sobre los síntomas
generales); lo que se requiere es un enfoque de la política económica
desde la microeconomía, es decir desde los mercados.
* Para un análisis en este sentido, se puede consultar el trabajo de Ferrari, Giraldo y Bateman; Ingresos y Vivienda para
Todos: Equilibrio general, ciclo económico y capitalización de pobres. En: Hábitat y Financiación: Una estrategia para la
lucha contra la pobreza. UN-Hábitat, First Iniciative, MAVDT, DNP, Bogotá, Mayo de 2007.
3. EL HÁBITAT Y LA CIUDAD EN EL MARCO DE
UNA CONCEPCIÓN NEO-INSTITUCIONAL
CÓSMICO
FÍSICO

ESPACIO
INSTRUMENTAL-
H Á B I T A T

lógico científico

VIVIENDA
BIOLÓGICO
HUMANO

Ámbitos

ENTORNO

TIEMPO
HISTÓRICO SOCIAL
Imaginario Poético
FÍSICO VIVIENDA
INSTRUMENTAL
lógico científico

ESPACIO FÍSICO
H U M A N O

ENTORNO

Ámbitos
HABITAT

PRÓXIMO REMOTO

ciudad región
región
hogar región de

Fronteras
cuadra ciudades
Bordes

manzana país
CIUDAD unión aduanera
barrio
sector unión política y
TIEMPO

Localidad económica
Etc.
HISTÓRICO SOCIAL
Poético imaginario
VIVIENDA

CIUDAD
ESPACIO FÍSICO
Lógico científico

Atributos Redes físicas, Dimensiones


informáticas e
imaginarias,

REMOTO
cohesionando
el territorio
Suelo
S. Públicos Política
Vivienda Económico-
Social
ENTORNO Equipamientos
Estético-
Movilidad Urbanístico
Espacio público
PRÓXIMO

Ambiental
físico

Mercado –
Estado Sistema de
Precios
HISTÓRICO SOCIAL

Instancias de articulación, coordinación,


Poético imaginario

intervención y regulación
Público-publico Público-
Privado:
LO URBANO
- Sector privado
- Sociedad Civil
LA POLÍTICA Y LA ESTÉTICA : CLAVES PARA ENTENDER LA COMLEJIDAD DE LA CIUDAD

CIUDAD
Atributos Dimensiones

Suelo
S. Públicos Política
Vivienda Económico-
Social
Equipamientos
Estético-
Movilidad Urbanístico
Espacio público Ambiental
físico

Instancias de articulación, coordinación,


intervención y regulación

LO URBANO:

Creación del espacio público público,


aquel espacio poéticamente descrito por
el poeta W H Auden:
“Los rostros privados en lugares públicos
son
más bellos y sabios que
los rostros públicos
en lugares privados”
Debemos hacer una advertencia. Nuestros esquemas son una
representación con la cual no pretendemos captar la esencia de
la compleja interacción entre los ámbitos físico e histórico-
sociales; pero si son, una aproximación para ayudar a avanzar en
la elucidación de la complejidad de la ciudad.
4. EL USO DEL SUELO EN EL CASO DE LA
CIUDAD DE BOGOTÁ
EL CASO DE LAS PLUSVALÍAS URBANAS

Se debe partir de las diferentes modalidades de recaudo y recuperación


previstas en la legislación colombiana y particularmente en el caso de
Bogotá.
El recaudo se puede dividir en permanente o estructural y en transitorio
o coyuntural. Las primeras ligadas a fuentes importantes de financiación
de la ciudad y determinadas por el adecuado ordenamiento y gestión
urbana; son la clave de su crecimiento y desarrollo. En este grupo
podríamos ubicar impuestos como el de industria y comercio y más
específicamente para el tema que nos ocupa, el impuesto predial.
Las segundas, relacionadas con el concepto más tradicional de captura
de plusvalías están conformadas en Colombia por la contribución de
valorización -con una tradición importante en Bogotá- y las ligadas a la
ley 388 de 1997.
Es necesario observar la relación entre impuesto predial, contribución de
valorización y las plusvalías vinculadas por la ley 388. Se observa como la
valorización es una fuente importante en coyunturas particulares como ocurre
actualmente con la contribución aprobada en el año 2005. Las plusvalías de la ley
como estaba previsto son un instrumento fundamentalmente de gestión; su buena
gestión, esta relacionada positivamente con el recaudo y si no obstaculiza el
crecimiento de la ciudad potencia la dinámica impositiva a través del predial.
La plusvalía de la Ley 388 por su insignificante impacto en la tributación de
la ciudad es ante todo un instrumento de gestión; desgraciadamente y aquí
es donde debe intervenir el IDH de las Naciones Unidas, en la ciudad de
Bogotá no ha sido concebida de esta manera. Veamolo en la exposición de
motivos del Acuerdo 118 de 2003 por el cual se establecen las normas para
la aplicación de la participación en las plusvalías en Bogotá: “…la
participación en la plusvalía presenta en buena medida las características y
condiciones de un tributo, siendo un gravamen sui generis, su principal
potencialidad y justificación reside en la posibilidad de ampliar el margen de
obtención de tierra para fines colectivos y sociales y de reducir los precios
del suelo requeridos para esos mismos fines. En otras palabras, antes que
ser concebido como una fuente de ingresos, su importancia radica en la
posibilidad de reducir las erogaciones con cargo al presupuesto público
derivadas de la adquisición de tierra destinada a las infraestructuras viales
y a los servicios públicos domiciliarios, a los equipamientos colectivos, a las
áreas de protección ambiental y al espacio público.”*
Plan de Ordenamiento Territorial

Con relación a la Ley 388, el POT de Bogotá determina un componente


general, uno urbano y de expansión, y uno rural. No obstante, no se rige
por los parámetros de Ley: el componente general, incluye además de lo
previsto, -a saber: el modelo de ordenamiento de la ciudad: objetivos y
políticas de largo plazo, la clasificación del suelo, la definición de zonas
de amenaza y las áreas de conservación-, la estrategia de ordenamiento
para el distrito capital (Artículo 16), la estrategia integral para la
aplicación de instrumentos de gestión del suelo (Artículo 28), la
participación de las alcaldías locales (Artículo 58), y la definición de la
inversión y ejecución prioritaria del POT (Artículo 60).

Al respecto, el Artículo 149, que determina la vigencia general del POT,


establece que “los objetivos, políticas y estrategias de largo plazo y los
contenidos estructurales del Plan tendrán vigencia de cuatros periodos
de gobierno.
LEY 388 DE 1997 POT BOGOTÁ DECRETO 190
Dichos instrumentos en el nivel local “moldean” el territorio, respondiendo a
criterios técnicos, físico espaciales, que expresan de alguna forma una visión
de la ciudad: ¿un modelo de ciudad?
Como ilustran los gráficos anteriores, en el territorio bogotano es
probable que exista un exceso de normas y que estas se superpongan
dificultando el desarrollo urbano de la ciudad: pueden estar
presentando problemas en su jerarquización al dar atribución de
normas estructurales a unas específicas y al estar determinando
normas del largo plazo condicionadas por las de corto plazo.

La regulación que ordena la ciudad debe considerar, por lo menos, su


creación y recreación continua, su transformación permanente, el
hecho de que la ciudad sea la gente y que esta a su vez sea quien
constituye la ciudad, sus redes físicas, sociales, virtuales e
imaginarias, la interacción entre sus diferentes atributos y
dimensiones, la política y la estética, y el margen que deja a la
libertad individual. Así, la pregunta por el ordenamiento de la ciudad
no se resuelve meramente desde una mesa de dibujo, y a partir de
teorías espaciales y funcionales incapaces de captar su constante
evolución.
Ley de Zonificación de 1916- Nueva York.

“Después de 1916, ninguna


construcción de Manhattan podía
superar las limitaciones de esta
figura espectral. Para sacar el
máximo beneficio financiero de
cualquier manzana, los arquitectos
de Manhattan se vieron obligados a
aproximarse a ella tanto como
pudieron”

Así, se pretendía definitivamente, y


de una buena vez, dejar
establecidos los perfiles del
Manhattan deseado.

Rem Koolhaas. Delirio en Nueva York. Pág.109


La ciudad de la norma La ciudad de la gente

Al respecto, es de anotar que la excesiva normatividad urbana,


parametriza la ciudad “deseada”, obstruyendo el desarrollo arquitectónico
de la misma, al igual que lo hace con el medio ambiente, la movilidad, la
economía urbana, la captación de impuestos, etc.
Es preciso, en ese contexto de economía mixta, tener en
cuenta el ciclo económico del sector de la construcción de las
edificaciones y su marco institucional. Para este análisis
preliminar del sector se utilizaron las licencias, en metros
cuadrados, aprobadas anualmente en Bogotá desde 1986. La
serie de dichas licencias se descompuso en sus tres
componentes principales:
• Tendencia de largo plazo
• Componente Irregular
• Ciclo
Es importante no confundir el dato de metros cuadrados
licenciados con el que da como resultado el ciclo de dicha
serie.
Este último es el que presentaremos a continuación:
Este gráfico nos permite, sobre el comportamiento cíclico de las licencias, resaltar los eventos
de cambio institucional más importantes en materia de ordenamiento territorial en la ciudad.
Es importante ver, aunque son apenas unos primeros indicios, como la norma tiene un efecto,
prácticamente inmediato, sobre el comportamiento de las licencias, seguramente como causa
del periodo de ajuste propio de los cambios institucionales. Sin embargo, es preocupante la
caída producida desde el año 2003 que parece ser un ajuste más estructural.
Para profundizar en los problemas económicos que se evidencian en el
ciclo de construcción de la ciudad, es bueno repasar el marco normativo
en que dicho ciclo ha operado:
Metrovivienda

En el caso de Bogotá, con esta entidad, se tiene una situación que


requiere un detenido análisis; Metrovivienda, fue recibida por la
administración Garzón con varios problemas a resolver: a) un mercado en
un marco institucional con muchas interferencias, que hacía imposible una
coordinación coherente dificultando la regulación y generando múltiples
precios por el suelo urbano. b) restricciones severas en el mercado
objetivo de la política de los bancos de tierras, VIS y VIP. c) no
entendimiento del cambio del ciclo económico del sector de la
construcción y de su paso de sector líder a banca múltiple operando en un
mercado de capitales. d) un banco de segundo piso muy pequeño para un
mercado en crecimiento no sólo en términos intra, sino inter urbanos. e)
consolidación en la ciudad de un modelo de ciudad región donde el
mercado del suelo opera en condiciones mucho más amplias.
Es trascendente para la discusión, anotar como se fue transformando la
política sectorial del Distrito a lo largo de la Administración. Si bien en el
Plan de Desarrollo se propone una política de “Bogotá Con Techo” la
cual giraba en torno a la creación del Subsidio Distrital de Vivienda, por
fuera del marco nacional, el Microcrédito Inmobiliario y un Banco de
Materiales, articulado con la urbanización del suelo y la organización de
la demanda, todo problemáticamente bajo el control de Metrovivienda,
se dio un giro importante con la formulación del “Pacto por el Hábitat
Digno” en el cual se planteaban claramente los limitantes estructurales
que presentaba la ciudad, particularmente en lo que a oferta de suelo
para vivienda de interés prioritario se refiere:
“No han sido pocos los obstáculos para la reglamentación y la aplicación de los
instrumentos contemplados en la Ley 388/97. No obstante los importantes
avances en dejar sentadas bases sólidas de normatividad que regulen con
eficiencia y equidad el desarrollo de la ciudad, persiste un clima de expectativa e
incertidumbre en los actores sociales, en especial en propietarios de suelo y
constructores. La situación plantea la necesidad de un amplio diálogo en torno al
uso de los instrumentos de planificación y gestión urbanística y de suelo, así
como de la evaluación económica y social de los proyectos a la luz de las
normas, en particular sobre el tema de cargas y beneficios y su incidencia en el
bienestar general de la ciudad.  … La necesidad de coordinación a diferentes
escalas de intervención es condición necesaria para medir claramente las
consecuencias de las políticas y para valorar su conveniencia.”
El Pacto buscaba para el mercado de la tierra en Bogotá, cambiar la
filosofía con la que se venían implementando los instrumentos de
gestión en la ciudad: plusvalías, planes parciales, sistema de reparto de
cargas y beneficios, unidades de actuación urbanística, etc. Muchos de
sus firmantes pensaban que se podía estar confundiendo los derechos
de libertad y propiedad empresarial -inhibiendo el motor de la
competencia y productividad de la ciudad-, por una gestión estatista que
ignora las fallas del Estado y los intereses visibles e invisibles ínsitos en
la actuación de los gobiernos: comportamiento oportunista maximizando
rentas de quienes tienen acceso a la toma de decisiones por captura de
los centros de decisión y regulación, a favor de los sectores con
influencia política, o en nuestro medio la influencia técnico-científica de
nuestros académicos; y no podía ser de otra forma en la época actual
donde la gestión de las ciudades se fundan sobre el valor del
conocimiento de la complejidad y su aporte para entender las dinámicas
sociales. Pero el urbanismo de la complejidad no es un problema
teórico, es un problema práctico, por lo tanto político.
Hay un problema en la economía urbana de la ciudad; como es sabido la
elección económica se realiza en un ambiente de escasez y costos de
oportunidad, donde lo decisivo es la estructura de incentivos derivados del
marco institucional; malversar las potencialidades económicas de la ciudad
con exceso normativo y con consideraciones muy discutibles sobre los
mercados estratégicos de la misma, deja entrever un marco institucional
que ha modificado problemáticamente los precios relativos y que para las
actividades más fuertemente ligadas al hábitat urbano, termina afectando
negativamente a los pobres, y favoreciendo un rentismo territorial –una
apropiación masiva de las rentas del suelo provenientes de la dinámica
urbana solamente observable-, si no seguimos evadiendo una visión
compleja de la ciudad.
Digámoslo de una manera un tanto exagerada: como el sector privado no
ha hecho sino apropiarse de las rentas del suelo, la tierra no tiene valor y
lo que hagamos con ella es neutro, entonces que todo lo haga el Estado
en una especie de “mano invisible del Gobierno Municipal”.

Pero como sabemos en las discusiones lo importante es no exagerar. La


ley 388 y el modelo alternativo de desarrollo que la puso en juego,
planteo esta discusión de una forma poco entendida en nuestro medio:
“tanto mercado como sea posible con tanto estado como sea necesario”.
O dicho en teoría moderna: en la ciudad por el imposible lógico de que
opere la mano invisible de Adam Smith -mercado auto-regulado-, hay
que resolver uno de los problemas más complejos de la sociedad
contemporánea: ordenar políticamente los territorios a través de suscribir
compromisos creíbles por parte de los actores para resolver el problema
que ni el mercado, ni el estado, por sí mismos resuelven: un pacto por el
desarrollo humano en los territorios, creando la democracia a través de la
discusión y el dialogo de las fallas de la democracia realmente existente.
HÁBITAT Y FINANCIACIÓN
-UNA ESTRATEGIA PARA LA LUCHA
Sede Uniandinos CONTRA LA POBREZA-

Calle 92 No. 16-11


Mayo 15 de 2007 a las 6:00 PM

Favor confirmar su participación al


mail gplabrador@gmail.com

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