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Lección 2 para el 10 de julio de 2021

SIN DESCANSO Y REBELDES


Los capítulos 11-14 del libro de Números nos relatan la historia
de un pueblo rebelde. Un pueblo que olvidó rápidamente las
grandes obras que Dios había hecho en su favor.
Anhelando el descanso prometido, se impacientaron por no
haberlo ya alcanzado. Sin embargo, cuando lo tocaban ya con
su mano, su fe faltó y volvió la rebelión.
¿Qué podemos aprender de sus errores nosotros, “los que
vivimos en estos tiempos últimos” (1ª de Corintios 10:11 DHH)?

Memoria selectiva. Números 11.


Anhelo de liderazgo. Números 12.
Descontento y rebelión. Números 13; 14:1-10.
Intercesión por los rebeldes. Números 14:11-19.
Ejemplo para nosotros. Números 14:39-45.
MEMORIA SELECTIVA
“Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos,
los melones, los puerros, las cebollas y los ajos” (Números 11:5)
Poco más de un año después de haber salido de
Egipto, el pueblo de Israel partió de Sinaí, reanudando
su viaje a la Tierra Prometida.
Los extranjeros que se unieron con Israel agitaron al
pueblo para que pidieran carne. ¡Se habían cansado
de comer maná! (Nm. 11:4, 6).
Sin embargo, tenían una memoria muy selectiva.
Recordaban lo “poco” que les costaba la comida en
Egipto. Pero no recordaban la dura esclavitud.
Dios les dio carne “hasta que os salga por las narices”
(Nm. 11:20). También eligió dirigentes que, con el
poder del Espíritu Santo, calmasen la inquietud del
pueblo y mitigasen su rebeldía.
ANHELO DE LIDERAZGO
“María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que
había tomado; porque él había tomado mujer cusita” (Números 12:1)
Hasta la rebelión de las codornices, el pueblo había sido
dirigido exclusivamente por Moisés, Aarón y María (Miq. 6:4).
Ahora, 70 ancianos ayudaban a Moisés a liderar al pueblo.
Celosos de perder su posición de liderazgo, y poniendo por
excusa el casamiento de Moisés con una extranjera, María y
Aarón pretendieron una función que no les correspondía:
“¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado
también por nosotros?” (Nm. 12:2).
Criticar el liderazgo divinamente establecido es
peligroso. Afortunadamente, entraron en
razón. Aarón, arrepentido, intercedió por su
hermana leprosa. Sin lugar a duda, la
intercesión es mucho más poderosa que la
“Nadie luche contra un soldado a quien el Señor
reconoce, a quien Dios ha enviado para llevar un
mensaje especial al mundo, y para hacer una obra
especial.
Los soldados de Cristo no siempre revelan perfección
en su obra, pero sus errores no deben producir de
parte de sus camaradas palabras que debiliten, sino
palabras que fortalezcan, y los ayuden a recuperar el
terreno que han perdido”
E. G. W. (Mensajes selectos, tomo 3, pg. 394)
DESCONTENTO Y REBELIÓN
“Mas los varones que subieron con él [Caleb], dijeron: No podremos subir
contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros” (Números 13:31)
He aquí un nuevo caso de memoria selectiva. Habían olvidado el cruce del
Mar Rojo, el agua que brotó de la peña, las aguas amargas endulzadas…
Estaban frente a la tierra que “fluye leche y miel” (v. 27). Dios había dicho
que se la daría a ellos. No necesitaban confiar en sus fuerzas. Sin
embargo, no quisieron recordar, ni escuchar las palabras de Caleb, ni
confiar en el poder de Dios.
Descontentos ante los problemas que veían, se
rebelaron contra Dios y contra sus dirigentes. Y
su rebelión engendró muerte, pues estuvieron
dispuestos a apedrear a Josué y a Caleb.
Cuando olvidamos lo que Dios ha hecho por nosotros en el pasado,
distorsionamos el presente y dejamos de ver con claridad el futuro.
El resultado natural es el descontento.
INTERCESIÓN POR LOS REBELDES
“Perdona ahora la iniquidad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia,
y como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí” (Números 14:19)
Propuesta de Dios para Moisés: Como no quieren entrar, los
destruyo y empezamos de nuevo (v. 12).
Como un tipo de Jesús, Moisés intercede por el pueblo ante Dios.
Admite que son rebeldes y merecen su destrucción. Sin embargo,
suplica su perdón basándose en el gran amor de Dios (v. 19).
Dios extiende su gracia y perdona. Pero no
exime al pueblo de sufrir las consecuencias de
su rebelión. Lo que ellos despreciaron, será
para sus hijos (v. 30-31).
Esto también es gracia. Su falta de fe les
hubiese impedido la conquista de Canaán. Los
hijos, por el contrario, aprendieron las
lecciones de fe necesarias para ello durante su
estancia en el desierto.
EJEMPLO PARA NOSOTROS
“Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a
nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos” (1ª de Corintios 10:11)

A la rebelión, añadieron No
No codiciemos
codiciemos (v.
(v. 6)
6)
presunción. Aceptaron que
habían hecho mal, pero
No
No seamos
seamos idólatras
idólatras (v.
(v. 7)
7)
siguieron confiando en sus
propias fuerzas, y no en Dios
No
No forniquemos
forniquemos (v.
(v. 8)
8)
(Nm. 14:39-45).
Pablo nos presenta su historia No
No tentemos
tentemos aa Dios
Dios (v.
(v. 9)
9)
como un ejemplo, para que no
caigamos nosotros en sus mismos No
No murmuremos
murmuremos (v.
(v. 10)
10)
errores (1ª de Corintios 10:1-12).
Nosotros
Nosotros debemos
debemos ejercer
ejercer fe,
fe, así
así estaremos
estaremos seguros
seguros contra
contra la
la presunción.
presunción. Con
Con la
la fe
fe nos
nos
aferramos
aferramos aa las
las promesas
promesas dede Dios
Dios yy las
las reclamamos.
reclamamos. No
No para
para disculpar
disculpar las
las transgresiones,
transgresiones,
sino
sino confiando
confiando enen el
el amor
amor de
de Dios
Dios yy obedeciendo
obedeciendo sus
sus mandamientos.
mandamientos.
“Es tiempo de que cada uno de nosotros decida de
qué lado estamos. Los instrumentos satánicos
trabajarán con toda mente que se preste a ello. Pero
también hay instrumentos celestiales, que esperan
comunicar los brillantes rayos de la gloria de Dios a
todos los que están ansiosos de recibirlos.
A nosotros nos toca decidir si seremos contados
entre los seguidores de Cristo, o los siervos de
Satanás. Cada día demostramos, mediante nuestra
conducta, al servicio de quién hemos elegido estar”
E. G. W. (Nuestra elevada vocación, 9 de enero)

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