El Proyecto Genoma Humano (PGH) fue un proyecto de investigación científica con el objetivo fundamental de determinar la secuencia de pares de bases químicas que componen el ADN e identificar y cartografiar los aproximadamente 20.000-25.000 genes del genoma humano desde un punto de vista físico y funcional.
El proyecto, dotado con 3000 millones de dólares, fue
fundado en 1990 en el Departamento de Energía y los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos, bajo la dirección del doctor Francis Collins, quien lideraba el grupo de investigación público , conformado por múltiples científicos de diferentes países, con un plazo de realización de 15 años. El genoma humano es la secuencia de ADN de un ser humano. Está dividido en fragmentos que conforman los 23 pares de cromosomas distintos de la especie humana (22 pares de autosomas y 1 par de cromosomas sexuales). El genoma humano está compuesto por aproximadamente entre 22500 y 25000 genes distintos. Cada uno de estos genes contiene codificada la información necesaria para la síntesis de una o varias proteínas (o ARN funcionales, en el caso de los genes ARN). El "genoma" de cualquier persona (a excepción de los gemelos idénticos y los organismos clonados) es único. Identificación de los genes en el genoma humano. El Genoma humano está compuesto por aproximadamente 30.000 genes, cifra bastante próxima a la mencionada en el borrador del proyecto, publicado en el año 2000, ocasión en la que los genes oscilaban entre 26.000 y 38.000. Otra peculiaridad del PGH es que la cifra de genes humanos es solo dos o tres veces mayor que la encontrada en el genoma de Drosophila, y cualitativamente hablando, existen genes comunes a los de bacterias y que no han sido hallados en nuestros ancestros. El proyecto internacional del genoma humano es uno de los proyectos científicos más ambiciosos de la historia de la ciencia. Sólo equiparable al del colisionador de partículas del CERN. Se inició en 1.998, supervisado por James Watson, uno de los descubridores del ADN. En él colaboran científicos de todas las nacionalidades. Aunque el proyecto inicial finalizó en 2.003, aún no hay conclusiones definitivas.
Su propósito era codificar la secuencia completa del ADN
humano, su código genético. Toda la información genética está almacenada en cada una de nuestras células. Si se estirara el ADN que contiene una sola célula, mediría dos metros. Se creía que conocer el genoma equivaldría a conocer las instrucciones de diseño del ser humano. No ha sido así. El genoma se completó, y muchas preguntas siguen sin respuesta. . Los resultados fueron sorprendentes. Los científicos se encontraron con muchos menos genes de los que esperaban. Calculaban unos 100.000 por persona y sólo encontraron unos 25.000. Hay plantas con más genes que nosotros. Aunque los nuestros son más complejos. Se descubrió que todos tenemos en común el 99'99% de la información. Lo que nos hace únicos y diferentes es sólo el 0'01%.
Se pretende identificar y aislar los genes causantes
de algunas enfermedades hereditarias como el Alzheimer, la diabetes, algunos tipos de cáncer, etc. La terapia génica da esperanza a cientos de miles de personas de todo el mundo. Los genes trasmiten, de algún modo, las vivencias de una persona. Pueden ser vivencias emocionales, ambientales, de hábitos de vida... El ejemplo más estudiado es el de los supervivientes del Holocausto. Los descendientes de quienes se sometieron a esa traumática experiencia también padecen su estrés emocional. No sólo sus hijos, también sus nietos y biznietos, a quienes la historia les queda ya lejana. Quedó impresa en sus genes, y la trasmitieron a sus descendientes.
Lo mismo sucede con generaciones que llevaron una alimentación muy
pobre: en sus nietos suelen aparecer enfermedades asociadas, como diabetes, etc. En Estados Unidos se están observando efectos similares en los hijos de los supervivientes de los atentados del 11-S. La epigenética es un hecho, aunque aún no sabemos cómo funciona. Gracias