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Juicio oral en
materia penal
Tema VII.-
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Procedimiento penal.

Un proceso penal es todo aquel conjunto de actuaciones que se


ejecutan por parte de un órgano judicial y el resto de intervinientes
según los momentos y los métodos regulados legalmente, cuyo fin
es la función sancionadora del Estado. Esta se desarrollará si las
acciones u omisiones enjuiciadas se consideran constitutivas de
delito o de delito leve
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El proceso penal se divide en tres etapas:

 Investigación.
 Intermedia.
 Juicio Oral.
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Las etapas que comprende el proceso penal acusatorio, conforme al artículo 211 del
Código Nacional de Procedimientos Penales, son las siguientes:

Investigación: comprende dos fases.

 Investigación inicial. Comienza con la presentación de la denuncia, querella u


otro requisito equivalente y concluye cuando la persona imputada queda a
disposición del Juez de control, para que se formule la imputación.

 Investigación complementaria. Comprende desde la formulación de la


imputación y se agota una vez que se ha cerrado la investigación.
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En esta etapa se
desarrolla la Audiencia
Inicial que incluye el
control de la detención,
en caso de flagrancia;
la formulación de la
imputación de cargos y
la vinculación a
proceso. 

El Juez de Control analiza la información, sujeta al Imputado a proceso y otorga un


plazo común al Ministerio Público y a la Defensa para realizar la investigación
complementaria. 
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Intermedia o de preparación del juicio. Tiene por objeto el


ofrecimiento y admisión de los medios de prueba, así como la
depuración de los hechos controvertidos que serán materia del
Juicio Oral.
Comprende desde la formulación de la acusación hasta el auto de
apertura a juicio. Tanto el Ministerio Público como la
Defensa presentarán sus pruebas ante el Juez de Control y él
aprobará las que puedan llevarse a la siguiente fase.
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Juicio. Es la etapa de decisión de las cuestiones esenciales del


proceso. Se realiza sobre la base de la acusación en el que se
deberá asegurar la efectiva vigencia de los principios de
inmediación, publicidad, concentración, igualdad, celeridad
y continuidad.
Comprende desde que se recibe el auto de apertura a juicio
hasta la sentencia emitida por el Tribunal de Juicio Oral
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¿Que es un juicio oral?

Es la audiencia pública
realizada frente al Tribunal
Oral en lo Penal donde el
fiscal sostiene la acusación,
mediante pruebas, y el
defensor ejerce la defensa
del imputado. El juicio
termina con una sentencia
dictada por el tribunal, que
establece la culpabilidad o la
inocencia del imputado.
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El sistema acusatorio, que se pretende establecer, a través de la


oralidad en el juicio, traería consigo cambios significativos en toda
la concepción del proceso como lo conocemos hoy en día. La
factibilidad de estos juicios, se ve más cercana, ahora que las
Cámaras discuten los cambios en materia de justicia penal a nivel
Constitucional, mismos que entre otros aspectos relevantes
contienen también el establecimiento formal de los juicios orales
en el sistema jurídico mexicano.
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Previo a explorar el concepto de “Juicio Oral” es necesario llevar a


cabo la precisión de conceptos importantes, para su ubicación en
el ámbito penal.
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Derecho Procesal Penal.

El Juicio oral esta inmerso en el Derecho de Procedimientos


Penales y lo podemos conceptuar como “el conjunto de normas
internas y públicas, que regulan y determinan los actos, las formas
y formalidades que deben observarse para hacer factible la
Aplicación del Derecho Penal Sustantivo”
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Ámbito de Aplicación

Por otra parte el Diccionario Jurídico Mexicano señala que es el


sector en el cual resulta más evidente la indisponibilidad del objeto
del proceso, el cual es necesario para imponer sanciones
punitivas, puesto que el juez debe resolver de acuerdo con la
acusación planteada por el Ministerio Público (MP), como ocurre
con el derecho procesal civil, la materia criminal corresponde en
cuanto a su regulación legal tanto a la federación como a las
entidades federativas
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Por lo anterior podemos


sintetizar que el Derecho
de Procedimientos
Penales, en donde el juicio
oral encuentra su
aplicación, es un conjunto
de normas de carácter
internas y públicas, que
regulan los actos, formas y
formalidades que deben
observarse para imponer
sanciones punitivas.
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Juicio.

Este es uno de los conceptos claves a destacar por su estrecha


vinculación con el objeto de estudio, previo señalamos que en el
Diccionario Jurídico Mexicano se hace la siguiente aclaración “En
términos generales, la expresión juicio tiene dos grandes
significados en el derecho procesal. En sentido amplio, se le utiliza
como sinónimo de proceso y, más específicamente, como
sinónimo de procedimiento o secuencia ordenada de actos a
través de los cuales se desenvuelve todo un proceso”
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En un sentido más restringido, también se emplea la palabra juicio


para designar sólo una etapa del proceso – la llamada
precisamente de juicio – y a un solo acto: la sentencia. Destacando
que la llamada etapa de juicio comprende, por un lado, la
formulación de conclusiones del Ministerio Público y de la defensa,
y por el otro, la emisión de la sentencia del juzgador.

Entre los diversos conceptos doctrinarios que aportan elementos


teóricos al término de “Juicio” destacan los siguientes:
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“El juicio es el periodo del procedimiento penal en el cual el


Ministerio Público precisa su acusación, es decir, ejerce la acción
penal; el acusado y su defensor particular o, de oficio precisan su
defensa y, el órgano jurisdiccional valora las pruebas para dictar su
resolución al caso concreto.”
“El juicio es el periodo del procedimiento penal en el cual el agente
del Ministerio Público precisa su acusación, el acusado su
defensa, el o los integrantes de los tribunales valoran las pruebas
y, posteriormente, dictan resolución.
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“Es el acto o etapa procesal que sigue una vez concluida la secuela
probatoria concedida a las partes con objeto de fundar y acreditar
sus respectivas pretensiones, y que corresponde unilateralmente al
juzgador, quien con base en la facultad arbitral que la ley le otorga,
después de realizar un estudio pormenorizado de todos y cada una
de las pruebas y hechos que obran en el sumario desde el momento
del inicio de la causa, hasta la audiencia de vista o de derecho
concatenándolas de una manera lógica, natural e imparcial, cuya
conclusión final es el pronunciamiento de la sentencia que conforme
a derecho proceda.”
z Sistemas de Enjuiciamiento.
En estos sistemas es en donde se
encuentra inmerso el “Juicio Oral”, se
precisa que se trata de las formas que
un proceso puede tener, ya que en
general se distinguen dos principales
que son el oral que es característico del
sistema de enjuiciamiento acusatorio y
el escrito que corresponde al sistema de
enjuiciamiento inquisitivo, cabe
mencionar que se considera además la
existencia de un sistema de
enjuiciamiento mixto que comprende
partes de los dos anteriores.
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Juicio Oral.
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Al hacer referencia al “Juicio Oral, podemos saber que, se trata de


una rendición de cuentas de las varias instituciones que intervienen
en el proceso penal: cada uno aporta testigos y pruebas que tienden
a fortalecer, coherentemente, su versión de los hechos. Y el juez, o
conjunto de jueces (que son tres) tiene una libertad de decisión
acotada no sólo por la controversia abierta y pública, entre las
partes, sino también apoyada por una infraestructura arquitectónica
adecuada, y por un proceso que está estructurado para que el día
de la audiencia de juicio oral sea la primera vez que se sientan a oír
cualquier dato, testimonio o versión de los hechos.
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Al respecto Juan José González Bustamante argumenta que “El


criterio que inspira esta forma de instrucción es el de proveer con
un procedimiento rápido y breve, al juicio de los delitos cuyas
pruebas sean tan evidentes que hacen innecesaria la instrucción;
se caracteriza porque se pasa directamente de las investigaciones
preliminares a los debates. Por eso constituye en realidad un juicio
directo y oral a pesar de que imprescindiblemente en él ciertos
elementos instructorios.
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Partiendo de los diversos conceptos anteriormente expuesto, y


considerando que existen ciertos aspectos comunes,
anteriormente citados, podemos concluir señalando que el Juicio
Oral, contempla diversos aspectos, como los siguientes:

 Se encuentra inmerso en el Derecho de Procedimientos


Penales y es parte de un conjunto de normas de carácter
internas y públicas, que regulan los actos, formas y
formalidades que deben observarse para imponer sanciones
punitivas.
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Por sus características, se trata de un periodo del proceso penal;


en el cual él Ministerio Público precisa su acusación y el acusado y
su defensor particular o de oficio precisan su defensa; el o los
integrantes del órgano jurisdiccional valoran las pruebas y los
hechos, concatenándolos de una manera lógica, natural e
imparcial; y se dicta una resolución o sentencia, conforme a
derecho proceda, al caso concreto.
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 Corresponde en la clasificación de los sistemas de


enjuiciamiento al acusatorio en el cual la instrucción y el debate
son públicos y orales, prevaleciendo el interés particular sobre
el interés social; el acusador es distinto del juez y del defensor y
no está representado por un órgano especial, la acusación no
es oficiosa (ahí donde no hay acusador no hay juez) el
acusador puede ser representado por cualquier persona y
existe libertad de prueba para la acusación; la defensa no está
entregada al juez, ya que el inculpado puede ser patrocinado
por cualquier persona y existe libertad de defensa; el juez
exclusivamente tiene funciones decisorias y mucho más
rápidas.
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Principios elementales
del proceso.
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Los principios del proceso son aquellas máximas jurídicas e ideas


básicas que solemos enunciar como elementales en todo tipo de
procesos, esto es, las que concurren en todo el camino y trámites
jurídicos que se usan para solucionar ante el Juez las contiendas
entre partes.

Los cuales podemos señalar los siguientes:


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Dualidad de partes

El más genuino principio procesal lo representa el hecho de dos partes


que someten su conflicto a la decisión de un tercero. Ésta es la esencia
básica del proceso; a partir de ahí se puede levantar toda una estructura
de principios. Sin la existencia previa de dos partes sometidas a un
tribunal no resulta admisible la concepción del proceso como
instrumento dirimente de controversias. La dualidad de posiciones
resulta esencial para el proceso. Cada una de ellas podrá estar
compuesta por una pluralidad de individuos. Pero la constitución de dos
partes enfrentadas que acuden al órgano juzgador para que, en
aplicación del ordenamiento jurídico, dicte la resolución ajustada a
derecho y ponga fin al litigio, es fundamental.
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Igualdad

Implícita con la dualidad se encuentra la igualdad. No resulta


aceptable hoy por la sociedad un proceso en el que una parte
prime sobre otra. La igualdad de los litigantes (reforzada, además,
por dicho principio en los restantes ámbitos de la vida) constituye
una exigencia que casi no necesita argumentación en su favor. La
misma esencia del proceso, como medio de solución de conflictos,
requiere que las partes disfruten de una similar posición.
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La igualdad se ha de respetar a lo largo de todo el proceso,


siempre que no afecte a su misma seguridad (por ejemplo, en el
penal se contempla alguna restricción respecto al secreto de la
instrucción). Las partes han de gozar de las mismas posibilidades
de derechos, obligaciones, expectativas y cargas.
A nivel internacional, se reconoce que toda persona acusada de un
delito tiene el derecho a un proceso en condiciones de plena
igualdad; naturalmente, no se introducen distingos entre las
diversas etapas del mismo.
z Contradicción

Además, esta igualdad se ha de manifestar en la posibilidad de rebatir


las argumentaciones de la otra parte, sus pruebas y conclusiones.
Cada litigante puede alegar los hechos que estime oportunos,
proponer los medios de prueba de los que desee servirse y concluir
con su petición. A su vez, a cada argumentación de la parte contraria,
cada litigante podrá responder adecuadamente, con hechos
extintivos, excluyentes o impeditivos.
Si a una parte se le negara o restringiera el poder contradecir o
desmontar lo afirmado por la contraria, se le estaría limitando su
derecho de defensa; se encontraría en desventaja procesal y
podríamos afirmar que incurriría en indefensión.
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Principios del procedimiento
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Al igual que el procedimiento, sus principios revisten un carácter


formal y afectan al aspecto externo del proceso. Aún hoy su
manifestación no es homogénea en todas las etapas de los
diversos modelos de proceso penal existentes en el mundo.
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Oralidad
Resulta patente la relación de su vigencia con las circunstancias históricas. En
los procesos más primitivos (sin textos escritos y con modelos sociales muy
sencillos), rigió en exclusividad el principio de oralidad. Más tarde, conforme el
ordenamiento procesal se hizo más complejo y la comunidad mejoró su
organización, el principio de escritura llegó a alcanzar un protagonismo
destacado.
Sin embargo, en la actualidad se observa un manifiesto retorno a la oralidad, que
se puede explicar como comprensible reacción ante la exagerada presencia
anterior de su principio contrario
Su predominio produce como consecuencia la vigencia de otros principios en el
procedimiento; de este modo, la inmediación, la publicidad y la concentración se
encuentran en estrecha relación con el diseño mayoritario de un proceso oral.
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Inmediación

En razón del mismo, se consagra la proximidad del juzgador con


las partes y con el material del proceso, facilitándose en gran
manera el dictado de la resolución definitiva en su momento. A su
favor se alega que resulta imprescindible para poder actuar con
acierto, especialmente en lo relativo a la valoración de ciertos
medios de prueba (por ejemplo, el testigo y la declaración del
acusado).
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En los órganos judiciales colegiados, estimamos necesaria la


presencia, sin exclusiones, de todos los miembros del tribunal a lo
largo del proceso penal. En consecuencia, no nos parece acertada
la práctica, contemplada en algunos textos procesales, de exigir en
ciertas diligencias solamente la presencia del magistrado ponente.
La vigencia de este principio se percibe claramente en el modelo
procesal penal acusatorio, en el que las actuaciones han de
celebrarse en presencia directa del juzgador. Tampoco
encontramos su versión pura en las manifestaciones más
primitivas de administración de justicia, tal como acontece aún hoy
en el seno de las minorías étnicas.
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Concentración

A las partes se les permite alegar, contestar, probar y concluir


sobre la marcha, en la misma sesión, con la ventaja de lo actuado
recientemente, a la vista de los hechos y de las pruebas de la
contraria. Al tribunal se le facilita la valoración del material fáctico y
probatorio aportado por los litigantes; recuérdese lo afirmado más
arriba sobre la inmediación. De nuevo, se percibe relación con el
principio de oralidad; difícilmente un procedimiento escrito permite
en la práctica la concentración de actuaciones procesales.
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Publicidad

El que las actuaciones del juicio oral de un proceso penal sean


públicas constituye hoy día una exigencia ineludible, tanto en los
ordenamientos nacionales como en los instrumentos internacionales.
En síntesis, la publicidad obedece a la conveniencia de control y de
aceptación por la comunidad respecto de la justicia que se administra
en su seno. Desde tiempos primitivos el pueblo ha estado siempre
presente. En efecto, bajo el cobijo de un árbol, en el foro romano, en
el atrio de la iglesia o, más tarde, en los edificios especialmente
construidos para dicha función, los miembros del grupo social han
podido presenciar la ceremonia de administración de justicia.
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Impulso

El proceso avanza de oficio, sin necesidad de que las partes lo


insten, con plazos improrrogables. Como instrumento estatal para
la resolución de controversias, no debe dejarse su impulso a la
libertad de los litigantes, máxime cuando se trata del penal, que
versa generalmente sobre situaciones indisponibles.
Si las partes no actúan, pierden o desaprovechan oportunidades
de ejercer derechos, exigir obligaciones o levantar cargas, pero el
proceso no se paraliza por su inactividad. Este principio está
relacionado con el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas
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Preclusión

La propia naturaleza y configuración del proceso exigen


igualmente que se desarrolle de modo gradual, de forma que el fin
de una etapa significa el comienzo de la siguiente. Los plazos
transcurren sin retorno. Este principio se relaciona con el anterior,
el de impulso.
El proceso avanza continuamente, pero, como vimos, lo hace de
oficio. Ambos principios se complementan; el avance,
consustancial al propio instrumento estatal de administrar justicia,
se realiza por impulso de su titular en última instancia, esto es, del
Estado.
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El principio acusatorio

Como manifestación del sistema acusatorio, en contraposición al


inquisitivo, la doctrina se refiere a este principio como inspirador
principal del actual modelo penal acusatorio. En virtud del mismo,
durante el juicio oral, las partes gozan de un protagonismo patente.
Son ellas las que deciden si hay o no juicio oral, pues si no
acusan, no puede celebrarse el mismo.
Además, delimitan el objeto del proceso; es decir, deciden sobre
qué ha de pronunciarse el tribunal, incluido el límite máximo de la
pena, que no se puede sobrepasar.
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Son varios los principios elementales del proceso y del


procedimiento pero son ellos los que deben de regir dentro del
juicio oral, pues a falta o en franca violación de uno de ellos deriva
una clara vulneración hacia los derechos fundamentales de las
partes.
Es por lo anterior, que la autoridad debe de buscar el correcto
cumplimiento y desempeños de estos principios elementales
dentro del juicio oral.

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