Se llaman así porque bajo el microscopio presentan estrías, así como una forma larga característica. Además, son los que conectan con los huesos del organismo y permiten el desplazamiento o el movimiento de las extremidades. Además de la lengua, la laringe y el diafragma, comprende todo el tejido muscular del esqueleto que es el responsable del movimiento y la estabilidad del esqueleto y las extremidades. Con casi 400 músculos diferentes, supone la mayor parte del sistema muscular. Puede estimularse y entrenarse directamente, tensarse y cansarse y, por supuesto, crecer. MÚSCULOS CARDIACOS Como su nombre lo indica, son los músculos de la pared del corazón (miocardio), y son músculos estriados con características precisas, ya que requieren estar interconectadas para poder contraerse y expandirse de manera totalmente sincronizada. No obstante, no pueden tomarse como tejido muscular liso porque, aparte de una estructura de fibra diferente, tienen su propio sistema de conducción eléctrica y, por ello, son independientes del sistema nervioso autónomo. Esto asegura que el corazón siga contrayéndose incluso si otros sistemas del cuerpo fallan. Además los músculos cardíacos pueden entrenarse, no como los lisos: mientras realizas una rutina de Freeletics, por ejemplo, los músculos cardíacos tienen que contraerse más rápido y fuerte para satisfacer la demanda de sangre del cuerpo. Así se harán más fuertes, resistentes y menos vulnerables. MÚSCULOS LISOS Se les conoce también como viscerales o involuntarios, ya que no están comprometidos con el movimiento voluntario del cuerpo, sino con sus funciones internas (sistema nervioso vegetativo autónomo). Por ejemplo, el movimiento de los intestinos o del tubo digestivo, o de apertura o cierre del iris en el ojo. Se reconocen fácilmente pues carecen de estrías como los tipos anteriores. El tejido muscular liso constituye el tejido visceral y se encuentra bajo el control del sistema nervioso autónomo. Eso significa que estos músculos no se pueden controlar de forma activa e intencionada sino que están sujetos a los reflejos. Son los responsables de regular el sistema circulatorio, la respiración, la función sexual, el metabolismo y la digestión. Los tejidos musculares lisos más conocidos son el intestino, el esófago y las paredes interiores de los vasos sanguíneos. Los músculos lisos no pueden entrenarse de forma activa ni pueden cansarse. Sin embargo, puede aumentarse su capacidad de modo indirecto a través del trabajo físico. COMPOSICION DEL SISTEMA MUSCULAR El vientre muscular está formado por fascículos, que a su vez lo forman fibras musculares. La fibra muscular tiene el grosor aproximado de un cabello, y si lo miramos en el microscopio presenta una apariencia estriada. A la membrana que envuelve la célula muscular o miofibrilla se le denomina sarcolema. El sarcolema esta formado por 2 miofilamentos que son la actina (más fina), la miosina (más gruesa) y la titina(conecta actina con miosina) formando la unidad contráctil más pequeña. La composición de la célula muscular es en un 75% agua, un 20% proteína y el resto otras sustancias: ATP, CP... Las proteínas más abundantes son miosina, actina y tropomiosina así como mioglobina. La unión entre la motoneurona y las fibras musculares que inerva se llama unión neuromuscular.