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NACIONAL DE
SALUD PARA CUMPLIMIENTO
EL
DE LOS OBJETIVOS SANITARIOS
DE LA DÉCADA 2011-2020.
Roxana Yong L.
Mg salud pública.
2020
INTRODUCCION
Nuestro país muestra avances sanitarios que
son reconocidos por todas las naciones.
El uso eficiente de recursos ha permitido
obtener indicadores satisfactorios con menor
gasto por problema sanitario.
La explicación descansa en primer lugar en que
las políticas de salud han sido vistas por todos
los gobiernos como un tema de Estado, con
tareas a largo plazo, y estrategias coherentes
para definir las metas a lograr.
Durante el siglo XX, la lucha contra la
desnutrición infantil, la mortalidad materna,
la baja expectativa de vida, las enfermedades
infecciosas; junto con los esfuerzos por
profesionalizar el cuidado clínico, aumentar la
cobertura de los programas de planificación
familiar, y dotar de centros asistenciales y
profesionales calificados a los lugares más
recónditos de nuestra geografía, marcaron
una pauta clara y consistente.
Durante la década del 2001 al 2010 se
gestionaron los objetivos de salud pública en una
perspectiva nueva, definiendo un conjunto de
metas para dicho período.
El balance final de este esfuerzo no ha resultado
del todo satisfactorio, en parte porque las metas
planteadas fueron muy ambiciosas; también
porque las condiciones de deterioro vinculadas a
la adquisición de enfermedad crónica y sus
condicionantes sociales han empeorado más
rápido de lo que se presupuestó y porque los
aspectos preventivos que este plan contenía han
sido de muy difícil materialización.
La Encuesta Nacional de Salud 2010 muestra un
panorama preocupante.
Las enfermedades crónicas no transmisibles
representan ya el grueso de la carga de salud para
el país, y estas enfermedades se asocian con
hábitos que suelen adquirirse temprano en la
infancia o en la adolescencia.
Las elevadas tasas de tabaquismo, obesidad, vida
sedentaria, hipertensión arterial, diabetes,
depresión, suicidio, accidentes del tránsito con
fallecimientos o discapacidad, consumo patológico
de alcohol producen un panorama en el que se
puede prever que la Generación del Bicentenario,
los jóvenes y niños del 2010, serán probablemente
víctimas a mediano plazo de estos hábitos o
dependencias.
Este fenómeno de las Enfermedades Crónicas pone
en riesgo nuestro desarrollo y la posibilidad de cada
cual de cumplir de la mejor manera su proyecto de
vida, lo que lo transforma en una prioridad para el
Estado y la ciudadanía.
Peor aún, mientras estas condiciones emergentes
requieren de nuestro esfuerzo y mejores
capacidades, debemos seguir manteniendo a raya
las infecciones y enfermedades como el cáncer,
para las cuales las estrategias colectivas
prevención de y diagnóstico precoz
mayoritariamenteestán
en desarrollo.
El Ministerio de Salud ha emprendido un
desafío significativo. Reunir evidencia,
convocar expertos, y aunar voluntades para
diseñar una política pública para la década
2011 – 2020 que tenga como centro la
producción de resultados concretos y
medibles, generando un conjunto
indicadores correlacionados con nueve de
Objetivos Estratégicos. Estos
Objetivos generan una Estrategia Nacional
de Salud.
La Estrategia implica apuntar a reducir el impacto de
las enfermedades crónicas transmisibles y no
transmisibles, desde la tuberculosis a los problemas
cardiovasculares, adicionando causas de mortalidad
como los accidentes de tránsito y la violencia
intrafamiliar por medio de acciones como aumentar las
patologías AUGE, generar paquetes preventivos
garantizados, mejorar la cobertura del tratamiento de
Hipertensión y Diabetes, entre otras medidas; la
estrategia también implica atacar factores de riesgo
como el consumo de tabaco, alcohol, la obesidad y
sedentarismo; atacar los riesgos para la salud tanto en
las diferentes etapas de vida, como para las distintas
situaciones sociales, demográficas; velar por contar
con ambientes de trabajo y condiciones alimentarias y
medioambientales razonables para el correcto
desarrollo de las personas.
Junto con lo anterior, la estrategia implica reforzar
el sistema público de salud:
Cerrando las brechas en recursos humanos
Potenciando la atención primaria
Acreditando a los hospitales de la red
Mejorando el acceso a las atenciones de salud
Mejorando el trato a los usuarios
y dando a la población acceso a medicamentos de
calidad y a precio justo.
Finalmente, la estrategia recoge la necesidad de
estar preparados para emergencias y desastres
como los vividos en el país el 27 de febrero de 2010,
contando con una red de salud que pueda
responder en forma oportuna.
Sin embargo, la misma formulación de esta
Estrategia reconoce que el enfoque de los
problemas descritos debe ser necesariamente
multisectorial, y ser capaz de convocar a
agentes públicos y privados, organizaciones
ciudadanas, universidades e institutos,
Ministerios y hasta la propia Presidencia de la
República, de nuevo en una perspectiva de
Estado, de corto y largo plazo.
Este es un desafío de marca mayor.
La probabilidad de tener éxito dejando esta tarea solo a
la salud es baja.
Por ello, desde hace un año, el Gobierno se ha
enfocado en una perspectiva de convocatoria a
diversos actores, a través del Programa “Elige Vivir
Sano”, que en el momento de lanzar esta Estrategia
Nacional de Salud se muestra como imprescindible.
Como sostiene la propia “Declaración de Valparaíso”
recientemente elaborada con ocasión de los 200 años
del Congreso Nacional, se requiere una coordinación
que garantice esta perspectiva colaborativa,
dependiente de la Jefatura de Estado, y que haga de
esta política una tarea de todos, porque lo que está en
juego, precisamente, es la suerte de todos.
El sector salud impulsó en la década pasada una
profunda reforma, cuyo primer eje fue la
definición de
OBJETIVOS
SANITARIOS.
Respecto a las necesidades, se demostró como
esencial la inserción de los objetivos en un
sistema de planificación sanitaria que integrase
todos los niveles de la organización de salud,
para avanzar en la formulación y gestión
efectiva de metas.
Junto a esto, se mostró como imprescindible
una visión amplia de la salud en la perspectiva
de la producción social y el enfoque de los
determinantes sociales de la salud, lleva a
plantear que los objetivos deben ser una
Política de Estado, y no solo sectorial. Esta
mirada pone en relieve la importancia de la
intersectorialidad y la participación ciudadana.
Finalmente, se identificaron algunos
lineamientos y contenidos específicos que deben
formar parte de los nuevos objetivos de salud:
Enfrentar el envejecimiento.
Reducir la discapacidad asociada a estilos
de vida.
Mejorar el bienestar psicosocial
Atender a grupos sociales con
necesidades descubiertas
Mejorar las condiciones ambientales.
Por otra parte, si la situación global de salud del
país en la última década ha mejorado persisten
importantes ámbitos en los que las estadísticas
señalan un empeoramiento progresivo, como lo
demuestran los resultados de la última
Encuesta Nacional de Salud 2010 (ej. factores
de riesgo, diabetes, enfermedad renal crónica,
obesidad, por nombrar algunos). A su vez,
persisten grandes inequidades tanto en estos
resultados, como en el acceso a los sistemas de
atención sanitaria.
En julio del año 2010, el Ministerio de Salud dio
inicio a la planificación de las acciones
del sector durante la década 2011-2020.
Estrategias
Programa de Control de la Tuberculosis de Chile
aún vigente, que fue creado en 1973.
beneficia a toda la población, independiente de su
condición previsional.
Sus acciones son gratuitas y se cumplen en todos
los niveles de la estructura del Sistema de Salud.
Su objetivo general es reducir el riesgo de
infección, la morbilidad y muerte por tuberculosis.
Se destacan las altas coberturas de la vacuna BCG
en recién nacidos. Sin se observa una
embargo,
reducción en la pesquisa de casos mediante
•baciloscopia de expectoración.
•Respecto a los actores relevantes, el sistema carcelario
concentra factores de riesgo reconocidos para la
transmisión de la tuberculosis como una tasa de
•incidencia alta, hacinamiento, malnutrición, alcoholismo
y drogadicción, entre otros.
•Por otro lado, las organizaciones que trabajan con adultos
mayores o con personas en situación de calle, juegan un
rol importante en la orientación, localización y apoyo al
tratamiento, debido a que estos grupos presentan mayor
riesgo de enfermar de tuberculosis (García C., 2010).
La Estrategia Nacional de Salud propone 4
estrategias basadas en la evidencia para lograr
la eliminación de la tuberculosis como
problema de salud pública:
(1) mantener la cobertura de vacuna BCG;
(2)aumentar el número de baciloscopias y de
estudios de contactos;
(3)aumentar la adherencia a controles y
tratamiento;
y (4) capacitación.
1.3 Mantener logros
alcanzados en el control o
eliminación las
Enfermedades
de Transmisibles.
Las enfermedades transmisibles surgidas en
los últimos años han demostrado un gran
potencial de diseminación y capacidad de
saturar los recursos nacionales, causando
emergencias epidémicas de gran
envergadura (Gala A., 2005).
principales formas ocasionadas por agentes
transmisibles relevantes para la salud de la
población chilena. Entre ellos, se destacan
agentes entéricos, agentes relacionados con
cánceres, zoonosis de todo tipo, agentes
transmitidos por vectores y otros agentes re-
emergentes.
Otro grupo relevante son los agentes
relacionados con el desarrollo de cánceres.
El cáncer cervicouterino y el cáncer gástrico, se
consideran actualmente prevenibles por la
OMS, conociéndose sus principales agentes
causales: el virus Papiloma Humano (VPH) y la
bacteria Helicobacter pylori
(HP) respectivamente.
Dentro de las zoonosis de tipo viral, la rabia en
murciélagos insectívoros es endémica en todo
el país, por lo que se debe mantener la
vigilancia activa de la enfermedad.
Durante el 2010 se registraron 62 casos, todos
en murciélagos.
Otra zoonosis viral de interés por su alta
letalidad, es el Hantavirus,enfermedad por
transmitida un roedor silvestre llamado
Oligoryzomys longicaudatus.
Estrategias
Dentro de los esfuerzos y estrategias desarrolladas
los últimos años destaca el Centro Nacional de
Enlace en funcionamiento desde 2008.
Junto a ello se han implementado seis Oficinas
Sanitarias de Fronteras y quince Centros Regionales
de Enlace.
Además, se ha realizado capacitación permanente
utilizando las nuevas tecnologías de información
en los distintos niveles de la red de vigilancia, con
énfasis en los delegados de epidemiología de los
establecimientos de salud.
1.4 Disminuir la tasa de
mortalidad por infecciones
respiratorias agudas
Las infecciones respiratorias agudas (IRA), continúan siendo
un importante problema de salud pública y afectan
principalmente a grupos de mayor riesgo como son los
niños, los portadores de patología crónica y los adultos
mayores.
Presentan un significativo aumento durante el período
invernal, lo que se asocia a los descensos de la temperatura,
la mayor circulación de virus respiratorios y al aumento de la
exposición a contaminantes, tanto intra como extra
domiciliarios.
Las consultas por esta causa pueden llegar a ser la mayoría
de las consultas ambulatorias principalmente de los
menores de 5 años (DEIS, 2011).
En las IRA bajas es donde se concentra el mayor
riesgo de morir por esta causa, sobresaliendo el
síndrome bronquial obstructivo (SBO) en el
grupo pediátrico, y la neumonía en los adultos
mayores de 65 años.
Estrategias
Incorporación de la vacuna anti-influenza en
Chile, que se inició a partir de 1997, con
campañas masivas de vacunación, dirigidas a
adultos mayores de 65 años y
crónicos, que estaban enfermos bajo
tratamiento médico en el Sistema control y
Nacional de Servicios de Salud.
La cobertura de la estrategia de vacunación
contra la influenza, el año 2010, alcanzó 90,4% .
La Estrategia Nacional de Salud 2011-2020
propone dos grupos de estrategias:
8. Disminuir la discapacidad
9.Prevenir y reducir la morbilidad bucal de mayor
prevalencia en niños y adolescentes, con énfasis en los
más vulnerables.
Las estrategias del sector han sido principalmente
de tipo preventivo.
Una de ellas ha sido la floración del agua potable en 14
regiones, con cobertura cercana al 83% de la población
urbana nacional.
2.10 Disminuir la
mortalidad por accidentes
de
2.11tránsito
Disminuir los femicidios
Objetivo Estratégico 3
Fortalecer La institucionalidad
del sector salud
Estratégic
Objetivo 8
o
Fortalecer la respuesta
adecuada del Sector
Salud ante emergencias,
desastres y
epidemias.
En resumen Los 9 objetivos
estratégicos son los siguientes:
Reducir la carga sanitaria de las Enfermedades Transmisibles y contribuir a bajar su impacto social y
económico.
Reducir la Morbilidad, la discapacidad, y mortalidad prematura por Afecciones Crónicas
No Transmisibles, Trastornos Mentales, violencia y Traumatismo.
Reducir los factores de riesgo asociados a carga de enfermedad a través del desarrollo de hábitos
y estilos de vida saludable.
Reducir la Mortalidad, morbilidad y mejorar la salud de las personas, a lo largo del ciclo vital.
Reducir las inequidades en salud de la población a través de la mitigación de los efectos que
producen los determinantes sociales y económicos en la salud.
Proteger la salud de la población a través del mejoramiento de las condiciones ambientales y de
la inocuidad de los alimentos.
Fortalecer la institucionalidad del sector salud.
Mejorar la calidad de la atención en salud en un marco de respeto de los derechos de las
personas.
Fortalecer la respuesta adecuada del sector salud ante Emergencias, Desastres y Epidemias.