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Misterio de nuestra fe
APROXIMACIÓN AL TÉRMINO
“SACRAMENTO”
Etimológicamente del latín sacramentum que significa aquello
que es un “hecho sagrado”:
SACRAMENTUM :
medio por el cual algo se hace sagrado.
Definición de Sacramento
https://www.youtube.com/watch?v=u7C-tSP3icM
«Los sacramentos son el centro de
la fe cristiana, por los que Dios
comunica su gracia, se hace
presente y actúa en nuestra vida. • Centro de la fe
Los siete sacramentos de la Iglesia cristiana
prolongan en la historia la acción • Comunica su gracia
salvífica y vivificante de Cristo, • Prolongan en la
con la fuerza del Espíritu Santo» historia la acción
salvífica
(Papa Francisco, Audiencia General del 8 • Espíritu Santo
enero del 2014).
Cristo ha instituido los
sacramentos para que
después de su Ascensión al
Padre, el hombre pueda
encontrarlo realmente.
Uso de este vocablo en sus inicios latinos designa dos
clases de cosas.
Cartas paulinas: revela el contenido del misterio del Reino: Cristo, y este crucificado (1Co 2,1-
2). Este misterio es revelado por el Espíritu.
Desde el siglo III comienza a utilizarse el término misterio referido a las acciones de
culto cristiano. Esto tendrá una enorme importancia en toda la vida y acción de la
Iglesia.
La Sagrada Escritura no utiliza mysterium para referirse a los ritos sino a Cristo
mismo.
Los Padres sí, debido a la visión teológica que tenían de los ritos del culto, para
indicar la conciencia de que en esos ritos se hace presente el mismo Cristo.
Los ritos son el mismo misterio de Cristo continuado en la Iglesia, y no tanto los
ritos mistéricos como en otras religiones.
Con el paso del tiempo, el término sacramentum/mysterium se fue restringiendo a
lo que la tradición llamaba sacramentos que son eficaces ex opere operato.
Será en el siglo XX (Vaticano II) cuando el término se extienda a Cristo y a la Iglesia:
Cristo sacramento de Dios; la Iglesia sacramento del cuerpo de Cristo.
Signo
El signo es concreto,
significa una cosa y listo
Símbolo
El símbolo no busca capturar
el significado, sino hacerlo
presente, acercarlo.
El signo sacramental no es puramente convencional.
Se basa en una aptitud natural para significar: la que tienen, por ejemplo, las
acciones de lavar o ungir el cuerpo para significar que se lava el alma o se le
proporciona alivio.
CEC 1152: Signos sacramentales. Desde Pentecostés, el Espíritu Santo realiza la santificación a
través de los signos sacramentales de su Iglesia. Los sacramentos de la Iglesia no anulan, sino
purifican e integran toda la riqueza de los signos y de los símbolos del cosmos y de la vida
social. Aún más, cumplen los tipos y las figuras de la Antigua Alianza, significan y realizan la
salvación obrada por Cristo, y prefiguran y anticipan la gloria del cielo.
Dimensión interna del signo sacramental
Ejemplo:
En la Eucaristía solo sacramento: El pan y vino junto con las palabras de la consagración.
La realidad significada es la Gracia que reciben los comulgantes y la unidad de la Iglesia en el
Cuerpo Místico de Cristo.
Lo que es sacramento y realidad es Cuerpo y la Sangre de Cristo realmente presente, es más,
Cristo con su sacrificio redentor.
CONVENIENCIA DE LA EXISTENCIA DE LOS SACRAMENTOS
La
fe en la resurrección es la fe en la salvación del hombre en su unidad de cuerpo y
espíritu.
Dios nos comunica sus dones espirituales a través de nuestro cuerpo, pues los
sacramentos comprenden elementos materiales, gestos del cuerpo y palabras audibles.
Tertuliano: Bastaría tener presente que ningún alma puede alcanzar la salvación, si no
ha aceptado la fe mientras está en la carne ¡hasta tal punto la carne es importante! Y
aun hay más:
se lava la carne para que el alma se purifique;
se unge la carne para que el alma sea consagrada;
se signa la carne para proteger el alma;
se impone las manos sobre la carne para que sea iluminada por el Espíritu;
la carne se alimenta del Cuerpo y Sangre de Cristo para que el alma se sacie de Dios.
Fundamento antropológico del sacramento
¿Por qué hablar de fundamento antropológico?
Para su Instrucción. Dios quiere salvar al hombre adecuándose a la manera humana de conocer, cuyo
punto de partida es el conocimiento sensible (nada hay en el intelecto que no haya pasado antes por los
sentidos). Para manifestar sus obras de salvación, Dios se sirve de los sacramentos, adaptándose a nuestra
naturaleza, y de este modo nos hace saber que participamos en el misterio de Cristo. Por los sacramentos,
el misterio pascual toca al hombre en su interior.
Para su humildad. Al darnos los sacramentos, Dios tiene en cuenta la condición del hombre después del
pecado original. Dios aplica la medicina donde se encuentra el mal y esto sirve a la humildad del hombre
que debe reconocer la herida de su naturaleza. Por medio de los sacramentos Dios hace conocer al hombre
que los bienes espirituales le vienen de fuera, de Dios mismo.
Para que se ejercite en obras adecuadas a su obrar corporal. Las acciones humanas, siendo acciones
intelectuales y corporales, tienen mucho de corporal y se entretejen con el entorno material. De ahí la
conveniencia de que el hombre quede implicado enteramente, cuerpo y alma, en la obra de salvación: su
inserción en el misterio de Cristo.
Inmutabilidad y cambios en el signo sacramental
Ya que los sacramentos son instituidos por Cristo y dados a la Iglesia,
ningún rito sacramental puede ser modificado o manipulado a voluntad
del ministro o de la comunidad. Ni la suprema autoridad de la Iglesia
pude cambiar a su arbitrio la liturgia, sino solo en servicio de la fe y en
el respeto religioso al misterio de la liturgia (CEC 1125).
Pero también nos dan a conocer el acontecimiento de salvación del que procede la
santificación y también los bienes futuros que ellos anticipan.
Gal 5, 22 – 26
Materia
Lo que es usado para el
Sacramento.
Elemento sensible, que incluye
el elemento material y el gesto
o acción humana.
FORMA
las palabras que acompañan a la
aplicación, uso de la materia y
que declaran el sentido especial
de aquella acción o gesto
material.
En el bautismo la materia es la acción de lavar con agua.
En la confirmación, la unción con el crisma y en la imposición de manos.
En la Eucaristía, Pan y vino
En la penitencia, los actos con que el penitente muestra su arrepentimiento.
En la unción de los enfermos, con el óleo de los enfermos.
En el orden sagrado, la imposición de las manos del Obispo que ordena.
En el matrimonio, la mutua entrega manifestada por las palabras de los contrayentes.
Para que se dé el signo sacramental, materia y forma deben estar unidas, según cada uno
de los sacramentos.
Así, en el bautismo, las palabras de la forma hay que pronunciarlas mientras se lava con
agua;
La falta de un requisito por parte del ministro que haría inválido el sacramento
sería administrar la Penitencia en broma (no se tiene intención de hacer lo que
hace la Iglesia); la falta de un requisito por parte del sujeto sería el llevar a cabo
el Bautismo de un muerto (el sujeto no es ser humano).
La intensión requerida debe ser por lo menos habitual (una disposición interna que no
llega a ser una decisión personal ni un verdadero acto de voluntad) para la mayoría de los
sacramentos.
Para el Orden y el matrimonio se requiere por lo menos una intensión virtual (una
intensión puesta anteriormente y que no haya sido revocada).
El sacramento que se recibe sin intención o contra la propia voluntad es, por tanto,
inválido.