Miró de frente a la vida , tratando de discernir cada detalle de su aspecto,
su sentir, su pesar ,su fuerza; su rostro era duro, carente de emociones, se notaba un enojo de arrebato; quizá solo era un susurro de sus mismos pesares o tal vez la ira del abandono que añoraba para encontrar consuelo a la soledad de su alma. El destino ,le juro que un día encontraría esa esquirla de esencia arrancada de su ser en el inicio del todo y por mucho tiempo indagó sin saber el como ,ni el porque. Su búsqueda era incierta. Su pecho se desgarraba con cada suspiro del reloj, pues eso le acercaba al final de su camino sin poder encontrar aquella promesa de virtud. En sus andares parecía encontrar aquella dicha desconocida ,pero al encontrar esta promesa incierta se seguía sintiendo vacía su ausencia del ser . Cuando se sentía abatida por su añoranza falaz apareció una luz en esa oscuridad, quizá solo era una fugacidad en la estrellada noche o polvo celeste iluminando a alguien más, trasluciéndose en la fina capa de la realidad de otro universo contiguo , no lo podía creer ,nunca pensó que le pudiese pasar algo de tal magnitud, cuando ya se había acostumbrado a vivir en la penumbra de la mortalidad... Aún no puede creer como fue encontrado por tan hermosa presencia , aún piensa que no pertenece a tan bello lienzo que se empieza a matizar con colores que no conocía, que no imaginaba ,que se pudieran difuminar de tal forma entre ellos, uniéndose y jugando con tan hermosos matices de vida , al fin encontró aquella promesa del destino. Su alma comienza a sanar de tan cruel soledad en la que vivió y ahora acompañado en su camino por tan hermosa presencia se siente completo. Ahora ella ilumina su camino con su cálida compañía, con el brillo de su alma y su preciosa presencia, al fin se encontraron y podrán continuar su historia ancestral contada por miles de lenguas en la inmensidad de la memoria.