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JÜNGER HABERMAS

BIOGRAFIA
Nace en Düsseldorf, Alemania,
el 18 de junio de 1929,
pasa su infancia y adolescencia en
Gummersbach, cerca de Colonia.
En 1949 inicia en Gotinga sus estudios
universitarios, que proseguirá en Zurich y Bonn.
Para 1954 obtiene el grado de doctor en filosofía, con una tesis sobre
Schelling; al año siguiente se casa con Ute Wesselhoeft, con quien
tendrá tres hijos.
Habermas se incorpora al Instituto de Investigación Social de Frankfurt,
entre 1956 y 1959, como asistente de Theodor W. Adorno, y renuncia al
Instituto por problemas con Max Horkheimer.
Fue hasta 1961, cuando Hebermas obtiene
la habilitación como profesor universitario
con un estudio sobre la transformación
de la esfera pública. Libro que aparcería
un año después con el título de
“Historia y crítica de la opinión pública”.
Para 1964 es ya profesor de filosofía
y sociología en la Universidad de Frankfurt.
Posteriormente asume la dirección del
Instituto Max Planck de Starnberg, en 1971.
La publicación más importante de Habermas es
“Teoría de la acción comunicativa”,
que sale a la luz en 1981;
• En 1983, Habermas se incorpora como profesor a la Universidad de
Frankfurt, y para 1992 publica “Facticidad y Validez”. Dos años más
tarde se jubila como profesor pero sigue su actividad como
conferenciante y profesor invitado, hasta la fecha.
TEORÍA DE LA ACCIÓN COMUNICATIVA
El modelo de Habermas permite analizar a la sociedad como dos
formas de racionalidad, que están en juego simultáneamente:
1).- La racionalidad sustantiva del mundo de la vida.
2) La racionalidad formal del sistema.
En el primero se da una perspectiva interna como punto de vista de los
sujetos que actúan sobre la sociedad.
En el segundo representa la perspectiva externa, como la estructura
sistémica (racionalidad técnica, burocratizada de las instituciones)
Racionalidad de
El mundo de la
sistema
vida
Para Habemas, la sociedad es un conglomerado de sistemas complejos,
estructurados, donde los ciudadanos desaparecen transformados en
procesos (sistema- racional-burocrático).
Por otro lado, se ve a los ciudadanos como actores.
Habermas dice que al elegir un concepto sociológico de acción, nos
comprometemos con determinadas presuposiciones ontológicas:
1.- EL CONCEPTO DE ACCIÓN TELEOLÓGICA:
el ciudadano realiza un fin o hace que se
produzca el estado de cosas deseado,
eligiendo en una situación dada los
medios congruentes y aplicándola de
manera adecuada.
• 2.- ACCIÓN REGULADA POR NORMAS: es un ciudadano que se topa
con otros ciudadanos, que son miembros de un grupo social que
orientan su acción por valores comunes.
• 3.- ACCIÓN DRAMATÚRGICA:
un ciudadano transmite a su
público determinada imagen
o impresión de sí mismo,
al poner de manifiesto lo
que desea, es decir, su propia
subjetividad.
• 4.- ACCIÓN COMUNICATIVA: es la interacción de al menos dos sujetos
que entablan una relación interpersonal.
También se entiende a la acción comunicativa como una interacción
mediada por símbolos, y tiene como núcleo fundamental las normas o
reglas obligatorias de acción que definen formas recíprocas de
conducta y han de ser entendidas y reconocidas intersubjetivamente.
• Este tipo de acción da lugar al marco institucional de la sociedad en
contraposición a los sistemas de acción instrumental y estratégico.
• El marco institucional, para Habermas, funciona como: a) la
organización del poder a fin de reprimir tendencias agresivas, y b)
articular y dar satisfacción a nuestras necesidades.
También menciona que una parte de los contenidos culturales se
transforma funcionalmente y sirve a la legitimación del sistema de
dominio.
Para Habermas, la acción comunicativa ocurre dentro del mundo de la
vida:
El mundo de la vida es donde se encuentra el hablante y el oyente,
donde de modo recíproco reclaman que sus posiciones encajan en el
mundo, y pueden criticar y conformar la validez y las pretensiones para
poner en orden sus discrepancias y llegar a acuerdos.
Para interpretar el mundo de la vida supone una conexión interna
entre las estructuras del mundo de la vida y la imagen lingüística del
mundo. El lenguaje y la cultura son constitutivos del mundo de la vida
misma.
En la comunicación cotidiana no hay situaciones desconocidas, e
incluso, si hay nuevas situaciones, emergen a partir de un mundo de la
vida constituido desde un acervo cultural de saber que ya nos es
siempre familiar.
Por lo tanto, no es posible huir del mundo de la vida, porque los
agentes comunicativos se mueven siempre dentro del horizonte que es
su mundo de la vida; de él no puede salirse.
El mundo de la vida constituye un trasfondo
moldeador y contextual de los procesos por
los que se alcanza la comprensión mediante
la acción comunicativa.
En la acción comunicativa existen tres mundos, que constituyen
conjuntamente el sistema de referencia que los hablantes suponen en
común en los procesos de comunicación.
El mundo externo alude a los mundos objetivo y social.
El mundo interno alude al mundo subjetivo.
El hablante, al hablar, entabla una relación pragmática con:
• 1) El mundo objetivo: son la totalidad de las entidades sobre las que
son posibles enunciados verdaderos.
• 2) El mundo social: son la totalidad de las relaciones interpersonales
legítimamente reguladas.
• 3) El mundo subjetivo: son la totalidad de las propias vivencias a las
que cada cual tiene un acceso privilegiado y que el hablante puede
manifestar verazmente ante un público.
El hablante y el oyente se entienden a partir del mundo de la vida que
les es común, porque está simbólicamente estructurado, sobre algo en
el mundo objetivo, en el mundo social y en el mundo subjetivo. De esta
manera la acción comunicativa se basa en el consenso simbólico.

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