Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones”. Los personajes bíblicos fueron hombres y mujeres reales, con luchas, con defectos, con pecados acariciados como lo somos tú y yo. No es necesario conocer detalladamente la vida de David para saber que él no fue perfecto. Entonces, ¿por qué se dice que fue un “hombre conforme al corazón de Dios”? Debemos ir a la porción de la Escritura que acuña esta expresión. En 1 Samuel 13 ocurre la expresión “un varón conforme a su corazón” (vers. 14). Ser alguien conforme al corazón de Dios, no indica perfección. Más bien enfatiza la disposición a reconocer y a humillarse delante de la voluntad de Dios. David había aprendido tempranamente a confiar en Dios. Antes de ser ungido rey, cuando era un simple pastor de ovejas, él ya había sido testigo del poder de Dios. Esta confianza plena en Dios preparó a David para hallar redención frente a sus mayores errores y pecados. El más conocido de todos fue el que involucró a la esposa de Urías heteo: Betsabé. ¿Qué hace un hombre conforme al corazón de Dios cometiendo este pecado? El hombre conforme al corazón de Dios no inventa excusas; no se cree por sobre lo que Dios ha establecido como bueno o malo; tampoco huye de Dios en un intento de calmar su conciencia. Cuando pensamos en los errores que hemos cometido, y miramos al mundo tal como está, nos entra una “desesperación” por hacer algo que nos tranquilice, que nos ayude a creer que “todo Pero nuestros esfuerzos logran tan poco. En realidad, solo una vida que se oriente hacia la paz y el perdón que Dios ofrece puede hallar bienestar. ¿Cuál quieres que sea la tendencia de tu vida?