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CONQUISTA DEL

TAHUANTINSUY
O O IMPERIO
INCA
NOTICIAS DEL PERÚ
Con el descubrimiento del océano Pacífico en 1513, se extendió la
noticia de la existencia de ricas tierras al sur, donde abundaba el
oro. Se dice que la información fue contada por Panquiaco, hijo
del cacique Comagre. Los rumores que corrían consistían en que
el Virú habían espléndidas tierras gobernadas por poderosos
hombres. La leyenda del oro estuvo presente en las expediciones
españolas, de la época. Así, en la exploración del Golfo de San
Miguel, realizada por el capitán Francisco Becerra, se escucho algo
similar, y lo mismo le ocurrió a Pascual de Andagoya cuando
intentaba avanzar en la exploración hacia el sur para dar con el
ansiado reino del oro. Estas leyendas se incorporaron al imaginario
de los conquistadores, como es el casi de Francisco Pizarro.
LOS SOCIOS DE LA CONQUISTA
En Panamá se había concentrado un gran número de españoles, entre
ellos, Francisco Pizarro y Diego de Almagro. Listos para iniciar una
nueva exploración, se asociaron con el clérigo Hernando de Luque,
testaferro de Gaspar de Espinoza, importante banquero de Panamá,
quien sustento económicamente la nueva compañía conquistadora.
Con la autorización del gobernador de Panamá, Pedro Arias Dávila,
Pizarro y sus socios se lanzaron a la aventura y a buscar u botín que se
repartieran entre los inversionistas de la expedición. Pizarro dirigía la
empresa, Almagro tomaría a su cargo la formación de la tropa
cuidando su abastecimiento y Luque asumuría la dirección espiritual
de los nuevos territorios.
VIAJES HACIA EL TAHUANTINSUYO
EL PRIMER VIAJE (1525-1525)

Navegaron bordeando la costa y llegaron hasta


lugares desconocidos que bautizaron como
Puerto Piñas y Puerto del Hambre. Más al sur,
encontraron un poblado donde fueron atacados por
los naturales. Por ello incendiaron el pueblo, al que
llamaron a partir de ese momento Pueblo
Quemado.
EL SEGUNDO VIAJE (1526-1527)
Después de llegar a la altura del río San Juan, Almagro regresó a Panamá y Pizarro continuó
hacia el sur. Ante la queja de los soldados, que habían acudido al nuevo gobernador Pedro de
los Ríos, este envió al capitán Juan Tafur con la orden de hacerlos regresar. Tafur los halló en
la Isla del Gallo, lugar del celebre episodio donde Pizarro preguntó a sus hombres si querían
“regresar a Panamá para ser pobres”, sin fama ni dinero, o “seguir hacia el Perú para ser
ricos”. Solo trece decidieron continuar y los demás embarcaron de regreso a Panamá. Los
trece y Pizarro esperaron medio año la llegada de provisiones y hombres. Finalmente llego
Bartolomé Ruiz con provisiones y la orden del Gobernador de que todos regresaran. Antes de
cumplir con la orden, Pizarro y sus hombres navegaron las costa y llegaron a Tumbes. Allí
fueron recibidos por los naturales, quienes les ofrecieron chicha, fruta, maíz y otras viandas.
Era una forma habitual de establecer relaciones de los pueblos andinos.
Sorprendidos con las construcciones y vestidos de indígenas, decidieron regresar para pedir la
autorización de conquistar las tierras halladas. Los recién llegados a Panamá alardeaban de
las maravillas vistas con sus propios ojos. Sin embargo, Pizarro viajó a España para ser
facultado por el Rey Carlos I, llevando consigo tumbesinos cautivos, camélidos, cerámicas y
otros objetos. La Corona española firmó la Capitulación de Toledo en 1529, documento que
los autorizaba a llevar a cabo su empresa.
TERCER VIAJE.
Pizarro recluto gente antes de iniciar su nuevo viaje, entre
ellos, varios de sus familiares, a quienes busco en su tierra
natal. En 1531, cuando salieron de Panamá, sumaron casi
doscientos hombres encaminados a conquistar el imperio.
Llegaron a la isla de la Puná, donde despues de una
estancia pacífica de varios días, los isleños atacaron al no
recibir muestras de reciprocidad. La fuerza convirtió en
vencedores a los españoles, quienes llegarían mas tarde a
Tumbes, donde se enteraron de que una 
guerra sucesoria entre Huascar y Atahualpa habia
acabado con el triunfo del segundo.
LA CAPTURA DEL INCA

Después de fundar la primera ciudad española,


San Miguel de Tangarará, a orillas del río Chira
en Piura, los conquistadores iniciaron su ascenso
hasta Cajamarca. Pizarro ordenó que la hueste se
instalara en la ciudad y envió a Hernando de Soto
y luego a Hernando Pizarro a visitar al Inca a su
campamento con el objetivo de invitarlo a una
entrevista.
LA TOMA DE CAJAMARCA

En Cajamarca, primero Hernando de Soto y luego Hernando Pizarro


visitaron al Inca, quien les ofreció chicha y les reclamó habre tomado cosas
que no le pertenecían a lo largo de su recorrido. Los españoles mostraron
gestos de amistad que llevaron a Atahualpa a aceptar la entrevista con
Pizarro. El día del encuentro los españoles esperaban la llegada del Inca
listos para combatir. Atahualpa llegó acompañado de un gran séquito de
guerreros, sacerdotes, servidores, bailarines, músicos y curacas aliados. Al
ingresar a la plaza salió a su encuentro fray Vicente de Valverde, quien
había sido encargado de leer el “requerimiento”, mientras Felipillo le
traducía al Inca. Al no comprender la compleja situación, el Inca arrojo la
Biblia que le había dado el sacerdote. Inmediatamente los españoles
arremetieron contra los nativos, lo que causo un gran desconcierto, el Inca
cayo de su litera y fue tomado prisionero.
MUERTE DE ATAHUALPA

Atahualpa ofreció entregar oro y plata para establecer una alianza que
fue entendida por los españoles como un rescate al modo occidental.
Sin embargo, el miedo de un alzamiento y el afán conquistador
provocaron la decisión de ejecutar al Inca el 26 de julio de 1533.
Formalmente, justificaron la muerte acusando a Atahualpa de
complotar un ataque y del asesinato de su hermano Huáscar.
Los cronistas españoles dicen que fue ejecutado ene l garrote
(ahorcado con una soga); en cambio, el cronista Felipe Guaman Poma
de Ayala ilustra el hecho como una decapitación. Luego, los
españoles se dirigieron hacia la ciudad sagrada del Cuzco a donde
arribaron el 15 de noviembre de 1533.
La Resistencia Andina
La resistencia andina se dio como contrapunto a la invasión
española. Los habitantes del Tahuantinsuyo y la élite incaica
desarrollaron diversas formas de actuación frente a la invasión
española. La negociación, las alianzas, las luchas armadas y la
resistencia pacífica fueron los medios a través de los cuales la
población indígena reaccionó ante la presencia extranjera. Este es
un proceso que se inicia en los primeros días de la conquista y
que continúa hasta la consolidación del orden virreinal. un sector
de la élite incaica, encabezada por Manco Inca, se refugió en
Vilcabamba. La resistencia inca se produjo paralelamente los
acontecimientos que marcaron la historia de los primeros años de
la presencia española en los Andes.
LA TOMA DEL CUSCO:
Francisco Pizarro Y Manco Inca
Cuando Francisco Pizarro llegó al Cuzco, fue recibido por el
joven Manco Inca, hijo de Huayna Capac y Mama Runtu, quien
lo acompaño a su entrada a la capital incaica. Los españoles lo
vieron como un aliado y colaborador, pero su comportamiento
debe ser entendido como un medio para establecer la supremacía
del sector de la élite incaica que él representa. Consiguió su
objetivo al recibir la mascaipacha en medio de un ritual en el cual
participaron varios curacas y muchos miembros de la élite
incaica con el respaldo español. Sin embargo, Manco Inca, como
otros indígenas, se dio cuenta de que considerar aliados a los
españoles era un gran error. Inclusive Cura Ocllo, su mujer, fue
cruelmente asesinada por los españoles y él mismo estuvo preso
por los conquistadores.
CERCO DEL CUZCO

Manco Inca observó que solo un pequeño número de españoles ocupaba el


Cuzco, mientras Francisco Pizarro se desplazaba hacia Lima y Jauja, y
permanecía la mayoría del tiempo en Lima, territorio del curaca
Taulichusco. Con el ardid de traerle a Hernando Pizarro unas estatuas de oro
de los incas, Manco Inca logró salir del Cuzco.
Consiguió reunir un gran ejército de naturales y paralelamente logró que el
Huillac Umu y Paullu Inca, su hermano y rival en el proceso sucesorio,
acompañarán a Almagro en su expedición a Chile. A fines de mayo de 1536,
Manco Inca y sus tropas, que sumaban 10 mil hombres, cercaron el Cuzco,
incendiaron tejados y cortaron las fuentes de abastecimiento de la ciudad.
Algunas fuentes llegan a afirmar que las tropas incaicas sumaban 200 mil
personas. Despues de meses de asedio, el escenario más importante de la
lucha fue la fortaleza de Sacsayhuamán, finalmente recuperada por los
españoles después de seis días de intensos enfrentamientos.
EL SITIO DE LIMA
El ataque al Cuzco fue previamente coordinado por Manco Inca para
evitar la llegada de refuerzos desde Lima. Un grupo de españoles
enviados por Pizarro se cruzó con las fuerzas incas cerca del río
Pampas, donde fueron vencidos. Otras expediciones españolas fueron
vencidas por los indígenas en su camino hacia el Cuzco. Quizo
Yupanqui, encargado del sitio de Lima, luchó en Ate y Guarco hasta
llegar al mismo cerro San Cristobal. A la entrada de la ciudad, los
nativos fueron vencidos por los españoles gracias a la ayuda prestada
por un sector de la población indígena. En algunos casos, esta se dio
por las relaciones de parentesco establecidas entre españoles y
curacas, vínculo fundamental en la cultura andina. Por ejemplo, las
generadas a raíz de las relaciones de Francisco Pizarro con Inés
Huaylas, hija de Huayna Capac, le permitieron contar con el apoyo de
los curacas de Huaylas.

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