Está en la página 1de 53

Introducción al estudio de las Sociedades Precapitalistas

La sociedad preindustrial, corresponde a las específicas características sociales, y formas de


organización política, cultural y social que prevalecían antes de la modernización propia de la
revolución Industrial y el triunfo del capitalismo, que tuvo como consecuencia la instauración
de una sociedad industrial. Por otro lado, la sociedad preindustrial se entiende como una
sociedad compleja (civilización) propia de un estado de evolución cultural superior a la
denominada sociedad primitiva. El concepto de sociedad preindustrial es ampliamente usado
en las ciencias exactas, más que otros conceptos similares que pueden tener carga ideológica,
frente a los que puede considerarse como un término "libre de valor". Por ejemplo, se usa de
una manera intercambiable con el concepto de sociedad tradicional. Se objeta al uso de este
término, ya que tradición implica estancamiento, con lo que se carga el concepto.
Marx, que fundó teóricamente el concepto, usaba la expresión sociedad precapitalista, que
tampoco es un término neutral, ya que implica que la transición al capitalismo es un
desarrollo inevitable o de progreso en la sucesión de los modos de producción hacia un futuro
sin clases en la sociedad comunistas. Otros sinónimos son sociedad agraria y sociedad
premoderna, ambos derivados de Hegel y Marx. Aunque no son estrictamente sinónimas,
cada una con su linaje intelectual y merecen tratamiento independiente.
• FUNDAMENTOS TEORICOS
La idea hegeliana y marxista de que la historia tiene un sentido de progreso necesario, bien
sea en el sentido del espíritu (Hegel) o de las fuerzas productivas y relaciones sociales
(Marx).La idea marxista de que la historia progresa por estadios de desarrollo. Aunque esta
noción de movimiento gradual era implicada por Marx; fue explícitamente desarrollada
por Friedrich Engels en (El origen de la familia, la propiedad privada y el estado).
En teoría marxista clásica, existe la idea de que la progresión de la historia humana está
determinada por los modos de producción (determinismo económico, materialismo
dialéctico, materialismo histórico). Los estadios preindustriales serían:
• Comunismo primitivo (sin propiedad privada)
• Esclavismo (surgimiento de la propiedad)
• Feudalismo (consolidación de la autoridad)
• Los estadios industriales o modernos serían el capitalismo, el socialismo (como estadio de
transición) y el comunismo.
La teoría política contemporánea considera que el capitalismo, al evitar la transición al
socialismo y el comunismo, ha trascendido el estadio industrial. Daniel Bell ha denominado
al estadio actual sociedad posindustrial; otros (por ejemplo Foucault) utilizan la
denominación posmoderno.
• Características de las sociedades preindustriales
El poder se manifestaba en varias formas de autoridades personalistas, en vez de mediante
un estado o burocracia impersonal. Aunque burocracia y Estado existen en sociedades
tradicionales, el Estado no se desarrolla plenamente hasta que el Estado Liberal se impone
sobre los particularismos propios del Antiguo Régimen.
 Cambio social estancado: El comportamiento y la mentalidad estaban sujetos a códigos
religiosos o morales.
 Una limitada producción económica (en la industria, la artesanía en vez de la producción en
masa)
 Economía esencialmente de base agrícola.
Limitada división del trabajo: el capitalismo necesita una gran cantidad de habilidades
y conocimientos especializados, dada la naturaleza compleja de la producción industrial.
En las sociedades preindustriales, la producción era relativamente simple, y por tanto, el
número de oficios especializados era limitado (no obstante, aunque esto es cierto para un
creciente número de obreros especializados, no hay que olvidar que al mismo tiempo se
produjo la mayor parte de la masa laboral de la primera revolución industrial el
 proletariado desposeído de la habilidad artesanal tradicional, quedo reducido a mero
servidor de la máquina y sin capacidad de identificar su trabajo con el producto; todo ello
formaba parte de lo que para Marx era el concepto de alienación)
Limitada capacidad de variación de las clases sociales (movilidad social).
 Parroquialismo: Las teorías sociales sostienen que la comunicación entre las comunidades
humanas en las sociedades preindustriales era muy limitada. Pocos tendrían la oportunidad
de ver o tener noticias de fuera de su propia aldea.
• Comunismo primitivo
• Comunidad primitiva, o modo de producción primitivo, se entiende, en la teoría marxista,
como una etapa del desarrollo de las formaciones económico-sociales, caracterizadas por el
bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, la propiedad en común de los medios de
producción y la distribución igualitaria. La comunidad primitiva data de 1000-2000 a. C.

• Características
Los seres humanos estaban organizados en grupos, dedicados a la caza, pesca y recolección.
La actividad productiva humana se basaba en la cooperación simple. Como consecuencia de
su modo de vida, el humano primitivo no concebía la posibilidad de la propiedad privada de
la tierra y de los demás medios de producción; pero lo que sí concebía era lo que Marx
describió como "propiedad privada general" que en el ejemplo de la comunidad de mujeres 
era una especie de propiedad sexual de la comunidad hacia el cuerpo de la mujer.
En el comunismo primitivo la producción estaba directamente definida por las necesidades
colectivas, y entre el acto sustancial de la creación y lo creado no había ninguna mediación
social y, por tanto, ninguna ruptura epistemológica.
Esta forma de vida corresponde al periodo que los pre-historiadores han denominado
Paleolítico, y no fue sino con el desarrollo de la agricultura y la ganadería, realizado durante
el Neolítico, que permitió una primera especialización y división social del trabajo.

como describe el historiador Vere Gordon Childe con sus conceptos de Revolución neolítica 
(en la que las aldeas campesinas aún conservaban buena parte del igualitarismo social) y la
posterior Revolución urbana (cuando ya aparecen claramente las clases sociales y el poder
político y religioso). El desarrollo primitivo de las fuerzas productivas no creaba
 excedente alguno después de cubrir las necesidades más perentorias, por lo tanto, era
imposible la acumulación de bienes.
Como el desarrollo de las fuerzas productivas eran insuficientes para que el trabajo
excedentario de unas personas liberara a otras personas de la necesidad de trabajar, también
era imposible la explotación. Al ser una sociedad basada en el auto abastecimiento, todas sus
relaciones sociales eran comunitarias, y al no ser una sociedad dividida en clases sociales no
era necesario ninguna clase de Estado para su regulación. Este modo de producción fue
sustituido, dependiendo del lugar o la época, bien por el modo de producción esclavista o
bien por el modo de producción feudal.

La división del trabajo se hacía de acuerdo a la edad y al sexo, lo cual significa que los niños y
las mujeres realizaban trabajos que su estado físico les permitiera. La teoría del
 matriarcado consideraba que en este tipo de sociedad la autoridad del grupo la
representaban las mujeres. Lo mismo ocurría con la práctica de la poliandria (múltiples
compañeros sexuales para cada mujer).
Esclavitud
Es una situación en la cual una persona (el esclavo) es propiedad de otra (el amo)
Así entendida, constituye una forma particular de relación de producción, propia de un
determinado nivel de desarrollo de las fuerzas productivas en la evolución de la economía.
La esclavitud se remonta a la Edad Antigua, aunque no de forma equivalente en todas
las civilizaciones. origen histórico proviene de la práctica de aprovechar como mano de obra
a los cautivos en las guerras, como alternativa a otra posibilidad también usual: ejecutarlos.
También algunos pueblos conquistados. Otra vía para llegar a la condición de esclavo era
la esclavitud por deudas. El florecimiento cultural de la Atenas de Pericles o de la Roma
clásica estaba fundamentado en una economía basada en la fuerza de trabajo
esclava. Con la transición del esclavismo al feudalismo, a partir de la crisis del siglo III, la
mayor parte de la fuerza de trabajo ya no era esclava. No obstante, la esclavitud no
desapareció, y se mantuvo como una condición social, según las zonas, durante toda la 
Edad Media y toda la Edad Moderna, renovándose su utilización masiva durante la
 colonización de América .
La esclavitud en la Antigüedad
Antiguo Egipto
Los primeros escritos en los que se tiene constancia de la presencia de esclavos en una gran
civilización es en Mesopotamia durante la época sumeria, ​si bien muy limitada. En el Antiguo
Egipto un número de esclavos suficiente como para tener cierta importancia social se dio
solamente en algunos periodos, especialmente en el Imperio Nuevo.

El origen de los esclavos provenía de las conquistas y no existía una regulación jurídica sobre
los mismos. También eran recogidos por los traficantes de esclavos los niños abandonados,
por ejemplo, en la puerta de las casas o en la columna lactaria, cuando el páter familia no
quería reconocer su paternidad. Un hombre libre también podía convertirse en esclavo
para tener que pagar una multa por haber cometido algún delito.
Antigua Greco-romana
La esclavitud como práctica social fue usual en la antigüedad greco-romana, y ambas
pueden considerarse las primeras sociedades «esclavistas» al estar sustentada su base
económica por este sistema. El estatus social y el papel de los esclavos eran considerados
inferior, sin valor o inexistente. La sociedad de la Antigua Grecia tenía fundamentada la
esclavitud, era la garantía indispensable para que los hombres libres pudieran dedicar su
tiempo a la política y al gobierno de la ciudad. En la Antigua Roma la práctica de la
esclavitud se regulaba al mínimo detalle, estableciéndose la manumisión como fórmula de
liberación de los esclavos. Del siglo V a. C. al siglo I es la época de mayor implantación y
extensión de la esclavitud. Las guerras de conquistas emprendidas por la República
romana significaron la adquisición de numerosos esclavos. Estos protagonizaron tres 
guerras serviles y la última fue la más sangrienta (la de Espartaco). Dichas rebeliones fueron
una causa de la caída de la república.
Imperio romano
La Antigua Roma, designaba las condiciones sociales más dispares. Un esclavo podía ser,
tanto un criado o sirviente como el ministro de Economía del emperador, el profesor de
griego y latín de los hijos de un legislador romano como un gladiador. Los esclavos no
poseían una habitación donde dormir, simplemente se acostaban en el suelo en cualquier
rincón de la casa. Cada romano de mediana fortuna poseía, por lo menos, un par de
esclavos. Los esclavos comían las sobras de la comida de sus amos.

Los esclavos no podían casarse ni ejercer la paternidad. El dueño de los hijos de los esclavos
era el páter familia. Los mercaderes de esclavos recogían a los bebés abandonados en los
santuarios para convertirlos en esclavos. Había esclavos que llegaban a ocupar cargos
públicos en la administración de los bienes de sus amos pero también podían ser
trabajadores del campo o artesanos. Si no eran campesinos podían ser criados en el
servicio doméstico.
Edad media 453 empezo
En Europa, durante la Edad Media, persistió en zonas marginales, como Escandinavia, de
tipo agrario (al ser una sociedad rural) y doméstico, y en el Imperio Romano, con el avance
del cristianismo, se fue suavizando la situación, con la subida al poder de Constantino I el
Grande, ya se estaba produciendo una síntesis entre la romanidad cristiana y la germanidad
pagana, que introdujo en el Imperio la servidumbre germánica, que fue legalizada como
castigo más benigno que la condena a muerte, por el mismo Constantino mediante un edicto
en el 322. Existe un intenso debate entre historiadores respecto a la cronología, Las posturas
que sitúan la desaparición del sistema esclavista en fecha más temprana, en la época de las
invasiones bárbaras del siglo V, serían las de los historiadores marxistas, por otro lado, algunos
autores la sitúan en el siglo XI, en medio de la llamada revolución feudal.
El auge del esclavismo se daría en el siglo VII, en plena Alta Edad Media. Posteriormente la
misma fue sumamente extendida en el nuevo continente por las potencias europeas.
En todo caso, los siervos del siglo XII, a diferencia de los del siglo II, eran libres,
o más bien similares, y gozaban de una serie de derechos y al menos en teoría podían
denunciar a su señor si violaba esos derechos, pero estaban atados por compromisos de
trabajo a la tierra y al señor feudal. En el mundo musulmán y en Bizancio también se mantuvo
la tradición, recogiendo las antiguas costumbres romanas.

A finales del siglo XV, la esclavitud


en Europa era muy reducida, aunque ello más por razones de escasez que por desarrollo moral
o filosófico, ya que la misma fue trasladada y sumamente extendida en el nuevo continente
por las potencias europeas.
El trabajo en las sociedades pre-capitalistas
Desde hace unos 40 000 años o más, hasta la aparición de las primeras sociedades agrícolas,
la totalidad de la especie homo sapiens basó su subsistencia en la práctica de la caza y la
recolección. Aún después de la domesticación de plantas y animales, grandes áreas del planeta
continuaron habitadas por poblaciones dedicadas exclusivamente a aquellas actividades.
Ni la banda de cazadores recolectores, ni las familias que la componen son unidades
organizadas fundamentalmente en torno a la producción o las necesidades económicas.
Las actividades productivas de los individuos, las familias, los grupos de parientes o amigos,
la banda entera, forman parte de otras muchas actividades, sociales, rituales, etc. que no
pocas veces se hallan profundamente interrelacionadas; por ejemplo, el jefe de una familia
kayapo del Brasil puede ir solo de cacería o junto a varios hombres y jóvenes emparentados;
también se organizan cacerías colectivas cuando hay necesidad de obtener grandes cantidades
de carne para alguno de los ceremoniales que suelen durar varios días. El trabajo en estos
grupos no debe considerarse como un “empleo” sino como un aspecto de la participación
en la vida social.
Durante mucho tiempo ha sido casi de sentido común (para los occidentales) la idea de que
los hombres se dedicaban a la caza y las mujeres a la recolección; sin embargo suele no existir
una división sexual del trabajo tan rígida. Algunas actividades de recolección que implican
trepar grandes árboles son tareas masculinas; la recolección de miel entre los chaqueños la
realizan los varones. Las mujeres también suelen cazar pequeños animales. Entre los yamanas
de Tierra del Fuego es la mujer la que rema la canoa y el hombre el que arponea las presas;
mientras entre los waoranis de Ecuador el hombre rema y la mujer sumerge la red.
Primera división sociales se da por edades y sexo.
Por otro lado, las actividades colectivas que involucran a toda la banda son muy frecuentes;
por ejemplo la de atrapar saltamontes o langostas entre los paiutes de Norteamérica y
mocovíes del Chaco. En estos casos la actividad suele enmarcarse en un clima jocoso y festivo.
para Marshall Sahlins, la palabra “trabajo” en algunos dialectos indígenas, es difícil de distinguir
de la palabra “juego” y en algunos casos la misma palabra designa trabajo y juego.
¿A quiénes pertenecen las armas con que se cazan los animales, las flechas, las redes, las
canoas, etc. Es decir los que podríamos llamar bienes de capital, aquellos que se utilizan para
producir otros bienes; no con la finalidad de generar ganancia como en nuestra sociedad
capitalista, sino para cubrir las necesidades de subsistencia del grupo. En general estas
herramientas pertenecen a los individuos pero suelen compartirse sin restricciones. no existe
un acceso diferenciado a los bienes de capital; y está al alcance de cualquier adulto, nadie se
ve privado a su vez de los medios para producir artículos manufacturados; lo que ayudaría a
explicar el desapego que suelen manifestar respecto de éstos; además de las necesidades
impuestas por la movilidad.
En las sociedades de bandas más igualitarias las formas de propiedad o tenencia de la tierra
asumen gran variedad aunque siempre es colectiva y se suele utilizar el concepto de
“territorialidad” más que el de propiedad; cada banda de la zona de Tierra del Fuego tenía
su propio territorio “debiendo los demás solicitar permiso para atravesarlo o cazar en él”
Aunque la repartición de los alimentos sigue reglas muy variables; en cuanto a quiénes son
los que efectúan el reparto (el que primero hirió al animal, el que lo mató, el dueño de la
flecha, alguna/s de las mujeres de la banda, etc.) y quiénes se benefician del mismo (los que
participaron en la cacería, la familia del cazador, la banda entera) nunca el productor se queda
con todo el producto para sí mismo. Entre los mocovíes el primero en herir al animal tiene
derecho a elegir, pero sólo una parte; el aleuta de Alaska que hiere a una ballena con su arpón,
en cambio, se aislara tres días sin comer ni beber; un siriono nunca debe comer la carne del
animal que ha matado porque su especie no volvería para ser cazada… ¿Por qué un cazador
exitoso estaría dispuesto a compartir lo que consigue? Esto ¿le permite acumular prestigio,
como sostienen algunos autores? Sobre este último interrogante diremos que muchas veces
no es el propio cazador el que efectúa el reparto. “el compartir es más una necesidad y un
deber que una ofrenda sin intereses”. Esto se refiere efectivamente a la “reciprocidad”,
rasgo general en estas sociedades.
“es necesario cumplir las reglas de la reciprocidad si no se quiere quedar fuera de
reparticiones posteriores” existían tres tipos de reciprocidad y todas implican intercambio.
Los inuit, por ejemplo, tienen un término para la distribución de bienes que es “pigziag”
que significa compartir sin restricciones. El que lo recibe, lo usa y lo consume sin ninguna
expectativa de que sea devuelto. Se diferenciaba del “aiccuq” análogo a la reciprocidad.
Esclavitud en américa latina, encomienda y leyes nuevas.
En el periodo de Colonización española de América, los españoles realizaron en algunas zonas
del territorio americano un tipo de expedición armada, cuyo objetivo era encontrar indígenas
con el fin de esclavizarlos; las cuales se denominaban Malocas.
Con la llegada y conquista de América, se trazaron planes de expansión que exigían mano de
obra barata. En un principio se esclavizó a los pueblos indígenas americanos pero la legislación
española se planteó muy pronto la licitud de dicha práctica, e hizo que se importaran personas
esclavizadas de África, que además tenían mayor resistencia física y a las enfermedades,
especialmente las tropicales, comenzando así un comercio a gran escala de esclavos africanos:
Hacia el siglo XVII hubo un gran incremento en el número de esclavos debido a su importancia
como mano de obra, en las explotaciones agrícolas de gran extensión en América del
Norte, América del Sur y, principalmente, en el Caribe. las cifras de la esclavitud en Época
moderna, se han propuesto 60 millones de secuestrados, de los cuales 24 millones fueron a
parar a América, 12 millones a Asia y 7 millones a Europa, mientras que los 17 millones
restantes fallecerían en las travesías.
Las cifras de la trata

El número de personas esclavizadas procedentes de África varía, según distintas estimaciones


entre los 10 y los 60 millones de personas entre los siglos XV y XIX. Desde el principio de la
colonización de EE. UU. Unos 645 000 africanos serán exportados a aquella región como
esclavos para las plantaciones. Según el historiador británico Eric Hobsbawm, la cifra de
esclavos africanos transportados a América sería de un millón en el siglo XVI, tres millones en
el XVII y durante el siglo XVIII llegaría a los 7 millones. El investigador Enrique Peregalli calcula
que habría que añadir un 25 % de muertos durante las capturas y otro 25 % durante el viaje
por el Atlántico. Hay que incluir que hasta el 10 % de los esclavos que trabajaban en
plantaciones, minas y otros oficios morían cada año por las malas condiciones de vida y
abusos laborales de sus amos y capataces. Enrique Peregalli calcula que se transportaron
desde Angola tres a cuatro​millones a América.
Según estimaciones de Hugh Thomas de los 12 millones de africanos que llegaron vivos a
América, tres millones eran originales de la República del Congo y Angola, dos millones de
la Costa de los esclavos, dos millones de Benín y Calabar, 1,5 millones de la Costa de oro
 (Guinea), un millón de Mozambique y Madagascar. ​Durante el siglo XIX a pesar del bloqueo
británico un millón de esclavos fueron exportados  América desde Nigeria. ​En los años
treinta la población esclava en Etiopía era de dos millones en una población total de 8 a 16
millones, según la Anti-Slavery Society. ​
En Madagascar la esclavitud fue abolida en 1896, pero muchos de los 500 000 esclavos
liberados permanecieron en los hogares de sus antiguos amos como sirvientes, otras fuentes
cifran el número de emancipados en cerca de un millón, debe de mencionarse que dicha
medida fue tomada tras la instalación de los franceses al gobierno de la isla.
Fueron importados desde África de 10 a 15 millones de personas entre 1650 y 1860 hacia otros
continentes, llegando con vida; cuatro millones y medio al Caribe, cinco millones a Brasil, 300
mil a Europa, 200 mil a México y medio millón a los actuales EE. UU. Y la Sudamérica española.
En total durante el pico del comercio negrero en el siglo XVIII cerca de 70.000 esclavos eran
enviados desde África a América.
• EL Feudalismo
Es la denominación del sistema político predominante en Europa Occidental de los siglos
centrales de la Edad Media (entre los siglos X y XI, aunque no hay acuerdo entre los
historiadores sobre su comienzo y su duración), ​caracterizado por la descentralización
del poder político; al basarse en la difusión del poder desde la cúspide (donde en teoría se
encontraban el emperador o los reyes) hacia la base donde el poder local se ejercía de forma
efectiva con gran autonomía o independencia por una aristocracia, llamada nobleza, cuyos
títulos derivaban de gobernadores del imperio carolingio (duques, marqueses, condes) o
tenían otro origen (barones, caballeros, etc.).
Este término también es utilizado historiográficamente para denominar las formaciones
sociales históricas caracterizadas por el modo de producción que el materialismo histórico
 (la historiografía marxista) denomina feudal.
se inició en la Antigüedad tardía con la transición del modo de producción esclavista al feudal,
a partir de la crisis del siglo III y, sobre todo, con la disolución del Imperio romano de
Occidente (siglo V) y la formación de los reinos germánicos y el Imperio carolingio 
(siglos VIII y IX).
Fundamentado en distintas tradiciones jurídicas (tanto del derecho romano como del derecho
germánico relaciones de clientela, séquito y vasallaje), el feudalismo respondió a la
inseguridad e inestabilidad de la época de las invasiones que se fueron sucediendo durante
siglos (pueblos germánicos, eslavos, magiares, musulmanes, vikingos).
Desde el punto de vista institucionalista, el feudalismo fue el conjunto de instituciones creadas
en torno a una relación muy específica: la que se establecía entre un hombre libre (el vasallo),
que recibía la concesión de un bien (el feudo) por parte de otro hombre libre (el señor), ante
el que se encomendaba en una ceremonia codificada (el homenaje) que representaba el
establecimiento de un contrato sinalagmático (de obligaciones recíprocas).

Esta serie de obligaciones recíprocas, militares y legales, establecidas entre la nobleza guerrera,
giraba en torno a tres conceptos clave: señor, vasallo y feudo. Entre señor y vasallo se
establecían las relaciones de vasallaje, esencialmente políticas. En el feudo, entendido como
unidad socioeconómica o de producción, se establecían relaciones de muy distinta naturaleza,
entre el señor y los siervos, que desde la historiografía marxista se explican como resultado de
una coerción extraeconómica por la que el señor extraía el excedente productivo al campesino.
La forma más evidente de renta feudal era la realización por los siervos de prestaciones de
trabajo (corveas o sernas), con lo que el espacio físico del feudo se dividía entre la reserva
señorial o reserva dominical (donde se concentraba la producción del excedente) y los
 mansos (donde se concentraba la producción imprescindible para la reproducción de la
fuerza de trabajo campesina).

En otras formas, los siervos se obligaban a distintos tipos de


pago, como una parte de la cosecha o un pago fijo, que podía realizarse en especie o en
moneda (forma poco usual hasta el final de la Edad Media, dado que en siglos anteriores la
circulación monetaria, y de hecho todo tipo de intercambios, se reducían al mínimo), a los
que se añadían todo tipo de derechos y monopolios señoriales.
Etimología
La palabra «feudalismo» es un término erudito y tardío (siglo XVII), que deriva de la palabra
«feudo» (del latín medieval, feodum o feudum) ​por intermedio del adjetivo «feudal». Los
términos «feudo» y «feudal» son mucho más antiguos. En su forma latina, la única empleada
originalmente en los documentos, «feudo» (fevum) se remonta al siglo X, pero no se expandió
su uso hasta el siglo XI. Por su parte «feudal» (feodalis) data del siglo XI.
Uso del término feudalismo
El fracaso del proyecto político centralizador de Carlomagno llevó, en ausencia de ese
contrapeso, a la formación de un sistema político, económico y social que los historiadores
han convenido en llamar feudalismo, aunque en realidad el nombre nació como un
 peyorativo para designar el Antiguo Régimen. La Revolución francesa suprimió solemnemente
"todos los derechos feudales" en la noche del 4 de agosto de 1789 y "definitivamente el
régimen feudal", con el decreto del 11 de agosto.
como en el tiempo: un "primer feudalismo" o "feudalismo carolingio" desde el siglo VIII hasta
el año 1000 y un "feudalismo clásico" desde el año 1000 hasta el 1240, a su vez dividido en
dos épocas, la primera, hasta el 1160 (la más descentralizada,); y la segunda, la propia de la
"monarquía feudal"). Otros prefieren hablar de "régimen" o "sistema feudal", para diferenciarlo
sutilmente del feudalismo estricto, o de síntesis feudal, rasgos de la antigüedad clásica
mezclados con contribuciones germánicas, implicando tanto a instituciones como a elementos
productivos, y significó la especificidad del feudalismo europeo occidental frente a otras
también feudales, con consecuencias trascendentales en el futuro devenir histórico.
Europa Oriental experimenta un proceso de "feudalización" desde finales de la Edad Media,
justo cuando en muchas zonas de Europa Occidental los campesinos se liberan de las formas
jurídicas de la servidumbre, de modo que suele hablarse del feudalismo polaco o ruso.
• Antecedentes
El sistema feudal europeo tiene sus antecedentes en el siglo V, al caer el Imperio romano.
El colapso del Imperio sucedió básicamente por su extensión y la incapacidad del emperador
para controlar todas sus provincias, sumado a las numerosas incursiones de pueblos bárbaros
que atacaban y saqueaban las provincias más retiradas del imperio. Esto provocó que los
emperadores necesitaran gente para defender sus grandes terrenos y contrataran caballeros o
nobles (precursores del modelo de señor feudal), que a su vez contrataran vasallos, villanos,

Se llegó incluso a contratar a jefes y tropas mercenarias de los mismos pueblos "bárbaros".
A partir del siglo X no queda resto de imperio alguno sobre Europa. Así, el rey no gobierna,
sino que su autoridad viene, a los ojos del pueblo, de Dios, y es materializado e implementado
a través de los pactos de vasallaje con los grandes señores, aunque en realidad son estos
quienes eligen y deponen dinastías y personas.
Un nuevo poder
La Iglesia Católica, durante los concilios de Charroux y de Puy consagra a los prelados y
señores como jefes sociales y sanciona con graves penas la desobediencia de estas normas.
Los señores, a partir de ese momento, "reciben el poder de Dios" y deben procurar la paz
entre ellos, pacto que deben renovar generación tras generación. Se conforma así un modelo
en el que la "gente armada" adquiere determinados compromisos sobre la base de
juramentos y deben proteger el orden creado, y los eclesiásticos que forman la moral social
y se encuentran salvaguardados por los señores.

Entorno, tareas y división de la nueva sociedad

El castillo encaramado sobre un alto será la representación del poder y la fuerza. En principio,


baluarte que se daban las poblaciones para protegerse de las depredaciones. Luego, hogar del
señor y lugar de protección de los vasallos en los conflictos. Desde allí se administra justicia a
todos cuantos se encuentran sujetos. En un principio, las personas libres están sometidas a
unas mínimas normas de obediencia, defensa mutua y servicios prometidos. Los demás son
siervos.
En los países donde la dominación romana duró más tiempo (Italia, Hispania, Provenza), las
ciudades se conservan, si bien con menor importancia numérica, pero a salvo de señoríos. En los
países, más al norte, donde los romanos se asentaron menos tiempo o con menor intensidad, la
reducción de la población en las ciudades llegó a hacer desaparecer los pocos núcleos
importantes que había y el feudalismo se implanta con más fuerza. La sociedad se encuentra
entonces con tres órdenes que, según la propia Iglesia, son mandatos de Dios y, por tanto,
fronteras sociales que nadie puede cruzar. La primera clase u orden es la de los que sirven a Dios,
cuya función es la salvación de todas las almas y que no pueden encomendar su tiempo a otra
tarea. La segunda clase es la de los combatientes, aquellos cuya única misión es proteger a la
comunidad y conservar la paz. La tercera clase es la de los que laboran, que con su esfuerzo y
trabajo deben mantener a las otras dos clases.
• El vasallaje y el feudo
Dos instituciones eran claves para el feudalismo: por un lado el vasallaje como relación jurídico-
política entre señor y vasallo, un contrato (es decir, entre iguales, con requisitos por ambas
partes) entre señores y vasallos (ambos hombres libres, ambos guerreros, ambos nobles),
consistente en el intercambio de apoyos y fidelidades mutuas (dotación de cargos, honores y
tierras -el feudo- por el señor al vasallo y compromiso de auxilio o apoyo militar y consejo o
apoyo político-), que si no se cumplía o se rompía por cualquiera de las dos partes daba lugar
a la felonía, y cuya jerarquía se complicaba de forma piramidal (el vasallo era a su vez señor de
vasallos); y por otro lado el feudo como unidad económica y de relaciones sociales de
producción, entre el señor del feudo y sus siervos, no un contrato igualitario, sino una
imposición violenta justificada ideológicamente como de protección a cambio de trabajo y
sumisión. la realidad que se enuncia como relaciones feudo-vasalláticas es realmente un
término que incluye dos tipos de relación social de naturaleza completamente distinta,
aunque los términos que las designan se empleaban en la época y actualmente equívoca
con gran confusión terminológica entre ellos:
• El vasallaje era un pacto entre dos miembros de la nobleza de distinta categoría. El caballero de
menor rango se convertía en vasallo (vassus) del noble más poderoso, que se convertía en su
señor (dominus) por medio del Homenaje e Investidura, en una ceremonia ritualizada que
tenía lugar en la torre del homenaje del castillo del señor. El homenaje (homage) -del vasallo
al señor- consistía en la postración o humillación -habitualmente de rodillas-, el osculum (beso),
la inmixtio manum -las manos del vasallo, unidas en posición orante, eran acogidas entre las
del señor-, y frase que reconociera haberse convertido en su hombre.
Tras el homenaje se producía la investidura -del señor al vasallo-, que representaba la entrega
de un feudo (dependiendo de la categoría de vasallo y señor, podía ser un condado, un ducado,
una marca, un castillo, una población, o un simple sueldo; o un monasterio si el vasallaje era
eclesiástico) a través de un símbolo del territorio o de la alimentación que el señor debe al
vasallo -un poco de tierra, de hierba o de grano- y del espaldarazo, en el que el vasallo recibe
una espada (y unos golpes con ella en los hombros), o bien un báculo si era religioso.
El homenaje y la investidura
El homenaje era un ritual por el que un señor concedía un feudo a otro hombre de la clase
privilegiada a cambio de algunos servicios y prestaciones, generalmente de orden militar. La figura
del Homenaje adquiere mayor importancia entre los siglos XI al XIII, en el ceremonial
participaban dos hombres: el vasallo que, arrodillado, desarmado frente al señor con las manos
unidas en prueba de humildad y sometimiento, espera que este le recoja y lo alce, dándose ambos
un reconocimiento mutuo de apoyo y un juramento de fidelidad. El señor le entregará el feudo en
pago por sus servicios futuros, que generalmente consistía en bienes inmuebles: Grandes
extensiones de terreno, casi siempre de labranza.

El juramento y el vasallaje será de por vida. La entrega del feudo o algún elemento que lo
represente constituye la investidura y se realizaba inmediatamente después del homenaje. El
régimen jurídico de entrega es, de forma general, un usufructo vitalicio, aunque también podía ser
en bienes materiales, pero que con el tiempo se convirtió en una ligazón de familias entre el señor y
sus vasallos, pudiendo heredarse el feudo siempre que los herederos renovaran sus votos con el
señor. Sin embargo, el señor feudal tenía derecho a revocar el feudo a su vasallo si este no se
comportaba como tal, o demostraba algún signo de deslealtad, como conspirar contra él, no
cumplir entregando las tropas de su feudo en caso de guerra, etc., En el sistema feudal, la felonía
era una terrible mancha de por vida en la reputación de un caballero.
• La organización del feudo
La encomienda, encomendación o patrocinio, aunque era habitual utilizar el termino
 commenpdatio para el acto del homenaje o incluso para toda la institución del vasallaje)
eran pactos teóricos entre los campesinos y el señor feudal, que podían también ritualizarse
en una ceremonia o dar lugar a un documento. El señor acogía a los campesinos en su feudo,
que se organizaba en una reserva señorial que los siervos debían trabajar obligatoriamente
(sernas o corveas) y en el conjunto de los pequeños terrenos para explotaciones familiares
(o mansos feudales) que se atribuían en el feudo a los campesinos para que pudieran subsistir.
Obligación del señor era protegerles si eran atacados, y mantener el orden y la justicia en el
feudo. A cambio, el campesino se convertía en su siervo y pasaba a la doble jurisdicción del
señor feudal: el señorío territorial, que obligaba al campesino a pagar rentas al noble por el
uso de la tierra; y el señorío jurisdiccional, que convertía al señor feudal en gobernante y juez
del territorio en el que vivía el campesino, por lo que obtenía rentas feudales de muy distinto
origen (impuestos, multas, monopolios, etc.). el mismo concepto de propiedad era confuso,
y la jurisdicción, otorgada por el rey como merced, ponía al señor en disposición de obtener
sus rentas.
Junto con el feudo, el vasallo recibe los siervos que hay en él, no como propiedad esclavista,
pero tampoco en régimen de libertad; puesto que su condición servil les impide abandonarlo
y les obliga a trabajar. Las obligaciones del señor del feudo incluyen el mantenimiento del
orden, o sea, la jurisdicción civil y criminal (en la terminología jurídica reintroducida con
el Derecho Romano en la Baja Edad Media), lo que daba aún mayores oportunidades para
obtener el excedente productivo que los campesinos pudieran obtener después de las
obligaciones de trabajo -corveas o sernas en la reserva señorial o del pago de renta en especie
o en dinero, de circulación muy escasa, según fue dinamizándose la economía. Como
monopolio señorial quedaban la explotación de los bosques y la caza, los caminos y puentes,
los molinos, las tabernas y tiendas. Todo ello eran más oportunidades de obtener más renta
feudal, incluidos derechos tradicionales, como el ius prime noctis o derecho de pernada, que
se convirtió en un impuesto por matrimonios, buena muestra de que es en el excedente de
donde se extrae la renta feudal de forma extraeconómica.
• Los estamentos sociales
La división en tres órdenes se subdividía a su vez en estamentos compactos y perfectamente
delimitados. En una primera división, se encuentra el grupo de los privilegiados, todos ellos
señores, eclesiásticos o caballeros. En la cúspide se hallaba el Rey, después el Alto clero por
 integrado por arzobispo, obispo y abades y el Bajo Clero formado por los curas y sacerdotes,
y por último la nobleza. Es este grupo de privilegiados el que forma los señores y los
caballeros, y estos a su vez podían ser señores de otros caballeros, dependiendo de su poder.
El Alto Clero, además de las tareas que dentro de los tres órdenes le habían sido
encomendadas, la guía espiritual y sostener la doctrina moral que del feudalismo, podían ser
a su vez señores y entregar parte de sus bienes para la defensa de su comunidad. Los
privilegiados no pagaban impuestos. Los no privilegiados eran la burguesía, los artesanos,
los sirvientes y los campesinos, que se subdividían a su vez en colonos y aldeanos. A estos
correspondía el sometimiento a la tierra y, por lo tanto, a quien de ella dependiera,
trabajándola y entregando una parte de sus frutos al señor en especies o en dinero.
• Clero
El Alto Clero estuvo siempre dominado por el episcopado, cuyos poderes terrenales eran
equiparables a los de cualquier señor laico. En un primer momento, los monjes, todos
pertenecientes al Bajo Clero, quedaban dentro del ámbito de poder de los obispos; más tarde,
serían los abades quienes terminarían por delimitar su autoridad sobre los miembros de las
órdenes monásticas. En las abadías, se fueron perfilando modelos distintos: por un lado,
aquellas que no eran poseedoras de grandes propiedades y que dependían para su
supervivencia de las limosnas de los fieles, y de algunos predios entregados por los señores
del lugar para garantizar el sustento de la comunidad religiosa. La necesidad de dinero favorece
que sea en este instante en el que la figura de la limosna es ensalzada como deber
fundamental para el creyente y camino para la salvación del alma.
Otros monasterios poseían extensas propiedades y el abad actuaba como un señor feudal,
en algunos casos incluso nombrando caballeros que le protejan o favoreciendo la creación
de órdenes religioso-militares de gran poder. Sea como fuere, en estos el dinero proviene
de las rentas que son entregadas por los siervos, generalmente en especie, así como de las
aportaciones, muchas de ellas generosas, y a veces interesadas, de otros señores.
Se trata del estamento social más abierto, cualquier persona libre puede incorporarse al mismo
pagando una cantidad de dinero dote. Este será el elemento que determine dentro del
estamento la posición que, efectivamente, va a ocupar cada uno. Los hijos de los señores que
se integran dentro de la iglesia aportarán cuantiosas sumas que garantizan, no sólo su
supervivencia de por vida, sino un incremento patrimonial notable para el monasterio en el
que se integran, y un rango alto de los donantes dentro del sistema. Son estos los que ocuparán
más tarde los cargos obispales. Por otro lado, los clérigos serán los hijos de los campesinos, los
no privilegiados , y cuyas funciones, además de las religiosas, estarán limitadas al ora et labora.
Esta práctica degeneró en la práctica de compraventa de cargos eclesiásticos llamada simonía.

Ejército
La obligación primordial del vasallo y secundaria del siervo era cumplir con los deberes
militares, para la defensa del señor y sus bienes, pero también la defensa del propio feudo.
Una obligación pareja era aportar una parte mínima de los tributo recaudados al señor para
engrandecer sus propiedades.
El caballero no tenía en realidad un dueño, ni estaba sometido a poder político alguno, de ahí
que se encontrasen caballeros que luchaban en las filas de un rey un día, y al siguiente en las
de otro. Su deber real era para con el señor a quien le unía un espíritu de camaradería. En
el siglo IX aún se usaba el término milites para los caballeros, aunque pronto los idiomas
locales fueron gestando términos propios que se agrupaban en "jinetes" o "caballeros". El
caballero debía proveerse de caballo, armadura y armas, y disponer de tiempo de ocio para
cumplir su misión. Aunque abierto al principio, el estamento de los caballeros tendió a
cerrarse,
convirtiéndose en hereditario. Con el tiempo, los caballeros eran ordenados al terminar la
adolescencia por un compañero de armas en una ceremonia sencilla. En este momento ya no
importa la fortuna, sino la ascendencia, creándose diferencias notables entre los mismos.
Los más pobres disponen de un pequeño terreno, y ocupan su tiempo entre las labores propias
del campesino y la guerra. Los más poderosos, que disponen de tierras y fortuna, comenzarán a
formar la auténtica nobleza, concentrando poder económico y militar.
Campesinado

Recibían el nombre de villanos los hombres libres de las villas dedicados a la agricultura y gracias
a eso podían cambiar de lugar, contraer matrimonio, transmitir sus bienes. Sin embargo, estaban
obligados al servicio militar y a pagarle al señor impuestos en dinero o en especie por el uso de la
tierra. En algún caso singular, campesinos libres llegan a poseer grandes extensiones que les
permitirán más tarde llegar a la condición de terratenientes y, de ahí, a nobles, pero serán
situaciones excepcionales. La minoría de la masa campesina eran los siervos, esta clase, más bien
condición social fue introducida por los germanos en el Imperio Romano, debido al foedus y a las
invasiones, eran hombres libres, más bien semilibres, que estaba ligados a la gleba y sometidos al
señor de esa tierra.
Su situación es de dependencia frente a un señor que no han elegido y que tiene sobre ellos
el poder de distribuir la tierra, administrar justicia, determinar los tributos, exigirles
obligaciones militares de custodia y protección del castillo y los bienes del señor y apropiarse
como renta feudal de una parte sustancial del excedente, en trabajo, en especie (porcentajes
de la cosecha) o dinero.

Burguesía
Era libre, porque los señoríos no abarcaban su control e igualitaria. El término burguesía
(del francés bourgeoisie) se utiliza en la economía política y también ampliamente en la
filosofía política, la sociología y la historia para designar a la clase media acomodada,​aunque
su uso inicial y específico en las ciencias sociales (especialmente, en la fraseología marxista)​
tiene diversas variantes y matices.
Economía feudal
Las invasiones que sufre Europa durante más de cien años (normandos, musulmanes, eslavos)
con la caída del Imperio romano de Occidente y el posterior debilitamiento del Imperio
carolingio frenaron la actividad económica hasta las puertas del año 1000.
Es en este momento cuando se extienden modernas técnicas agrícolas que, existiendo
anteriormente, habían quedado reducidas a pocos espacios. Entre ellos cabe destacar el
aumento en el uso de los molinos de agua como fuerza motriz y de las acequias para riego,
extendiendo los cultivos y liberando mano de obra. Además, mejoran los métodos
de enganche de los animales, especialmente el caballo y el buey, cuya cría permitirá disponer
de animales de tiro en abundancia. Los instrumentos de uso agrícola, como el arado o la azada,
generalmente de madera, son sustituidos por otros de hierro.
La explotación agraria feudal era de subsistencia. Los siervos cultivaban lo suficiente para
mantenerse a sí mismos y para pagar los diezmos a la Iglesia y la renta al señor. De la recolecta
se separaban también las semillas necesarias para la siguiente siembra. Los mercados urbanos
se abastecían con las porciones de los diezmos y la renta. Los cultivos se organizaban en torno
a las poblaciones en tres anillos. El primero y más cercano a la población se dedicaba a las
frutas y hortalizas. El segundo era para los cereales. El tercer núcleo eran tierras de pasto y
monte explotadas de forma comunal.
La rotación de cultivos era el principal sistema utilizado para evitar el deterioro de la tierra.
Este método consiste en dejar en barbecho (es decir, sin cultivar) una parte de la tierra cada
año para permitir su regeneración. En las regiones mediterráneas se usaba la rotación bienal,
según el cual la mitad de las tierras quedaba en barbecho cada año. La tierra que quedaba
sin cultivar se dedicaba a uso comunal, permitiendo que los animales pastasen en ella (práctica
conocida como derrota de mieses). El aumento de la producción como consecuencia de las
innovaciones supone ya en el siglo XI una reducción de las prestaciones personales de los
siervos a sus señores en cuanto a horas de trabajo, sustituyéndose por el pago de una cuantía
económica o en especie. Se reducen las tierras del señor y aumentan los arrendamientos.
Al mismo tiempo, los campesinos aumentan sus rentas disponibles y ganan en independencia.
Se incrementa el número de tierras roturadas y comienza el periodo de eliminación de los
bosques europeos, drenaje de las tierras empantanadas, la extensión de los terrenos arados
lejos de las aldeas y la construcción dispersa de casas campesinas.
Las mejores tierras atraen a una mayor masa de población y se producen migraciones en todo
el centro de Europa. El crecimiento de la población es notable a partir del 1050, llegándose a
duplicar la población de Inglaterra en 150 años y se triplicará hacia el final de la Edad Media.
A partir del siglo XII, la existencia de excedentes incrementa el comercio más allá de las
fronteras del señorío. Las actividades comerciales permiten una incipiente burguesía,
los mercaderes, que debe realizar su trabajo pagando igualmente una parte de sus beneficios
en forma de tributos a los señores, que a su vez incrementan con ello sus recursos.

Las rutas de peregrinaje son los nuevos caminos por donde se abre el comercio Roma, Jerusalén

 o Santiago de Compostela son los destinos, pero las comunidades situadas en sus vías de
acceso florecen. Las ciudades, burgos, son al mismo tiempo espacios de defensa y de comercio
conforme avanza el tiempo y se va gestando una nueva sociedad que despegará en los siglos
XIII y XIV.
• Crisis del feudalismo
Es el periodo de decadencia por el cual pasa el feudalismo, y se caracteriza por el agotamiento
de las tierras de cultivo y la falta de alimentos, lo que por consecuencia produjo hambruna y
una gran cantidad de muertos. A ello hay que añadir la aparición de graves enfermedades
infectocontagiosas o epidémicas, como las pestes. Tal es el caso de la conocida peste negra,
que disminuyó notoriamente la población europea. A partir del siglo XIII, la mejora de las
técnicas agrícolas y el consiguiente incremento del comercio hizo que la burguesía fuera
presionando para que se facilitara la apertura económica de los espacios cerrados de las
urbes, se redujeran los tributos de peaje y se garantizaran formas de comercio seguro y una
centralización de la administración de justicia e igualdad de las normas en amplios territorios
que les permitieran desarrollar su trabajo. Las ciudades que abrían las puertas al comercio y
otorgaban una mayor libertad de circulación, veían incrementar la riqueza y prosperidad de
sus habitantes y las del señor, por lo que con reticencias pero de manera firme se fue diluyendo
el modelo.
Las alianzas entre señores eran más comunes, no ya tanto para la guerra, como para permitir
el desarrollo económico de sus respectivos territorios, y el rey fue el elemento aglutinador de
esas alianzas. El feudalismo alcanzó el punto culminante de su desarrollo en el siglo XIII; a partir
de entonces inició su decadencia.
Los vasallos prefirieron realizar pagos en metálico a cambio de la ayuda militar debida a sus
señores; a su vez estos tendieron a preferir el dinero, que les permitía contratar tropas
profesionales que en muchas ocasiones estaban mejor entrenadas y eran más disciplinadas
que los vasallos. Además, el resurgimiento de las tácticas de infantería y la introducción de
nuevas armas, como el arco y la pica, hicieron que la caballería no fuera ya un factor decisivo
para la guerra. La decadencia del feudalismo se aceleró en los siglos XIV y XV. Durante la
guerra de los Cien Años, las caballerías francesa e inglesa combatieron, pero las batallas se
ganaron en gran medida por los soldados profesionales y en especial por los arqueros de a pie.
Los soldados profesionales combatieron en unidades cuyos jefes habían prestado juramento
de homenaje y fidelidad a un príncipe, pero con contratos no hereditarios y que normalmente
tenían una duración de meses o años.

También podría gustarte