se reúnen y trabajan en conjunto para alcanzar una meta en común. Para esto, el equipo mantiene una cierta organización que le permita conseguir sus objetivos. CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES PARA FORMAR UN GRUPO • El tamaño del Grupo: La regla general para cualquier equipo de trabajo, es de cinco a 10 miembros, para lograr la mayor cohesión del grupo, habrá que tener en cuenta tanto las diferencias culturales como técnicas, así como el tipo de equipo que requiera la organización. El perfil de la personas que seleccionemos para formar parte del grupo, deberán ser personas que estén motivadas y comprometidas con los objetivos y con la forma del trabajar del grupo. El equilibrio del grupo: Hay que formar un equipo de trabajo equilibrado, formado por miembros con experiencia, competentes y con un gran respeto entre ellos. Liderazgo efectivo. Es primordial encontrar a aquella persona que sea capaz de sacar lo mejor de cada individuo y del conjunto, y que logre poner un ambiente amigable y motivador para que las ideas fluyan. Estructura y límites. Es importante fijar el tamaño y los límites del grupo, establecer sus procedimientos y especificar las normas de conducta que se seguirán. • Selección de integrantes. Para seleccionar a las personas con las aptitudes más adecuadas, se deben identificar primero cuáles son las competencias requeridas para desempeñar satisfactoriamente los roles que se definieron. A la hora de elegir un integrante, hay que tener en cuenta, en la medida de lo posible, a los miembros que sean diferentes entre sí, pero que haya compatibilidad • Definición de objetivos y roles. Es básico identificar claramente las necesidades y los roles a cubrir, así como los objetivos que se esperan de cada uno de estos papeles. Estos objetivos deben ser reales ya que si se incumplen se estaría frustrando el espíritu del equipo. • Establecer una visión común y generar compromisos. Un equipo que comparte una visión se enfoca y genera confianza, sabe hacia dónde se dirige y por qué debe llegar ahí. Por otro lado, la mayor parte de las personas comprometidas cumplen lo acordado y se esfuerzan por lograrlo, no es así con las personas presionadas, quienes actúan con miedo al fracaso RIESGOS EN TRABAJO EN EQUIPO Nadar a contracorriente. Cuando alguien no comparte los objetivos del equipo, no hay que ser autoritario. Hay que darle oportunidades para que exprese sus objeciones y aporte alternativas. Si esto no funciona, es preciso darle un toque de atención, y en caso extremo, invitarle a abandonar. Seleccionar a un amigo. Cuando no existen recompensas directas diarias, cualquier cosa se convierte en una recompensa, por ejemplo, la comunicación con el jefe. Si éste tiene un trato preferente con uno de los miembros, está dando más autoridad a unos que a otros. En este caso, hay que apelar a la madurez mental del jefe y de su amigo.