estructurada de las letras que conforman un idioma.
Estas letras forman palabras que nos permiten
expresar lo que deseamos, tanto de forma escrita como oral. Es entonces que, básicamente, gracias al abecedario podemos comunicarnos con los demás. Es justo por eso que resulta importante que desde temprana edad los niños se encuentren familiarizados con el abecedario, con su orden y con su función.
Desde el preescolar, los niños comienzan a conocer
las letras. Inician asociándolas a sus nombres, a los de sus juguetes y comiquitas, puesto que este sistema les permite digerir con mayor facilidad el aprendizaje. Lo más común es que los niños memoricen por medio del sonido la secuencia de las letras del abecedario, al tiempo que destaca que “el aprendizaje es como un universo”. Mientras algunos prefieren los sonidos, otros niños son más visuales y otros más asociativos”.
Lo ideal para que los pequeños desarrollen sus
habilidades respecto al abecedario es haciendo uso de las estrategias didácticas. El actual abecedario español está conformado por 27 letras, 22 consonantes y 5 vocales. EXCLUSIÓN DE CH Y LL DEL ABECEDARIO
Se excluyen definitivamente del abecedario los
signos ch y ll, ya que, en realidad, no son letras, sino dígrafos, esto es, conjuntos de dos letras o grafemas que representan un solo fonema. El abecedario del español queda así reducido a las veintisiete letras siguientes: a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z. La eliminación de los dígrafos ch y ll del inventario de letras del abecedario no supone, en modo alguno, que desaparezcan del sistema gráfico del español. Estos signos dobles seguirán utilizándose como hasta ahora en la escritura de las palabras españolas: el dígrafo ch en representación del fonema (ch) (chico [chíko]) y el dígrafo LL en representación del fonema (LL) o, para hablantes yeístas, del fonema (Y) (calle [kálle, káye]). La novedad consiste, simplemente, en que dejan de contarse entre las letras del abecedario. EJEMPLOS PARA ELABORACIÓN