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Introducción a las

preferencias del consumidor


Preferencias del consumidor
• La teoría económica de la elección comienza describiendo las preferencias de las

personas: catalogación completa de cómo una persona se siente acerca de todas las

cosas que él o ella podría hacer. Pero las personas no son libres de hacer lo que quieran

sino que se ven limitadas por el tiempo, los ingresos y otros muchos factores en las

opciones que se les ofrecen.

• El modelo de elección debe describir cómo esas limitaciones afectan a la forma en que

las personas son capaces de tomar decisiones en función de sus preferencias.


Preferencias del consumidor
• Pensar en las preferencias como un acto de comparación de cestas o
combinaciones de consumo.

• Cesta de consumo o cesta de mercado: es una lista que específica las cantidades
de uno o más bienes.

• Cuando se dice que el problema del consumidor consiste en elegir la mejor de


entre las alternativas que están a su alcance, debe existir algún criterio capaz de
comparar las alternativas y valorar en qué sentido unas son mejores que otras.
Preferencias del consumidor
• El problema del consumidor es un problema individual y subjetivo: una cesta de
bienes es mejor o peor que otra simplemente si el consumidor opina que es así.
Pero si le preguntamos a un consumidor cuáles son sus opiniones sobre todas las
alternativas posibles o qué criterios usa para hacer comparaciones,
probablemente la respuesta sea difusa.

• ¿Cómo llevar esas preferencias al campo de las matemáticas, que es donde


estamos construyendo el modelo?
Preferencias del consumidor
• Para construir el modelo se supone que cualquier individuo es capaz de responder la pregunta
cuál de estas dos cestas de bienes te gusta más?. Además, se admite como respuesta “me
parecen igual de buenas”.

• En otras palabras, para recoger las preferencias del consumidor le pedimos a éste que haga
comparaciones entre pares de cestas (relación binaria).

• Se colocan ante el consumidor dos cestas concretas x= (x1, x2) e y= (y1,y2). Es posible que el
consumidor diga que le gusta más la cesta x, o que le gusta más la y, o que le parecen igual de
buenas: en el primer caso se dice que el consumidor prefiere la cesta x a la y ( x y). Si el
consumidor encuentra mejor la cesta y: y x.

• Si las dos cestas le parecen igual de buenas decimos que son indiferentes: x y.
Consumidor racional
• El modelo da por hecho que el consumidor es capaz de comparar entre cualquier par de cestas
(preferencias completas). “No sé” no es admisible.

• La idea de consumidor racional está asociada a coherencia y comportamiento lógico, por ejemplo,
si un consumidor dice que x y (prefiere la cesta x a la cesta y) no es aceptable que afirme y x
porque ambas afirmaciones son incompatibles. Igualmente, si se le presentan dos cestas
idénticas, se espera que señale que son indiferentes.

• Una propiedad que también forma parte de la racionalidad es la transitividad: si la cesta x es para
el consumidor mejor que la y, y a su vez ésta es mejor que la z, seguro que x le parece mejor que
la z. También la indiferencia será transitiva. Si x  y e yz, seguro x z.
Ejemplo:

• En este ejemplo se puede objetar que el consumidor es transitivo en el fondo, pero se busca una
deficiencia en su capacidad de percepción para buscar una contradicción: hay una taza más dulce
que las demás y si él no la elige es porque se hace trampa al llevarlo por el camino que interesa.
Ejemplo:

• En este ejemplo se puede objetar que el consumidor es transitivo en el fondo, pero se busca una
deficiencia en su capacidad de percepción para buscar una contradicción: hay una taza más dulce
que las demás y si él no la elige es porque se hace trampa al llevarlo por el camino que interesa.
Ejemplo 2:
• El modelo siempre supone que los consumidores son racionales: siempre son capaces de
comparar entre cestas, y además sus opiniones son coherentes.

• Esto permite que las preferencias del consumidor ordenen las cestas de bienes, de manera que se
pueda buscar la mejorar alternativa posible.

• Por el contrario, si el consumidor puede “no saber” o sus preferencias no son transitivas, esa
búsqueda puede no tener solución.

• Se le llama consumidor racional al que tiene preferencias completas y transitivas.


Otras propiedades
• A la racionalidad del consumidor, se le añaden tres supuestos sobre preferencias del consumidor:
monotonicidad, convexidad, continuidad.

• A diferencia de la racionalidad, estas tres propiedades no han de cumplirse necesariamente para


que el problema esté bien definido y tenga solución.

1) Preferencias monótonas

2) Preferencias convexas

3) Preferencias continuas
Otras propiedades: preferencias monótonas

• Preferencias monótonas: Si una cesta contiene cantidades mayores de todos los bienes que otra,
es preferida (versión débil). Versión fuerte: entre dos cestas, si una tiene más de uno de los
bienes, y no menos de otro, será preferida.

• Si las preferencias son monótonas contener más de los bienes es condición suficiente para ser
preferida, pero no es una condición necesaria.

• Decir que un consumidor tiene preferencias monótonas implica que a partir de cualquier cesta
podría mejorar aumentando el consumo: el argumento que interesa es que aquellos niveles de
saciedad estarían fuera del alcance del consumidor.

• Un consumidor que tuviera dinero de sobra para comprar todo lo que pueda apetecer no tiene
un problema del consumidor, no interesa.
Otras propiedades: preferencias convexas

• Convexidad: dados dos puntos indiferentes, ningún punto del segmento que los une
es peor que los extremos. Si todos son preferidos la convexidad es estricta.

• Supongamos dos cestas x e y distintas, pero que el consumidor considera


indiferentes. Cada una de ellas puede representarse como un punto en el plano 𝑅+2 y
ambos pueden unirse con un segmento que los une son preferidos, o al menos
indiferentes (cuando todos son preferidos se habla de convexidad estricta).

• El supuesto de convexidad suele interpretarse diciendo que los consumidores


prefieren combinaciones de bienes compensadas a las más desequilibradas.
Otras propiedades: preferencias continuas

• Continuidad: dado que un punto x no es posible ir de un punto mejor a otro peor sin
pasar por uno indiferente. La curva de indiferencia separa los puntos mejores de los
peores.

• Teniendo en cuenta que se utilizan bienes cuyas cantidades se miden usando


variables reales (continuas), la continuidad de las preferencias viene a decir que la
satisfacción del consumidor cambia de manera gradual al variar el consumo.

• Una pequeña variación en la cantidad consumida de un bien hará que el consumidor


esté un poco mejor o un poco peor: no se dan saltos en esa satisfacción.
Representación gráfica de las preferencias
• Conjunto de indiferencia: puntos indiferentes a un punto x:

• La continuidad señala que los puntos indiferentes forman la frontera que separa las
cestas preferidas de las despreferidas: los puntos indiferentes han de formar un
conjunto continuo o convexo porque si no los puntos despreferidos y los preferidos
no estarían separados. Los puntos fronterizos son indiferentes.

• Si las preferencias son monótonas los conjuntos de indiferencia serán líneas con
pendiente negativa: si se toma dos puntos con pendiente positiva, uno de ellos tiene
ambas coordenadas mayores que el otro, y por tanto, no puede ser indiferente, ya
por monotonicidad debe ser preferido.
• Lo interesante de las curvas de indiferencia es que no sólo informan qué puntos son
indiferentes.

• Dado su carácter de “frontera” un punto que esté por encima de la curva de


indiferencia es preferido a los de la curva, y uno que esté por debajo es despreferido.

• Las curvas de indiferencia de un consumidor permiten saber lo que el consumidor


opina sobre cualquier par de puntos: si pertenecen a la misma curva son
indiferentes. Si no, aquel que pertenezca a una curva más alta es preferido.

• Mapa de indiferencia: conjunto de curvas de indiferencia de un consumidor, sirve


como representación gráfica de las preferencias. Consiste en infinitas curvas de
indiferencia.
• El mapa de indiferencia del consumidor: cada curva de indiferencia recoge puntos indiferentes entre sí. El conjunto de las curvas
permite ver qué cestas son preferidas a otras. Deben tener pendiente negativa, no cortarse entre sí y ser convexas.

• Si se unen dos puntos indiferentes con un segmento, todos los puntos de ese segmento han de ser preferido.
• De la figura, se muestra sombreada el conjunto formado por las cestas mejores (la
curva de indiferencia es la frontera entre los puntos preferidos y los no preferidos).
En cada uno de los casos se han elegido dos puntos de la curva (por lo tanto
indiferentes entre sí), y se han unido con un segmento.

• La curva de indiferencia en la figura (d) no corresponde a unas preferencias


convexas, ya que los puntos del segmento son peores a los extremos. Si se hubieran
preferido otros puntos, por ejemplo, y y z, el segmento habría sido preferido, pero la
definición de convexidad exige que se cumpla para cualquier par de puntos
indiferentes.
• En el caso b) aunque el segmento que va de x a y lo forman puntos mejores, el
segmento entre z e y lo forman puntos indiferentes. En este caso se habla de
convexidad no estricta.

• En a) y c) cualquier par de puntos da un segmento formado por puntos preferidos.


Ambas son preferencias convexas. No debe confundirse convexidad de las
preferencias con convexidad de las curvas de indiferencia. ES cierto que si las
preferencias son monótonas, la convexidad de las preferencias lleva a convexidad de
curvas de indiferencia, como en el caso de a), pero en el caso de c), las preferencias
no son monótonas, la convexidad de las preferencias puede dar lugar a curvas de
indiferencia cóncavas.

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