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La edad de oro del capitalismo.

1. La salida de la guerra: un nuevo orden


internacional.

2. Los factores de crecimiento.

3. La nueva dinámica de crecimiento.


La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.

Desde el final de la segunda guerra mundial hasta el final del siglo XX


podemos identificar cuatro etapas:

1. Recuperación, hasta el final del Plan Marshall, 1951.


2. Fuerte crecimiento, desde 1950-1952 a 1973.
3. Crisis, desde 1973 hasta mediados de la década de 1980.
4. Recuperación y crecimiento irregular hasta el final del siglo XX.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.

La segunda guerra mundial.


Desde una perspectiva económica, la capacidad de disponer y producir
material de guerra en sentido amplio y dañar la economía del enemigo
hasta el punto de impedirle continuar la guerra contribuyeron a que se
iniciara el conflicto.

La entrada en la guerra, a favor de los aliados, de EE UU y la URSS resultó


decisiva en este sentido. En concreto, fue EE UU el país que envío crédito
y grandes cantidades de armamento a Reino Unido, la URSS y otros
países.

La guerra tuvo una proporción descomunal, llegó a absorber una tercera


parte del producto neto mundial.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.

La segunda guerra mundial.


Se produjo un fuerte aumento de la producción, en este caso destinada a la
guerra, gracias a la existencia de recursos no utilizados durante la
depresión y a la disminución del consumo. Los altos porcentajes de gasto
militar de los años 1942 y 1943, especialmente en Alemania y la URSS,
fueron a costa de la producción global. En EE UU la guerra liquida
definitivamente la depresión económica.

La guerra tuvo un enorme componente económico. Se hacía el máximo de


daño posible a los bienes, medios de transporte y capacidad de producción
del enemigo. Los bombardeos pretendían esto e infundir miedo y
desmoralización en su población civil.
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internacional.

La segunda guerra mundial.


El resultado fue una destrucción y coste como jamás ninguna otra guerra había
logrado. Las pérdidas humanas se estiman en 40 millones de muertos y 35
millones de mutilados e incapacitados para el trabajo. Cifras tres veces
superiores a las de la primera guerra mundial.

En cuanto al coste, las estimaciones oscilan entre los 730 millones y los 3
billones de dólares. Las pérdidas materiales fueron mayores en Europa central
y oriental, pues esta zona constituyó el campo de batalla fundamental. En
concreto fue la Unión Soviética la más afectada, pues el 70% de sus fábricas y
el 60% de sus transportes quedaron inservibles, también una importante
proporción de viviendas.
Los daños se concentraron en sectores claves como la energía, el carbón y el
acero.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
La segunda guerra mundial.

La investigación militar hizo que se lograsen algunas innovaciones


tecnológicas que fueron empleadas en la industria civil en el futuro. Sobre
todo estas innovaciones se centraron en la energía nuclear y la aviación.

Pero lo más importante es que Europa salió sensiblemente debilitada y


dividida del conflicto. La fuerte supeditación a EE UU y el inicio de la
descolonización que se completaría prácticamente ya en la década de 1970
y definitivamente en la de 1980, la hacían más vulnerable. Además, la
guerra fría impondría una separación entre la Europa occidental
(democracia y capitalismo del bienestar) y la Europa oriental (socialismo)
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
La segunda guerra mundial.

En cambio EE UU había salido fortalecido de la guerra, había multiplicado


por 2,6 su producción industrial y producía cerca de la mitad del carbón
mundial, más de la mitad de la electricidad y 2/3 partes del petróleo, al
tiempo que acumulaba el 80% de las reservas mundiales de oro.

EE UU volvía a una situación de liderazgo claro y esta vez, al contrario que


tras la primera guerra mundial, no se inhibió de su responsabilidad.
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internacional.
La segunda guerra mundial.

La reconstrucción se llevó a cabo evitando los dos errores fundamentales


que se habían producido tras la primera guerra mundial. Se limitaron las
reparaciones de guerra (para evitar revanchismo) y se creó un orden
internacional que evitara el nacionalismo económico y las
restricciones al comercio que habían provocado empobrecimiento,
coadyuvado la crisis y agitado la rivalidad política que condujo a la
guerra.

Pese a todo, no pudo evitarse la división entre los aliados y el comienzo


de la guerra fría. Surgieron en principio dos realidades diferentes. Por un
lado, el bloque capitalista, de libertad comercial y democracia liberal,
liderado por los EE UU militar y económicamente; y el bloque socialista, de
democracias populares, economía estatalizada, que lideraba militarmente
la URSS.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
La segunda guerra mundial.

Por exclusión de los otros dos mundos, surgió un Tercer Mundo que era el
de los nuevos países descolonizados y que, en principio, no se alineaban
con ninguna de las dos realidades antedichas.

El enfrentamiento entre el bloque capitalista y el comunista comenzó con el


bloqueo de Berlín en 1948. Alemania que había quedado divida en zonas
de ocupación termina constituyéndose en, por un lado, la República
Federal Alemana, capitalista, y la República Democrática Alemana,
comunista, a partir de 1949. Cada una de ellas recibió el respaldo de cada
uno de los bandos contendientes en la guerra fría.
En 1950 se produce la guerra civil coreana de la que sale también un país
dividido en un Estado comunista al norte y otro capitalista al sur.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El nuevo orden económico: Bretton Woods y el GATT.
Se instituye un nuevo sistema monetario y de pagos internacional. El nuevo
sistema arrancó de una cumbre mundial celebrada a tal efecto en Bretton
Woods en 1944. En la conferencia participaron 45 países, entre ellos la
URSS, si bien no se integró en ninguno de los organismos que se crearon.
Los acuerdos alcanzados vertebraron el sistema monetaria
internacional hasta la suspensión de la convertibilidad oro del dólar
en 1971.

Los acuerdos alcanzados fueron una mezcla de ideas liberales y


keynesianas en torno a tres principios básicos: consagración del dólar
norteamericano como única moneda convertible en oro, adopción de
tasas de cambio fijas entre las diferentes monedas y establecimiento
de mecanismos de cooperación monetaria.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El nuevo orden económico: Bretton Woods y el GATT.
Se optaba por un patrón oro reducido a la mínima expresión. En un sistema
que permitía que las reservas que avalaban el circulante de cada país
pudieran ser en oro o en monedas convertibles en oro. En este sistema, oro
y dólares. Las monedas acabaron cotizando respecto al dólar y no al oro.

El objetivo de las tasas de cambio fijo era restablecer la confianza en las


monedas.

Características del sistema: liderado por EE UU afrontaba la


reconstrucción en su conjunto (alejado de la competencia entre países), lo
que generaba cooperación; sistema institucionalizado, con normas; y
establecimiento de normas y comportamientos obligatorios para todos los
estados.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El nuevo orden económico: Bretton Woods y el GATT.
En 1947 se crearon dos instituciones: el Fondo Monetario Internacional
(FMI) y el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo, más
conocido como Banco Mundial.

Los objetivos del FMI eran velar por el mantenimiento del sistema de
cambios fijos y facilitar los pagos internacionales mediante préstamos a
estados sin las suficientes divisas para equilibrar su balanza de pagos.
Cada país miembro aporta al fondo en función de su PNB. EE UU eran que
aportaba la mayor cuota y, por tanto, quien en realidad influía sobre las
políticas y la toma de decisiones del mismo.

El FMI obligaba a los países a cumplir una serie de requisitos y adoptar


medidas económicas para facilitarles el préstamo. Estas políticas se
concretaban en la reducción del gasto y el equilibrio presupuestario. Lo que
suponía normalmente un alto coste social.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El nuevo orden económico: Bretton Woods y el GATT.
La función del Banco Mundial, conceder préstamos a largo plazo a los
países pobres, generalmente para la construcción de infraestructuras y
proyectos de desarrollo.

El sistema de Bretton Woods se completó en 1948 con una tercera


institución, la Organización del Comercio Internacional. Un ambicioso
proyecto que en realidad funcionó sólo a través de la que debía ser sólo su
instrumento preparatorio el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio
(GATT, por su siglas en inglés, “General Accord on Tariffs and Trade”). Un
código de buena conducta en comercio exterior que pretendía que no
hubiera principios de discriminación, no se produjeran la contingentación,
se redujeran los aranceles y se prohibiera el “dumping” y los cárteles.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El nuevo orden económico: Bretton Woods y el GATT.
El GATT supuso un impulso en la liberalización del comercio y en la rebaja
de los aranceles a través de sucesivas rondas de comercio que supusieron
la adopción conjunta por parte de los países de esas reducciones. Sin
embargo no pudo cumplir todos los objetivos que se marcaron y
continuaron las discriminaciones, la protección nacional de determinados
productos e incluso la creación de cárteles como la OPEP.

El GATT, pese a todo, representa un cambio notable en el clima político,


económico y comercial mundial con respecto al periodo de entreguerras.
En 1994, el GATT ha sido sustituido por la Organización Mundial del
Comercio, que también ha tenido una acción limitada en este sentido.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel de EE UU en la recuperación.
La gran cantidad de moneda circulante y la escasez de productos había
provocado unas altas tasas de inflación en Europa. Si a eso se suma la
destrucción sufrida y el alto coste de la guerra, el problema del viejo
continente no era tanto monetaria o comercial, sino de mera supervivencia.

EE UU no escamoteó esta vez su responsabilidad y desde 1945 comenzó


un programa de ayuda a Europa. Los objetivos eran recupera la
producción, reconvertir la industria de guerra, reparar las comunicaciones y
transportes y paliar la escasez de materia prima. A la altura de 1947 era
claro que Europa no iba a salir por sí misma de la situación de miseria y
postergación en la que se encontraba. Al mismo tiempo, la Unión Soviética
consolidaba gobiernos afines en los países que había ocupado tras
liberarlos durante la segunda guerra mundial.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel de EE UU en la recuperación.
Para estimular la reconstrucción de posguerra y alejar la influencia
comunista de creó el Plan Marshall (Programa de Recuperación Europea).
Un programa de ayuda económica con tres finalidades: evitar el peligro de
una nueva depresión, asegurar la reconstrucción del comercio internacional
sobre la base del multilaterialismo y la no discriminación y lograr la
estabilización económica, social y política de Europa occidental como
baluarte frente al comunismo. El programa comenzó a hacerse efectivo en
1948.

Este plan aseguraba una continuidad en la ayuda durante cuatro años.

Al tiempo que EE UU proporcionaba la mencionada ayuda, transmitía su


modelo de crecimiento a Europa, basado en la OCT y el aumento de la
productividad. Se aseguraba así el restablecimiento del flujo comercial y el
liderazgo sobre su bloque de influencia.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.

El papel de EE UU en la recuperación.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel de EE UU en la recuperación.
Para ello se establecieron una serie de condiciones para resultar beneficiario de
la ayuda. Los países que se postularan a tal efecto debían comprometerse a
crear organismos conjuntos para evitar que la ayuda pudiera revertir en
competencia excesiva o en comportamientos excluyentes. La URSS renunció al
plan e impuso que los países bajo su órbita también lo hiciesen.

Sólo doce países aceptaron la ayuda y constituyeron en 1948 la Organización


Europea de Cooperación Económica (OECE) y posteriormente la Unión
Europea de Pagos (UEP).

Los acuerdos se firmaron de manera bilateral entre EE UU y el país tomador de


la ayuda. Estos países se comprometían a desarrollar la producción, expandir el
comercio exterior, equilibrar el presupuesto, estabilizar la moneda, desarrollar la
cooperación económica y vender preferentemente a EE UU las materias primas
que le pudiesen interesar.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel de EE UU en la recuperación.
En 1951 el Plan Marshall quedó integrado en un programa de ayuda
militar conducente a la creación de la OTAN. En total, entre 1947 y
1952, Europa recibió más de veinte mil millones de dólares de ayuda,
el 70% en donativo y resto como préstamo, además de cuatro mil
millones en ayuda militar.

Lo aportado por el Plan Marshall fueron materias primas en un 33%,


alimentos y fertilizantes en un 29%, maquinaria y medios de transporte
en un 17% y petróleo y carbón en un 16%. Casi la mitad de la ayuda, el
45,2%, fue a parar a Reino Unido y Francia. Entre Alemania, Italia y
Holanda obtuvieron cerca de una tercera parte de la misma, 31,6%.
Para el resto de países, la ayuda fue muy inferior.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel de EE UU en la recuperación.
La ayuda permitió que las fábricas y los obreros no tuvieran que estar
parados. El plan sí permitió genera un importante incremento del empleo y
de la producción. También contribuyó a desmantelar los controles sobre la
producción y los mercados y restaurando la estabilidad de los precios y de
los intercambios.

El activo que supuso el Plan Marshall no estuvo en la cantidad aportada,


sino en el hecho de que lo aportado se destinara en gran medida a la
inversión, que ya el primer año fue capaz de ofrecer unos rendimientos muy
elevados.

No obstante, continuaban los problemas. Hasta 1958 las principales


monedas no fueron plenamente convertibles a dólares, a un tipo de cambio
bastante inferior a antes de la guerra.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel de EE UU en la recuperación.
En el seno de Europa se instituían organismos que aunaban
voluntades, procuraban la cooperación y, como en el caso de la Unión
Europea de Pagos, permitían compensar la balanza de pagos y
financiar los déficits. De este modo, se ayudaba a la buena marcha del
comercio exterior de los países europeos.

Al mismo tiempo, Francia y Alemania, los antiguos enemigos, creaban


un organismo supranacional, la Comunidad Europea del Carbón y del
Acero (CECA), para la gestión conjunta de la industria pesada alemana
y para separar la frontera que separaba el hierro de Alsacia Lorena del
carbón del Ruhr y del Sarre. A esta comunidad se incorporaron
Bélgica, Holanda, Luxemburgo e Italia. Este núcleo de países sería el
germen inicial de la Comunidad Económica Europea, llamada en los
primeros años Mercado Común Europeo (1958).
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel de EE UU en la recuperación.
El excesivo acúmulo de capital del que disponía EE UU hacía que
hubiera de destinarse a la inversión exterior, esto estabilizó y recuperó
las divisas europeas. El déficit en la balanza de pagos de un
enriquecido EE UU procuró la estabilización de las monedas europeas
y la recomposición de sus reservas monetarias.

Sin embargo, el déficit en la balanza de pagos estadounidense fue


pequeño hasta la guerra de Vietnam, lo que facilitó un buen
desempeño económico de EE UU y de Europa en las décadas de 1950
y 1960.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel del Estado y la nueva política keynesiana.

Intervención del Estado y políticas de pleno empleo son la base del mayor
crecimiento económico, de mayor distribución y más sostenido.

La referencia es la obra del economista británico John Maynard Keynes, que en


1936 había publicado “Teoría genera de la ocupación, el interés y el dinero”. Su
propuesta destacaba el papel de la intervención del Estado en la economía
como instrumento “anti-cíclico”, con el objeto de mantener la ocupación, la
estabilidad económica y social en momentos de crisis o disminución de la
demanda privada. Es una propuesta económica desde la demanda.

Demanda agregada: consumo privado, gasto público, inversión y exportaciones


netas. Demanda de todos los bienes y servicios de la economía.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel del Estado y la nueva política keynesiana.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel del Estado y la nueva política keynesiana.

Muchos países fueron más allá de las propuestas de Keynes y, sin duda,
por la presión que suponía la presencia de un modelo de sociedad
alternativo y pujante en lo militar y la propaganda (socialismo real),
derivaron al diseño del Estado del bienestar y la economía mixta.

Estado del bienestar. El gasto social era una manera de activar la demanda
al tiempo que se mejoraba la vida de la población general. Sanidad y
educación, sobre todo. Finalidad: cubrir las necesidades básicas, favorecer
la igualdad de oportunidades, ofrecer servicios universales de calidad a la
población. Seguridad social (pensiones de jubilación, orfandad, viudedad,
incapacidad laboral o desempleo), sanidad, educación.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel del Estado y la nueva política keynesiana.

El Estado del bienestar se financia allegando recursos, es decir,


incrementando los impuestos e intentado que esta recaudación revierta, de
manera más equitativa, en el conjunto de la población a través de servicios
universales de calidad en los ámbitos referidos. Los impuestos: indirectos y,
sobre todo, directos, es decir, progresivos, IRPF, impuesto de patrimonio.
Eso en cuanto a las personas físicas. En cuanto a las jurídicas, sobre todo,
impuestos sobre los beneficios de las empresas.

Además del impulso económico que suponía esta intervención estatal, el


consumo de las familias aumentaba, pues los gastos fundamentales de
sanidad, prevención social y educación estaban resueltos y garantizados
por el Estado.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel del Estado y la nueva política keynesiana.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel del Estado y la nueva política keynesiana.

El concepto de economías mixtas alude a los sistemas económicos en los que


prevalece el mercado libre y la propiedad privada, pero éste coexiste con una
fuerte presencia de la intervención del Estado, inversión pública
(infraestructuras) y un importante sector público. Coexistencia de inversión
pública y privada, incluso en determinados proyectos hay presencia de
inversión pública y de capital privado.

El Estado llegó a nacionalizar sectores estratégicos de la economía: banca,


minería, siderurgia, energía, ferrocarriles y navieras, construcción de viviendas.

Como consecuencia de lo anterior, aumentó enormemente el número de


personas que trabajaban en el sector público, para el Estado. A mediados de la
década de 1960, el 40% de la población activa pertenecía al sector público en
la mayoría de estados europeos.
La salida de la guerra: un nuevo orden
internacional.
El papel del Estado y la nueva política keynesiana.

La economía se supeditaba a la política. El mercado dejaba de ser el


ente regulador. El Estado a través de diversos mecanismos se
convertía en el agente regulador de la economía.

Para terminar de definir la propuesta económica y social de esta época en


los países capitalistas avanzados hay que aludir a los instrumentos de
cooperación entre gobiernos, empresarios y sindicatos. Crecimiento
económico, crecimiento de la productividad y reparto de rentas. Política de
rentas. Acuerdo. Concertación social y negociación colectiva.
Los factores de crecimiento.
Crecimiento general y generalizado, 1950-1973.

El crecimiento fue más elevado cuanto más atrasada era la posición de


partida del país.

La tendencia es que los países avanzados alcancen los niveles de renta del
país líder: EE UU. Tendencia hacia el equilibrio. Trasvase EE UU – Europa
y Japón, principalmente.

Extensión de la industrialización a países y regiones tradicionalmente


atrasadas como el Mediterráneo, Europa del este y Extremo Oriente:
progreso agrario, fomento estatal de la industrialización y bajos salarios
relativos (deslocalización de la producción) y reducción de los costes de
transporte.
Los factores de crecimiento.
Las bases del crecimiento.

Transferencia tecnológica, de EE UU al resto del mundo. Esto hace que la


inversión sea mayor y más eficaz. El crecimiento del capital real por
trabajador, los salarios reales y la producción se compadecieron con altos y
constantes beneficios empresariales y con el aumento del consumo
privado.

Impulso de la oferta y gran crecimiento de la demanda.


Los factores de crecimiento.
Las bases del crecimiento.
Impulso de la oferta. Factores:
 Alta tasa de inversión: crecimiento de beneficios por encima de los tipos de
interés y la inflación por la relativa moderación salarial y ampliación del
mercado; aumento del ahorro, por el aumento de la renta familiar y la caída
de los precios de los alimentos; importante inversión exterior, sobre todo
procedente de EE UU.
 Progreso técnico que abarata e incrementa la producción: convergencia
tecnológica, convergencia con EE UU; industrialización de nuevos países; y
moderación de precios de la energía y materias primas.
 Fuerte crecimiento de los rendimientos agrícolas, abaratamiento de
alimentos y liberación de recursos del campo.
 Terciarización de la economía.
 Incremento de la libertad comercial mundial. El comercio internacional
creció más que la producción.
 Instituciones nacionales e internacionales que favorecieron el crecimiento.
Los factores de crecimiento.
Las bases del crecimiento.
Incremento de los factores de producción, capital y trabajo. Mejora de la
productividad total de los factores.

Las innovaciones tecnológicas de la Segunda Revolución Tecnológica


alcanzan su madurez. La amplitud de la demanda y la competencia hicieron
que aumentara el gasto en investigación y desarrollo. Nuevos inventos e
innovaciones.

Transferencia tecnológica. Se adopta la tecnología de EE UU. Pero


menores costes salariales y, por tanto, mayor competitividad.

Disponibilidad y abaratamiento de materias primas y energía. Este


extraordinario crecimiento económica y prosperidad se funda sobre la base
de energía barata y abundante. Petróleo barato.
Los factores de crecimiento.
Las bases del crecimiento.
La revolución agrícola, motorización y semillas. Mecanización del campo y
mejora de fertilizantes y selección de semillas, incremento de la producción
y de los rendimientos. Por tanto, es una agricultura mucho más
capitalizada, más intensiva en capital, menos en trabajo. Una agricultura
que al final ha sido mucho más dependiente de los distribuidores.

Europa ha pasado de adquirir alimentos a presentar grandes excedentes


de estos productos. Política Agraria Común.
Los factores de crecimiento.
El gran crecimiento de la demanda.
Se produjo un círculo virtuoso gracias a la interacción positiva de la
producción (oferta) y de la demanda. El incremento de la oferta sólo puede
ser sostenido si responde a una demanda solvente y también sostenida.

Fue compatible que aumentaran los salarios reales (capacidad de consumo


de los asalariados) y que bajaran los costes laborales para las empresas.
Esto fue posible y es posible siempre y cuando el aumento de los salarios
no supere el de la productividad.
Los factores de crecimiento.
El gran crecimiento de la demanda.
Factores que impulsaron el crecimiento de la demanda.
 Políticas de pleno empleo.
 Crecimiento general de la renta por el incremento de la productividad.
 Crecimiento de la renta familiar. Más salario varón e incorporación
mujer al trabajo.
 Aumento del consumo familiar, al estar aseguradas la previsión social,
la sanidad y educación. Además, el ahorro no es muy útil en una época
de inflación suave pero sostenida.
 Aumento de la demanda que generó el sector público.
 Aumento del comercio exterior, que se multiplicó por cinco entre 1953 y
1977.
El crecimiento de la demanda estuvo acompañado por el crecimiento
de la productividad.
Los factores de crecimiento.
La integración de la economía internacional.
Lo más destacado fue limitar las restricciones al comercio y abrir vías de
cooperación y de intensificación del comercio mundial. Desparecieron las
políticas de “empobrecimiento del vecino”.

Por tanto, se produce una liberalización, en relación con el periodo anterior,


de la circulación de personas, capitales y productos. Disminuyeron los
costes de transportes y se produce una ampliación del mercado y una
creciente competitividad.

Este incremento del comercio corrió paralelo a una “industrialización


complementaria”, frente a la industrialización concurrente del periodo
anterior.
Los factores de crecimiento.
La integración de la economía internacional.
Los países con renta alta exportaban productos nuevos, mientras que los
de renta baja exportaban productos que llevaban tiempo en el mercado.
Una vez los productos están introducidos y mejorados en el mercado, su
fabricación, o parte de ella, se puede deslocalizar en busca de mano de
obra más barata. La deslocalización de la producción es un fenómeno que
acontece con gran alcance en las décadas de 1960 y 1970.

El incremento del comercio es un factor clave para explicar el crecimiento


económico de estos años. El comercio permite la especialización y ésta
permite obtener economías de escala que benefician en cada país a los
sectores más dinámicos.
Los factores de crecimiento.
La integración de la economía internacional.
Otro elemento importante de la integración de la economía internacional fue
la contención de los problemas monetarios.

El patrón dólar-oro. El sistema de cambios fijos sólo estuvo completado


en 1959, fecha en el que al fin las monedas fueron totalmente convertibles.
Este sistema situaba a las finanzas estadounidenses en una situación
privilegiada: podían pagar simplemente emitiendo billetes que el resto del
mundo aceptaba como medio de pago y como moneda de reserva. El
abuso de esta condición hizo que en 1963 la cantidad de dólares en poder
de los bancos centrales fuera superior a las reservas de oro de EE UU. El
dólar estaba sobrevalorado. Este hecho desencadenaría una fuerte crisis
financiera en el momento que estos bancos centrales reclamasen la
conversión de sus dólares en oro.
Los factores de crecimiento.
La integración de la economía internacional.
Desde mediados de la década de 1960, las tensiones del sistema financiero
mundial eran cada vez mayores. El valor oficial del dólar respecto al oro no
representaba su capacidad real de compra ni se estimaba que la pudiera
representar en el futuro. Otras monedas, como el marco alemán, parecían más
ajustadas y ofrecían mayores perspectivas de estabilidad y seguridad.

En 1971, una creciente conversión de dólares en marcos obligó a Alemania a


dejar que el marco cotizara al alza. Así, la Reserva Federal tuvo que hacer
frente a fuertes demandas de conversión. El presidente Nixon rompió la
convertibilidad oro-dólar y dejó que le mercado determinara el valor de cada
una de las monedas.
El empeoramiento de la situación del dólar en 1973 hizo que los diferentes
países decidieran dejar fluctuar libremente sus monedas. Esto enterraba el
sistema de Bretton Woods. La suspensión de la convertibilidad oro-dólar
fue una de las primeras evidencias de la crisis y del fin de la “época
dorada”.
La nueva dinámica de crecimiento.
Se produjo un proceso de convergencia económica bajo el liderazgo y el
auspicio de los EE UU. A diferencia de su comportamiento tras la primera
guerra mundial, EE UU asumió su papel de líder y consideró que extender
la prosperidad económica era la mejor manera de asegurar una estabilidad
política. De ahí, el fomento del comercio internacional y la adopción de
tipos de cambio fijos. Se desecharon las políticas de empobrecimiento del
vecino por la cooperación.

Esta responsabilidad hizo que su economía tuviera mayores dificultades de


crecimiento, dieran prioridad al control de la inflación y ejecutasen un fuerte
gasto militar, por su papel también de líder político del bloque capitalista.

La década de 1950 fue de estabilización económica y lucha contra la


inflación. Restricción. La década siguiente se ensaya una política
expansionista, pero el hecho de que la inflación y los salarios reales
crecieran por encima de la productividad hacen inviable el intento.
La nueva dinámica de crecimiento.
Así, las prácticas y las políticas keynesianas son orilladas en 1969 y se
ponen en marcha las políticas monetaristas destinadas a contener la
inflación. Reducir la inflación y relanzar el crecimiento son las prioridades
aun a costa del aumento del paro y las dificultades de las empresas por
mantener su actividad. 1971 marcó unos años de declive para EE UU en el
que estuvo en duda su posición como líder económico e incluso político.

Durante todo este periodo se produjo un acercamiento y una “puesta al día”


constante de las economías relativamente más atrasadas con respecto a
EE UU. Sobre todo, las economías de Europa y de Japón. Hay un
acercamiento continuo de rentas.
La nueva dinámica de crecimiento.
Europa.

El llamado milagro europeo consistió, en buena medida, en su capacidad


para impulsar políticas comunes de cooperación y de superación de la
rivalidad económica y política. Se produjeron fórmulas de integración
regional, en el que los diferentes países abrían sus mercados y
cooperaban, cuyo paradigma fue la Comunidad Económica Europea o
Mercado Común, que se transformaría en Unión Europea en 1991.

El Benelux, que suponía la eliminación de cualquier arancel entre Bélgica,


Holanda y Luxemburgo inspiró la Comunidad Europea del Carbón y el
Acero para los sectores del carbón y el acero.

En 1957, el Tratado de Roma, se crea la Comunidad Económica Europea.


Libertad de circulación de capitales, personas y productos para fomentar la
cooperación ya competitividad. Respeto a las reglas de la competencia.
La nueva dinámica de crecimiento.
Europa.

Se pretendía también fomentar políticas económicas comunes entre los


países miembros, para posibilitar una mayor integración.

Se fueron produciendo diferentes integraciones a partir del núcleo originario


de seis países: Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Alemania, Francia e Italia.

Una de las políticas fundamentales fue la agraria. La Política Agraria


Común, que se formula para hacer frente al desajuste que producía el
hecho de que los precios agrícolas europeos estuviera por encima de los
mundiales. Esta política establece unos precios mínimos para los productos
agrícolas europeos dentro de Europa, además se establecían aranceles de
entradas a los productos extraeuropeos. Esto hacía que los productos
europeos fuesen competitivos con los foráneos dentro de Europa.
La nueva dinámica de crecimiento.
Europa.

Esta política que ha permitido que el campo no quede reducido a la mínima


expresión, aparte de ser muy costosa, ha presentado tres graves defectos:

 Las ayudas a la producción impulsan un crecimiento de ésta sin tener


en cuenta el mercado. Esto provoca enormes excedentes. Esta política
es perjudicial para las explotaciones agrícolas de fuera de Europa.
 La fijación de precios de garantías da lugar, en el seno de una
negociación política, a que obtengan un mejor trato los productos
propios de los países más influyentes.
 La mayor parte de los fondos va a grandes latifundistas allí donde haya
esta estructura de la propiedad; por ejemplo, Andalucía.
La nueva dinámica de crecimiento.
Japón.
Japón ofreció una de las mayores tasas de crecimiento sostenido anual,
cercanas al 8,5%. Un tercio más alta que la de los países que le seguían en
crecimiento, como Alemania o Italia.

La base del crecimiento japonés:


 Reformas políticas y económicas impulsadas por EE UU.
 La demanda inducida por la guerra de Corea, 1950-1952. Demanda de
bienes y servicios.
 La abundancia de factores de producción, capital y trabajo.
 La masiva introducción de innovaciones tecnológicas.

Las reformas acometidas por Japón se fundaron en el liberalismo


clásico de equilibrio presupuestario y alejamiento del Estado de la
economía y supresión de subsidios.
La nueva dinámica de crecimiento.
Japón.
Sin embargo, el Banco de Japón concedió crédito a la industria básica, que
se recuperó, lo que permitió recuperar a su vez la producción industrial.

Las reformas también se hicieron en el nivel micro. Las empresas


reconocieron y apostaron por una mejora en las condiciones de los
trabajadores, reconocimiento de sindicatos y derechos colectivos, y se
disgregaron las grandes corporaciones que dominaban el sistema bancario
y la industria pesada. La disolución del ejército también permitió destinar
esos recursos a la economía productiva.
La nueva dinámica de crecimiento.
Japón.
La formación profesional es la que permite alcanzar una enorme
competitividad. La cualificación del capital humano. La competencia por
acceder a los puestos de trabajo era elevada (Japón no alcanzó el pleno
empleo hasta finales de la década de 1960) ya que había importantes
diferencias salariales y de condiciones de trabajo en las empresas, que
aseguraban trabajo para toda la vida, salarios elevados y crecientes
(mercado interior de trabajo) y buenas condiciones de jubilación

Hubo una gran disponibilidad de capital que pudo ser invertido gracias a los
elevados beneficios de las empresas (bajos impuestos y gran oferta de
trabajo en los primeros años), el incremento del gasto estadounidense por
la guerra de Corea y el aumento del ahorro privado.

Destacaron también la apuesta decidida de la empresa japonesa por las


innovaciones tecnológicas y la mejora de los procesos de producción.
La nueva dinámica de crecimiento.
Japón.
La inversión en tecnología más moderna, la alta calificación de la mano de
obra y el espíritu de empresa (compartido por trabajadores y directivos)
explican la calidad de la producción en esos años.

La modernización tecnológica se vio acompañada de innovaciones en el


campo de la organización del trabajo. La producción Justo a Tiempo.
Externalización. Se eliminaban los stocks por parte de las grandes
empresas, mientras que las subcontratadas deben disponer de materiales
suficientes para hacer frente a las demandas, a veces sin previo aviso y
con un corto plazo de entrega.

Buena calidad y precios moderados dispararon las exportaciones de los


productos japoneses.
La nueva dinámica de crecimiento.
Japón.
El Estado. Los grupos de empresa, con presencia en múltiples sectores, solían
tener conexión directa con el Gobierno. Se produce una colaboración activa
entre Gobierno y grandes empresas para favorecer inversiones en los sectores
más dinámicos y aprovechar mejor los recursos. El Gobierno ofrecía
subvenciones, préstamos, exenciones fiscales, importación de tecnología
necesaria, oferta de suelo industrial o incluso protección de determinados
productos. La finalidad era modernizar y aumentar la competitividad industrial y
comercial e introducir la fabricación de nuevos productos, aunque la decisión de
invertir, en último término, era de las empresas.

La políticas fiscal y monetaria del gobierno japonés se basaba en unos


impuestos bajos, un presupuesto equilibrado y una política monetaria
expansiva, pero atenta a la evolución de la balanza de pagos. En la década de
1960 comenzó a abandonar el presupuesto equilibrado y apostó por mejorar las
infraestructuras, las viviendas y la asistencia social.

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